Las sales minerales son microalimentos inorgánicos que se necesitan en pequeñas cantidades. No aportan energía pero cumplen funciones importantes como formar parte de la estructura ósea y dental, regular el balance del agua en las células, e intervenir en la actividad nerviosa y muscular. Se encuentran en alimentos de origen animal y vegetal, y en el cuerpo pueden estar precipitadas, disueltas, o unidas a otras moléculas.