I. El documento discute inicialmente el supuesto conflicto entre la ciencia y la religión con respecto a la evolución y las creencias cristianas.
II. Luego analiza el conflicto superficial entre la psicología evolucionista, la investigación bíblica académica y el naturalismo metodológico, así como los acuerdos entre la ciencia y el teísmo respecto a las leyes naturales.
III. Finalmente, plantea un posible conflicto profundo entre el naturalismo y la evolución, argumentando que quien acepte amb
2. En primer lugar, ¿hay debate? Muchos cristianos
tienen la vaga impresión de que la ciencia es, de
alguna manera, hostil a las creencias religiosas;
para otros cristianos, no se trata tanto de una
vaga impresión como de una convicción firme.
Del mismo modo, muchos científicos y
entusiastas de la ciencia sostienen que existe una
oposición entre las creencias religiosas serias y
la ciencia; de hecho, algunos afirman que las
creencias religiosas constituyen un peligro claro y
presente para la ciencia.
3. “Es un error común que tanto críticos como defensores
interpretan las afirmaciones de Plantinga como más brillantes o
más profundas de lo que él pretende. Su principal objetivo es
crear un espacio epistemológicamente aceptable para la creencia
teísta, no forzar su innegabilidad en la garganta de los incrédulos.
Sus objetivos no son en absoluto tímidos, pero son, en su mayor
parte, limitados y cuidadosamente articulados. Por otra parte, no
debe subestimarse la sofisticación filosófica de la obra de
Plantinga. Se trata de uno de los filósofos más meticulosos y
cuidadosos de su generación. En consecuencia, cualquier
debilidad que se perciba en su obra indica más bien una falta de
escrutinio por parte del exegeta; una lectura más cuidadosa suele
revelar la anticipación y la respuesta de Plantinga a la dificultad
percibida”. James F. Sennett, “Alvin Plantinga”, 284
4. I. El supuesto (o aparente) conflicto: la
evolución y el credo cristiano.
II. El conflicto superficial (la psicología
evolucionista y la investigación académica de
la Escritura). El naturalismo metodológico.
III. El acuerdo: ajuste fino, el discurso del diseño
y el acuerdo profundo (las raíces profundas de
la ciencia)
IV. El conflicto profundo: el argumento
evolucionista contra el naturalismo.
5. I. El supuesto (o aparente) conflicto: la
evolución y el credo cristiano.
6. “No hay nada en la teoría científica de la
evolución que excluya a Dios de causar las
mutaciones genéticas relevantes” 107
“Decir que una mutación es azarosa, en sentido
biológico, es solo decir que no surge del plan
diseñado de la criatura al cual se acumula y no es
ninguna respuesta a sus necesidades
adaptacionales” 117
7. II. El conflicto superficial (la psicología
evolucionista y la investigación académica de la
Escritura). El naturalismo metodológico.
8. “La doctrina filosófica del naturalismo metodológico sostiene
que, para que cualquier estudio del mundo pueda calificarse de
"científico", no puede referirse a la actividad creadora de Dios (ni
a ningún tipo de actividad divina). Los métodos de la ciencia, se
afirma, "no nos permiten comprar" las proposiciones teológicas -
incluso si éstas son verdaderas- y la teología, por tanto, no puede
influir en la explicación científica o en la justificación de las teorías.
Así, se dice que la ciencia es religiosamente neutral, aunque sólo
sea porque la ciencia y la religión son, por su propia naturaleza,
epistemológicamente distintas. Sin embargo, la práctica y el
contenido reales de la ciencia cuestionan esta afirmación. En
muchos ámbitos, la ciencia es cualquier cosa menos neutral desde
el punto de vista religioso; además, los argumentos habituales a
favor del naturalismo metodológico adolecen de varios defectos
graves”.
9. “Por lo tanto, asumiré que la ciencia simoniana es ciencia. Así, en
el relato de Simon sobre el altruismo tenemos un ejemplo de una
teoría científica que claramente no es neutral con respecto al
compromiso cristiano; de hecho, es inconsistente con él. La teoría
de Simon también ilustra otra forma bastante diferente en la que
las consideraciones religiosas son relevantes para la ciencia; tienen
que ver con lo que consideramos que necesita explicación. Desde
la perspectiva de Simon, es el altruismo lo que necesita
explicación; desde una perspectiva cristiana o teísta, en cambio, es
de esperar que los seres humanos actúen a veces de forma
altruista. Tal vez lo que necesita explicación es la forma en que los
seres humanos se ensañan y destruyen entre sí”.
