1. La Verdadera Cura Espiritual al Coronavirus
Si creo que hay un virus microscópico e invisible que anda viajando por el mundo y que me va
a infectar y que me va a matar, pues ya le cedí todo mi poder.
"Creo lo que creo". 1/
Y como dice una de mis maestras: "en lo que te enfocas se expande"
Le estoy cediendo el poder de mi mente y de mi cuerpo, e incluso de mi palabra cuando me
alimento todo el día de noticias catastrofistas e incluso las repito o difundo. Me he vuelto un
agente del pánico, un agente infeccioso (mavens 2/) o un propagador del virus o peor aún veo
a los demás como mavens que me van a infectar. ¡Qué triste!
Mi mente está sana y mi cuerpo está sano y tiene todo el poder de curarse o sanarse a si
mismo. De protegerse. 3/
Mientras tenga miedo que algo afuera como un virus, un terremoto, un huracán, una crisis
económica, o lo que sea va a acabar conmigo, entonces tengo un problema espiritual, esa es
mi verdadera enfermedad.
¿Cuál es la causa de esto que está sucediendo?
Que nos fuimos a un enfoque hedonista, nihilista y 100% materialista y 0% espiritual. Nos
volvimos escépticos. Sólo creemos en lo que podemos "ver y tocar", como si lo espiritual, que
es lo más importante, no existiera. Pero olvidamos que incluso lo material es espiritual, así lo
confirma la ciencia, la física cuántica que dice que la materia en realidad no existe, que es pura
energía. Y por encima de la energía y de la materia está nuestra conciencia. Así que entonces
¿de qué tengo miedo? Si mi conciencia es pura no hay nada que pueda con ella, soy
totalmente invulnerable. Pero si no lo creo, no lo creo.
En cambio estoy aquí todo asustado, miedoso, acobardado, temeroso de qué puede pasar.
Y si no me mata el miedo al virus, me mata el miedo de la crisis económica o me mata el
miedo de la ociosidad, porque olvidé qué hacer con mi tiempo. Me olvidé de saber vivir, de
saber convivir, de saber amar.
Ningún virus tiene el poder de matarnos. Los virus han estado ahí por los siglos de los siglos.
Hemos convivido con ellos, sabemos cómo derrotarlos, cómo protegernos de ellos, cómo
vacunarnos. Aún antes de que existieran vacunas, medicinas, doctores, hospitales. Pero lo
hemos dejado de creer.
Pensamos que nuestra salvación es hacernos una prueba del coronavirus y esperar que
encuentren la vacuna y la medicina. Confiamos totalmente en un sistema de salud, como si la
sanación pudiera venir de afuera...
Te recuerdo, por si ya se te olvidó: que no hay medicina o doctor que te pueda curar, si tu
cuerpo ya perdió la capacidad de curarse por si mismo.
Es el cuerpo el que se sana. Los doctores, las medicinas sólo ayudan a que ese proceso se
lleve a cabo de una forma más rápida y eficiente.
Pero lo que está enferma no es tu cuerpo sino tu mente.
2. ¿Por qué?
Porque dejaste de creer en ti, de creer en lo espiritual, en la conciencia, en que lo más valioso
e importante que tienes es tu mente.
Tu mente es la que enfermo, pero como no eres capaz de detectar los síntomas, sientes que
estás sano de tu mente y temes que se enferme tu cuerpo. 4/
Se te olvidó esa lección de un gran sabio que dijo: "cuerpo sano, en mente sana".
Así que si empiezas por sanar tu mente, tu cuerpo estará sano. No importa cuántos virus
nuevos surjan, si son conocidos o desconocidos, si son contagiosos o no, si hay vacunas o
medicinas contra ellos.... Pero si no lo crees, entonces, eso es lo que creas, pura enfermedad,
puro miedo....
¿De qué estás enfermo? De materialismo, de escepticismo y de hedonismo 5/. ¿Te has
preguntado porqué muchos médicos han muerto con esta epidemia? Quizá, esta es una
hipótesis no confirmada porque convertimos a la medicina en un negocio, en una forma de
lucro, y nos olvidamos de los valores humanos, del juramento de Hipócrates.... Obvio no estoy
diciendo que no haya muchos médicos y enfermeras honestos, que si cumplen ese juramente
y que arriesgan su vida y su bienestar por nuestra vida y el nuestro. Homenaje a esos héroes
anónimos.
