1. UN MINUTO DE REFLEXIÓN
En estos últimos días leyendo los periódicos y otros medios, apenas se ha escrito y
hablado de nuestra educación, y es que la verdad a quién le importa, a nadie interesa; sin
embargo una estudiante un buen rato me interrumpió con un rotundo “pro, ya no siga pa’ que
se preocupa en terminar la clase si ya no hay solución…” otro estudiante señaló “la firme
profe, estamos hasta el final”. Esto me causó un estado de ánimo que para qué cuento. Ya de
antemano habíamos conversado con los que considero mis maestros (hombres conocedores
del proceso educativo, solo que de manera acéfala) sobre el tema, y coincidimos que los
jóvenes no se interesan en lo másmínimo en los resultados PISA; estuvimos tan equivocados,
lo reconozco.
Hace no mucho tiempo que decidimos hacernos docentes y ahora que nos vino la
primera evaluación, nos damos cuenta que los esfuerzos individuales como maestros o las
capacitaciones somnolientas (que meritoriamente las distintas UGEL han hecho por tratar de
paliar este mal mayúsculo que nos aqueja como nación) no repercutieron en mucho.
Qué hacer ahora, si apenas se conoce las políticas educativas que nos trae el Ministerio
de Educación; porque en el interior, nuestros docentes desconocen lo que se pretende desde
la comodidad de una oficina con aire acondicionado o calefacción según la intensidad con la
que se diseñen los proyectos o lineamientos. Nuestro desconocimiento es real, y no puede
medirse con informes de PELA o estadísticas antojadizas de técnicos Educativos. Pero es real
también amigos, que hemos visitado(por así decirlo) distintas regiones en estos últimos años, y
la verdad el problema es el mismo. Nuestras juventudes apenas y comprenden lo que
intentamos enseñarles (que no es mucho ni diferente a lo hicieron con nosotros).
Lo trágico es que un gran porcentaje de docentes apenas entendemos la finalidad de
los contenidos, y de lejos nos asomamos a la comprensión de enseñar por competencias. Tal
vez lo que estamos haciendo es diseñar nuestras sesiones con el rótulo de capacidades cuando
en el fondo evaluamos contenidos. Hace falta que el ministerio nos eduque y acerque más a
eso que se llama “transformación de la educación”, caso contrario las pruebas sucesivas
seguirán arrojando la miseria de nuestro sistema educativo. Y las teorías que se desean
“implantar”, losmaestrosconozcamos de primera mano.Estamos dispuestos a aprehender de
los mejores, por que valgan verdades nuestros “capacitadores”_aquí no estoy en contra
nadie_, apenas y saben enmarcar por ejemplo: el tema de Rutas de Aprendizaje, que por cierto
es la novedad y el asombro en la pedagogía nacional.
Entonces de qué modo volveremos el próximo año,¿será más de lo mismo? En lo
personal, creo que si nos brindan en serio su apoyo los resultados pueden variar.