El gran mito evolucionario.
El ajuste fino de las constantes cosmológicas y el principio
antrópico.
10. Este es un argumento atractivo para el naturalismo metodológico.
Es pragmático, no principial: es bueno hacer ciencia juntos; por lo
tanto, debemos maximizar la posibilidad de cooperación e
investigación cooperativa siempre que sea posible; por lo tanto, no
debemos proponer, en la ciencia, teorías que impliquen
esencialmente creencias que no sean comunes a todos nosotros.
"Cuando consideramos una teoría física como una explicación
hipotética de la realidad material, la hacemos depender de la
metafísica. De ese modo, lejos de darle una forma a la que el
mayor número de mentes pueda dar su asentimiento, limitamos su
aceptación a aquellos que reconocen la filosofía en la que insiste".
Así que deberíamos adoptar una especie de concepción positivista
(en el sentido antiguo), metafísicamente no comprometida, de la
ciencia. La ciencia, bien hecha, no hará suposiciones metafísicas o
religiosas ni tendrá consecuencias metafísicas o religiosas.
11. III. El acuerdo: ajuste fino, el discurso del diseño y
el acuerdo profundo (las raíces profundas de la
ciencia)
12. Plantinga ve una concordia profunda entre la ciencia y el teísmo: “Con respecto a
las leyes de la naturaleza, por tanto, hay al menos tres modos en los que hay una
profunda concordia entre la religión teísta y la ciencia. Primero, la ciencia requiere
regularidad, predictibilidad y constancia; requiere que nuestro mundo discurra
conforme a leyes... Segundo, no solo debe nuestro mundo de hecho manifestar un
comportamiento regular y legalizado: para que la ciencia florezca, los científicos y
también las demás personas deben creerlo… Tercero, el teísmo nos capacita para
entender la necesidad de la ley natural: esta necesidad es explicada y entendida en
término de la diferencia entre el poder divino y el poder de las criaturas finitas”
(282-283). “Otra condición para el éxito de la ciencia tiene que ver con el modo de
aprender de la experiencia... De acuerdo al teísmo, Dios nos ha creado de tal modo
que razonamos de modo inductivo; Él ha creado nuestro mundo de tal forma que el
razonamiento inductivo sea exitoso. Esta es una manifestación de la profunda
concordia entre el teísmo y la ciencia” (292 y 296) Y finalmente, “el teísmo con su
doctrina de la imago Dei, por otro lado, es relevante… Dios nos ha creado a
nosotros y a nuestro mundo de tal modo que se da la adequatio intellectus ad rem.
Estamos así constituidos de modo que nuestro éxito intelectual exige que el mundo
sea relativamente simple. Eso cuadra solo con el teísmo” (298-299).
13. IV. El conflicto profundo: el argumento
evolucionista contra el naturalismo.
14. 1. La probabilidad de que nuestras facultades cognoscitivas sean
fiables dado el naturalismo y la evolución es baja o inescrutable.
P (F/N&E) es baja.
1. Quien acepta o cree que el naturalismo y la evolución son verdad y
ve que la probabilidad de que nuestras facultades sean fiables
dados el naturalismo y el evolucionismo es baja se enfrenta a una
objeción contra la fiabilidad de sus propias facultades cognoscitivas.
Quien acepta N&E, y ve que P (F/N&E) es baja, tiene una objeción contra
F.
1. Cualquier que tenga una objeción contra la fiabilidad de las
facultades cognoscitivas tiene una objeción contra cualquier otra
creencia que piense que posee, incluida la creencia en la verdad del
naturalismo y de la evolución.
2. Si quien acepta el naturalismo y la evolución adquiere una objeción
contra el naturalismo y la evolución, entonces el naturalismo ligado
a la evolución es auto-objetante y ambos no pueden ser
racionalmente aceptados.
• Conclusión : N&E no pueden ser racionalmente aceptados.