Pero no estoy escribiendo esto para regañarte o para darte lecciones, pues de nada sirve darle
una lección de natación a alguien que se está ahogando. Lo que requiere es una cuerda o que
alguien le eche una mano así como los enfermos o pacientes que están en los hospitales lo
que requieren es medicina, tratamiento, doctores que los curen y no lecciones. Esa es la
curación material para el cuerpo. Aquí quiero compartirte la curación espiritual para tu mente
(que no la debes confundir como erróneamente se hace, con el cerebro). Afortunadamente
tenemos grandes médicos, vacunas en proceso, medicinas, ciencia y tecnología para el
cuerpo. Pero desgraciadamente hoy en el mundo hay muy poca medicina para el espíritu, para
la mente. Mi intención aquí es echarte una mano, pasándote lo que he aprendido de mis
maestros para que cures tu mente.
Hay dos medicinas poderosas que han curado lepra, cáncer y muchas otras enfermedades
desde hace cientos y miles de años. Y es la medicina más poderosa para estos tiempos
degenerados:
1. Verlo todo como un sueño, si quieres como una pesadilla. El mundo no es tan real, tan
sólido, con existencia tan inherente como aparece.
No dejes que tus percepciones te engañen. Lo que parece tan sólido, tan permanente, es una
ilusión. Te reto a que me digas algo en este mundo que no sea:
- un fenómeno compuesto de partes.
- un fenómeno compuesto de causas y condiciones
- un fenómeno impermanente
- un fenómeno insustancial
En otras palabras, todo está vacío de independencia de partes y causas, vacío de
permanencia y vacío de substancialidad.
Es decir, todo es vacuo, pero eso no significa que no exista, porque aparece, y está sujeto a
las leyes de la causa y el efecto. Es por eso que nos podemos entender y comunicar. Pero esa
3. es sólo una parte de la realidad: la verdad relativa. Pero hay otra realidad: la verdad absoluta.
6/
El problema, nuestra enfermedad es que estamos demasiado apegados a la verdad relativa y
nos hemos olvidado de la verdad absoluta. Somos presa de nuestro cuerpo, de nuestros
sentidos, de nuestros apegos o deseos, de nuestras aversiones y de nuestra ignorancia. Estos
tres son los verdaderos virus, los más peligrosos. Afortunadamente existe cura contra ellos,
pero no en el mundo material, dualista, relativo, al que nos hemos apegado tanto.
Si aprendes a ver que todo es vacuo pero aún así sujeto a la ley de la causalidad, esa es la
medicina que te va a curar.
2. Pero no es suficiente esa medicina, requieres la otra medicina, la de la compasión.
Compasión por ti y por todos los seres.
Compasión no es sentir lástima, no es decir "pobrecito". Eso solo es soberbia.
La compasión es la medicina más poderosa del universo. No vas a encontrar ninguna
medicina ni tratamiento que tenga su poder. La compasión es la energía más poderosa que ha
existido y que va a seguir existiendo, le llames como le llames.
