2. 1. S.Pío X
2. Pío XI
3. Cristeros
4. Persecución religiosa en
España
5. Pío XII y los nazis
3. S.XX
Ha sido un siglo de grandes avances científicos y
tecnológicos, un siglo que ha visto un desarrollo
económico sin igual, un siglo en que la democracia
ha ido ganando terreno en todos los continentes.
Pero también esta centuria ha sufrido convulsiones
terribles. Baste recordar las dos guerras mundiales
que han dejado millones de muertos; el comunismo
que triunfó y cayó, pero sólo después de haber
hundido en la miseria a países enteros; la situación
de miseria en que viven millones de personas no
sólo por el mal gobierno, sino también por causa de
una economía de mercado que olvida la centralidad
del hombre y de la familia.
4. Ha sido el siglo en que la ONU ha publicado la
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948),
y sin embargo muchas naciones en su legislación no
respetan el derecho fundamental de todo hombre a
la vida.
En este siglo la Iglesia ha tenido que afrontar
numerosos retos en su acción envangelizadora:
seguir clarificando su doctrina en materia social,
puntualizar la dimensión ética de los avances
técnicos y científicos; encauzar correctamente la
interpretación de la Escritura sin las exageraciones
del modernismo; iluminar la actividad de los católicos
en la política; cuidar la recta interpretación y
aplicación de los documentos emanados por el
Concilio Vaticano II; afrontar el reto de predicar a
Cristo en un mundo secularizado, que relativiza toda
verdad religiosa y moral, y hunde al hombre en el
vacío existencial; contrarrestar el empuje de las
sectas, etc.
5. 1. San Pío X (1903-1914)
Su lema es “restaurarlo todo en Cristo”.
Ordenó la revisión de la Vulgata,
fundó el Instituto Bíblico,
fomentó la comunión frecuente,
reorganizó la curia romana,
la redacción del derecho canónico.
Condenó la hostilidad con que el estado
francés trató a la Iglesia, tras violar el
concordato sin previo acuerdo y confiscando
los bienes eclesiásticos.
6. Durante el Pontificado de San Pío X (1903-1914) la dinámica anti-
clerical se dejó sentir en los países latinos del mediodía de Europa.
Los gobiernos franceses hicieron gala de un laicismo militante.
Francia rompió las relaciones con la Santa Sede, se abrogó el
Concordato (1905), se expulsaron muchos religiosos del país, se
confiscaron los bienes eclesiásticos.
Peligros más graves en el interior de la Iglesia: el
Modernismo (Alfred Loisy) trató de “racionali-
zar” la fe cristiana, vaciándola de los dogmas y
de todo contenido sobrenatural. Fue condenado
por el Decreto Lamentabili y la Encíclica Pascen-
di (1907).
7. ► Condenó también, como lo hizo ya antes Pío IX, el
modernismo que negaba la intervención
trascendente de Dios en la historia y daba a los
dogmas una interpretación cambiante, según los
tiempos y circunstancias (relativismo). Tres fueron,
sobre todo, los principios “modernos” puestos en la
base de la nueva concepción de la teología y del
dogma:
► El primado de la actividad del sujeto frente al objeto.
► El primado de la función del sentimiento, en general
de los factores inconscientes.
► La concepción relativista de la historia de la
conciencia religiosa.
► Autores de tales doctrinas fueron algunos sacerdotes
e intelectuales modernistas: Alfredo Loisy, Rómulo
Murri, Buonaiuti y Tyrrel. En el modernismo vio san Pío
X la síntesis de todos los errores modernos y por ello lo
combatió con tanta severidad.
8. El modernismo llegó, por consiguiente, a
sostener una nueva concepción del dogma:
El sentido divino es el único criterio de verdad
religiosa.
Jesucristo fue privilegiado precisamente en
esta experiencia religiosa, en cuanto que tuvo
un originalísimo sentido de la paternidad de
Dios.
La Iglesia no es otra cosa que la organización
de los seguidores de Cristo en aquella
fundamental experiencia y es creación
espontánea de la conciencia colectiva de las
primeras comunidades dominada por la espera
del fin del mundo (escatología).
Los dogmas son fórmulas simbólicas, variables
hasta la contradicción, de la misma
experiencia religiosa inexpresable.
9. ¿Qué decir del modernismo?
• El modernismo provenía del interior de la propia iglesia,
impulsado por algunos sacerdotes y católicos que
querían modernizarla. Al inicio quizás estuvo animado
por una buena inquietud apologética de ciertos
católicos, ansiosos de remediar el retraso que, a su
juicio, llevaba la Iglesia en el campo de la historia, de la
filosofía y de la exégesis bíblica.
• Pero el modernismo sufrió el influjo del protestantismo
liberal alemán que trataba de “racionalizar” la fe
cristiana con el fin de hacerla aceptable a la mentalidad
“moderna”, vaciándola de los dogmas y de todo
contenido sobrenatural. Los modernistas no trataban
de abandonar la Iglesia. Sólo pretendían “reformarla”
desde dentro, y sus posturas tenían un deliberado
acento de ambigüedad.
10. Las doctrinas modernistas nunca se
expusieron de modo orgánico, sino en
forma de retazos parciales. Para
abarcarlas en todos los aspectos fue
preciso que la encíclica Pascendi (1907)
de Pío X, que definió al modernismo
como “encrucijada de todas las
herejías”, ofreciera una exposición
sistematizada.
El modernismo se extendió por Francia,
Italia e Inglaterra. El decreto Lamentabili
del mismo año y la encíclica Pascendi
denunciaron y condenaron estas
doctrinas. La exigencia del “juramento
antimodernista” a los profesores
eclesiásticos y a otros muchos clérigos
fue una medida disciplinar de
indudable eficacia. La crisis modernista
quedó así cortada por la decidida
intervención pontificia.
11. • No puede decirse, sin embargo, que quedara
resuelta, como pondría luego de manifiesto
el rebrote modernista que habría de aparecer
con sorprendente fuerza a mediados del
siglo XX.
12. Celo pastoral de San Pío X: preocupación por la
santidad de los sacerdotes, redacción de un nuevo
Catecismo, concesión de la Primera Comunión
a los niños desde la edad del discernimiento.
Por mandato suyo el cardenal Gasparri inició la
labor preparatoria, que culminaría después de su
muerte con la promulgación por Benedicto XV
del primer Código de Derecho Canónico (1917).
A las tres semanas del inicio de la Primera guerra mundial muere
San Pío X. Su sucesor, Benedicto XV (1914-1922) se esforzó,
sin éxito, en intentar la paz entre los beligerantes. Otro suceso
de gran trascendencia durante su Pontificado: la Revolución rusa
de 1917: primer Estado marxista de la historia.
15. ¿Quién era Pío Xl?
Nació el 31 de Mayo, 1857.
Ambrogio Damiano Achille Ratti.
Era hijo de un fabricante de textiles
moderadamente próspero.
1879 Dic 27 ordenado.
Obtuvo tres doctorados en la
Universidad Gregoriana.
16. ¿Quién era Pío Xl?
Desde Benedicto XIV (1740 1758) no
había presidido la Iglesia ningún Papa
investigador.
Los primeros treinta años de su vida
sacerdotal: bibliotecario. Primero, en la
biblioteca ambrosiana de Milán, y luego
del 1911 al 1918 en el Vaticano. Allá ganó
reconocimiento internacional por sus
investigaciones.
Era un alpinista consumado.
17. ¿Quién era Pío Xl?
1918 misión a Polonia, visitador
apostólico, luego nuncio. Acompañó
la reconstrucción de la recién
renacida Polonia en 1919. Estableció
los derechos de la Iglesia de manera
enérgica.
1920 permanece en Varsovia y no se
retira como le aconsejaban, ante un
ataque bolchevique.
18. ¿Quién era Pío Xl?
1920 Noviembre, experimenta el
resentimiento de los nacionalistas
polacos por haber sido delegado
Papal ante el plebiscito de la Silesia
Norte.
1921 Junio 13 Arzobispo de Milán y
Cardenal, a los 5 meses moría
Benedicto XV.
19. La agenda de Pío XI:
la paz de Cristo en el
Reino de Cristo.
Quería la reconciliación
con el gobierno italiano.
20.
21. Pío XI fundó la
Acción Católica en
1922.
1922 Diciembre 23, Encíclica Ubi Arcano
sobre la Acción Católica = la cooperación laica
con la jerarquía en la misión de la Iglesia.
22. La ruta hacia la
reconciliación con el
gobierno de Italia en 1929.
23. La ruta hacia los acuerdos lateranos.
• Nuevo régimen [Mussolini] galantea con Pío XI
• Civilta Cattolica: denunciaba peligro de cooperar con
socialistas.
• 1924 Junio asesinato de Matteotti. Repulsa en toda la
península.
• 1925 dictadura fascista. Apenas partidos oposición
logran sacar la cabeza a flote.
• 1925 Diciembre 11 Quas primas , establece fiesta de
Cristo Rey. Pío XI quiere afirmar la soberanía de Cristo
en todos los asuntos de la vida.
• 1925 – 1926 Comisión mixta revisa puntos en la
legislación de las propiedades eclesiásticas
•
[
24. La ruta hacia los acuerdos lateranos.
• 1926 se publican los proyectos de ley.
• Pío XI invita a que se trate sobre la cuestión
romana.
• 1926 Octubre 4 Mussolini ordena se abran
negociaciones oficiosas con la Santa Sede.
26. ¿Qué logró la Santa Sede con
los pactos lateranos?
La introducción de la enseñanza religiosa
en las escuelas medias superiores (no
en la Universidad)
Nuevo Estado de la ciudad del Vaticano,
reconocido.
Concluida la Cuestión Romana.
27. ¿Qué logró la Santa Sede con
los pactos lateranos?
La religión católica será la única del
Estado Italiano
Especiales prerrogativas jurídicas para
los órganos y personas del supremo
gobierno de la Iglesia. Exención del
servicio militar y trato jurídico especial.
28. ¿Qué logró la Santa Sede con los
pactos lateranos?
La Santa Sede tendrá derecho de legación
activa y pasiva, libertad en los cónclaves y
concilios.
Liquida deuda del Estado italiano con la
Santa Sede. Cláusula: Se le entregó a la
Santa Sede un millón de millones de liras en
títulos del Estado y 750 millones de liras al
contado.
[1] Martina IV, 149.
29. ¿Qué logró la Santa Sede con los
pactos lateranos?
Iglesia recibe garantías del libre ejercicio
del poder espiritual.
Exención del servicio militar, trato penal
especial.
Estado impedirá que clérigos
excomulgados ejerzan cargos o
enseñanzas.
Reorganiza asunto de propiedades de la
Iglesia en bien de la Iglesia.
[
30. Mussolini sobre el concordato.
1929 Mayo 13 y 25 discursos de Mussolini
tratando de quitarle importancia a las
concesiones hechas a la Santa Sede:
• La Iglesia en Italia no era soberana y mucho
menos libre;
• El poder temporal de la Iglesia había sido
enterrado;
32. Pío XI y las misiones.
1926 Junio 15 Carta Ad ipsis, carta a los
católicos chinos.
Octubre: consagró los primeros seis obispos
chinos.
1927 consagra el primer obispo japonés.
