Primer Capítulo del Libro de Leonardo Boff "La Trinidad, La Sociedad y la leberación"

1. PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA PROGRAMA DE CIENCIAS RELIGIOSAS–VIRTUAL MISTERIO DE DIOS PROFESOR: GONZALO GIMÉNEZ ESTUDIANTE: ISABEL ASTUDILLO

2. “ El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la "jerarquía de las verdades de fe" ( DCG 43). "Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela a los hombres, los aparta del pecado y los reconcilia y une consigo" ( DCG 47)” 1 . 1- http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c1p2_sp.html

3. La doctrina trinitaria del cristianismo tiene sus inicios en la experiencia que los primeros discípulos tuvieron con Jesús; experiencia a la que más tarde tradujeron en un proclamación. “Un Dios en tres personas”. Vemos como la doxología hecha por los discípulos, se convierte en una reflexión sobre Dios, y al convertirse en reflexión, es cuando la fe le abre espacio a la razón. Es por ello que se hace importante distinguir entre lo que es la fe y lo que es la explicación de la fe. Así, decir que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, es fe, pues no hay otra forma de entenderlo; pero decir que Dios es una naturaleza y tres personas, eso es explicación de la fe. La fe es pues, respuesta a la revelación divina; la explicación de la fe, es respuesta de la razón a las cuestiones que la fe suscita.

4. Bajo el nombre de Dios la fe cristiana ve al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en eterna correlación, interpenetración y amor, de tal manera que son un solo Dios uno. La unidad significa la comunión de las personas divinas. Por eso, en el principio no está la soledad del uno, sino la comunión de las tres divinas personas. La Trinidad Confirma y amplia el conocimiento que se tiene con el Dios que se experimenta en la historia. Pero en el nivel de la conciencia, trae algo nuevo.

5. Dios Trino

6. Plantea desafíos LIBERACIÓN, DIGNIFICACIÓN HUMANA

7. DIOS PADRE DIOS HIJO DIOS ESPÍRITU SANTO Padre Todopoderoso Omnisciente Juez Supremo Señor absoluto de la vida y de la muerte Imagen patriarcal de Dios Relación vertical Hermano Jefe y Maestro Su seguimiento implica actitudes heroicas y humanitarias Obtiene del Padre, su fuerza y compromiso con los pobres Religión solo del Hijo Relación horizontal Religión solo del Espíritu Relación interior Experiencias carismáticas

8. Un cristianismo centrado demasiado en el Padre sin la comunión con el Hijo y la interiorización del Espíritu Santo, puede dar origen a una imagen opresiva de Dios, misterio aterrador cuyos designios parecen imprevisibles y absolutamente escondidos. Un cristianismo fijado en el Hijo sin la referencia al Padre y sin la unión con el Espíritu Santo puede ocasionar la autosuficiencia y el autoritarismo de los líderes y de los pastores. Un cristianismo asentado excesivamente en el Espíritu Santo sin vinculación con el Hijo y sin su última referencia al Padre favorece el anarquismo y la anomía.

9. La concepción de la Trinidad encuentra grandes obstáculos para su vivencia, debido al predominio de la fe en un único Dios y Señor La herencia Judía La herencia griega La afirmación central del A.T., y del judaísmo histórico reside en la profesión de fe de que Yavé es uno solo y el único Dios vivo y verdadero. La herencia del pasamiento moderno La armonía y el orden del universo, apunta a una inteligencia suprema. La multiplicidad de las causas, supone una causa última. Para los griegos toda la realidad se constituye en un gran sacramento revelador de la presencia inefable del ser supremo. Dios es ese Ser Supremo, la causa última, la substancia infinita. El mundo no está en orden, pero ese orden puede ser creado por el trabajo humano. El ser humano se define como persona y el espíritu como libertad.

11. La concepción trinitaria de Dios nos proporciona una experiencia global de misterio divino. Cada uno de los seres humanos se mueve dentro de una triple dimensión: la de la trascendencia, la de la inmanencia y la de la transparencia. Trascendencia Inmanencia Transparencia Cada ser humano se yergue hacia arriba, rumbo a los orígenes de sí mismo y a las referencias supremas. Aquí, surge el Padre, el Dios del origen, el Dios del principio. El ser humano se encuentra consigo mismo, con el mundo, con la sociedad en relaciones horizontales y verticales. Es el espacio de la revelación humana. Aquí aparece el Hijo encarnando la situación humana tal como es. Unión de la trascendencia con la inmanencia. El mundo humano con el mundo divino. El Espíritu Santo constituye la fuerza de la armonización divina y humana.