El documento explica que el tronzado es una operación importante en el torneado pero que también presenta retos como la dificultad para la entrada del refrigerante y la evacuación de virutas. Recomienda prestar atención a parámetros como la velocidad de corte constante, la selección adecuada de herramientas e insertos, y la aplicación del refrigerante para optimizar el proceso de tronzado.
1. Foto: mb.cision.com
El objetivo de este
artículo es explicar a
los metalmecánicos por
qué deben prestar más
atención a los aspectos
básicos del tronzado,
entre ellos los parámetros
de corte y la refrigeración.
Factores que ayudan
a ahorrar material,
preservar la integridad
de la herramienta y
optimizar el proceso.
Recomendaciones para
un tronzado eficiente
*Oscar Manrique
Gerente técnico de Herratec S.A.S.
El tronzado (corte de una pieza con torno) es una operación
sumamente importante dentro de los procesos de torneado.
En muchas ocasiones, hace parte de los últimos pasos antes
de terminar una pieza, momento en el que es indispensa-
ble tener mucho cuidado y atención para no echar a perder
todo el trabajo.
Y es que, debido a las condiciones particulares de esta téc-
nica, tronzar implica retos más exigentes que, por ejemplo,
cilindrar o planear. Entre otros desafíos, combina el mecani-
zado de materiales difíciles con insertos y portaherramientas
delgados, donde el área de corte es estrecha, lo que impide
la entrada del refrigerante al filo, y hace que se dificulte la
evacuación de la viruta, ya que no cuenta con espacio sufi-
ciente para salir. Adicionalmente, la plaquita está rodeada
de material, por lo que se ve expuesta a mucho más calor y
esfuerzo que en el torneado tradicional.
Larga
vida del
inserto, un
proceso más
rentable.
WWW.METALACTUAL.COM
HERRAMIENTAS
30
2. Las operaciones de tronzado con cortes profundos
pueden dar lugar a virutas largas y tirantes que se
enredan alrededor de la herramienta y se atascan.
Por ello, suele ser una operación
tediosa que los operarios prefieren
evadir, ya que temen astillar las pla-
quitas, romper el portainserto o ter-
minar dañando el producto. De he-
cho, algunos desestiman el tronzado
definitivamente y prefieren des-
montar la pieza y aserrarla; al final,
una solución facilista e improductiva
para salir del problema, ya que esto
interrumpe el ciclo constante de fa-
bricación en serie.
En otros casos, los operarios apren-
den empíricamente practicas inade-
cuadas como “picotear”; es decir,
tronzar avanzando dentro de la pie-
za y retroceder rápido, una y otra
vez, para controlar la viruta y pre-
venir el atascamiento o la rotura de
la herramienta. El problema de esta
técnica es que multiplica el esfuerzo
que debe soportar el filo del inserto,
ya que el momento de mayor fric-
ción es la entrada sobre el material,
lo que reduce la vida útil de la herra-
mienta, considerablemente.
Entonces, la pregunta es: ¿cuál es la
solución para tronzar bien? En la ma-
yoría de los casos, simplemente, se
trata de aplicar las recomendaciones
básicas, que aún los talleres siguen
pasando por alto. Utilizar el concepto
de velocidad de corte constante y, de
esta manera, programar el avance y
las revoluciones correctas; seleccionar
el inserto y el portaherramienta ade-
cuados, según el material y las condi-
ciones de la máquina y del proceso, y
mejorar la aplicación y la distribución
del refrigerante. En suma, son pasos
sencillos que ayudan a resolver mu-
chos de los problemas y a optimizar
el tronzado.
Velocidad de corte constante
Al tronzar, a medida que se profun-
diza en la ranura, la punta del inser-
to avanza hacia el centro y el diáme-
tro de corte cada vez se hace menor,
hasta alcanzar el eje de rotación y
separar la pieza totalmente del resto
del material.
Al mantener constante la Vc, se ge-
nera un aumento en las revoluciones
por minuto (rpm), a medida que la
herramienta se acerca al centro de la
pieza; lo cual, a su vez, aumentará
el avance, ya que éste está dado en
milímetros por revolución (mm/rev),
esto difiere del cilindrado en el que
la Vc es variable.
Un error común de los operarios
inexpertos al tronzar es calcular las
rpm con base en el diámetro exterior
original que tiene la pieza al inicio
del proceso y mantener la mismas re-
voluciones por minuto durante todo
el mecanizado, sin considerar que el
diámetro se reduce paulatinamente
cuando la herramienta penetra, y por
ello aumenta la velocidad de giro.