África del Sur: con el apoyo del Papa, los
obispos piden que las poblaciones de color
puedan ejercer funciones relevantes en el
gobierno.
33. Pío XI y las misiones.
1926 Febrero 28 Encíclica Rerum Ecclesiae, la
evangelización es la principal tarea de la
Iglesia.
Por ello la Iglesia tiene que mantener su
independencia de la lógica política.
Pío XI a favor de un clero indígena, contrario
a todo lo que considerase inferiores a las
poblaciones nativas.
34. Pío XI negoció un total de 18 concordatos: en
ellos buscaba la libertad para la Acción
Católica, reconocimiento legal para los
matrimonios por la Iglesia y que la Santa Sede
tuviera el control exclusivo de
los nombramiento de obispos
36. El Concordato de 1933
con el Reich de Adolfo
Hitler.
Un contexto: la Santa Sede
negoció 38 concordatos entre 1919
y 1938.
37. Situación nueva de la Iglesia en Alemania
• 1933 Enero Hitler canciller.
• Los Obispos eran partidarios del Zentrum
[Centro], partido católico.
• Se temía por las instituciones católicas.
• Hitler en el poder desde enero de 1933,
peligran todos los concordatos con Baviera
(1924), Prusia (1929) y Baden (1932) .
38. Los Obispos alemanes y el nazismo antes
del Concordato de 1933 con el III Reich.
• El Nazismo había sido criticado como
pagano y anti-cristiano.
• Era visto como descaradamente racista y
totalitario.
• 1931 Febrero los Obispos de Baviera:
ningún católico puede afiliarse al partido
nazi, cuya ideología es pagana.
• Durante las campañas de 1932, se repiten
las condenas.
39. Los Obispos alemanes y el nazismo antes del
Concordato de 1933 con el III Reich.
1933 Febrero 1 Hitler en la radio: prometo que la
moral cristiana y la familia serán las bases de
la sociedad alemana.
1933 Febrero 24 Incendio del Reichtag. Hitler
culpa a los comunistas. Todas las publicaciones
de izquierda, prohibidas junto a todas las
actividades de esos partidos.
1933 Febrero 28 Hitler proclama estado de
emergencia.
40. Los Obispos alemanes y el nazismo antes
del Concordato de 1933 con el III Reich.
1933 Marzo 5 elecciones congresionales, los
Obispos apoyan al Zentrum y el Partido del
Pueblo Bávaro.
Éxito nazi en las elecciones.
Marzo 23 Hitler en el Reichtag: respetaré los
concordatos firmados, aseguraré los
derechos de la Iglesia en la educación y
mantendré relaciones amistosas con la
Santa Sede.
41. 1933 Marzo 23 el recién electo Reichtag da
a Hitler poderes especiales para “poner fin
a la inquietud del pueblo y del estado
alemán” = fin de la democracia.
Los SS rodeaban el edificio: “poderes
especiales o fuego y muerte”.
Marzo 28 declaración de los obispos; se
quitan condicionalmente las reservas
contra el nazismo.
42.
43. El Concordato entre la Santa Sede y el III Reich.
1933 Julio 20 firma del Concordato.
1933 Septiembre 10 intercambio oficial de los
documentos en el Palacio Apostólico.
Tenía 33 artículos, 21 garantizaban los derechos
de la Iglesia .
Solemne misa pontifical celebrada en Berlín por
el Nuncio Orsenigo.
“El concordato es un símbolo de paz y de la
amistad entre la Iglesia y el Estado.”
44. ¿Qué cambiaba ahora?
• Los católicos que pertenecían al partido
nazi podrían comulgar. Antes no
• Podían usar el uniforme nazi en las
Iglesias.
Durante el mes de Junio de 1933, el
gobierno nazi reprimió manifestaciones
católicas, disolvió el Congreso de
Sindicatos Cristianos.
Junio 22 – 29 Partidos alemanes
disueltos.
45. Un punto álgido: el artículo 31
Hitler pedía la total exclusión del
clero de la vida política partidista.
Los nazis querían reducir a la Iglesia
católica a meras actividades
religiosas.
No se elaboró una lista de las
organizaciones sociales y
profesionales que debían de ser
protegidas por el estado.
46. Sopesando el Concordato
entre la Santa Sede y el
Gobierno de Alemania,
encabezado por Adolfo
Hitler.
47. H. Jedin evalúa el Concordato .
Es indiscutible: acrecentó el prestigio de
Hitler.
Su maquinaria propagandística: el Papa ha
legitimado al nacionalsocialismo.
“No supuso el hundimiento de la capacidad de
resistencia de los católicos alemanes contra un
régimen criminal”.
48. H. Jedin evalúa el Concordato
A largo plazo:
Hitler obtuvo pocas ventajas. Luego Hitler consideró
“al concordato como una molesta atadura”.
No se violaron todas las cláusulas del concordato, “fue
una excelente línea defensiva”, así lo vaticinó el
cardenal secretario de Estado, y lo repitió luego siendo
Papa Pío XII.
K. Gotto: “Con sus garantías, creó la base jurídica a
partir de la cual pudo oponerse y se opuso de hecho al
totalitarismo”.
49. El nacionalsocialismo luchó contra todas las
asociaciones juveniles desde 1933- 1934;
multiplicó los procesos contra sacerdotes
por conducta inmoral, desde 1938 envió en
masa a sacerdotes y seglares católicos a los
campos de concentración.
[1] Schatz, Historia de la Iglesia
Contemporánea, 170.
50. Una denuncia de Don Sturzo(1871 –
1959).
• "Don Sturzo advertía en 1937
que el fascismo trataba de
instrumentalizar a la Iglesia
encuadrándola en su
concepción ético social del
Estado, es decir que pretendía
utilizar el universalismo católico
para su política de nacionalismo
exasperado, mientras que la
Iglesia cedía una vez más a la
tentación de recurrir al brazo
secular para restaurar el Estado
católico" .[1]
[1] Martina IV, 153-154.
51. El “modus operandi” nazi.
Para muestra, un botón.
Entre 1933 y 1937 los niños
educados en escuelas católicas
en Munich bajó de 65% a 3 %,
cuando los nazis empezaron a
preguntar a las familias por qué
sus hijos estudiaban en escuelas
católicas.
52. El “modus operandi” nazi.
Para muestra, un botón.
Las ley de libertad de enseñanza
firmada en el concordato nunca
se aprobó
53. Eugenio Pacelli y el Concordato .
Escribió dos artículos en el
Osservatore Romano contradiciendo
directamente afirmaciones de Hitler.
55. El Papa Pío XI intervino solemnemente, después
de haber apoyado todas las protestas y denuncias
de los obispos y de los católicos alemanes contra
las persecuciones. El domingo de Ramos de 1937
denunció los males intrínsecos del nazismo y las
consecuencias del totalitarismo en la encíclica
“Mit brennender Sorge”.
El nacionalsocialismo reaccionó terriblemente
ante esta encíclica papal. En el arco de tres
semanas fueron condenados 103 católicos; 1.100
personas, entre sacerdotes y religiosos, fueron
llevados a prisión en mayo de 1937; en 1938,
304 sacerdotes fueron deportados a Dachau. Las
organizaciones católicas que aún quedaban en pie
fueron disueltas y la escuela confesional fue
suprimida en 1939.
56. Con motivo de la invasión de Austria, en marzo
de 1938, la congregación romana para los
seminarios envió a las facultades teológicas
una lista de tesis nazis inaceptables y
confutables. Fue una reacción fuerte de la
iglesia contra el nacionalsocialismo de Hitler.
En mayo de 1938, durante la visita de Hitler a
Roma, Pío XI se ausentó ostensiblemente de la
Urbe recluyéndose en Castelgandolfo para
protestar porque en Roma se levantaba una
cruz que no era la de Cristo, con alusión
evidente a la cruz gamada de los nazis.
Y el 6 de septiembre de 1938, ante el
antisemitismo creciente del régimen nazi, el
papa pronunció la célebre frase: “En Cristo
somos todos descendientes de Abraham. El
antisemitismo para un cristiano es inadmisible:
espiritualmente todos somos semitas”.
58. La encíclica secreta de Pío XI
• 1938, Junio 22 Pío XI pide ayuda a John
Lafarge,S.J., personalmente, “escriba lo que
usted diría si fuera Papa”. Pida ayuda.
• Gustav Gundlach, S.J., y Gustave Desbuquois,
S.J., para elaborar una encíclica que condene el
racismo.
• 1938 Julio – Septiembre elaboran Humani
Generis Unitas en París.
• Octubre 8, Wladimir Ledochowski, S.J., retrasa
el envío a Pío XII pidiendo la opinión de jesuita
italiano, Enrico Rota, de La Civiltà Cattolica.
• Pio XI está enfermo y duda si volviendo a
condenar morirán más sacerdotes
60. Período de “entreguerras”: coincidió prácti-
camente con el Pontificado de Pío XI (1922-
1939). Se consiguió poner fin a la “cuestión
romana” (Estado de la Ciudad del Vaticano
y Concordato). Expansión misionera en Asia
y África. Edad de oro de la Acción Católica.
Institución de la Fiesta de Cristo Rey (encíclica Quas Primas,
Primas
1925), encíclicas sobre la educación (Divini illius Magistri,
Magistri
1929), el matrimonio (Casti Connubii, 1930), la doctrina so-
Connubii
cial (Quadragesimo Anno, 1931), contra el Nacional-Socialismo
Anno
alemán (Mit Brennender, 1937), sobre el Marxismo ateo (Divini
Brennender
Redemptoris, 1937).
Redemptoris
Persecuciones en Rusia, México, España.
61. “¡Viva Cristo Rey!” ¿Cómo fue
la guerra cristera en México?
¿Qué antecedentes tuvo?
• México ya había conocido las persecuciones religiosas en el
siglo XIX. Benito Juárez (1855-1872) impuso, obligado por la
logia norteamericana de Nueva Orleáns, la constitución de 1857,
de orientación liberal, y las Leyes de Reforma de 1859, una y
otras abiertamente hostiles a la Iglesia.
• Por ellas, contra todo derecho natural, se establecía la
nacionalización de los bienes eclesiásticos, la supresión de las
órdenes religiosas, la secularización de cementerios, hospitales y
centros benéficos. Su gobierno dio también apoyo a la creación
de una iglesia mexicana, que no prosperó.
• La reforma liberal de Juárez no se caracterizó solamente por su
sectarismo antirreligioso, sino también porque junto a la
desamortización de los bienes de la iglesia, eliminó los ejidos
comunales de los indígenas. Estas medidas no evitaron al estado
un grave colapso financiero, pero enriquecieron a la clase
privilegiada, aumentando el latifundismo.
62. • El período de Juárez se vio interrumpido por un
breve período, en el que Maximiliano de Austria fue
nombrado emperador de México con el apoyo de
Napoleón III de Francia (1864-1867). Fue fusilado
en Querétaro. También en estos años la Iglesia fue
sujeta a leyes vejatorias, y los masones le ofrecieron
al emperador la presidencia del supremo consejo de
las logias, que él declinó, pero aceptó el título de
protector de la orden, y nombró representantes suyos
a dos individuos que inmediatamente recibieron el
grado 33.
