1. ¿Qué hago ahora
III Jornadas sobre Buenas Praxis de Traductores e Intérpretes
Soria, 14 de mayo de 2013
Hasta ahora era fácil. El camino ya estaba marcado. Consistía en aprobar e intentar
sacar algo de provecho a lo que ibais aprendiendo en la facultad. Pero una vez
terminado el grado, todos nos hemos planteado en qué dirección debemos ir.
Estamos llenos de dudas y puede que no nos sintamos preparados para lo que hay
ahí fuera.
2. Estáis a punto de terminar una etapa de vuestra vida. Puede que os encontréis ante
una bruma, una gran sensación de incertidumbre. O puede que ya hayáis decidido
qué vais a hacer el próximo año. En cualquier caso, no ayuda mucho el runrún de
trasfondo que venimos escuchando en los últimos años: «¡Está todo fatal! ¡La tasa de
paro aumenta! ¡Crisis, crisis, crisis!»
3. Hay que intentar mantener la cabeza fría. Estáis ante la oportunidad de empezar
vuestra vida profesional. Como todos los comienzos, nadie ha dicho que vaya a ser
fácil, pero tampoco es imposible. Al principio, todos hemos estado desorientados y no
sabíamos qué hacer con nuestra vida. Poco a poco, cada uno va viendo hacia dónde
dirigirse. Pero ¿cómo?
4. Para no perder el norte y acabar dando vueltas sobre uno mismo como si
estuviéramos en la rueda del hámster, es importante determinar qué se te da bien,
qué puedes mejorar y qué quieres conseguir. Cuando ya has pensado estos tres
aspectos, o incluso cuando los hayas puesto por escrito, es hora de trazar un plan
para conseguir tus metas.
5. Hay muchísimas posibilidades laborales para los licenciados y graduados en
Traducción e Interpretación, no solo de traductor, intérprete o profesor. También
podéis trabajar como redactores, correctores, revisores, gestores de proyectos,
responsables de comercio exterior... En muchos casos, no solo ejerceréis una
profesión, sino que compaginaréis dos o más, según las circunstancias y vuestros
gustos personales.
6. En la vida, en general, y en el mundo laboral, en particular, hay altibajos. Del mismo
modo que todo lo bueno se acaba, no hay mal que cien años dure.
7. Es mejor tomárselo con calma en todo momento, especialmente en los peores, e
intentar pasar el bache lo antes posible.
8. Tampoco hay que dormirse en los laureles, como este gato. Hay que ir preparándose
para nuestra siguiente oportunidad.
9. ¿Qué herramientas necesitamos? Nuestro juego básico es muy sencillo de elaborar.
Solo hay que dedicarle un poco de tiempo y muchas ganas.
10. Si queremos buscar un trabajo, lo primero que debemos redactar es un CV. Aparte
de los millones de consejos que encontraréis en internet o que os pueden ofrecer en
el SEPE, hay algunos aspectos concretos que debemos tener presentes:
1) Adaptad siempre el CV a la oferta o perfil del trabajo que buscáis. Esto no quiere
decir que mintáis, sino que investiguéis a la empresa con la que queréis colaborar
para demostrarles que sois el candidato ideal.
2) Preparad un CV en cada una de vuestras lenguas de trabajo y adaptadlo a las
culturas meta. Por ejemplo, en inglés americano y en inglés británico. En algunos
países, como en España, suelen pedir que pongas una foto (sí, es un poco absurdo
si te vas a dedicar a estar frente a un ordenador ocho horas), pero en otros, como el
Reino Unidos, prefieren evitarlo.
3) Poned siempre vuestros idiomas de trabajo y vuestras especialidades, si las
tenéis, en un lugar bien visible.
4) No olvidéis los datos de contacto.
5) Cuidad la presentación. No basta con hacer un CV chulísimo. Una errata o falta de
ortografía puede hacer que termine en el cubo del papel para reciclar.
6) Mantenedlo siempre actualizado.
En internet, podéis encontrar mucha información sobre cómo hacer distintos CV: por
destrezas, cronológico, visual... Es buena idea partir de la plantilla de sitios como
LinkedIn o ProZ y organizar nuestro CV de forma que nos favorezca (siempre, sin
exagerar ni mentir). Se pueden usar diferentes recursos tipográficos para resaltar lo
que nos interesa.
