2. El sistema inmune surgió por evolución y tiene como función fisiológica
más importante el evitar las infecciones y erradicar aquellas ya
establecidas, así como la respuesta ante tejidos dañados, sustancias
tóxicas y cualquier agente extraño al organismo, por lo que es capaz de
distinguir aquello que es propio al organismo de aquello que no lo es.
El término inmunidad proviene del latín immunitas que significa
“exento”, el cual designa la protección dada a los senadores romanos
como defensa frente a cualquier acción judicial durante el ejercicio de
su cargo y que, además, desde una perspectiva histórica, hacía alusión
a la protección contra la enfermedad, de forma singular contra una
enfermedad infecciosa.
3. Vacunas
Las vacunas son preparaciones biológicas utilizadas para inducir inmunidad
contra un agente infeccioso para mitigar, prevenir o controlar estados
patológicos y; dependiendo de la eficacia y efectividad de las vacunas, existe
la posibilidad de ser utilizadas en políticas públicas de eliminación o
erradicación de enfermedades. Se utilizan para inducir una memoria
inmunológica adecuada en términos de magnitud y duración respecto a la
enfermedad que se desea prevenir, o para favorecer la generación de
anticuerpos neutralizantes que limiten o impidan determinadas infecciones.
Respecto a su uso, las vacunas pueden ser preventivas o terapéuticas, si se
aplican una vez ya instalada la infección para su control y/o para la
resolución del proceso infeccioso; y clasificadas como bacterianas o virales,
según la naturaleza del agente infeccioso contra el que vayan dirigidas
(Cuadros 2.4.1
4. VIGILANCIA
1. Verificar la temperatura de la unidad refrigerante, ultracongelador o congelador
en el caso de contener vacuna, por lo menos al inicio y al final del turno, realizando
su correcto registro en la hoja “registro y gráfica de temperatura”.
2. Al término de la jornada comprobar que: los equipos frigoríficos, de congelación
o ultracongelación cierren herméticamente, el adecuado funcionamiento de la
fuente de energía, que el enchufe se encuentre íntegro y conectado a la toma de la
corriente, asimismo, verificar las condiciones de limpieza de este.
3. Cuando se saquen del congelador los paquetes refrigerantes para la preparación
del termo, inmediatamente se introduce otro juego para su congelación.
4. Verificar las condiciones de los termómetros instalados en la cámara fría,
refrigerador y termo.
5. PROCEDIMIENTO
• Uno de los puntos más importantes es contar con un espacio
exclusivo para la vacunación y debidamente identificado. “Instalación
del puesto de vacunación”.
• Asimismo, se deberá contar con el personal capacitado para el
manejo, conservación y aplicación de las diferentes vacunas, de esta
forma se evitarán errores y/o accidentes en la aplicación.
6.
7. Condiciones del termo
Temperatura entre
+2ª C y +8ªC
(REGISTRO)
Verificar que el
personal tenga
conocimientos
básicos.
Verificar condiciones
del empaque
8.
9.
10. • Descripción de la vacuna La vacuna está compuesta por ácido
ribonucleico mensajero (ARNm) de una sola cadena, producido por
transcripción (in vitro) libre de células a partir de plantillas de ácido
desoxirribonucleico (ADN) que tiene la información que codifica la
producción de la proteína viral S (“Spike”) del SARS-CoV-2, agente
causal de la COVID-19. La proteína S, también es conocida como
proteína de pico, de espica o de espiga. El ARNm está introducido en
nanopartículas de lípidos (ácidos grasos) purificados.
11. • Presentación La vacuna se presenta en frasco ámpula de 0.45 mL que,
una vez reconstituido, contiene 5 dosis de 30 microgramos (µg) cada
una, de la vacuna mRNA BNT162b2 Pfizer/BioNTech.
12. Conservación
• Los frascos ámpula de la vacuna congelada, pueden mantenerse hasta
por 6 meses a una temperatura de -80 ºC a -60 ºC. Durante el
almacenamiento se debe minimizar la exposición a la luz de la
habitación y evitar la exposición a la luz solar directa y ultravioleta.
Una vez descongelada, la vacuna sin diluir puede almacenarse hasta
por 5 días (120 horas) entre 2ºC y 8ºC.
13. Eficacia
• La eficacia general a los 7 días posteriores a la aplicación de la
segunda dosis de la vacuna, comparada con las personas que
recibieron placebo (sustancia inocua diferente a la vacuna), fue de
95% (IC 95% 90.3%-97.6%) en los participantes sin evidencia de
infección previa con SARS-CoV-2, en el ensayo clínico de Fase III. El
efecto protector de la vacuna puede verse afectado por factores
como el manejo no adecuado de la cadena de frío, técnicas
inadecuadas de dilución y de aplicación. El análisis de los resultados
hasta ahora disponibles, no permiten establecer la duración del
efecto protector.