15. Argumento fundamental: “Arguyo que hay un conflicto profundo e irremediable entre
el naturalismo y la evolución –y por tanto entre el naturalismo y la ciencia moderna…
El conflicto en cuestión no es que ambos no puedan ser verdaderos; es más bien que
uno no puede realmente aceptar ambos…. Pretendo argüir que nadie puede
realmente creer a la vez el naturalismo y la teoría científica de la evolución. Si mi
argumento es bueno, de él se sigue que hay un profundo y serio conflicto entre el
naturalismo y la evolución, y por tanto un conflicto profundo entre el naturalismo y la
ciencia” (309-310). “Mi argumento se centra en nuestras facultades cognoscitivas…
concierne a su fiabilidad... Supón que eres naturalista, piensas que no hay tal persona
como Dios, y que nosotros y nuestras facultades cognoscitivas han sido formadas por
medio de la selección natural. ¿Podrás, entonces, realmente pensar que nuestras
facultades cognoscitivas son fiables en su gran mayoría? Yo digo que tú no puedes”
(2017, 311-313)
El nervio de la argumentación reside en que el objetivo de la selección natural es
estrictamente el florecimiento biológico de los organismos, pero no la verdad. Por
tanto, la evolución puede explicar la aparición del hombre, pero no puede explicar la
fiabilidad de nuestras facultades cognoscitivas. Hablar de conocimiento significa
abandonar el ámbito de la mera evolución biológica para adentrarnos en lo peculiar
del hombre, donde reside la libertad, donde tiene sentido la normatividad de la
lógica y de la ética, y en la que los demás juegan un papel decisivo en la propia
existencia.
16. ¿Hay alguna conexión entre creencia y comportamiento? (131). “No puedes racionalmente
creer en el naturalismo” (132). “Tenga en cuenta que la mayoría, si no todos los naturalistas,
son materialistas” (133). “¿Qué clase de cosa es una creencia (el acto de creer esa
proposición?” “Es en virtud de su contenido que una creen será verdadera o falsa. En otras
palabras, una creencia es verdadera solo si su contenido, la proposición que contiene, es
verdadera” (134)
¿Cómo el contenido de una creencia figura en ella? No lo hace. Parece que el contenido no
importa para la producción de una acción o un comportamiento.” (134) “La selección natural
selecciona acciones adaptativas, pero no cuida, como tal, de la verdad de las creencias…. El
contenido será invisible a la selección natural”… actuará sobre las propiedad neurológicas,
pero no sobre su contenido… que sea verdadera o falsa no importa para la adaptatividad…
No hay ninguna razón para esperar que las criaturas conducidas por una selección natural
ciega tenga la mayoría de las creencias verdaderas. (134) “No es obvio que las creencia
verdaderas son más probablemente exitosas que las falsas” (136) “Cierto, es verdad, pero
también irrelevante… No estamos preguntando cómo son las cosas, sino cómo serían las
cosas si tanto la evolución como el naturalismo (interpretado como incluyendo el
materialismo) fueran ciertos. Por lo general, pensamos que las creencias verdaderas
conducen a una acción exitosa porque también pensamos que las creencias causan (están
entre las causas de) las acciones, y lo hacen en virtud de su contenido. (136)
Alvin Plantinga, “Theism, Naturalism, and Rationality”
17. Inicialmente el naturalismo puede describirse con
tres afirmaciones:
1. la filosofía debe acercarse al saber científico,
2. solo existe lo natural y, finalmente,
3. las ciencias experimentales son competentes
para explicar incluso el espíritu humano.
“El naturalismo es la opinión de que (a) no hay más que entidades
naturales con poderes causales naturales, y (b) la ciencia bien
establecida es la piedra de toque para identificar las entidades
causales y los poderes causales. Dado que los dioses son entidades
causales no naturales con poderes causales no naturales que no se
postulan ni se identifican en ninguna ciencia bien establecida, los
naturalistas son ateos: los naturalistas sostienen que no hay dioses”
(Oppy, 2018, 9).
18. El fisicalismo afirma que “no hay nada más en
los realidades mentales, biológicas y sociales que
la diferente ordenación de entidades físicas”.
“Afirma que las entidades, propiedades,
relaciones y hechos mentales son en realidad
físicos” (Crane & Mellor, 182). “[El fisicalismo] no
es verdadero en ningún sentido no vacío… Decir
que las mentes son enteramente físicas no ayuda
a explicar cómo algunas cosas físicas pueden
pensar” (209).
19. “Materia es cualquier entidad que esté inmersa
en el espacio-tiempo y acate las leyes naturales
descubiertas por la físico –química, aunque su
última especificación se nos escapa”.
“Se llama materializado a todo aquello “cuyo
comportamiento a todos los efectos relevantes se
explica en función de dichas leyes [naturales]””
(20).