• A Juárez le sucedió en el poder Sebastián Lerdo de
Tejada (1872-1876), que acentuó la persecución
religiosa, llegando a expulsar incluso a las
Hermanas de la Caridad. Prohibió cualquier
manifestación religiosa fuera de los templos. Todo
esto provocó la guerra llamada de los religioneros
(1873-1876), un alzamiento armado católico.
63. • Vino después Porfirio Díaz, que fue reelegido ocho veces en
una farsa de elecciones (1877 y 1910). En ese largo tiempo
ejerció una dictadura de orden y progreso, muy favorable
para los inversores extranjeros –petróleo, redes ferroviarias-,
sobre todo norteamericanos, y para los estratos nacionales
más privilegiados. También en su tiempo aumentó el
latifundismo, y se mantuvieron injusticias sociales muy
graves. Porfirio fue más tolerante con la iglesia, sin
embargo, dejó vigentes las leyes persecutorias de la reforma,
aunque él no las aplicaba. No obstante mantuvo en su
gobierno, especialmente en la educación preparatoria y
universitaria, el espíritu laicista antirreligioso.
• Más tarde vinieron las persecuciones de Carranza y Obregón
(1916-1920; 1920-1924). ¡Fueron durísimas! Incendios de
templos, robos y violaciones, atropellos a sacerdotes y
religiosas, leyes tiránicas y absurdas. En 1917 se promulgó
la constitución de orientación anticristiana
64. • La persecución del general Plutarco Elías Calles (1924-
1929) fue terrible: expulsa a los sacerdotes extranjeros,
sanciona con multas y prisiones a quienes den enseñanza
religiosa o establezcan escuelas primarias o vistan como
clérigo o religioso, o se reúnan de nuevo habiendo sido
exclaustrados, o induzcan a la vida religiosa o realicen actos
de culto fuera de los templos.
• Los obispos mexicanos, en una enérgica carta pastoral del 27
de julio de 1926 protestan unánimes, manifestando su
decisión de trabajar para que los decretos y los artículos
antirreligiosos de la constitución sean reformados. Plutarco
no hace caso. A los pocos días, el 31 de julio y previa
consulta a la Santa Sede, el episcopado ordena la suspensión
del culto público en toda la República. Inmediatamente, una
docena de obispos, entre ellos el arzobispo de México, son
sacados bruscamente de sus sedes, y sin juicio previo
expulsados del país.
65. ¿Cómo reaccionó el pueblo
cristiano mexicano?
• Y es aquí cuando realmente comienza la guerra cristera.
• A mediados de agosto de 1926, con ocasión del asesinato
del cura de Chalchihuites y de tres seglares católicos con
él, se alza en Zacatecas el primer foco de movimiento
armado. Y en seguida en Jalisco, en Huejuquilla, donde el
29 de agosto el pueblo alzado da el grito de la fidelidad:
¡Viva Cristo Rey!... Entre agosto y diciembre de 1926 se
produjeron 64 levantamientos armados, espontáneos,
aislados, la mayor parte en Jalisco, Guanajuato, Guerrero,
Michoacán y Zacatecas.
Zacatecas
66. • Estos cristianos valientes, a quienes el gobierno por
burla llamaba cristeros, no tenían armas a los
comienzos, como no fuese machetes o en el mejor
caso una escopeta. Pronto fueron consiguiendo armas
de los soldados federales, en las guerrillas y ataques
por sorpresa. El aprovisionamiento de armas y
municiones fue siempre el problema de los cristeros;
en realidad, “no tenían otra fuente de municiones que
el ejército, al cual se las tomaban o se las compraban”
–dice Jean Meyer.
• Al frente del movimiento, para darle unidad de plan y
de acción, se puso la Liga Nacional defensora de la
libertad religiosa, fundada en marzo de 1925, con el
fin que su nombre expresa y que se había extendido
en poco tiempo por toda la república.
67. • ¡Pueblo valiente, pueblo con enorme fe! Este
pueblo cristiano mexicano no vio que el
gobierno tenía muchísimos soldados y
armamento y dinero para hacerle guerra. Lo
único que vio fue defender a su Dios, a su
religión, a su madre que es la Santa Iglesia;
eso es lo que vio este pueblo. A estos
hombres no les importó dejar sus casas, sus
padres, sus hijos, sus esposas y lo que tenían;
se fueron a los campos de batalla a buscar a
Dios nuestro Señor.
68. • He aquí el testimonio de un cristero, Francisco
Campos, de Santiago de Bayacora, en Durango:
“Los arroyos, las montañas, los montes, las colinas,
son testigos de que aquellos hombres le hablaron a
Dios nuestro Señor con el Santo Nombre de VIVA
CRISTO REY, VIVA LA SANTÍSIMA VIRGEN
DE GUADALUPE, VIVA MÉXICO. Los mismos
lugares son testigos de que aquellos hombres
regaron el suelo con su sangre y, no contentos con
eso, dieron sus mismas vidas por que Dios nuestro
Señor volviera otra vez. Y viendo Dios nuestro
Señor que aquellos hombres de veras lo buscaban, se
dignó venir otra vez a sus templos, a sus altares, a
los hogares de los católicos, como lo estamos viendo
ahorita, y encargó a los jóvenes de ahora que si en lo
futuro se llega a ofrecer otra vez que no olviden el
ejemplo que nos dejaron nuestros antepasados”
(Jean Meyer, I, 93).
69. LOS ARREGLOS
En 1929 el Estado mexicano admite que ganar
la guerra contra los cristeros es muy
complicado, por eso busca la negociación.
El embajador de EEUU consigue hablar con
obispos clandestinos y logra un acuerdo de
mínimos que el Vaticano aprueba.
El papa pide que se depongan las armas y los
cristeros obedecen
Se restaura el culto católico, aunque quedan
algunas restricciones
71. ANTICLERICALISMO
En el s.XIX desamortización y guerras
carlistas
Ya en la semana trágica (1909) quema de
iglesias
1931 quema organizada de conventos
1934 Revolución de Asturias voladura de
la catedral y matanza de sacerdotes
Ambiente de inseguridad en 1936
La cuestión religiosa se consideraba el
mayor problema de la República
72. Esta actitud sostenida durante los cinco años de la
República y exacerbada en los últimos meses
inmediatamente anteriores a la sublevación militar,
hirió en lo más vivo los sentimientos de una gran
parte del pueblo, tradicionalmente católico y que en
la fe, en la doctrina y en la praxis católica encontraba
las raíces y el sentido de su vivir, de su actuar y de
su esperar. Se puede afirmar que ningún otro factor
contribuyó tanto al enfrentamiento. El grito del
periódico anarcosindicalista “Solidaridad Obrera”, el
16 de abril de 1936, “La Iglesia ha de ser aniquilada”,
es suficientemente elocuente
73. El colapso del sistema legal republicano y de poder estatal en
los días siguientes a la sublevación militar del 18 de julio de
1936, junto a la decisión tomada de facilitar armamento a los
civiles, facilitaron el estallido de la revolución popular durante la
cual milicias y tribunales revolucionarios se hicieron rápidamente
con el control de las ciudades, pueblos y aldeas de la zona
republicana en sustitución del Gobierno, que no pudo reaccionar
y recuperar la autoridad hasta varios meses más tarde.
La Revolución fue acompañada en los primeros meses por una
escalada de terror anticlerical que sólo entre el 18 y el 31 de
julio, causó la muerte a 839 religiosos, prosiguiendo durante el
mes de agosto con otras 2.055 víctimas, incluyendo a 10 de los
13 obispos asesinados en el total de la guerra, es decir, un 42%
del total de víctimas registradas.
74. • Los asesinatos de religiosos y la destrucción de edificios
de culto sucedieron inmediatamente a las noticias de la
insurrección sin que en ocasiones quedara claro que
bando se haría con el control definitivo de la localidad.
Así, el 20 de julio murieron frailes carmelitas en
Barcelona, en medio del enfrentamiento entre un
regimiento del Ejercito, que se hallaba atrincherado en el
convento, con la milicias revolucionarias y las fuerzas de
orden público leales a la República, mientras que en
Sevilla las iglesias ardían la misma tarde del 18 de julio
resultando muertos el párroco de la barriada obrera de
San Jerónimo y un salesiano vestido de civil, cuyo
cadáver fue arrojado a la iglesia en llamas de San Marcos
•
75. • La mayoría de las víctimas asesinadas fueron parte
del clero masculino y por fusilamiento en los
llamados paseos, nombre eufemístico con el que se
conoció al procedimiento y aplicación arbitraria del
asesinato político, sin ningún tipo de juicio o tribunal
previo. A imagen de otros numerosos episodios de
brutalidad en ambos bandos, hubo casos en que las
víctimas sufrieron torturas y otros abusos antes de
morir, como los casos de Carmen García Moyón,
muerta tras ser quemada viva en Torrente el 30 de
enero de 1937, Plácido García Gilabert, muerto tras
sufrir mutilaciones el 16 de agosto de 1936 o Carlos
Díaz, enterrado aún con vida en el cementerio de
Agullent, siendo poco más tarde fusilado
76. • Uno de los ejemplos más destacados entre los casos de la brutalidad
revolucionaria durante el verano de 1936 aconteció en la diócesis de
Barbastro, la de mayor mortandad del país entre sus miembros
incardinados pues se causó la muerte a 123 de los140 sacerdotes, es
decir, el 88% de sus miembros, incluyendo a su obispo, además de 51
frailes claretianos, 18 benedictinos y 9 escolapios, pero en la que no
sufrió la misma suerte ninguna de las religiosas. En otras diócesis la
proporción de religiosos asesinados alcanzó cifras considerables, como
la de Lérida con el 66% de miembros ejecutados, Tortosa el 62%,
Málaga al 48%, Menorca el 49%, Segorbe el 55% o la de Toledo, que
perdió al 48% de los religiosos. En las grandes ciudades, los
porcentajes relativos son inferiores, pero superan a muchas otras en
términos absolutos: Madrid, con 334 sacerdotes fusilados, perdió al
30% de su comunidad religiosa, Barcelona al 22% con 279 muertos y
Valencia al 27%, con 327 víctimas
77. • Tras el sangriento mes de agosto del 1936,
diversos dirigentes del bando republicano
realizaron declaraciones justificando la violencia
anticlerical desde la perspectiva política,
considerando que la Iglesia se había posicionado
ella misma, por su apoyo al bando sublevado,
como parte beligerante de la contienda y por lo
tanto, enemigo de la República. Aunque visibles
desde los primeros días de la guerra en algunas
unidades de combate como las de Navarra, para
acompañar a los combatientes, los casos en la
que los religiosos empuñaron armas fueron
escasos y en circunstancias poco claras
78. • La violencia en contra de la Iglesia Católica
era asumida por los líderes obreros. Así, el
líder del POUM, Andrés Nin, en un mitin
llevado a cabo el 1 de agosto de 193630
proclamó que la "cuestión religiosa", a
diferencia de la ineficaz legislación
republicana "burguesa", había sido "resuelta"
gracias a la acción revolucionaria de la clase
obrera:
• La clase obrera ha resuelto el problema de la
Iglesia, sencillamente no ha dejado en pie ni
una siquiera [iglesias] (...) hemos suprimido
sus sacerdotes, las iglesias y el culto.
