1. ¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN ESPECIAL?
El término “educación” regularmente está ligado a la transmisión de
conocimientos, pero es una idea errónea ya que los conocimientos no solo se
reciben y mantienen, sino que deben compartirse y practicarse, permitiendo que el
alumno construya sus conocimientos o conceptos por medio de experiencias;
siendo la exploración una herramienta básica de enriquecimiento. Pero al enseñar
no se debe centrar en objetivos preestablecidos por otros, centrados en la
generalidad u homogeneidad sino que deben centrarse en aquello que el alumno
necesita en determinado momento, dejando de lado lo que imponga el sistema ya
que de ser así provoca que el proceso de enseñanza se convierta en un círculo
vicioso que ocasiona un profundo desinterés que reprime el impulso de buscar el
conocimiento.
La educación especial esta centrada en las fortalezas, tomando en cuenta
posibilidades, debilidades y sobre todo las “necesidades” de los alumnos, ya que
partiendo de ellas se piensa en cómo responder correctamente a estas, pero
realmente el educar siempre debe centrarse en el niño, tomando en cuenta su
individualidad y no tratando de erradicar aquello que nos hace únicos; donde entre
compañeros se apoyen y cuiden dejando de lado lo impuesto por los otros
erradicando la competencia, la discriminación o las barreras sociales. Donde
simplemente se busque fomentar la convivencia, el interés e imaginación en un
ambiente agradable propiciador de la educación integral que realmente sirva para
la vida o para enriquecerse a sí mismo y no como un medio de superación que
aliviara todos los males de la sociedad; donde el maestro, el alumno y el padre de
familia tengan la posibilidad de decidir qué es lo que necesitan o lo que mejor se
adapta a sus necesidades particulares, disfrutando simplemente el hecho de
aprender. Así pues, la educación ya sea regular o especial entre ellas no debería
existir ninguna barrera o diferencia más el nombre en sí, ya que la educación
simplemente debe buscar la realización personal dejando de lado que el alumno
sea un representante numérico o un recipiente que como maestros debemos
llenar.