Te voy a dar la receta. Cuando estés con miedo, cuando estés temiendo que te vayan a
contagiar, en vez de estar todo tembloroso, asustado, ten el valor, ten el coraje de decir:
- Ok, ya que tengo miedo de ser contagiado, que pueda venir todo el miedo de todos los seres
humanos, toda su enfermedad, todas sus infecciones, todos sus virus a mí. Lo vas a visualizar
como un humo negro que envuelve a esos seres y que vas a inhalar, mientras que vas a
imaginar que enfrente de tu corazón hay una piedra que simboliza tu miedo, tu egoísmo, tu
soberbia, tu visión autocentrada, tu ignorancia, tu odio, tus rencores. Y vas a permitir que el
humo negro que en este momento envuelve a todos los seres y que simboliza su miedo, su
enfermedad entre por tu nariz, llegue a tus pulmones y que cuando toque esa piedra negra que
ambos estallen en luz, tanto la piedra negra como el humo, y que se disuelvan en el Palacio
Invisible de tu Mente superior, tu conciencia más elevada, tu conciencia prístina, pura, la que
no puede ser corrompida, ni infectada, ni dañada y que tienen todos los seres, incluso los más
corruptos, los peores criminales. Y una vez que estalle la piedra negra y el humo negro, y que
desaparezcan en el Palacio Invisible de tu Mente Superior, tal como desaparece un arcoiris en
el espacio sin dejar ningún rastro. Ese estallido se convierte en una luz dorada, blanca que le
vas a enviar con tu respiración a todos los seres humanos del planeta, especialmente a los que
están enfermos de coronavirus o del miedo y los va a sanar, los va a purificar, no sólo su
cuerpo, sino también su mente. Y ahora los vas a imaginar curados, felices, alegres, con todas
sus necesidades materiales resueltas y encontrando su propio camino espiritual.
Esto lo repites tres veces.
Es importante que todo lo veas como un sueño pero al mismo tiempo que cultives tu
compasión por ti y por todos los seres. Sólo así funciona la medicina.
¿Te da miedo que puedas tomar lo negativo, la enfermedad de los demás? No te preocupes.
Nada de eso puede ocurrir, a menos que tu cedas tu poder. Pero si haces esta meditación
como un gesto de poder, de coraje, de valor, verás cómo te sana.
¿Puedes sanar a los demás con esto? Por lo pronto te va a sanar a ti y a los demás les
mandarás bendiciones. Cada quien se tiene que curar por si mismo, no puedes hacer por los
demás lo que los demás no están dispuestos a hacer por ellos mismos. Pero el estar tu bien,
sano, alegre, mandará energías positivas hacia todos los seres. ¿Por qué? Por el poder de la
interdependencia, porque todos estamos conectados, nada existe independientemente. ¿Me
explico?
4. Si no lo entiendes algún día lo vas a entender. Simplemente confía y haz la práctica. Ten el
valor. Pero recuerda que la dosis incluye ambas partes:
1. Verlo todo como un sueño, como una apariencia, como una percepción. No que no exista,
sino que es un fenómeno compuesto, interdependiente, impermanente e insustancial. Surge y
cesa, como una lluvia, como una danza de ilusión.
¿Porqué no lo veo así? Por que me engaña la aparente continuidad de los fenómenos. Por
ejemplo veo una montaña y pienso que es sólida, que es permanente, que es eterna, que
existe por si misma,y que estaba ayer y que está hoy y pienso que va a estar mañana. ¡Oh
ingenuo!. Ahora mismo el mundo nos acaba de dar una cachetada para demostrarnos que
todo lo que creíamos sólido y permanente de pronto se esfumó. Y eso es una fantasía. Esa
montaña no existe, es sólo una etiqueta, un nombre. En realidad está compuesta de piedras,
de tierra, de metales, de lo que quieras, y surgió por causas -quizá un terremoto, quizá el
movimiento de las placas tectónicas, no se-, y está cambiando momento a momento, segundo
a segundo, instante a instante (recuerda la sabiduría popular: "en este universo lo único
constante es el cambio"). Así que esa montaña es insustancial, vacua, vacía.
Pero no te confundas, no es que no exista, no es que sea la nada, no es que no esté ahí. Si,
efectivamente surge, aparece y por eso la puedes ver y por eso podemos hablar de ella, pero
es interdependiente y está sujeta a la ley de las causas y efectos.
¿Qué significa que es interdependiente? Que ese objeto está íntimamente relacionada con el
sujeto que la está viendo y designando. Para una hormiga quizá no es una montaña sino un
gran obstáculo o un montón de comida, who knows.
Evitar los dos extremos: el del nihilismo de pensar que nada existe y el del existencialismo,
eternalismo o esencialismo de pensar que todo existe y que es sólido, sustancial y con
existencia inherente, es decir buscar el Camino Medio es lo que te va a sanar. Esa es la gran
medicina.