79. • A partir de 1937, con la llegada a la presidencia del Consejo de
Ministros de Largo Caballero y la formación de un Gobierno de
unidad (el denominado Gobierno de la Victoria) que incorporó a un
católico, representante del Partido Nacionalista Vasco, Manuel de
Irujo, y ante la presión de la opinión pública internacional, se impuso
paulatinamente el control gubernamental y los episodios de represión,
de todo tipo, se hicieron más esporádicos y localizados, si bien
asesinatos de sacerdotes, religiosos y laicos católicos continuaron
teniendo lugar hasta el final de la guerra, con un breve repunte de
violencia simultáneo a la retirada del Ejército Popular del frente de
Cataluña hacia la frontera hispanofrancesa en el que resultaron
muertos, entre otros elementos relevantes identificados con el bando
franquista, el obispo de Teruel, Anselmo Polanco y Felipe Ripoll,
vicario general de la misma diócesis, que fueron ejecutados el 7 de
febrero de 1939 en Pont de Molins
80. • Irujo, que fue ministro sin cartera de septiembre de
1936 a mayo de 1937 en los dos Gobiernos de Largo
Caballero, y ministro de Justicia en de Negrín el 18
de mayo de 1937, fue el encargado del memorándum
sobre la persecución religiosa presentado al Consejo
de Ministros en el que se daba cuenta de la magnitud
de lo acontecido:
• La situación de hecho de la Iglesia, a partir de julio
pasado, en todo el territorio leal, excepto el vasco, es
la siguiente:
81. • a) Todos los altares, imágenes y objetos de culto,
salvo muy contadas excepciones, han sido
destruidos, los más con vilipendio.
• b) Todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual
ha quedado total y absolutamente suspendido.
• c) Una gran parte de los templos, en Cataluña con
carácter de normalidad, se incendiaron.
• d) Los parques y organismos oficiales recibieron
campanas, cálices, custodias, candelabros y otros
objetos de culto, los han fundido y aun han
aprovechado para la guerra o para fines industriales
sus materiales.
82. • e) En las iglesias han sido instalados depósitos de
todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles,
refugios y otros modos de ocupación diversos,
llevando a cabo -los organismos oficiales los han
ocupado en su edificación obras de carácter
permanente.
• f) Todos los conventos han sido desalojados y
suspendida la vida religiosa en los mismos. Sus
edificios, objetos de culto y bienes de todas clases
fueron incendiados, saqueados, ocupados y
derruidos.
83. • g) Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a
prisión y fusilados sin formación de causa por miles,
hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan
sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y
muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y
Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por
cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida
que su carácter de sacerdote o religioso.
• h) Se ha llegado a la prohibición absoluta de retención
privada de imágenes y objetos de culto. La policía que
practica registros domiciliarios, buceando en el interior de
las habitaciones, de vida íntima personal o familiar,
destruye con escarnio y violencia imágenes, estampas,
libros religiosos y cuanto con el culto se relaciona o lo
recuerda
84.
85. • Destacó la actuación del embajador de
Francia, Erik Labonne, protestante
practicante y favorable a la causa
republicana, quien el 16 de febrero de 1938
envió un extenso informe a su ministro de
Asuntos Exteriores donde se atestigua el
descrédito sufrido por el bando republicano
como resultado de la violencia religiosa:
86. • ¡Qué espectáculo!... desde hace cerca de dos años y después de afrentosas masacres en masa de miembros
del clero, las iglesias siguen devastadas, vacías, abiertas a todos los vientos. Ningún cuidado, ningún culto.
Nadie se atreve a aproximarse a ellas. En medio de calles bulliciosas o de parajes desiertos, los edificios
religiosos parecen lugares pestíferos. Temor, desprecio o indiferencia, las miradas se desvían. Las casas de
Cristo y sus heridas permanecen como símbolos permanentes de la venganza y del odio. En las calles,
ningún hábito religioso, ningún servidor de la Iglesia, ni secular ni regular. Todos los conventos han
sufrido la misma suerte. Monjes, hermanas, frailes, todos han desaparecido. Muchos murieron de muerte
violenta. Muchos pudieron pasar a Francia gracias a los meritorios esfuerzos de nuestros cónsules, puerto
de gracia y aspiración de refugio para tantos españoles desde los primeros días de la tormenta. Por decreto
de los hombres, la religión ha dejado de existir. Toda vida religiosa se ha extinguido bajo la capa de la
opresión del silencio. A todo lo largo de las declaraciones gubernamentales, ni una palabra; en la prensa, ni
una línea. Sin embargo, la España republicana se dice democrática. Sus aspiraciones, sus preocupaciones
políticas esenciales, la empujan hacia las naciones democráticas de Occidente. Su Gobierno desea
sinceramente, así lo proclama, ganar la audiencia del mundo, hacer evolucionar a España según sus
principios y siguiendo sus vías. Como ellas, se declara partidario de la libertad de pensamiento, de la
libertad de conciencia, de la libertad de expresión. Hace mucho tiempo ha aceptado el ejercicio del culto
protestante y del culto israelita. Pero permanece mudo hacia el catolicismo y no lo tolera en absoluto. Para
él el catolicismo no merece ni la libre conciencia, ni el libre ejercicio del culto. El contraste es tan flagrante
que despierta dudas sobre su sinceridad, que arrastra el descrédito sobre todas sus restantes declaraciones y
hasta sobre sus verdaderos sentimientos. Sus enemigos parecen tener derecho a acusarle de duplicidad o de
impotencia. Como su interés, como infinitas ventajas le llevarían con toda evidencia a volverse hacia la
Iglesia, se le acusa sobre todo de impotencia. A pesar de sus denegaciones, a pesar de todas las pruebas
aducidas de su independencia y de su autonomía, se le cree ligado a las fuerzas extremistas, a los ateísmos
militantes, a las ideologías extranjeras. Si fuera verdaderamente libre, se dice, si su inspiración e
influencias procedieran efectivamente de Inglaterra o de Francia, ¿cómo ese Gobierno no ha atemperado el
rigor de sus exclusivismos, olvidando su venganza, y reniega de su ideología?
87. • La magnitud e intensidad de la tragedia,
para la cual hay un consenso general entre
los especialistas e historiadores, es
destacada por Antonio Montero Moreno,
autor del estudio de los años sesenta, en su
concentración en el tiempo:
• En toda la historia de la universal Iglesia
no hay un solo precedente, ni siquiera en las
persecuciones romanas, del sacrificio
sangriento, en poco más de un semestre, de
doce obispos, cuatro mil sacerdotes y más
de dos mil religiosos.
•
88. • Por su parte, el historiador británico e
hispanista Hugh Thomas, contextualiza la
persecución religiosa a los comportamientos
criminales en ambos bandos y destaca su
extremismo, comparable según él, a otros
periodos sangrientos de la historia europea:
• En ninguna época de la historia de Europa,
y posiblemente del mundo, se ha
manifestado un odio tan apasionado contra
la religión y cuanto con ella se encuentra
relacionado.
• Hugh Thomas, La República Española y la
Guerra Civil, pg. 257, ISBN 84-7530-847-
X
89. • El también hispanista e historiador
conservador estadounidense Stanley G.
Payne enlaza la magnitud del caso con otros
periodos revolucionarios:
•
• La persecución de la Iglesia católica fue la
mayor jamás vista en Europa occidental,
incluso en los momentos más duros de la
Revolución Francesa
90. *
1- Sor Dolores Úrsula Caro Martín
2- Sor Concepción Pérez Giral
3- Sor Andrea Calle González
Las obligaron a dejar las obras caritativas de la Casa de Misericordia de Albacete y salir hacia Madrid, después de haberlas exigido vestir de
seglares para hacer desaparecer todo signo religioso. Se vistieron de seglares, sí, pero se les notaba lo que eran. El cambio consistió en
sustituir el hábito por una sencilla bata de percal, la toca por un pañuelo o la desarreglada melena. Sor Dolores, Sor Andrea y Sor
Concepción decidieron no despojarse de su querido rosario, habían encontrado en él y en la Eucaristía celebrada clandestinamente en el
sótano refugio la fuerza para ser testigos en medio de la persecución.
Sor Dolores y Sor Concepción lo llevaban en la cintura, debajo del vestido de seglar y Sor Andrea, la más joven, puesto como collar. Por este
detalle fueron reconocidas como “monjas” al bajarse del tranvía cuando llegaron al pueblo de Vallecas para dejar a Sor Concepción en
casa de un tío suyo que no quiso recibirlas. Primero las apedrearon, después las condujeron al Ateneo Libertario del pueblo donde
fueron acosadas, insultadas y detenidas. Durante varias horas sufrieron provocaciones inmorales por parte de los miembros del tribunal
integrado por cinco milicianos republicanos. Seguidamente separaron a las dos más jóvenes de Sor Mª Concepción y las llevaron a una
celda de la checa ubicada en el Colegio de las Religiosas Terciarias de la Divina Pastora. Allí, unos milicianos atrevidos y
desvergonzados sometieron a Sor Dolores y Sor Andrea al terrible martirio de la violación.
Seguidamente las llevaron a Los Toriles, como si fueran toros de miura. Allí las torearon y arrastraron mofándose de ellas un grupo numeroso
de niños, jóvenes y milicianos adultos. Por último acabaron con su vida con un tiro que atravesó el cráneo, a Sor Dolores en el parietal
izquierdo y a Sor Andrea en el derecho. A Sor Mª Concepción en lugar de torearla materialmente lo hicieron moralmente con
provocaciones obscenas. Al final sufrió el tiro final en el cráneo, junto a la vía del tren en el término llamado del Pozo del Tío Raimundo,
no sin antes proferir un grito fuerte como Cristo en la cruz. Como Él puso su vida en las manos del Padre y gritó: “Viva Cristo Rey”. Era el
3 de septiembre de 1936. Sus cuerpos fueron enterrados en el cementerio de Vallecas, pudieron ser reconocidos y rescatados en 1941.
91. 23- Sor Joaquina Rey Aguirre
24- Sor Victoria Arregui Guinea
Al llegar la persecución de 1936, fue dispersada la Comunidad de
Beneficencia de Valencia. Ella se refugió con Sor Victoria en el
pueblo cercano de Foyos, en la casa familiar de una Hermana. Allí
fueron localizadas y apresadas. Llevadas ella y Sor Victoria a la
sede del Comité comunista, fueron sentenciadas a muerte por su
condición religiosa, juntamente con dos sacerdotes que habían
celebrado la Eucaristía clandestinamente en su refugio, D. José
Ruiz y D. Antonio Bueno. Sor Joaquina se defendió con argumentos
sólidos antes de aceptar la condena a muerte sin cargos ni juicio
previo. Y antes de ser fusilada en la tapia del cementerio de Gilet,
arrebató con viveza el arma al verdugo que intentó violarla antes de
disparar. Entonces uno de los sacerdotes compañero de martirio, D.
José Ruiz, le dijo que no perdiera la ocasión de entrar triunfante en
el Cielo. Reflexionó, entregó el arma y pidió perdón públicamente
por su cobardía. Seguidamente pidió la absolución a D. José, ofreció
el perdón a sus perseguidores y aceptó los tiros de muerte mientras
gritaba juanto a Sor Victoria: "Viva Cristo Rey". Era el 29 de octubre
92. Mártires valencianos
El papa Juan Pablo II dijo en la Misa de beatificación del 11 de Marzo:
»¡Cuántos ejemplos de serenidad y esperanza cristiana! Todos estos nuevos Beatos y muchos
otros mártires anónimos pagaron con su sangre el odio a la fe y a la Iglesia desatado con la
persecución religiosa y el estallido de la guerra civil, esa gran tragedia vivida en España durante
el siglo XX. En aquellos años terribles muchos sacerdotes, religiosos y laicos fueron asesinados
sencillamente por ser miembros activos de la Iglesia. Los nuevos beatos que hoy suben a los
altares no estuvieron implicados en luchas políticas o ideológicas, ni quisieron entrar en ellas.
