1. FACULTAD
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
TRABAJO DE INVESTIGACION
CURSO:
Supervisión de Planes Operativos y Comerciales
TEMA:
La Inteligencia Emocional en la Supervisión
LINCENCIADO:
Felipe Pozu Canepa
INTEGRANTES:
Madeline Ferraz Catalán
David Eduardo Del Águila Rengifo
Luz Angélica Farfán Alanya
Dany Daniel Echevarria Rojas
Irene Virginia Cuba Villarreyes
2. La Inteligencia Emocional en la Supervisión
Tomando en consideración diferentes autores tales como: Salovey y Mayer
(1990), Goleman (1995, 1996, 2000), Bittel y Newtrons (1999), Gil Adi (2000);
Benavides (2002), Chiavenato (2002), Cooper y Sawaf (2004) y Robbins (2004), se
realiza un análisis detallado, crítico y sistemático de las variables, indicadores y
subindicadores, con la finalidad de obtener una visión general de la problemática,
sirviendo de soporte para confrontar y analizar los resultados, establecer las
conclusiones, así como las respectivas recomendaciones, que conforman un
conjunto de aportes a los estudiosos del área gerencial y educativa.
Son muchos los investigadores que han prestado importancia al estudio de la
Inteligencia Emocional, en tal sentido, existen numerosas definiciones, para Mayer y
Salovey (1993, p. 433), es “un tipo de inteligencia social que incluye la habilidad de
supervisar y entender las emociones propias y la de los demás, discriminar entre
ellas y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno”.
Por su parte, Goleman (1995), define Inteligencia Emocional como la capacidad
para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos
al trabajar con otros, plantea que es “un sentimiento que afecta a los propios
pensamientos, estados psicológicos, estados biológicos y voluntad de acción”
(1995, p. 30). Simons y Simons (1997, p. 26), plantean que la Inteligencia Emocional
fue relacionada en un principio con el carácter y al plantear la sinonimia entre ambos
términos los consideraban términos equivalentes.
Posteriormente, define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de
reconocer los sentimientos propios y ajenos, de poder auto-motivarse para mejorar
positivamente las emociones internas y las relaciones con los demás”. Al respecto
Carrión (2001), sostiene que la Inteligencia Emocional considera el dominio
emocional, la motivación, perseverancia, disciplina y comprensión hacia los otros.
De igual manera, plantea que la persona emocionalmente inteligente es conciente
de sí misma, vive el aquí y el ahora, no permitiendo que alguna emoción destruya o
altere su equilibrio.
De igual manera, Weisinger (2001, citado por Nava, 2006), la define como la
capacidad para captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado
positivo. Es importante aclarar que este talento se puede aprender y cultivar en las
3. organizaciones, y es tarea de cualquier persona, determinar si posee dichas
aptitudes. La Inteligencia Emocional puede incrementarse con el paso del tiempo, la
La inteligencia emocional es la habilidad de reconocer y comprender las emociones.
Así mismo, a identificar, sus impactos en el comportamiento y en la actitud. Aquellos
que disponen de un nivel elevado de inteligencia emocional están en sintonía tanto con
sus propias emociones como con las de los demás.
En otras palabras, la inteligencia emocional es la habilidad de saber identificar y
gestionar tus propias emociones y las de otros individuos. Se dice que incluye tres
destrezas: conciencia emocional; la habilidad de sacar partido a las emociones y
aplicarlas a tareas como la reflexión o resolución de problemas; y la habilidad de
gestionar emociones, donde se incluye la regulación de tus propias emociones y
animar o calmar a otras personas.
La inteligencia Emocional en el Mundo Empresarial
La inteligencia emocional implica ser sensible a y percibir las emociones de otros;
además de tener la capacidad de facilitar de manera intuitiva un mejor comportamiento
basado en este conocimiento. Además, el entorno laboral moderno está caracterizado
por los 3 valores importantes:
La comunicación abierta
El trabajo en equipo
El respeto mutuo entre los empleados y sus supervisores.
Los jefes con inteligencia emocional pueden entender mejor a las personas que
supervisan y motivarlos. Cabe señalar que los gerentes que realizan su trabajo a través
de la intimidación, encuentran a menudo dificultades. Principalmente, a la hora de
adaptar su estilo de gestión a las demandas de los trabajadores de hoy. Tan es así que
los jefes autoritarios tienen menos posibilidades de tener éxito a largo plazo. Sin duda
alguna, un éxito muy limitado respecto a aquellos que se decantan por un estilo
democrático de dirección.
4. En definitiva, si quieres triunfar en el mundo empresarial ahora y en el futuro, es
importante que entiendas el papel que juega actualmente la inteligencia emocional
aplicada a la empresa.
Dirección, Liderazgo e Inteligencia Emocional
Los jefes con un alto nivel de inteligencia emocional enfocan las funciones de
supervisión desde un punto de vista distinto en comparación con los jefes autoritarios.
Hay que destacar que estos jefes comprenden la importancia de comunicarse de forma
efectiva con los miembros de la plantilla y de tratar a los empleados con respeto.
Aquellos que deseen ser jefes efectivos del siglo XXI, deben contar con el desarrollo de
una comprensión más profunda del concepto de inteligencia emocional aplicada a la
empresa y aplicarlo en sus estrategias de dirección.
Los que tienen cualidades sobresalientes de liderazgo tienden a poseer inteligencia
emocional. Por consiguiente, es importante saber que el liderazgo no va ligado a tener
un comportamiento autoritario. El liderazgo se otorga por parte de los empleados a los
gerentes más efectivos; y está reservado para aquellas personas con altos niveles de
integridad y excelentes habilidades comunicativas.
Por último, la persona que está en sintonía con sus emociones es capaz de
comprender y empatizar con las emociones de los demás. Sobre todo, aquellas que
repercuten en la actitud y el comportamiento. Esta es la razón por la que la inteligencia
emocional tiene tanto valor para los gerentes.
Conviene subrayar que es imprescindible que los jefes recuerden que una acción vale
más que mil palabras. Se trata de algo que las personas con un alto nivel de
inteligencia emocional parecen entender de forma innata. Por ello, la inteligencia
emocional es tan importante para ser un gran líder.