En este caso, cabe recordar la fórmu-
la para hallar la velocidad de corte,
donde influyen tres variables fun-
damentales: la propia velocidad de
corte, la velocidad de giro del husillo
y el diámetro de la pieza alcanzado.
Ante todo, hay que empezar siem-
pre con la velocidad de corte y el
avance recomendados para el mate-
rial, que serán suministrados por el
propio fabricante de la herramienta.
Al avanzar el corte y cambiar progre-
sivamente el diámetro de la pieza,
la Vc debe permanecer constante,
para esto los equipos CNC cuentan
con sistemas de programación au-
tomática en los que se puede elegir
la fijación de la velocidad de corte y
limitar las máximas revoluciones del
husillo para que no excedan las con-
diciones de la máquina.
Si el proceso se ejecuta en un torno
en el que no es posible aumentar las
revoluciones por minuto, hay que
cambiar la estrategia de mecanizado
y, por ejemplo, si el diámetro del ci-
lindro a tronzar es de 50 mm, se pue-
de dividir el proceso en tres pasos:
primero cortar con la velocidad re-
comendada de 50 a 40 mm; después
con una menor velocidad, de 40 a 20
mm y, finalmente, reducir a aún más
de 20 a 0 mm.
Foto:mb.cision.com
31HERRAMIENTAS
WWW.METALACTUAL.COM
3. Es importante considerar que, como
la Vc tiende a llegar a cero cuando la
punta del inserto se acerca al centro
de la pieza, se recomienda en má-
quinas convencionales que el avance
de corte también debe reducirse en
75%, aproximadamente, 2 mm (0,08
pulgadas) antes del centro y de cortar
por completo el material.
Para evitar roturas de la herramienta,
también conviene detener el avance
a 0,5 mm (0,02 pulgadas) antes de
llegar al centro, la parte cortada ter-
minará desprendiéndose debido a su
peso y longitud.
Estas recomendaciones resultan muy
útiles pues disminuyen las vibraciones
y el esfuerzo del mecanizado, y preser-
van la vida útil de la herramienta.
Además, como en el tronzado es in-
evitable la formación de una pequeña
punta de material en el centro de la
pieza posterior al corte, comúnmente
llamada “tetón”, al disminuir en 75%
el avance de corte, también se reduce
el tamaño de esta imperfección.
Selección correcta
de la herramienta
Lo primero que hay que considerar
para realizar una adecuada selección
de los insertos de tronzado es el tipo
material que se va cortar, ya que la
dificultad del proceso varía según el
metal a mecanizar. Por ejemplo, el
acero inoxidable representa desafíos
adicionales pues las virutas tienden
a adherirse al filo de la herramienta,
un fenómeno conocido comúnmente
como filo recrecido o built-up-edge
en inglés, al igual que el aluminio y
otras aleaciones no ferrosas.
Como todas herramientas de corte,
estas plaquitas están clasificadas
bajo la norma ISO, específicamente
en el numeral siete (7), dentro de las
herramientas de torneado, el cual es
equivalente a la estandarización eu-
ropea DIN 4981.
Para todas ellas, también aplica la
identificación por el código de co-
lores y la primera letra del código
alfanumérico según el material a cor-
tar así: insertos para aceros al carbo-
no (P – azul); para aceros inoxidables
(M – amarillo); para metales no ferro-
sos (N – verde) y para superaleaciones
termorresistentes (S – café).
Según el sistema de codificación ISO,
inicialmente las plaquitas para esta
operación están identificadas con
la letra “C”, que indica que son he-
rramientas para tronzar. Después se
incluye la letra “R” si la herramien-
ta tiene el ángulo de corte a la de-
recha, y “L” si el ángulo es a la iz-
quierda. Los siguientes números del
código identifican la geometría de
la plaquita (altura del filo, profundi-
dad de corte y grosor del filo).
Estas herramientas se fabrican con
sustrato duro de grano fino con ex-
celente resistencia a la rotura y re-
cubrimientos CVD y PVD (TiAlN) que
ofrecen una impresionante resisten-
cia al desgaste. Las calidades están
diseñadas específicamente para la
función de tronzado.
Se recomienda los recubrimientos CVD
para cortes continuos y de aceros en
general, y las películas PVD para cor-
tes interrumpidos o aceros de difícil
maquinabilidad como el inoxidable.
