La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo intelectual, afectivo, moral y espiritual de las personas y sociedades. Para aprovechar los beneficios de la diversidad se requiere diálogo, apertura y una educación que permita a las personas recibir y aportar a la cultura colectiva. La interculturalidad requiere respeto e integración activa entre culturas, así como reflexión sobre la propia cultura e incorporación de elementos de otras. La educación bilingüe y la gastronomía, deportes y conocimientos compartidos
2. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) define a la diversidad cultural como: «una fuerza motriz del desarrollo, no
solo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una
vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora».
(UNESCO, 2016) Es un aspecto que está ligado, tanto a la tradición y herencia
histórica que los distintos pueblos y comunidades llevan consigo, así como a los
componentes emotivos, intelectuales y vivenciales que cada individuo desarrolla y
aporta en su convivencia social.
Para que esta experiencia enriquecedora, que señala la UNESCO, se produzca, se
requiere mantener una actitud de diálogo y apertura, así como un proceso educativo
integral que permita que los seres humanos puedan, aprovechar el máximo beneficio
de esta diversidad y, ser sujetos que reciben-aportan al marco cultural del colectivo.
3. Existen dos factores esenciales para el goce pleno
de la interculturalidad: respeto e integración
activa.
El segundo, hace referencia a las acciones que
realizan los individuos para compartir y
relacionarse con otros individuos y experiencias
culturales distintas a las propias de un modo
propositivo.
Al relacionarse con una cultura distinta, el
individuo puede reflexionar sobre la suya, así
como incorporar elementos que no vayan en
contra de sus propios valores, identidad,
creencias o capacidades propias.
4. La FENOCIN (Confederación Nacional de
Organizaciones Campesinas, Indígenas y
Negras del Ecuador) señala que: «La
interculturalidad no es tolerarse mutuamente,
sino construir puentes de relación e
instituciones que garanticen la diversidad,
pero también la interrelación creativa».
(FENOCIN, 2016).
Es importante tener en cuenta que durante 1998 a
2002 el Ecuador atravesó una grave crisis
económica, política y financiera, durante la cual gran
parte de los ecuatorianos emigraron para ofertar su
fuerza laboral en otros países, por lo que el
concepto de interculturalidad no solo es importante
en el territorio nacional sino también en el
extranjero, particularmente en España y Estados
Unidos.
5. La educación es un elemento importante para
el desarrollo de una sociedad diversa e
incluyente. La enseñanza bilingüe, que
permite que pobladores de nacionalidades
indígenas, aprendan y conserven su propia
lengua, a la vez que el castellano, es una
expresión de esto. También se brinda la
oportunidad de que individuos de otras
comunidades puedan aprender este idioma y
así enriquecer su formación.
6. La gastronomía, los deportes, el
cuidado a la naturaleza y los
territorios compartidos son
otros elementos que marcan
puentes de unión. Los
conocimientos ancestrales de las
nacionalidades indígenas en el
campo de la medicina han sido
difundidos e incluidos dentro de
las opciones de atención médica
que actualmente disponen los
ciudadanos ecuatorianos.
También hay que tener en
cuenta que desde el 2007 a la
actualidad, la mejora en la
economía ecuatoriana, así como
la crisis económica en el primer
mundo, el conflicto militar
colombiano, las reformas
migratorias y políticas
internacionales de integración
en el Ecuador, han atraído una
gran cantidad de inmigrantes,
dándole nuevas dimensiones a la
interculturalidad ecuatoriana.