Bien lo sabéis muchos de vosotros que sois familiares suyos y hoy participáis con gran alegría en
esta beatificación. Ellos murieron únicamente por motivos religiosos. Ahora, con esta solemne
proclamación de martirio, la Iglesia quiere reconocer en aquellos hombres y mujeres un ejemplo
de valentía y constancia en la fe, auxiliados por la gracia de Dios. Son para nosotros modelo de
coherencia con la verdad profesada, a la vez que honran al noble pueblo español y a la Iglesia.
(...)
»¡Que su recuerdo bendito aleje para siempre del suelo español cualquier forma de violencia,
odio y resentimiento! Que todos, y especialmente los jóvenes, puedan experimentar la bendición
de la paz en libertad: ¡Paz siempre, paz con todos y para todos!
Beato Pascual Fortuño Almela (1886-1936)
A la edad de doce años ingresó en el seminario menor franciscano de Balaguer (Lérida),
perteneciente a la Provincia franciscana de Cataluña, donde comenzó el estudio de las
humanidades, que terminó en el seminario menor de Benissa (Alicante), perteneciente a la
Provincia franciscana de Valencia, al que se había pasado. Vistió el hábito franciscano en la casa
noviciado de Santo Espíritu del Monte (Gilet-Valencia) el 18 de enero de 1905, y allí mismo
hizo la profesión religiosa el 21 de enero de 1906. Cursados los estudios de filosofía y teología
en el Estudiantado franciscano de Onteniente (Valencia), recibió la ordenación sacerdotal el 15
de agosto de 1913 en Teruel.
Nació el 3 de marzo de 1886 en Villarreal o Vila-Real, próspera ciudad de La Plana, provincia de Castellón y diócesis entonces de Tortosa y
ahora de Segorbe-Castellón. Fue bautizado al día siguiente con el nombre de Pascual. Su infancia transcurrió en el sano ambiente de una
familia piadosa y acomodada que cultivaba sus propios campos; allí aprendió las virtudes cristianas y la laboriosidad. Estudió las primeras
letras en el colegio de los franciscanos de Vila-Real.
93. Tras su ordenación, los superiores lo destinaron al seminario menor de Benissa como educador de los benjamines de la Provincia, por quienes
se desveló y de quienes se ganó el aprecio y la confianza por su entrega y sus cualidades pedagógicas. Cuatro años estuvo dedicado a este
ministerio, pues en 1917 fue destinado al servicio de la Custodia de San Antonio, en Argentina, dependiente entonces de la Provincia
franciscana de Valencia; durante cinco años estuvo ejerciendo con ejemplaridad el ministerio sacerdotal en la casa de Azul y en otras a las que
lo destinaron los superiores.
De regreso en su patria, se dedicó de nuevo a la formación de los alumnos del seminario de Benissa. Estuvo luego en el convento de Pego y
durante algún tiempo fue morador del convento de Segorbe. Ya establecida la II República en España, en 1931 fue nombrado vicario del
convento-noviciado de Santo Espíritu del Monte, donde lo sorprendió la persecución religiosa de 1936.
Estimado de todos, era un franciscano ejemplar, fiel a sus deberes religiosos, y un pedagogo modelo que vivía lo que enseñaba a los otros. No
obstante su carácter sanguíneo, sabía dominarse y siempre se manifestaba amable y acogedor. En los años de ejercicio del ministerio sacerdotal
fue asiduo al confesonario y prudente director de almas. Como predicador de la palabra de Dios, se preparaba con esmero y tesón. Fue también
director de ejercicios espirituales, y muy solicitado por las religiosas para pláticas espirituales de formación. Quienes convivieron con él
destacan las virtudes morales y religiosas de que estaba adornado, así como su devoción al Santísimo Sacramento, a la Virgen María, a la
práctica del vía crucis, su vida de oración, etc. Recalcan su sólida formación, su delicada conciencia y su profunda vivencia religiosa, a la vez
que su afán de inculcar estas virtudes y devociones a sus alumnos con el tacto de un buen pedagogo. Según el parecer de no pocos testigos,
aunque no hubiera sido mártir, debería haberse incoado su proceso de beatificación.
El 18 de julio de 1936, desencadenada en España la persecución religiosa, tuvo que dejar el monasterio de Santo Espíritu, como sus hermanos
de hábito, y refugiarse en Vila-Real. Pasados los primeros días en casa de sus padres, para mayor seguridad se trasladó con su familia a una
masía o casa de campo, donde permanecieron algo más de un mes. Ante la inseguridad con que incluso allí vivían, se refugió de nuevo en el
pueblo, en casa de su hermana Rosario, donde más tarde fue detenido. Según refieren los testigos, era admirable la predisposición y
preparación del P. Pascual para el martirio. Solía repetir, con paz y confianza: «Sea lo que Dios quiera». «Que se cumpla la voluntad de Dios».
«Estemos preparados para lo que el Señor quiera de nosotros. Esto es lo único que nos interesa en la vida». Es singularmente elocuente el
diálogo que mantuvo con su madre, según cuenta una sobrina del mártir: «Cuando salió del "maset" para esconderse en casa de su hermana
Rosario, su anciana madre, que le quería mucho, le dice llorando: "Adiós, adiós, hijo mío, ya no te volveré a ver". A lo que el P. Pascual
contesta: "No llores, madre, pues, cuando me maten, tendrás un hijo en el cielo. Tú me preguntas que a dónde voy; me voy al cielo"».
En Vila-Real, como por todas partes, irrumpió con violencia la persecución religiosa: fueron asesinados muchos sacerdotes y religiosos,
quemados los templos, entre ellos el de San Pascual, y los restos del Santo, que se conservaban con gran veneración del pueblo. Según
declaran los testigos, en este ambiente de odio y persecución religiosa, el P. Pascual fue detenido en casa de su hermana el día 7 de septiembre
de 1936, y encarcelado en el cuartel de la Guardia Civil. Aquel mismo día, por la noche, fueron a llevarle la cena y un colchón sus hermanos
Joaquín y Rosario y la sirvienta de la familia Dña. Trinidad Manzanet, últimos familiares que le vieron y pudieron hablar brevemente con él,
guardando un grato recuerdo de su confianza en Dios y de su disposición para aceptar su santa voluntad. Testigo de excepción del tiempo que
estuvo en la cárcel el P. Pascual y de los malos tratos que allí recibió es don Julio Pascual, que se encontraba en la misma cárcel cuando
ingresó en ella nuestro mártir, y a quien el Beato hizo estas premoniciones: «A usted no le pasará nada. Yo sé positivamente a dónde voy: estoy
destinado al martirio; diga a mis hermanos que voy conformado al martirio; que recen mucho por estos pobres hombres». Don Julio recordó
toda su
94. vida estas palabras y las repitió con devoción, pues se cumplió lo que el padre Pascual le había dicho. También
él fue llevado al patíbulo de la muerte, del que pudo escapar y sobrevivir.
El P. Pascual Fortuño fue asesinado la madrugada del día 8 de septiembre de 1936, en la carretera entre
Castellón y Benicásim. Había sido detenido la víspera. Tenía entonces 50 años de edad, 31 de hábito
franciscano y 23 de sacerdocio. Refieren los testigos que, una vez conducido al lugar de su fusilamiento y
cuando trataban de ejecutarlo, las balas rebotaban sobre su pecho y caían a tierra. Ante este hecho, el mártir
dijo a quienes disparaban contra él: «Es inútil que disparéis; si queréis matarme, tiene que ser con un arma
blanca». Por eso, le hundieron una bayoneta o machete en el pecho. Sus ejecutores quedaron muy
impresionados y asustados: «Hemos hecho mal en matarlo -decían-; era un santo. Si es verdad que hay santos,
éste es uno de ellos».
Su cadáver fue trasladado al cementerio de Castellón y enterrado en el suelo, en fosa individual. Ese mismo
día, hechas las oportunas averiguaciones, algunos familiares del mártir y doña Trinidad Manzanet se
personaron en el cementerio de Castellón, donde el enterrador les indicó el lugar en que lo había enterrado
hacía poco, y les mostró sus ropas, que ellos reconocieron.
El 3 de noviembre de 1938, liberada ya Vila-Real por el ejército del general Franco, fueron exhumados y
reconocidos los restos del P. Pascual y trasladados al cementerio de su pueblo natal, que les dispensó un
fervoroso y popular recibimiento, siendo depositados en el panteón de los franciscanos. En agosto de 1967,
introducida su causa de beatificación, los restos del mártir fueron trasladados a la iglesia de los franciscanos de
la misma ciudad.
Beato Plácido García Gilabert (1895-1936)
Nació el día 1 de enero de 1895 en Benitachell, provincia de Alicante y diócesis de Valencia. Al día siguiente
fue bautizado y se le impuso el nombre de Miguel. Su familia, profundamente cristiana, gozaba de gran
estima, y en ella aprendió a amar y servir al Señor. Hizo los estudios primarios en las escuelas nacionales de su
pueblo, destacando entre sus compañeros por sus dotes intelectuales y por su carácter bondadoso, avispado y
organizador; era siempre el primero de clase. En 1907, a los doce años, ingresó en el Seminario menor
franciscano de Benissa (Alicante), donde cursó las Humanidades con notable aprovechamiento.
El 3 de octubre de 1910 vistió el hábito franciscano en el monasterio de Santo Espíritu del Monte (Gilet-
Valencia), cambiando su nombre de pila por el de Plácido. Terminado el noviciado, hizo allí mismo la
profesión religiosa el 24 de octubre de 1911. Cursó brillantemente los estudios de filosofía y teología en el
Estudiantado franciscano de la Provincia de Valencia y fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1918.
En su época de estudiante se tenía muy buen concepto de él, tanto por su aplicación en los estudios como por
su conducta religiosa ejemplar.
Después de su ordenación sacerdotal, su ministerio principal fue el de la enseñanza en las casas de formación
de la Provincia franciscana de Valencia y también en el colegio «La Concepción» de
95. Onteniente (Valencia). Se distinguió como predicador elocuente de la Palabra de Dios. Fue muy asiduo al ministerio del
confesonario y estimado director de almas. Enseñó humanidades en el seminario franciscano de Benissa; después, teología en
el estudiantado franciscano de Cocentaina, donde también fue maestro de estudiantes.
Más tarde, por su capacidad intelectual y por sus aptitudes para la enseñanza, fue enviado para ampliar estudios a Roma (1930-
1933), donde obtuvo el título de Lector general en la Facultad de Derecho Canónico del «Antonianum» con la máxima
calificación. Al regresar a su Provincia franciscana, enseñó teología en el estudiantado franciscano de Onteniente, donde
también fue superior de la comunidad franciscana y rector del colegio. Los testigos de su Proceso abundan en testimonios
sobre las cualidades morales y religiosas de que estuvo adornado el P. Plácido en el desempeño de sus ministerios y en el
cumplimiento de sus responsabilidades religiosas, destacando su fervor, rectitud, espíritu de sacrificio, humildad y caridad,
amor al silencio y a la oración, así como su devoción al Santísimo Sacramento, a la Santísima Virgen y a la práctica del Vía
Crucis.