En cualquier caso, lo mejor es con-
sultar las geometrías y las calidades
de plaquita en los catálogos de los
proveedores, según las condiciones y
Para un mejor acabado superficial de las caras de tronzado conviene
las plaquitas con un ángulo de 0º, reducir la tasa de avance cerca del
punto de ruptura del corte y aumentar la velocidad de corte.
Foto:img.interempresas.net
En materia de
insertos siempre
conviene elegir
primero la velocidad
de corte y el avance
recomendados para
el material, que serán
suministrados por el
propio fabricante de
la herramienta.
Foto:www.interempresas.net
32 HERRAMIENTAS
WWW.METALACTUAL.COM
4. el tipo de operación de tronzado y el tipo de materiales
que se trabajará.
Posteriormente, se debe considerar el estado de la má-
quina. La estabilidad, la potencia y el par de torque son
factores importantes. Una vez, se conocen muy bien las
capacidades de la máquina conviene realizar algunas
pruebas y evaluar el desgaste de los insertos, el tipo de
virutas que se generan y los acabados de la pieza que se
necesiten. Con ello, será sencillo identificar con certeza
la herramienta adecuada y así diseñar la estrategia de
mecanizado.
Cuando el tronzado implica cortes de menos de 30 mm,
se recomienda instalar las plaquitas en portaherramien-
tas de tronzado robustos, los cuales se caracterizan por
llevar un sistema de sujeción por tornillo; pero, sí se
requiere tronzar diámetros mayores conviene utilizar
lamas de tronzado profundo, que permiten tronzados
normales hasta de 50 mm.
Consejos generales para la elección de la herramienta
• Debe procurarse utilizar plaquitas neutras para obtener tole-
rancias más ajustadas y mayor perpendicularidad. Aunque no
entregan un óptimo acabado superficial.
• Las geometrías wiper deben seleccionarse cuando se requiera
un excelente acabado superficial.
• A la hora de tronzar una pieza, ya sea una barra o un tubo, es
importante ahorrar material y minimizar la fuerza de corte. Una
plaquita con una anchura lo menor posible creará fuerzas de
corte más bajas y también permitirá ahorrar material.
• Para evitar tetones y rebabas en tronzado conviene utilizar geo-
metrías agudas de derechas o de izquierdas, aunque, al mismo
tiempo, estas plaquitas tienen un efecto negativo en la calidad
superficial obtenida, en la planitud, los esfuerzos generados son
mayores y la vida de la herramienta es menor.
• Herramientas con rompevirutas más agresivos y “duros” gene-
ran virutas más cortas, pero también una menor vida útil de la
herramienta.
• Las plaquitas de geometrías positivas de corte ligero tienen una
buena vida útil.
• Para un tronzado sin rebabas, el truco es utilizar plaquitas recti-
ficadas a la izquierda con ángulo frontal.
• En cuanto a los recubrimientos, siempre conviene elegir primero
la calidad recomendada por el fabricante. Teniendo en cuenta
que los sustratos duros y los recubrimientos de mayor grosor
ofrecen una mayor resistencia al desgaste y a la temperatura,
mientras que los recubrimientos más finos ofrecen una menor
adherencia de la viruta al filo de corte.
• Debe utilizarse un portaherramientas tan grande como sea
posible.
• La longitud de la operación no debe ser mayor de ocho veces el
ancho de la plaquita.
• Un radio de esquina pequeño reduce la carga en la plaquita
y produce un menor tetón; sin embargo, un radio más gran-
de permitirá mayores avances e incrementará la vida de la
herramienta.
5. Las lamas son soportes construidos
de acero herramienta con asiento
para sujetar la plaquita a través de
sistemas de auto amarre por pre-
sión. Sencillamente, el inserto se
acopla en este soporte ajustándolo
con un golpe seco con un mazo de
goma. También hay versiones de la-
mas de auto fijación forzada y con
tornillo de fijación.
Es esencial resaltar que, en las ope-
raciones de tronzado el portaherra-
mientas debe de ser lo más rígido
posible. La sección trasversal del
asiento debe ser lo mayor posible,
mientras que el voladizo de la herra-
mienta lo menor posible, esto pre-
viene las vibraciones que tienen un
impacto negativo en la calidad de la
pieza y en la vida de la herramienta.
Para ahorrar material, el ancho de
tronzado debe de ser lo menor que
se pueda, ya que minimiza las fuer-
zas de corte.
En su cuerpo, las lamas llevan mar-
cada una escala graduada para fa-
cilitar el ajuste del voladizo, y se
fabrican en tamaños estándar para
montar en los bloques portalamas.