20. En cualquier caso, la explicación última -si es que
hay una- es la misma: la necesidad bruta (Oppy
2018, 30)
“Es al menos una cuasi-religión” (494)
21. Según Plantinga, “el naturalismo cumple una de las principales
funciones de una religión: ofrece una narrativa maestra que
responde a las preguntas profundamente humanas y sumamente
importantes. Kant identifica tres grandes cuestiones para los
hombres: ¿Hay tal persona como Dios? ¿Tienen los seres humanos
una libertad significativa? ¿Qué podemos esperar los hombres
después de la muerte? El naturalismo ofrece una respuesta a estas
preguntas: no hay Dios, no hay inmortalidad y la defensa de una
libertad genuina es, como mucho, incierta o dudosa. El naturalismo
nos dice lo que en definitiva es la realidad, dónde encajamos los
seres humanos en el universo, cómo nos relacionamos con las demás
criaturas y cómo ocurrirá lo que llegaremos a ser. El naturalismo
entra, por tanto, en competición con las grandes religiones teístas:
incluso si no es él mismo una religión, juega uno de sus principales
papeles. De tal modo que podemos denominarlo como una ‘quasi-
religion’” (Plantinga 2017, 311)
22. “Hay, al menos, tres tipos de razones para ser materialistas
respecto a los seres humanos. Los naturalistas a menudo
argumentan que el dualismo es incoherente o se encuentra sujeto
a dificultades filosóficas demoledoras… Una segunda, y de algún
modo mejor razón, es esta: muchos naturalistas piensan que es
parte de su naturalismo no tener nada que ver con almas
inmateriales o yos o mentes… ¿Cuánta semejanza con Dios es
tolerable desde una perspectiva naturalista?... Una tercera razón
es como sigue. Los naturalistas ordinariamente respaldan la
evolución darwiniana, pero cómo, preguntan, puede un alma
inmaterial o yo llegar a la existencia por algún proceso que la
ciencia evolucionaria descubra?... ¿De qué clase de mutación
podría resultar un alma inmaterial? ¿Puede haber una sección de
DNA que codifique, no la producción de proteínas, sino un yo
inmaterial? Parece dudoso” (2017, 451-453).
23. “La filosofía naturalista, que tan poco tiene que ver con las
ciencias naturales, sí tiene mucha relación, en cambio, con
la teología. Podría decirse incluso que las versiones más
fuertes del naturalismo están ya en el campo de la teología
más que en el de la propia filosofía. De hecho, la obsesión
principal del naturalismo fuerte es la negación de la
realidad de Dios, especialmente la negación de un Dios
creador y providente. Su tesis principal es, pues, una tesis
teológica: no existe Dios, o, si existe, no tiene ninguna
relación con la naturaleza ni con el ser humano. De esta
tesis teológica deriva también la tendencia del naturalismo
fuerte a negar o devaluar la libertad y la subjetividad
humanas” (Moisés Pérez Marcos, La cosmovisión
naturalista. Consecuencias epistemológicas, ontológicas y
antropológicas, San Esteban, Salamanca 2021, 16)
24. “Los conceptos cosmovisionales se refieren a
aquellos contenidos profundos que articulan la
concepción de la realidad cotidiana de los seres
humanos; se recombinan entre ellos para
establecer nodos semánticos en los que se
priorizan determinadas formas de vida; explican
cómo es el mundo, qué se puede hacer en él y
qué no, hasta donde llegan los límites de lo
pensable y lo experimentable” (Cano, 2020, 131)
25. El Naturalismo es, de hecho, la cosmovisión
imperante. El naturalismo obtiene su gran fuerza
legitimadora por funcionar de hecho como un
supuesto. De ahí el carácter cierto y a la vez vago de
sus afirmaciones. El naturalismo funciona con la
mezcla de evidencia y vaguedad propia de los
axiomas: los axiomas han de ser admitidos para que
el magnífico edificio de las deducciones pueda ser
construido, pero es imposible dar cuenta de ellos
dentro del edificio. Considerados desde dentro del
sistema, los axiomas parecen innegables, pero a la
vez dotados de cierto halo sagrado: no se sabe muy
bien de dónde les viene su verdad, cuál es la secreta
fuente que les confiere su prístina obviedad” (Perez
Marcos, 2021, 611).
26. Aunque creo que el ateísmo, el agnosticismo y el
teísmo son todos racionalmente permisibles, yo soy
ateo: cuando hago la mejor evaluación que puedo de
todas las consideraciones relevantes, me inclino por
la afirmación de que no hay dioses. Pero no supongo
que todas las personas suficientemente reflexivas,
inteligentes y bien informadas estén -o deban estar-
de acuerdo conmigo en este juicio. Cuando
consideramos los mejores casos para el ateísmo, el
agnosticismo y el teísmo, hay muchos, muchos
puntos en los que tenemos que hacer juicios; y es la
acumulación de esos muchos, muchos juicios lo que
alimenta nuestra evaluación general. Graham Oppy,
Agnosticism and Atheism, 2018, 48
27. 1. Es muy difícil decir qué es el naturalismo. Sin
duda habrá que criticarlos, pero sin abandonar la
profundización radical en la teología.
