Este documento describe diferentes tipos de vocaciones, incluyendo la vocación laical, religiosa y sacerdotal. La vocación laical incluye el matrimonio y la vida de soltería dedicada a servir a la iglesia. La vocación religiosa es un don especial de Dios para aquellos llamados a vivir en comunidad siguiendo los consejos evangélicos. La vocación sacerdotal es un llamado a servir como puente entre Dios y la humanidad.
2. 3. Diversas vocaciones:
Aunque no podemos saber el plan completo de Dios para nuestras vidas, lo iremos descubriendo día con día, sí
podemos descubrir y buscar el estilo de vida que Dios quiere que vivamos.
A estos estilos de vida les llamamos vocaciones y cada vocación esta basada en el amor, del cual Dios es el
principal protagonista.
Definiendo un poco lo que es vocación también podemos decir que es la llamada del Señor a seguirlo es tan
particular en cada persona, y con misiones y formas de vida tan particulares, que el discipulado se ha podido vivir
en un sinfín de modos.
Como un árbol que ramifica, o como el Cuerpo es múltiple en sus miembros, así la Iglesia se ha visto embellecida
y enriquecida con las múltiples vocaciones y carismas de sus hijos.
Cuando estamos en búsqueda de nuestra vocación puede ser complejo el interpretar el llamado del Señor, por
eso sería bueno poder distinguir y clarificar algunas formas que se viven en la Iglesia. Con esto no limitamos los
caminos por los que Dios llama, sino que clarificamos, siempre estando abiertos a nuevas formas que el Espíritu
promueva.
3. Para vivir una vocación específica, es necesario asumir una forma de vida determinada que concretice
nuestra vocación. Algunas vocaciones implican alguna forma de vida, pero en ocasiones es posible elegir
entre varias.
Las formas de vida son aquellas realidades por medio de las cuales se conforma la existencia de quien
responde a la llamada de Dios, de modo temporal o definitivo. Es el movimiento natural de la vocación,
que tiene a especificarse cada vez más hasta convertirse en una realidad única e irrepetible.
Podemos definir las siguientes vocaciones:
• Vocación laica
• Vocación religiosa
• Vocación sacerdotal
4. 3.1 Vocación laica
Por los laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado
religioso reconocido en la Iglesia.
La Vocación Laical es la primera gran vocación de la iglesia (es la vocación propia de la Iglesia de Dios). En
efecto, por el Bautismo, cada cristiano es consagrado a Dios e incorporado en Cristo Jesús, por consiguiente,
está llamado a ser Iglesia viva y actuante en el mundo, a fin de santificar la sociedad y todas las cosas pasajeras
de esta tierra, a través de las cuales los Laicos son llamados conforme a los principios del Evangelio.
5. La vocación laical vivida en el matrimonio: Tal vez, sea la más conocida, porque es la más común, cuando los cristianos o no
cristianos se sienten llamados por el propio Dios creador a fundar nuevas familias, ese es el jardín donde nacen las nuevas criaturas
humanas, las cuales, por el bautismo, son llamados a ser hijos de Dios. Así, podemos decir que la vocación matrimonial es una
divina, tan divina como la vocación sacerdotal, religiosa o misionera.
La vocación laical de soltero o soltera: Esta vocación es poco conocida y, quien sabe, no esta siendo reconocida por muchos como
verdadera vocación consagrada. Los que no desean casarse, ni desean asumir una vida de consagración especial a Dios, sino
simplemente quieren ser solteros o solteras. - ¿No será Dios quien los llama a vivir así?, - ¿No es eso también una vocación?, y
¿Cuántos hay que en este estado de solteros dedican a la iglesia todas las energías de su vida, o todo el tiempo que disponen al
servicio de los hermanos necesitados o de comunidades abandonadas?
La vocación de laico consagrado en el mundo: Posiblemente esta vocación es menos conocida aun. La vocación de laico
consagrado al mundo no es igual a la vocación de la vida religiosa. Pues, la vida religiosa debe siempre ser vivida en comunidad, y
vocación de laico consagrado al mundo debe siempre ser vivida fuera de cualquier comunidad religiosa. Más claramente, debe ser
vivida en el mundo, en el ambiente de familia o de la sociedad, y no en un convento. Pues la vocación es ser "Sal de la Tierra", "Luz
Mundo" y "Fermento de la Sociedad“ . El laico consagrado al mundo se "Consagra a Dios" de forma específica. Esto es, se da o se
entrega eternamente a Dios haciendo, como los religiosos, sus votos o promesas de vivir los tres consejos evangélicos, la Castidad,
Pobreza y la Obediencia.
6. 3.2 Vocación religiosa
La vocación religiosa es un don y una llamada especial de Dios, recibida en fe, y cultivada y discernida en la
oración. Este proceso de formación permite a la joven crecer y madurar en su respuesta a la llamada que Dios le
hace. Este don especial, Dios lo da a quien quiere, y es Él, quien dispone, mueve y ayuda a los llamados,
concediéndoles las gracias y dotes necesarias para abrazar el estado religioso y perseverar en él.
7. 3.3 Vocación sacerdotal
La vocación al sacerdocio es un misterio de amor entre un Dios que llama por amor y un hombre que le responde
libremente y por amor.
Un llamado a ser puente entre Dios y los hombres. Cristo, centro, criterio y modelo del legionario.
Un llamado a seguir en el mundo, para salvarlo, pero sin ser del mundo.
La decisión de un joven que quiere dedicar su vida a ayudar a sus hermanos a salvar sus almas y hacer este mundo más
como Dios lo pensó.
El Sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres para servir a los hombres en las cosas de Dios; para ofrecer
sacrificios y oraciones por su pueblo, y por los pecados propios y ajenos. (Hb 5,1).
Es un hombre que tiene limitaciones como todo ser humano, pero al mismo tiempo es distinto de los demás porque Dios
lo ha llamado a una tarea muy especial.