1. Ensayo sobre la señalización interplantal a través de redes hifales
Karla Paola López Martínez
En el proceso de evolución de la tierra, la biota ha co-evolucionado en conjunto con el ambiente
ocasionando múltiples relaciones simbióticas entre organismos. Sin duda una de las asociaciones
más sorprendentes son las micorrizas (del griego myces, hongo y rhiza, raíz) que representan la
simbiosis mutualista entre algunos hongos (micobiontes) y las raíces de las plantas (fitobiontes). En
esta asociación, la planta le proporciona al hongo carbohidratos (azúcares, producto de su
fotosíntesis) y un microhábitat para completar su ciclo de vida; mientras que el hongo, a su vez, le
permite a la planta una mejor captación de agua y nutrimentos minerales con baja disponibilidad en
el suelo (principalmente fósforo), así como defensas contra patógenos. Las micorrizas son
consideradas cruciales para la transición de las plantas a la vida terrestre, evidencias fósiles y
estudios moleculares sugieren que la asociación micorrícica se originó hace 462-353 millones de
años y, desde entonces, su formación es indispensable para el éxito ecológico de la mayoría de las
plantas sobre la Tierra (Camargo-Ricalde et al., 2012).
Para obtener los beneficios de esta simbiosis, es necesario que planta y hongo establezcan
una interacción estable, durable y funcional, basada en el beneficio mutuo y las dinámicas
impuestas por las condiciones abióticas en las que se establece. Así, la asociación micorrícica tiene
amplias aplicaciones tanto en ecosistemas y programas de restauración y mantenimiento de
diversidad; como en agro-ecosistemas modernos en los cuales la producción vegetal debe ser
sostenible y sustentable (Ramírez y Rodríguez, 2012).
La práctica de monocultivo por la presencia de la empresa privada y de ciertas políticas
estatales, ha ocasionado la degradación de los suelos la cual se caracteriza por una pérdida a largo
plazo de la función del ecosistema y la productividad causada por perturbaciones de las cuales la
tierra no puede recuperarse sin ayuda (Garzón, 2015). Las micorrizas arbusculares son las que se
han utilizado ampliamente para la restauración ecológica de suelos gracias a su amplia distribución
y a los atributos que presenta sobre los cultivos. Este tipo de micorriza tiene un papel positivo bien
documentado en el ciclo de nutrientes y en la mejora de los atributos del suelo, mejora la tolerancia
de las plantas al estrés biótico y abiótico, y aumenta significativamente la supervivencia,
establecimiento y crecimiento de las plántulas de árboles / arbustos. Juega un papel fundamental
en la sucesión de la comunidad de plantas y puede prevenir directa o indirectamente la invasión de
especies de plantas exóticas. A nivel de la comunidad vegetal, aumentan la biodiversidad tanto por
encima como por debajo del suelo (Asmelash et al., 2016).
Asmelash y colaboradores concluyen que la inoculación puede aumentar significativamente
el éxito de la restauración de tierras degradadas y para obtener mejores resultados, se recomienda
reducir la densidad de plántulas y competidores (mayor separación de plántulas). Su forma de
empleo puede ser a través de la utilización de especies nativas de hongos específicas para una
planta de interés, teniendo en cuenta variables como las condiciones bioquímicas del suelo y la
variación climática, que pueden influir en su grado de efectividad. De igual forma, se puede trabajar
cultivos in vitro en viveros donde se emplean especies de micorrizas arbusculares nativas o
comerciales para técnicas de inoculación de raíces, con un manejo agronómico previamente
conocido (Garzón, 2015).
Finalmente, a través de este método se puede establecer la compatibilidad funcional entre
micorrizas, el suelo y plantas que lleve a un incremento en la producción; no obstante, la
complejidad e interacción de estos sistemas incluye variables de perturbación que deben ser
cuidadosamente estudiados así como también se requiere que la investigación sobre la diversidad
y funcionalidad de los hongos micorrizógenos sea apoyada, con el fin de documentar más
ampliamente esta aplicación biotecnológica en México.
2. Ensayo sobre la señalización interplantal a través de redes hifales
Karla Paola López Martínez
Asmelash, F., Bekele, T. y Birhane, E. (2016). The Potential Role of Arbuscular Mycorrhizal Fungi
in the Restoration of Degraded Lands. Fronters in Microbiology, 7(1095).
Camargo-Ricalde, S. L., Montaño, N., Rosa-Mera, C. y Montaño-Arias, S. (2012). Micorrizas: una
gran unión debajo del suelo. Revista Digital Universitaria, 13(7).
Garzón, L. P. (2015). Importancia de las micorrizas arbusculares (MA) para un uso sostenible del
suelo en la amazonia colombiana. Universidad de Caldas, 42(14).
Ramírez-Gómez, M. y Rodríguez, A. (2012). Mecanismos de defensa y respuestas de las plantas
en la interacción micorrícica: una revisión. Revista Colombiana de Biotecnología, 14(1), 271-
284.