El 18 de julio de 1936, cuando se inició la guerra civil y se desbocó la persecución religiosa española, el padre Plácido estaba
de morador en el Colegio «La Concepción» de Onteniente. Tres días después se vieron obligados a dispersarse los religiosos
del mismo. El padre Plácido se refugió en casa de los suyos en Benitachell, buscando seguridad entre sus familiares y
paisanos. Confiado en esa supuesta seguridad y en la Providencia de Dios, no quería esconderse y hacía vida normal en su
pueblo. Ante las advertencias de sus familiares sobre el peligro que corría llevando el hábito religioso y no escondiéndose,
solía responder: «¿Qué me puede pasar? ¿Que me quiten la vida? ¡La doy gustoso!» Incluso, según sus propias palabras, se
ofreció como víctima. Así lo refiere un testigo, explicando la conversación que mantuvo el Beato con una señora maestra:
«Ante los temores que le manifestó la citada maestra, el Siervo de Dios dijo: "La encuentro muy desanimada. No sea así;
hemos de recibir del Señor todo lo que él nos mande; recibirlo con alegría. Yo ya me he ofrecido como víctima; no se lo digo
por vanagloriarme, sino para que usted se anime. ¿Qué mejor que morir por la causa de Dios?"» Al proponerle su familia la
posibilidad de trasladarse a Mallorca por su seguridad, contestó: «No, que luego se vengarán en vosotros; yo soy solo y no
hago falta a nadie; vosotros os debéis a vuestras familias. De manera que ni pensar que yo me esconda».
Así pues, desde finales de julio de 1936 el P. Plácido estuvo en su pueblo, con sus familiares, haciendo una vida más o menos
normal, celebrando algunos días la Santa Misa y prestando algunos servicios espirituales, siempre en privado, por supuesto, ya
que todo lo religioso estaba perseguido. A instancias de la familia y para mayor seguridad, se retiró a una casa de campo de su
hermano Vicente. Allí vivió «muy sereno y lleno de confianza en la voluntad de Dios», refiere un testigo, hasta el día 15 de
agosto en que fue detenido.
Su hermano Vicente, en su declaración testifical, da los detalles de la detención del P. Plácido: «El día 15 de agosto, fiesta de
la Asunción de la Virgen, serían las tres de la tarde, vinieron al pueblo un camión de milicianos con ametralladoras,
procedentes, según se decía, de Jávea y Denia. Estuvieron a buscarlo en una casita de campo de mi propiedad en las afueras
del pueblo. Al no encontrarle, los mismos milicianos les acompañaron a la casita de mi hermano Gabriel, más alejada del
pueblo, donde el Siervo de Dios se encontraba entonces. Y allí fue detenido. Los milicianos preguntaron por un sacerdote. Mi
hermano Gabriel dijo que allí no había ningún sacerdote. El Siervo de Dios que estaba en el interior, al oír aquellas palabras
salió inmediatamente y dijo: "Aquí lo que hay es un fraile y soy yo". Entonces le intimaron a que se fuera con ellos
inmediatamente y sin reparo alguno. Voluntariamente el Siervo de Dios les siguió... El Siervo de Dios fue subido a un camión
y paseado por todo el pueblo, para que todos los vecinos se enteraran de su detención, y luego llevado a Denia».
96. Su mismo hermano Vicente cuenta lo que ocurrió el 16 de agosto de 1936 en la
carretera de Denia a Jávea, en la partida llamada «La Plana»: «Al amanecer del día
siguiente de su detención, el Siervo de Dios fue conducido, según oí decir, en el
mismo camión, a La Plana de Denia. Los milicianos le invitaron a que se apease y de
allí tomase la dirección hacia el pueblo, pues le dijeron que estaba libre y que él ya
conocía el camino. Apenas hubo empezado la marcha el Siervo de Dios, los
milicianos le dispararon unos tiros dejándolo muerto en el acto. La noche del 15 al 16
de agosto yo la pasé en vela preocupado por la muerte de mi hermano Plácido. Un
niño, por la calle, gritó: "Ya han muerto al fraile". Entonces yo marché al Comité a
pedirles que, por lo menos, recogieran su cadáver. Fueron a buscarlo unos miembros
del Comité y un familiar nuestro. No estaba ya su cadáver en la carretera, pero lo
encontraron en el cementerio de Denia. Entonces los mismos miembros del Comité
de Benitachell y mi primo, se trajeron el cadáver del Siervo de Dios al cementerio de
Benitachell. Yo mismo vi su cadáver martirizado y herido por las armas de fuego en
la espalda y un ojo vacío».
De otro lado, un testigo que presenció las exploraciones periciales practicadas sobre
el cuerpo del Beato, nos asegura que había sido brutalmente maltratado y mutilado:
«El día 17 de agosto de 1936 fui requerido por el Dr. D. Vicente Noguera, médico
titular de Benitachell, ya fallecido, para que le ayudase a practicar la autopsia del
padre Plácido García Gilabert, que según rumores populares había sido martirizado y
asesinado la noche anterior, por unos forasteros, en La Plana de la carretera de Denia
a Jávea. Esa mañana nos trasladamos al cementerio, donde estaba el cadáver del
Siervo de Dios, a quien reconocimos inmediatamente... El cuerpo del Siervo de Dios,
joven y corpulento, estaba mutilado: le faltaban los órganos sexuales y una oreja; y
además presentaba señales punzantes en nalgas y otras partes, como producidas por
una aguja "saquera". No recuerdo con exactitud si también le faltaba la otra oreja».
Practicado el reconocimiento pericial por el médico titular de Benitachell y su
ayudante, se dio sepultura al mártir en un nicho de la familia en el mismo cementerio.
Contaba el P. Plácido 41 años de edad, 25 de hábito y 17 de presbiterado. En 1967
sus restos fueron trasladados devota y solemnemente en la iglesia parroquial de
Benitachell.
98. Dichosos vosotros cuando os insulten y os
persigan y os calumnien de cualquier
modo por mi causa. Estad alegres y
contentos, porque vuestra recompensa
será grande en el cielo.
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 1-12a
100. Asesinados:
77 sacerdotes regulares
Decenas de religiosos
Cientos de seglares
42 templos completamente destruidos.
101. En Santander capital existieron al menos 3 checas: la Municipal, la de la calle
del Sol y la de los Ángeles Custodios.
Manuel Neila, militante socialista, dependiente de comercio de profesión, fue
nombrado Jefe de Policía del Frente Popular y comenzó a ejercer la
represión, el terror y el asesinato en las citadas checas.
Ante la escasa colaboración de la Policía Municipal en las tareas asesinas, ya
que exigían a sus superiores legalidad en sus actuaciones, Manuel Neila
decidió formar una guardia de milicianos bien dispuestos al asesinato y al
saqueo. Ser o tener sospechas de ser sacerdote, religioso o de derechas
era motivo de sentencia de muerte.
Pronto las checas estuvieron rebosantes y fue necesario empezar las “sacas”,
es decir los asesinatos: bien arrojando a los detenidos vivos por los
acantilados del faro de Cabo Mayor o fusilándolos en las tapias del
cementerio de Ciriego. Otros detenidos fueron llevados al barco prisión
Alfonso Pérez.
La primera víctima de la Checa municipal fue el agente de Tráfico de la Policía
Municipal Santos Rubio Peñalver.
102. Los asesinatos del Frente Popular en La Montaña se
calculan por millares.
Hasta tal punto llegó la barbarie que el Cónsul ruso tuvo
que llamar la atención al Gobernador Civil, Juan Ruiz
Olazarán, camarero de La Mundial, diciéndole que
iban a provocar un escándalo internacional si no
actuaban con más cautela y menos publicidad.
104. 160 ASESINADOS EN LAS BODEGAS DEL BARCO.
La masa de asalto se reclutó con facilidad entre los barrios cercanos al grito
proferido de “¡Al barco! ¡Al barco! ¡A por los presos!” Cada cual a su modo,
todos iban armados: fusiles, pistolas, escopetas, cuchillos de cocina e
instrumentos agresivos de toda índole. Algún profesional de la guerra debía
figurar en la anárquica expedición, puesto que entre las municiones
prestaron buen servicio las bombas de mano. Situados los más audaces
sobre cubierta, se asomaron a las escotillas y ordenaron airadamente a los
presos que se colocaran en filas compactas sobre el centro de la bodega.
-¡Salir al centro de la bodega, que nada os pasará! ¡Salir, canallas, perros!
-repetían ya descaradamente las voces de los asaltantes-. Si no lo hacéis,
será peor, porque bajaremos y no quedará uno vivo.
Nadie hacía caso y comenzaron a hablar las armas asesinas... Habían
empezado también las bombas de mano. El efecto de las explosiones sobre
la chapa era extraordinariamente mortífero. Empezaban los primeros ayes
lastimeros y las ametralladoras de nuestros verdugos seguían segando
vidas...
105. Luego de varios titubeos decidieron jueces y fusileros diezmar ordenadamente las
bodegas desde la primera a la cuarta. Bajaban primero lista en mano el recinto de
los presos y obligaban a los designados a subir a cubierta. Ya aquí, y a veces en la
misma escalera de la escotilla. Disparaban a quemarropa sobre ellos y volvían por
otra tanda. Si estas primeras ejecuciones respondieron a un plan selectivo,
ciñéndose a los marcados en la lista, lo que luego se siguió fue una auténtica
embriaguez de sangre a costa de los indefensos reclusos de las bodegas, señalados
a bulto y sin cuidar apariencias. «A ver -decían, señalando con el índice de la mano-.
ese que tiene cara de cura...» Por el hecho de vérsele a un preso un trozo de
escapulario que llevaba en el pecho fue ordenada su muerte.
Está comprobado que la menor apariencia religiosa motivó aquel día la condena
inmediata de quien la presentaba. ya fuese seglar o clérigo. Si con estos últimos se
hizo una tanda especial, no es fácil de probar, aunque así lo exprese claramente otro
testigo:
“Aparte de los que fueron ejecutados de esta manera, luego la tropa de pistoleros se
dirigió a las otras bodegas y ordenaron que los sacerdotes dieran un paso al frente.
Sin más preguntas, sin ni siquiera un simulacro de justicia, se asesinó de esta forma
a todos los sacerdotes que había en el barco”.
106. A eso de las cinco de la tarde cesaron los tiros; los milicianos que estaban en la bodega
subieron a la cubierta y
comenzó a alejarse el
espantoso rumor del
populacho. La noche se
echaba encima. Las
bodegas, lóbregas,
tristes, silenciosas, no se
podían iluminar, porque
las bombas habían roto
todas las luces. En
cubierta estaban
hacinados y calientes
aún los cadáveres del
padre del hijo, del
hermano, del amigo...