Pero si te quieres creer las apariencias, como la del virus y darle una existencia solida, real,
permanente, como si no fuera sujeto a causas y condiciones, como algo que existe ahí afuera
de mí, independiente de mí y que ahora me viene a amenazar y que me va a infectar, a
enfermar, a matar, a destruir. Wow! Pues entonces tu mente está enferma de miedo, de pánico,
de horror. Es por eso que debo sentir mucha compasión hacia ti. Pero no habrá manera de
curarte, porque tu te has rendido, te has autoderrotado.
2. Es por eso que debo sentir una profunda compasión por todos los seres que están siendo
infectados, que están enfermos, que han muerto o que están muriendo y por sus familiares
que están sufriendo esa pérdida y que temen que ellos también hayan podido ser contagiados.
La compasión es lo que va a sanar mi corazón y si es totalmente pura y sincera, va a ayudar a
sanar otros corazones. No lo dudes. Es la más poderosa medicina.
Pero te recuerdo, se requiere las dos dosis juntas: la de la sabiduría de la vacuidad y la la
compasión. Son como las dos alas de un pájaro para que pueda volar. Con una sola ala no
podrá. Así que ni siquiera intentes volar con una sola ala.
Así que aquí tienes esta meditación que se llama tonglen 7/ y que durante mucho tiempo fue
secreta y que ahora los maestros nos han permitido que la hagamos publica, porque te
recuerdo que en estos tiempos degenerados muchas prácticas y meditaciones pierden su
poder, en cambio tonglen jamás lo pierde, sino que se fortalece más.
Esta es la verdadera cura contra el coronavirus, la vacuna más poderosa. Así que te ruego que
te la tomes. Puede ser que no tengas fe, que seas 100% escéptico, por eso te decía desde el
principio que esa era tu verdadera enfermedad, no física, sino mental. No importa,
precisamente es una cura poderosa contra los 100% escépticos materialistas hedonistas
como tu y como yo lo fui. Te invito a que en vez de estar -perdóname la expresión, pero te
quiero sacudir y hacer que entres en consciencia- cagado de miedo con el virus, tengas el
5. valor, el coraje y la voluntad de hacer tonglen. Si no lo haces ese virus al que le has dado tanto
poder ojalá no te alcance y te ataque. Si haces tonglen no sólo incrementarás tu valor, tu
sabiduría, tu compasión, sino quizá en una de esas hasta te sanas, no sólo de tu cuerpo, sino
también de tu mente.
Que estés bien, en paz y feliz.
Notas:
1/ Viene de una frase de John Ford. “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes,
estás en lo cierto”, John Ford.
Podrán decir: “Que hay un virus infectando y viajando por el mundo no es una creencia, es un
hecho, y si, si nos va a infectar a todos o a la vasta mayoría y no, no nos va a matar a todos,
solo va a matar a un pequeño porcentaje de la población infectada, que sin embargo si son
muchas personas. Mi miedo es ser una de ellas y por lo tanto tomo todo tipo de precauciones
que recomiendan los médicos y las autoridades”. No estoy diciendo que eso no sea cierto,
sólo que es una verdad relativa o convencional que es la que sostienen los científicos, los
políticos, los medios de comunicación y la mayoría de la gente informada. El asunto es que no
es la única verdad, hay otra, que es la que quiero comentar en este artículo.
2/ Mavens, son agentes infecciosos, que viralizan. Los explica muy bien Malcolm Gladwell en
The Tipping Point (El punto clave). How Little Things Can Make a Big Difference. Ed. Little
Brown.
3/ Esta es una declaración afirmativa que tiene como objetivo enfocarme en lo que si puede
ser, aunque obvio, quizá por ahora no es. Es decir, la enfermedad sólo existe en el nivel de la
verdad relativa, pero no existe en el nivel de la verdad absoluta (esto se entenderá mejor más
adelante en el artículo). Aunque claro, para poder entender esto se requiere no sólo
enseñanzas espirituales sino entrenar la mente en meditación de atención unipuntual
(shamata) y de capacidad analítica (vipashana) y ello a su vez requiere primero llevar una vida
ética. Es decir que si no entiendo esta frase es porque primero necesito ser ético, segundo
meditar y tercero sabiduría (conocimiento espiritual).
