El documento describe cómo a los estudiantes de primaria y secundaria no les gusta el género narrativo del cuento debido a que requiere seguir una estructura organizada. Sin embargo, la autora descubrió que a los estudiantes les encantan los microrrelatos, historias cortas que generan debate e interpretaciones múltiples. A través de escribir y compartir microrrelatos, los estudiantes aprendieron que se puede escribir sobre cualquier tema o situación y combinar lo real con lo surrealista.