2. Es un conjunto de técnicas de la neurociencia dedicadas a
la cartografía de las cantidades o propiedades (biológicas)
en las representaciones espaciales del cerebro (humano o
no humano) resultante en mapas.
El mapeo cerebral se define además como el estudio de la
anatomía y funcionamiento del cerebro y la médula espinal a
través del uso de imágenes, inmunohistoquímica, la
optogenética, células madre, la biología celular, la ingeniería
(material, eléctrica y biomédica), la neurofisiología y la
nanotecnología.
3. NeuroImagen
Es considerada como parte del mapeo cerebral. El mapeo cerebral puede ser concebido
como una forma superior de neuroimagen, como la producción de imágenes cerebrales
complementadas por el resultado adicional de procesamiento de datos o análisis, tales
como los mapas proyectantes de las regiones del cerebro.
Uno de estos mapas, llamado conectograma,
representa regiones corticales alrededor de
un círculo, organizada por lóbulos. Círculos
concéntricos dentro del anillo representan
diversas mediciones neurológicas comunes,
como el grosor cortical o la curvatura. En el
centro de los círculos, líneas que representan
a las fibras de la materia blanca ilustran las
conexiones entre las regiones corticales,
ponderados por la anisotropía fraccional y la
fuerza de conexión.
Las técnicas de mapeo cerebral
están en constante evolución,
estas se basan en el desarrollo y
perfeccionamiento de las
técnicas de adquisición de
imágenes, de representación,
análisis, visualización y técnicas
de interpretación. La
neuroimagen funcional y
estructural son el aspecto
central del mapeo dentro del
mapeo cerebral.
4. Su Historia
En 1980, en los Estados Unidos, el Instituto de
Medicina de la Academia Nacional de Ciencias fue
el encargado de establecer un panel para
investigar el valor de integrar la información
neurocientífica a través de una variedad de
técnicas.
Es de especial interés el uso de imágenes estructurales
e imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf), la
resonancia magnética de difusión (IMRd),
magnetoencefalografía (MEG), electroencefalografía (EEG),
tomografía por emisión de positrones (PET), espectroscopia
del infrarrojo cercano (NIRS) y otras técnicas no invasivas de
exploración para mapear la anatomía, la fisiología,
la perfusión, la función y los fenotipos del cerebro humano.
5. Su Historia
Ambos cerebros, sanos y enfermos,
pueden ser mapeados para estudiar
la memoria, el aprendizaje,
el envejecimiento y los efectos
de drogas en varias poblaciones, como
las personas
con esquizofrenia, autismo y depresió
n clínica. Esto conllevó a la creación
del Proyecto Cerebro
Humano. También puede ser crucial
para la comprensión de lesiones
cerebrales traumáticas (como en el
caso de Phineas Gage)4 y mejorar el
tratamiento hacía las lesiones
cerebrales.
El 5 de mayo de 2010, la Corte Suprema de
la India (Smt. Selvi vs. Estado de Karnataka)
declaró al mapeo cerebral, la prueba del
polígrafo y el narcoanálisis inconstitucional,
violando el artículo 20 de los Derechos
Fundamentales. Estas técnicas no se
pueden llevar a cabo a la fuerza sobre
cualquier individuo y requiere el
consentimiento del mismo. Cuando se
llevan a cabo con consentimiento, el
material obtenido se considerará como
prueba durante el juicio de los casos, de
acuerdo con la Sección 27 de la Ley de
Evidencia Hindú.
6. ¿En que Consiste?
Las técnicas para
obtener imágenes del
cerebro han alcanzado gran
precisión gracias a la
neurotecnología moderna. Hoy
en día es más fácil detectar
afecciones como epilepsia,
cáncer o enfermedad de
Alzheimer a través de mapas
cerebrales que nos permiten
conocer el funcionamiento de
tan importante órgano
El mapeo cerebral incorpora tanto
formas invasivas (sin incisión quirúrgica
alguna) como no invasivas para
visualizar la función eléctrica del cerebro
y representarla gráficamente
7. Para realizar estos gráficos, se representan mediante áreas coloreadas las diferentes
intensidades de las ondas cerebrales, de acuerdo a su ubicación espacial. Estos gráficos se
hacen para cada grupo de frecuencias de las ondas cerebrales.
Las variables asociadas a cada punto del cerebro
pueden ser las intensidades de las ondas
cerebrales (microvoltios) o la potencia de las
mismas (microvoltios^2) o también lo que se
conoce como Z-score o desviación estándar
unitaria en relación a una población normal.
El análisis no solamente puede
representarse mediante mapas de
colores, sino también como
relaciones entre las intensidades de
ciertos tipos de ondas o la
coherencia entre las mismas, lo que
a su vez mide la simultaneidad o
desfase entre los estímulos
cerebrales.
Cuando las relaciones, intensidades o coherencia
no se adaptan a los patrones normalizados por
raza, edad y sexo, se puede sospechar algún tipo
de problema, que posteriormente podría tratarse
mediante el entrenamiento con Neurofeedback.
Un ejemplo de las imágenes de un mapeo típico se
puede observar en las siguientes gráficas.