Hubo casos de hermanos que murieron juntos: Los García Solinis(3), Cossio
Escalante(3), Zorrilla
Cano(3), Negrete
Herrera(2), Chevalier
Arenas(2), Quintana San
Román(2), Burgués
Fernández(2)…
107. SACERDOTES SECULARES: don Eliseo Alonso Pumarejo, don Hilario Arce Cañete,
don Lorenzo Diez Morana, don Francisco González de Córdoba, don Bernardino
Hoyos Bustamante, don Vicente Poo Noriega, don Aurelio Velasco Martínez, don
Serafín Villar Laso, don Eloy Martínez Muñoz (diócesis Madrid), don Manuel Navarro
Martínez (diócesis Plasencia).
SEMINARISTAS: don Jesús Serrano Calderón (de la diócesis de Solsona).
CAPUCHINOS: Fr. Ambrosio de Santibáñez.
ESCOLAPIOS: P. Alfredo Parte.
CARMELITAS: Fr. Maximino de la Virgen del Carmen (Maximino Sáez Martínez).
El sacerdote don Lorenzo Diez Morana no murió instantáneamente en el asalto al
Alfonso Pérez, sino en el sanatorio Morales algún tiempo después y a consecuencia
de las heridas.
108.
109. Los asesinados en el faro del cabo Mayor no tuvieron una muerte menos cruenta: El
faro se alza sobre un enorme farallón de unos cuarenta metros de altura que cae a
pico sobre las aguas y al que sirven de base agudos peñascos barridos
continuamente por las bravías aguas del Cantábrico..
Desde lo alto eran arrojadas las pobres víctimas que caían sobre las erizadas rocas
y eran arrastradas por las olas. Luis Araquistain en “Por los caminos de la guerra” y
Concha Espina en “Retaguardia” cuentan los horribles asesinatos.
Dice Araquistain: “Quien se asome a la baranda del faro, si es cristiano, hará que
suba a sus labios una oración como encendido holocausto a los pobres mártires
asesinados en el faro del cabo Mayor por la barbarie roja”
En el libro “Historia de la persecución religiosa en España”,del Obispo emérito de
Badajoz, Don Antonio Montero, se narra la muerte de ¡diecisiete! trapenses del
Monasterio de Viaceli en Cóbreces (Santander) Los diecisiete fueron maltratados y
escarnecidos brutalmente y llevados al faro del cabo Mayor y, con las manos atadas
a la espalda, fueron arrojados vivos al precipicio..
Unos días después el mar devolvió a la costa los cadáveres de quince de ellos.
Varios de ellos aún conservaban las ligaduras de las manos a la espalda y los labios
cosidos con alambre.
A la vista de todo esto, es lógico que los sucesores de aquellos criminales,
defensores del Gobierno “legítimo” de una República “democrática” hayan
desmantelado el monumento.
Lo que no impedirá que los santanderinos suban al faro a rendir el homenaje
acostumbrado a las víctimas.
114. Pío XI enfrentó totalitarismo
alemán.
• 1937 Marzo 14 Encíclica de Pío XI
• Mit Brennender Sorge, “Con ardiente
preocupación”.
• Entró clandestinamente en Alemania, impresa
en pequeñas imprentas, leída en todos los
púlpitos Marzo 21, Domingo de Ramos.
• Distribuir esta encíclica, esconderla en los
sagrarios y que se leyera el día de más
asistencia a misa a la vez en toda Alemania, fue
mérito de Pacelli, los sacerdotes se jugaron la
vida al hacerlo
115. Uno de los cónclaves más breves
de la historia.
• 1939 Marzo 2 Pío XII elegido en cónclave
de 65 cardenales.
• Desde Clemente IX en 1667 no elegían
Papa a un secretario de estado.[1]
• Dos semanas antes, los tanques de Hitler
entraban en Checoslovaquia.
[1] Richard P. McBrien, Lives of the Popes, (Harper San
Francisco, 1997), 363-364.
116. Un intento de distensión.
•Pío XII escribió una carta
personal a Hitler.
•La escribió por los días del
cónclave y luego de consultar a
los obispos alemanes.
•El aire olía a guerra.
117. Pío XII intentó evitar la guerra.
1939 Agosto 24 “Nada está perdido con la paz; todo
puede perderse con la guerra”.
Pidió a Polonia que cediera en las demandas que hacía
Alemania.
Septiembre 1. Invasión de Polonia. Potencias aliadas
piden condena de invasión de país católico.
Papa intentó mantener Mussolini e Italia fuera de la
guerra.
118. Mussolini se sentía atacado por Pío
XII
• “ El Papa siempre pierde la ocasión
para callarse”. Benito Mussolini.
• “Habrá un campo de concentración
también para el viejo del Vaticano, si no
deja de litigar por la paz”.
Benito Mussolini.
119. ¿Qué principios dirigían la política
del Papa Pío XII durante la guerra?
• Limitar el conflicto, empezando por las
potencias que todavía no estaban envueltas.
• Enunciar los principios y las condiciones que
propiciarían regreso a la paz.
• Trabajar por atenuar consecuencias de guerra
ilimitada.
• Dar pautas para el ordenamiento del mundo
después de la Segunda Guerra Mundial.
120. 1940 algunas condenas de Pío XII
• Condena invasión rusa de Finlandia.
• Ataque a Dinamarca y Noruega, el
Papa calla.
• Ataque a Bélgica, Holanda y
Luxemburgo, el Papa envía
telegramas a gobernantes.
121. Una misteriosa iniciativa.
• Hacia el otoño del 1939, Pío XII
comunicó un mensaje de un grupo de
conspiradores contra Hitler al
Embajador inglés.
• En enero de 1940 se reunió con él dos
veces.
122. Una misteriosa iniciativa.
• [ Pío XII]Por lo menos en uno fue
implicado personalmente cuando, entre
1939 y 1940, el abogado Josif Muller,
enviado del almirante Wilhelm Canaris,
jefe del contraespionaje y alma de la
resistencia militar, le pidió que
intercediera ante el embajador inglés
acreditado en el Vaticano
123. Una misteriosa iniciativa.
• para que hiciera llegar a Londres un
mensaje, en el que se pedía negociar
condiciones de paz con un nuevo
gobierno alemán después del
derrocamiento de Hitler. El Papa aceptó
poner en contacto a la disidencia
alemana y el gobierno inglés.”
• http://www.30giorni.it/sp/articolo.asp?
id=727
124. 1940 algunas condenas de Pío XII
• Los Fascistas atacan L’Osservatore Romano.
Había hablado “como padre supremo, colocado
por encima de los acontecimientos del mundo, y
que había evitado el uso de términos políticos,
como el término –invasión--, que habría
supuesto una toma de posición (...).
Deberíamos de pronunciar palabras de fuego
(...) pero sólo nos retiene el hacerlo el saber
que, si hablásemos, haríamos la situación de
aquellos infelices aún más dura”.[1]
• [1] G. Zagheni, IV, 347.
125. 1940 algunas condenas de Pío XII
• 1940 Noviembre 24 Pío XII ataca a
los que “...ocultos en las tinieblas de
la noche, lanzan sobre poblaciones
indefensas terror, fuego, destrucción
desgracia”.
126. La invasión de la URSS.
•1941 Junio 22 la Alemania
de Hitler invade la URSS.
•A pesar de su postura
visceralmente anticomunista, Pío
XII no apoyó la invasión.
127. 1942 Jóvenes católicos polacos:
Santidad, ¡excomulgue a Hitler!
• 1942 Julio 10, jóvenes polacos le piden al
Papa que excomulgue a Hitler. “Lanzad,
por lo menos, el anatema contra el
Anticristo del siglo XX y adquiriréis un
notable mérito a los ojos de la
humanidad”. [1]
•
[1] R. Moro, 175.
128. ¿De qué serviría excomulgar a Hitler?
1943 Mayo, Luigi Sturzo respondiendo al secretario
general del Congreso Mundial Judío: “Es sabido que
la última vez que se pronunció una excomunión contra
un jefe de Estado fue en el caso de Napoleón. Antes
de aquello había sido excomulgada Isabel, reina de
Inglaterra. Ni Napoleón ni Isabel cambiaron su política
después de la excomunión. Me temo que, como
respuesta, Hitler mataría al mayor número posible de
judíos. Y nadie podría impedir que lo hiciera.”[1] [1]
R. Moro, 176.
130. 1942 Julio en Holanda
• 1942 Julio, el episcopado católico y la
Iglesia reformada inician contactos para
una acción conjunta en bien de los
judíos. Se lee una carta pastoral en
todas las Iglesias el 26 de julio. En
represalia, los nazis arrestan a todos
los judíos conversos y los deportan a
Edith Stein =
Santa Edith Stein los campos de Europa Oriental. Entre
ellos partió a la muerte Edith Stein. [1]
• [1] R. Moro, 194.
131. Edith Stein
• Le había enviado una carta personal a Pío
XI en 1933 pidiéndole: ¡escriba una
encíclica contra el anti-semitismo!
132. 1942 un valiente sacerdote alemán.
• 1942 octubre, Padre Lichtenberg
invita a la comunidad católica a
rezar por los judíos. Sus
deportaciones son contrarias a la
moral cristiana.
• Enviado a Dachau, murió en
noviembre de 1943 [1] .
•
[1] R. Moro, 216.
133. • Rupert Mayer, SJ.
• Veterano de la
Primera Guerra
Mundial y crítico de
los nazis desde los
años 1920.
134. El Beato Ruper Mayer, S.J.
• 1936 se le prohibe predicar por criticar la
filosofía Nazi.
• 1939 arrestado y enviado al campo de
concentración de Sachsenhausen. Su salud
peligraba.
• Temiendo fabricar un mártir, los nazis lo
trasladan al monasterio benedictino de
Oberamergau. ¡Sepultado en vida durante
toda la guerra!
• Sobrevivió la guerra. † 1945 Nov., 1.
135. La persecución anticristiana en
Alemania y Polonia.
Donde se asesinaron 6 obispos,
1,932 sacerdotes, 580 religiosos, 113 clérigos,
289 religiosas.
Enviados a campos de concentración:
3,642 sacerdotes, 389 clérigos,
341 religiosos legos y 1,117 religiosas.[1]
[1] R. Moro, 28. Para la persecución contra la Iglesia
Alemana, ver p. 131.
136. Los católicos constituyeron ante el gobierno
nazi “la única resistencia digna de tomarse en
cuenta”.
El 22 de febrero de 1943, ante la Corte del
pueblo de Munich, tras un proceso relámpago,
el juez Freisler pronunció una sentencia contra
los hermanos Hans y Sophie Scholl junto a su
amigo Christoph Probst (a la derecha, en la
foto): estudiantes universitarios de 24, 21 y 23
años respectivamente
137. El caso del Padre
Alfred Delp, S.J.
Un grupo de oficiales
del Ejército y notables
pidieron al Provincial
de la Compañía de
Jesús, un asesor en
asuntos de moral para
un tema muy delicado.
1944 Julio 20 atentado
contra Hitler.
Padre Alfred Delp, S.J.,
miembro del círculo
138. Alfred Delp, S.J. Escritos de
prisión.
En el futuro, el destino de las
Iglesias no dependerá de la
inteligencia, la sensatez o la
capacidad política de sus prelados y
dirigentes. Dependerá más bien, del
retorno de las Iglesias a la diaconía,
al servicio de la humanidad, un
servicio que debe responder a las
necesidades de los hombres, no a
nuestros gustos ni a las costumbres…
139. Alfred Delp, S.J. Escritos de
prisión.