4/ Respecto a que nuestra enfermedad es más mental que física y que nuestra verdadera
enfermedad está en la mente y que por lo tanto tenemos que estudiar, meditar y hacer
prácticas espirituales para aprender a curarnos, el gran maestro Pabongka Rinpoche, en su
libro “La Liberación en la palma de tu mano” lo explica: «podría resultarnos extraño el hecho
de meditar en que somos un paciente cuando no estamos enfermos, pero la razón para hacer
esto es que en realidad padecemos la grave enfermedad de los engaños. Como señaló
Gueshe Kamaba, puede resultar antinatural para una persona que no está enferma meditar de
este modo; pero, de hecho, nosotros hemos contraído la gravísima enfermedad crónica de los
tres venenos (apego, odio e ignorancia) aunque no lo sepamos.
«Quizá nos preguntemos: “¿Cómo es posible estar enfermo sin saberlo?”. Cuando tienes
mucha fiebre, puedes estar delirando, cantando, etc., y no darte cuenta de que estás enfermo.
Del mismo modo, nosotros padecemos la grave enfermedad de los engaños y no somos
conscientes de ello.
6. «También podríamos cuestionarnos: “Si padezco una enfermedad, ¿acaso no tendría que
sentir dolor y malestar? Sin embargo, no siento nada”. Una y otra vez experimentamos los
agudos dolores y sufrimientos que resultan de los tres venenos. Te preguntarás: “¿Cómo
puede ser eso cierto?”. Imagina que vas al mercado y ves un objeto que te gusta mucho, pero
no tienes dinero para comparlo. Cuando regresas a casa, estás muy disgustado y piensas en
la manera de poder adquirirlo. Este es el dolor del apego. Cuando ves, oyes o recuerdas algo
desagradable -por ejemplo, un comentario punzante- sientes una angustia insoportable. Este
es un ejemplo del dolor de la hostilidad. Examina este punto detalladamente y analiza también
el orgullo, los celos, etc. Los engaños son enfermedades serias, dolorosas, intolerables y
crónicas.
«Así pues, has contraído numerosas enfermedades (las enfermedades del apego, la hostilidad,
los celos y demás). Tienes mucho cuidado de no contraer siquiera una enfermedad corriente,
pero no te preocupa en absoluto el sufrimiento que se deriva de las múltiples variedades de
engaños. Shantideva dice en Comprometerse con las Acciones de los Bodisatvas:
Si tienes que obedecer las órdenes del doctor
Cuando sufres una enfermedad corriente,
¿Qué habría que decir sobre el apego,
Esa enfermedad cien veces más peligrosa
Que siempre has padecido?”
5/ No voy a hablar aquí de esa enfermedad. Este post es para hablar de la curación. Pero si
quieres enterarte te dejo este link:
https://www.amazon.com/gp/product/B07VCWFN3N/ref=dbs_a_def_rwt_bibl_vppi_i2
pero vas a tener que ir paso por paso, escalón por escalón, porque así como no te enfermaste
en un día, no te vas a poder curar en un día, así que tómate toda la medicina completa.
6/ Quieres ir más profundo, te recomiendo veas esta presentación:
- La enfermedad desde el punto de vista Budista.
La Visión Absoluta y la Visión Relativa.
Con las enseñanzas del yogui Gotsampa que nunca tomó ninguna medicina, ni fue con ningún
doctor, ni fue a ningún hospital
Explicadas por la gran maestra Lama Tsondru. No te pierdas su video de estas enseñanzas. Va
a reconfortar y sanar tu ser.
https://www.slideshare.net/DharmavsKarma/la-enfermedad-desde-el-punto-de-vista-budista
7/ ¿Quieres saber más del Tonglen?
Te recomiendo el libro de Shamar Rinpoche, El Camino del Despertar. Ed. Rabsel Editors.
O el libro de Kathleen McDonal, Una Guía práctica para la meditación. Aprendiendo de los
Lamas. Ediciones Dharma
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Todos los errores de este artículo son míos Yuri Serbolov (serbolov@gmail.com), por lo que te
ofrezco de antemano una disculpa. Todos los aciertos y enseñanzas son de mis maestros y en
última instancia del Buda Sakyamuni.