Ibéricos Fisán prevé incrementar su producción un 3% anual en la próxima década

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Ibéricos Fisán prevé incrementar su producción
un 3% anual en la próxima década
La empresa salmantina procesa cerca de 10.000 cabezas de porcino cada ejercicio
I
La materia prima de
Ibéricos Fisán procede de
grandes dehesas de
Andalucía y Extremadura.
béricos Fisán, que toma el nombre de su
fundador Fidel Sánchez, es una empresa familiar salmantina casi centenaria dedicada
a la fabricación y comercialización de productos ibéricos. No obstante, ha sido Flo-
rencio Sánchez, segunda generación de la
saga, quien le ha dado la forma empresarial
a esta compañía que en el último lustro ha
incrementado su producción en torno a un
3% anual, un crecimiento que prevé mantener durante los próximos diez años. “Este
porcentaje nos permite poder controlar
nuestra evolución preservando los mismos controles de calidad”, explica Eva Sánchez, directora de Gestión y Comunicación
de la firma, que cerró 2012 con una facturación de más de 4,9 millones de euros, de los
que alrededor del 5% procede del exterior, y
una plantilla de 25 trabajadores. Al respecto, señala que su canal de distribución es
tradicional, pues predomina el trato directo
a las charcuterías y la restauración. “Le damos mucha importancia al cliente, por lo
que nuestra relación con él es muy cercana y creo que es nuestra mejor inversión,
pues de ahí procede la fidelidad”, indica la
responsable de la compañía, que el pasado
mes de octubre estrenó su nueva web
(www.fisan.es), “con una imagen completamente renovada”, y que tiene presencia en
Facebook y Twitter.
Gama de productos
Su catálogo está compuesto por la gama
de productos ibéricos de bellota Gran Reserva, seleccionados desde la dehesa, el matadero, la salazón y en su proceso de curación; ibéricos de bellota adscritos a la Denominación de Origen Guijuelo, sello de calidad del que la empresa es miembro fundador; ibéricos bellota, que destacan por su color rosado, sabor dulce y textura suave; ibéricos de recebo, cuyo componente esencial
es la parte final de la alimentación del cerdo
en montanera y su plazo de curación similar a los productos de bellota; e ibéricos de
cebo de campo, que proceden de animales
criados en dehesa en libertad; productos
cortados a mano y loncheados; entre otros.
“Además, en la época navideña se eligen
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entre 20 y 30 jamones ibéricos de bellota Gran Reserva y se les da el rango de
edición limitada de cada añada. Son especiales, pues sus matices se ofrecen a
los paladares de los que quieren degustar joyas únicas. Suelen tener entre cinco y seis años de curación, por lo que recomendamos su cata con corte de cuchillo y en un plazo de tiempo de seis días,
pues la oxidación que experimenta la
carne es muy rápida”, asegura Sánchez.
Instalaciones
En cuanto a sus instalaciones, la empresa cuenta con un matadero propio, por
el que pasan al año cerca de 10.000 cabezas de porcino, así como secaderos y bodegas naturales y cámaras de conservación ubicadas en una superficie de 35.000
metros cuadrados. La materia prima procede de grandes dehesas de Andalucía y
Extremadura, “donde se escoge y compra
el mejor cerdo”. Ésta se traslada al matadero, para después llegar a la zona de salazón y al obrador, donde el producto se
selecciona y se le da la forma óptima para
la fase de secado natural. “Después de varios meses a la ventura de los aires de la
sierra, se pasa a la época de las bodegas
naturales, donde los jamones y paletas
ibéricas de bellota reposan durante varios años para deleitar paladares expertos. Por su parte, los lomos reposan entre cuatro y ocho meses y el embutido
entre tres y ocho meses”, detalla Sánchez, que junto con sus hermanos Javier y
Florencio forman la tercera generación de
Ibéricos Fisán.
Eva Sánchez, directora de Gestión y Comunicación de Ibéricos Fisán.
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