Dependiendo del tipo de herramien-
ta, el ratio entre el ancho de la placa
y el diámetro a tronzar no debe ex-
ceder de 1/8, por ejemplo, en el
caso de una placa de ancho 2 mm,
el diámetro máximo que se debería
tronzar sería 32 mm. La operación
de tronzado se debe hacer lo más
cerca posible de la pinza de amarre
de la barra para prevenir vibraciones
innecesarias y perjudiciales para la
aplicación y para la herramienta.
La lubricación es clave
Un problema muy común que sur-
ge del uso de un mal sistema de re-
frigeración en el tronzado es que la
presencia de virutas impide que el
refrigerante llegue al filo de corte,
reduciendo la duración de la plaqui-
ta. Cabe mencionar que las virutas
formadas en el tronzado son del tipo
muelle de reloj, las cuales deben rom-
perse o de lo contrario se atascaran
en durante el proceso en la ranura.
Las paredes del material crean un
área de corte cerrada y muy propensa
a la generación de altas temperatu-
ras, lo que afecta la calidad del corte
y la vida de la herramienta, además
que se pueda romper tanto la plaqui-
ta como la lama.
En gran parte de los talleres nacio-
nales se subestima la utilidad de una
buena refrigeración. El problema es
tan serio que se utilizan bajas pre-
siones de fluido y, muchas veces, ni
siquiera se cuenta con boquillas para
direccionar el refrigerante al punto
preciso de contacto.
De hecho, no sólo hay que contar
con un buen chorro de refrigerante
a presión, también conviene realizar
un montaje de las mangueras de re-
frigeración por encima y por debajo
de área de corte.
Cuando el tronzado implica
cortes de menos de 30 mm se
recomienda instalar las plaquitas
en portaherramientas de tronzado
robustos. Para diámetros mayores
conviene utilizar lamas de
tronzado profundo.
Foto:img.etradeasia.com
La presión del refrigerante es vital para optimizar el tronzado,
especialmente, al mecanizar materiales de superficie pastosa como aceros
de bajo contenido en carbono, aluminio y aceros inoxidables súper dúplex.
Foto:www.secotools.com
6. *AUTOR
ING. Oscar Manrique P. Gerente técnico de
Herratec S.A.S., Practical Engineer en Herra-
mientas de Corte, programación y operación
de máquinas CNC, sistemas CAD-CAM y op-
timización de procesos de mecanizado. Con
entrenamiento en Korloy R & D Institute y en
YG -1 R & D Center, en Corea del sur. Es ase-
sor técnico en diferentes magazines del sector
metalmecánico y su experiencia le ha permi-
tido traducir seminarios de importantes con-
ferencistas internacionales. oscar.manrique@
herratec.com.co - PBX (57-1) 3511555
El refrigerante combinado por arriba y por abajo
reduce la fricción entre la viruta y la plaquita y, por
tanto, minimiza el desgaste y mejora el control de la
viruta, lo cual es el secreto de una vida útil de la he-
rramienta prolongada y menos tiempos muertos de
la máquina.
No obstante, la combinación de refrigerante mul-
tidireccional puede reducir la temperatura hasta el
punto de aparición del filo de aportación o filo recre-
cido, una deformación plástica de la herramienta que
daña la plaquita. Para evitar esto, se debe aumentar
siempre la velocidad corte entre un 30-50% al utilizar
suministro de refrigerante por arriba y por abajo.
La presión del refrigerante también es un tema vital
para optimizar las operaciones de tronzado, especial-
mente, al mecanizar materiales con una conductivi-
dad térmica baja, como algunos aceros inoxidables,
el titanio y las superaleaciones termorresistentes. A
su vez, tiene un excelente efecto en materiales de su-
perficie pastosa como los aceros de bajo contenido
en carbono, el aluminio y aceros inoxidables súper
dúplex, donde el control de la viruta también es un
problema.
Incluso, lo ideal es considerar el uso de lamas y pla-
quitas con sistemas de refrigeración interna, que
apuntan el flujo directamente al filo de la herramien-
ta y mantienen limpia el área de las virutas.
A pesar de que en las operaciones de tronzado y ra-
nurado el refrigerante se utiliza para minimizar la
fricción en el filo y la temperatura en la herramienta
y la pieza, este también mantiene la máquina lubri-
cada y limpia, previene la oxidación y transporta las
virutas. Todos estos factores deben tenerse en cuenta
al seleccionar el tipo de refrigerante a emplear.
Fuentes
• www.korloy.com – www.yg1.co.kr - www.kennametal.com/es -
www.sandvik.coromant.com