2. El naturalismo metodológico puede expresar la
práctica científica, pero no sirve para delimitar el
ámbito de la ciencia y del saber. ¿Qué puede
significar “natural” por sí mismo?
3. El naturalismo es irracional. De alguna manera
el teísmo forma parte de los fundamentos del
conocimiento humano, de la racionalidad. Pensar
en Dios es la forma más alta de conocer.
28. En este libro, he argumentado (a) que no existe tal cosa
como la religión naturalista; (b) que no es el caso que la
ciencia venza al naturalismo; (c) que no es el caso que la
religión derrote al naturalismo; y (d) que no es el caso
que la ciencia supere a la religión. Además, aunque he
presentado lo que me parece un caso convincente de
que el naturalismo derrota a la religión, reconozco que
no es probable que esta exposición persuada a nadie (ya
que no puede persuadir a nadie que ya lo acepte, y es
improbable que persuada a nadie que no lo acepte).
Graham Oppy, Naturalism and Religion. A contemporary
philosophical investigation, Routledge, London & New
York 2018, 185
29. El naturalismo es autoderrotante y, por tanto,
irracional. (138)
La proposición de que el teísmo o la creencia en
Dios es fundacional para la racionalidad debe ser
tomada seriamente. Si el teísmo es racional, y más
fuere todavía, fundacional para la racionalidad,
entonces la creencia religiosas no proviene de una
malfuncion cognitiva que deba subordinarse a la
razón “secular” (139).
Lo que necesitamos es una noción más amplia de
racionalidad, acompañada de una noción de
irracionalidad. (123)
30. “Entenderemos por “causalidad mental” el
proceso por el que ciertos estados o sucesos, en
virtud de su carácter mental, de sus propiedades
mentales, dan lugar a cambios en las propiedades
físicas del mundo al dar lugar a estados y sucesos
físicos tales como cambios neurológicos,
contracciones musculares y movimientos
corporales.” Carlos J. Moya, “Causalidad mental”
Themata, 46/2012, 44
31. ¿Hasta qué punto el teísmo es una condición
previa esencial para considerar nuestra
racionalidad y nuestras facultades de
razonamiento como dignas de confianza y
fiables? (130)
32. Marc Artiga, “Es pot naturalitzar la intencionalitat?”, Quaderns de filosofía, 3
(2016): 83-119
“Por un lado necesitamos apelar a las representaciones tanto en el día a día
como en nuestra mejores explicaciones científicas y filosóficas, sin embargo, por
otro lado, parecen entidades desconcertantes. Todavía no sabemos de qué
manera los estados intencionales compatibles con una visión naturalista del
universo. Y, al mismo tiempo, el debate sobre la naturalización de la
intencionalidad muestra claramente que el trabajo conjunto de la filosofía y la
ciencia es imprescindible para avanzar significativamente a una mejor
comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea” 114
Josep E. Corbí, “El nostre lloc al món en què creiem”, Quaderns de filosofía, 2
(2015), 91-93
“Una vez concedemos que no podemos entender nuestro lugar en el mundo en
el que creemos sin entender la experiencia de un modo enriquecida,
impregnada de conceptos y de juicios, también debemos aceptar que la
pregunta filosófica sobre la relación entre nuestra concepción del mundo y el
mundo en el que creemos se ha desarrollar en términos mucho más circulares
de lo que podríamos haber esperado y deseado” 93
33. “La teología debe tener en cuenta todo lo que la
humanidad llega a conocer sobre el mundo, y la ciencia
debe tener igualmente en cuenta todo lo que llegamos a
conocer sobre Dios. En efecto, no podemos, sin negar
nuestro ser y vocación de administradores, hacer teología
sin aportar a ese estudio todo lo que sabemos del mundo,
ni podemos, sin negar nuestro ser y vocación de
administradores, hacer ciencia sin aportar a ese estudio
todo lo que sabemos de Dios”.
John Steck, "What says the Scriptures?" in Howard J. Van
Till, Robert E. Snow, John H. Stek, and Davis A.
Young, Portraits of Creation: Biblical and Scientific
Perspectives on the World's Formation (Grand Rapids:
Eerdman's Publishing Co., 1990) p. 260-261.