… de una comunidad eclesial por
muy probada que sea. –El Hijo del
hombre no ha venido para que lo
sirvan, sino para servir--- (Marcos
10, 45). Basta poner bajo esta ley
las diferentes realidades de la
existencia eclesial y medirlas con
este criterio para saber lo que de
verdad es necesario.
140. Alfred Delp, S.J. Escritos de
prisión.
Nadie creerá en el mensaje de la
salvación y del Salvador mientras no
nos comprometamos, hasta dar la
vida en el servicio de los hombres en
necesidad, física, psíquica, social o
económica, ética o de cualquier tipo”
141. 1943 Un pronunciamiento de los
obispos alemanes.
• 1943 los obispos alemanes
reclamaron “los derechos de las
personas humanas a la libertad y
a la vida, a ser juzgadas con
justicia, a no ser privadas de sus
bienes e incluso de la vida siendo
inocentes, sólo por pertenecer a
otra raza”.
• 1943 Pío XII consigue status
de Ciudad Abierta para Roma .
142. El exterminio de los
judíos
Hacia fines de 1940, 400,000
judíos concentrados en un área de
Varsovia donde vivían
normalmente 60,000.
Campos de concentración más
famosos: Auschwitz, Birkenau,
Treblinka, Dachau, Buchenwald,
Bergen, Belsen, Ravensbruck y
Mauthausen. Se calcula que más
de 6 millones de personas
murieron en los campos de
concentración.
143. El exterminio de los
judíos
1942 Enero 20, Conferencia de
Wansee, decisión de Hitler y
asociados de aniquilar a la
población judía de Europa.
1942 Enero 30, Hitler “¡Los judíos
serán liquidados para, por lo
menos, mil años!”. [1]
[1] R. Moro, 155.
145. Pío XII en carta a Mons.,
Preysing.
1943 Abril 30 “Las represalias,
aunque sean violentas y
cayesen sobre el obispo y sobre
otras personas, nunca podrán
neutralizar el bien que las
palabras de un obispo, como las
tuyas, hacen en los católicos y
en los que no lo son” Carta de
Pío XII al obispo de Berlín,
Mons. Preysing.[1]
146. En su radiomensaje el Papa hablaba del
compromiso: no descansar hasta que todos los
pueblos hubiesen muchos que trabajasen por “el
servicio de la persona y de su comunidad
ennoblecida en Dios”
“La humanidad debe este compromiso a los
cientos de miles de personas que sin la menor
culpa, a veces sólo por razones de nacionalidad
o estirpe, son destinadas a la muerte o a un
progresivo deterioro”
147. 1943 Junio 2 discurso a los
cardenales.
“… Nuestro ánimo responde con solicitud
especialmente atenta y conmovida a las
peticiones de aquellos que se dirigen a Nos
con ojos ansiosamente implorantes,
sacudidos como están por razones de
nacionalidad o raza, por mayores desgracias
y por agudos y grandes dolores y
destinados, a veces sin la más mínima
culpa, a exterminadoras presiones …”
148. ¿Qué hubiera pasado si
Pío XII hubiera
protestado abiertamente
contra la violencia nazi?
Dificultaría la labor de los nuncios.
La protesta habría excluido al Papa de una
eventual función de mediador.
Probablemente habría provocado represalias.
Pío XII, en sus intervenciones, no
mencionaba ni a los judíos, ni a los
alemanes.
149. Un ataque de Hochhuth contra Pío XII.
“Un Vicario de Cristo que ve
estas cosas y permanece en
silencio por razones políticas
de Estado, quien aplaza la
cuestión aunque sea un día
solo [...], ¡un Papa así [...] es un
criminal!.[1]
[1] Citado por Renato Moro sobre La Iglesia y
el exterminio de los judíos. Catolicismo,
antisemitismo, nazismo (Bilbao: Desclée de
Brouwer, 2004), 37.
150. En defensa de
Pío XII
¡Los mismos pastores polacos no
publicaban los documentos enviados
que condenaban los excesos cometidos
en Polonia!
Ya en 1941 el New York Times elogió a
Pío XII como “una voz solitaria en el
silencio y la oscuridad que envuelve a
Europa”.
151. Algunas opiniones
favorables
Pinchas Lapide, ex - cónsul
israelí en Roma: la Santa Sede
salvó de una muerte segura a
unos 400,000 judíos. “Las
puertas mismas del Vaticano y las
de los edificios extraterritoriales de
la Santa Sede en los que la policía
no podía entrar, así como las de los
conventos y monasterios, se
abrieron para salvar a los judíos
durante la ocupación nazi”
152. Los pronunciamientos de Pío XII
molestaron al Reich Alemán.
• Para la Oficina Central para la
Seguridad del Reich, “él, [Pío XII]
virtualmente, acusa al pueblo alemán
de injusticia con los judíos y se erige
en portavoz de los criminales de
guerra judíos”.
153. • Fue defensor de los hebreos. Y sobre el
silencio de Pío XII acerca del holocausto,
ponemos al final de la lección un apéndice
muy interesante. El “silencio” de Pío XII
salvó a muchos judíos de morir en el
holocausto. Fue la forma más inteligente de
evitar daños mayores. No fue nunca cómplice
de Hitler.
154. • Aunque había una apariencia de silencio en público, la
Secretaría de Estado del Vaticano incitaba a los nuncios y
delegados apostólicos en Eslovaquia y Croacia, en Rumanía y
en Hungría, especialmente, a intervenir para suscitar una
acción de socorro, cuya eficacia fue reconocida por las
organizaciones judías y cuyo fruto, un historiador israelita de
tanto prestigio como Pinchas E. Lapide, en su obra “Three
Popes and Jews” (Londres 1967), no duda en valorar en torno
a 850.000 las vidas salvadas de una muerte segura gracias a la
intervención personal de Pío XII, de la Santa Sede, de los
nuncios y de toda la Iglesia católica.
• Este historiador hebreo, que había sido cónsul general en
Milán, se sintió en el deber de protestar contra las gravísimas
y calumniosas acusaciones de Hochhuth -¡Pío XII habría sido
un cobarde y un fautor del nazismo!-; para él fue un deber de
conciencia y de gratitud contradecir las falsedades escritas
por Hochhuth. Y cuando el drama de este autor fue
representado en Gran Bretaña, el embajador británico ante la
Santa Sede, Sir G. F. Osborne d´Arcy, protestó públicamente
contra las afirmaciones de Hochhuth
155.
156. • DESPUÉS DE LA GUERRA Pío XII
(1939-1958)
• Evitó el bombardeo de la Ciudad
Eterna, durante la segunda guerra
mundial, y ayudó a las minorías
raciales perseguidas durante la
conflagración. Después de la
guerra quedaron bajo el imperio
de la URSS los Balcanes,
Polonia, Hungría,
Checoslovaquia. La socialista
Yugoslavia de Tito se mantuvo
independiente.
157. DESPUÉS DE LA GUERRA
• Propuso un “nuevo orden internacional” basado no sobre
cuanto dictaron las potencias del Eje, sino en los principios
de la coexistencia y de la colaboración entre los estados.
• Los cardenales Mindszenti (Hungría), Wyszynski
(Polonia), Stepinac (Yugoslavia) fueron guías de la
resistencia de la Iglesia del silencio. Pío XII fomentó la
democracia cristiana en Italia, Alemania, Bélgica,
Holanda, América del Sur.
• Promulgó el dogma de la Asunción de María en 1950 en la
constitución apostólica “Munificentissimus Deus”. Inició
la internacionalización del colegio cardenalicio.
158. •La persecución religiosa en los países
régimen comunista ha tenido diversas
manifestaciones. Si sólo en ciertos
momentos la persecución ha sido viole
sanguinaria, se puede decir que siempr
persecución ha sido solapada, camufla
bajo medidas administrativas, destinad
conseguir, a medio o largo plazo, la
extinción del cristianismo y de la Igles
Los católicos del este de Europa, fieles
fe, han sido considerados como enemi
del régimen comunista, o cuando meno
men
como ciudadanos de rango inferior quequ
tuvieron que renunciar a cualquier asp
de mejora en la escala social o política
159. • La expansión del comunismo afectó
también a los continentes asiático y
africano. En China comunista, donde
el cristianismo tenía una vida
floreciente, se prohibió a los católicos
toda comunicación con la Santa Sede
y se les impuso una iglesia cismática,
separada de Roma. Otros estados de
ideología marxista han levantado
igualmente obstáculos a la libre
acción de la iglesia católica.
• El cristianismo, en cambio, ha
experimentado un gran auge en los
países del Tercer Mundo, libres del
dominio marxista.
163. Juan XXIII (1958-1963)
• Ganó la simpatía de propios y extraños, convertida
con el paso del tiempo en conmovido afecto hacia
él, hombre de eximia mansedumbre y caridad, y de
continuo buen humor. Dotado de un espíritu
intuitivo genial, comprendió la necesidad de que la
Iglesia estuviera presente en el siglo XX. Se pensó
que sería un papa de transición; pero realmente
dejó la huella de una nueva forma de ser de la
iglesia, y marcó el giro total en la orientación de la
Iglesia hacia el tercer milenio.
164. • Las primeras semanas de su pontificado salió
del Vaticano, visitó hospitales, cárceles y
orfanatos. Visitó el santuario de Asís en el
primer viaje en tren que hacía un Papa. Se le
llamó el papa bueno. Estos gestos, todos ellos
pastorales y no políticos, indicaron que
comenzaba una nueva orientación en la vida
de la iglesia.
165. • Acción a favor de la paz: este empeño por la paz
encontraría pocos días después una confirmación
cuando, a causa de la grave crisis de Cuba, el
mundo estuvo al borde de una nueva guerra
mundial, que pudo evitarse gracias a la eficaz
mediación entre las dos superpotencias (Estados
Unidos y Unión Soviética) promovida
personalmente por el papa Juan XXIII. Eran los
días 20-26 de octubre de 1962. Este hecho fue el
origen de su encíclica “Pacem in terris” del 11 de
abril de 1963. La paz es el anhelo profundo de los
seres humanos de todos los tiempos; y sólo puede
ser establecida y consolidada si se respeta el orden
establecido por Dios.
166. • • Tuvo una marcada predilección por los
trabajadores de todas las clases. Por eso, al
cumplirse los 70 años de la “Rerum
Novarum”, publicó otra encíclica, “Mater et
Magistra”, del mes de mayo de l961, donde
afirma que la encíclica de León XIII debe
considerarse como verdadera suma de la
doctrina católica en el campo económico y
social.
167. • 1959 Enero 25 Juan XXIII
anuncia convocatoria de
Concilio. Sínodo para Roma y
revisión del derecho
canónico.
• ¿Fue el Concilio Vaticano II
una “ súbita inspiración” de
Dios a Juan XXIII?
168. ANTECEDENTES
¿Por qué un Concilio?
Tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de
San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo anunció el XXI
Concilio Ecuménico -que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II
Ante el cuestionamiento, una de sus expresiones más conocidas es la
que presentó al tiempo que abría una ventana: «Quiero abrir las
ventanas de la Iglesia para que podamos ver hacia afuera y los fieles
puedan ver hacia el interior».
Invitó a otras iglesias a enviar observadores al concilio, aceptándolo
tanto iglesias protestantes como ortodoxas.