Redactar nuestro CV nos ayuda a evaluar nuestros puntos fuertes y débiles.
11. Otra herramienta que nos vendrá muy bien para la búsqueda de empleo son las
cartas de presentación, especialmente si buscamos trabajo en plantilla. Lo ideal es
hacer un modelo o plantilla en nuestras lenguas de trabajo e ir adecuándola a los
diversos casos. La carta de presentación sirve para llamar la atención sobre nuestro
CV, demostrar nuestro interés por la empresa y tratar de conseguir una entrevista.
Si vamos a trabajar como autónomos, más que cartas de presentación, lo que
necesitamos es nuestra oferta de servicios.
Cuando buscamos trabajo, hay que tener paciencia, pero también un poco de
picardía. No basta con enviar nuestros CV con su carta correspondiente de
presentación en masa. Conviene buscar a la persona responsable de tomar la
decisión de contrataros para que vuestro CV no termine en el limbo. Además, es
recomendable mantener un registro de los contactos que mantenemos con empresas
y de los documentos que les enviamos.
12. Redes sociales
La última herramienta de la que hablaré son las redes sociales. Aquí no solo me
estoy refiriendo a la web 2.0, sino también a nuestros amigos y familiares, a nuestros
colegas. Todo vuestro entorno debe saber a qué os dedicáis.
Además del CV y la carta de presentación listos para enviar en cualquier momento,
conviene hacerse unas tarjetas de visita. Echadles imaginación e intentad que
reflejen lo que queréis transmitir como profesionales. No basta con tener un buen
taco de tarjetas, hay que repartirlas con alegría entre las personas que conocemos,
ya sea en una tertulia, ya sea en un congreso, ya sea en el gimnasio.
Las relaciones sociales tradicionales son fundamentales, pero también conviene
sacar provecho de las tecnologías. Usad las redes sociales virtuales para establecer
contacto con otros profesionales, uníos a listas, foros, asociaciones. Estudiad qué
redes sociales os gustan más y qué posibilidades ofrecen. Haceos un perfil
profesional. Dicen que hoy en día es imprescindible estar en la web, especialmente si
os vais a dedicar al sector tecnológico. Tampoco está de más hacerse una web, un
blog o una tarjeta de visita virtual con About.me, donde podéis enlazar todos vuestros
perfiles virtuales.
13. ¿Y si todo esto no da resultados? Pulsa F1. Examina por qué no da resultado. ¿Has
intentado todas las estrategias posibles? ¿Has revisado tu documentación?
Abre nuevos campos de batalla y explora nuevas posibilidades que hasta ahora no
habías probado. ¿Qué nuevas tendencias hay? ¿Hacia dónde se mueve el mundo?
¿Qué sectores parecen florecer?
Si enviar CV no funciona, ¿por qué no pruebas a ir a una feria de empleo? ¿Por qué
no aprovechar un viaje para conocer empresas potenciales?
Ya lo decía Einstein: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo».
14. ¿Por qué no pides a alguien en quien confíes que revise tu CV y tu carta de
presentación para ver qué se puede mejorar? Busca el consejo de los que tiene más
experiencia.
No basta con cruzarse de brazos y lamentarse porque no encuentras nada, porque
estamos en crisis y todo está fatal. No andes lamiéndote las heridas porque todo te
sale mal. ¡Actúa!
15. En cualquier caso, conviene no aislarse. De ahí la importancia de tener contactos
bien sea a través de redes informales, bien a través de asociaciones. Es importante,
además, conocer a otros profesionales con los que podamos colaborar. Quién sabe
si en algún momento tendremos que contar con su ayuda para un gran proyecto.
17. ... hazte limonada». Así, pues, miremos hacia delante, aprovechemos nuestras
habilidades, sigamos mejorando e intentemos lograr nuestros objetivos. Aunque esto
sea una carrera de obstáculos, disfrutemos de los buenos momentos y aprendamos
de nuestros errores.
19. Créditos
Todas las fotos han sido obtenidas gracias a
Wikimedia Commons, excepto las siguientes:
● Diapositiva 5, hecha con Wordle.
● Diapositiva 7, de Xenia Blanco.
● Diapositiva 11, de FormaRRHH.
● Diapositiva 13, de Petr Kratochvil.