Fumar aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel no melanoma, en particular el carcinoma de células escamosas. Estudios recientes encontraron que fumar se asocia con un aumento del 52% en el riesgo de carcinoma de células escamosas y que las mujeres que fuman tenían el doble de probabilidades de desarrollar este cáncer que las no fumadoras. Dejar de fumar y protegerse del sol pueden reducir el riesgo de cáncer de piel.
Fumar aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de la piel
1. FUMAR AUMENTA EL RIESGO DE DESARROLLAR
CÁNCER DE LA PIEL
He aquí un nuevo motivo para dejar de fumar. Este
hábito tan nocivo no sólo es la causa principal del
cáncer del pulmón y se relaciona con otras
enfermedades como las que afectan al corazón. Ahora,
nuevos hallazgos suman a esa lista al cáncer de la piel
“no melanoma”. “El cigarrillo es perjudicial para la
salud”, así dice la inscripción en las etiquetas de las
cajetillas, pues evidencias no faltan para probar los
riesgos que provoca este hábito, que es la causa
principal del cáncer del pulmón y que también
aumenta las posibilidades de desarrollar otros tipos de
cánceres. Asimismo, hay estudios que demuestran
cómo el tabaco podría afectar al corazón, la boca, la
piel, el cerebro y hasta la audición.
2. A todos estos problemas, investigaciones recientes
suman datos que agregarían a esta lista el cáncer de
piel. Una de ellas, por ejemplo, aparece en la edición
en línea del 18 de junio de la revista Archives of
Dermatology, y ha relacionado a el hábito de fumar
con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de
la piel que no es el melanoma o cáncer de la piel “no
melanoma”, en particular, el denominado carcinoma
de las células escamosas. El carcinoma de las células
escamosas es un tipo de cáncer de la piel que afecta a
las células que se encuentran en la capa superior de la
piel, llamada epidermis. Cuando las células escamosas
se vuelven cancerosas (malignas), generalmente se
forman tumores nodulares o planos en la piel, a veces
con una inflamación (hinchazón) en el área cercana.
3. La mayoría de los casos del carcinoma de las células
escamosas están causados por la exposición
prolongada y sin protección a los rayos ultravioletas
del sol. Otros casos se forman en las zonas de la piel
que se han lesionado o han estado expuestas a
agentes que causan cáncer. Recientemente una
revisión de datos también se relaciona al carcinoma de
las células escamosas con el hábito de fumar. En
particular, unos investigadores del Centro de Estudios
sobre el Control del Tabaco del Reino Unido y de la
Universidad de Nottingham, en Inglaterra, analizaron
los resultados de 25 estudios que se hicieron en once
países diferentes, la mayoría de los cuales incluía a
personas de mediana edad y mayores. Encontraron
que el hábito de fumar se asociaba con un aumento
del 52 por ciento en el riesgo del carcinoma de las
células escamosas.
4. Otro estudio que relaciona el cáncer de piel con el
tabaquismo apareció en diciembre, en la revista
Cáncer Causes Control, y señala que las mujeres
diagnosticadas con carcinoma de las células
escamosas tenían dos veces más posibilidades de
haber sido fumadoras que quienes no tenían la
enfermedad. Según este estudio, que fue desarrollado
por unos investigadores del Centro Oncológico Moffit,
en Florida, en Estados Unidos, los hombres que eran
fumadores, a largo plazo, también tenían un riesgo
ligeramente mayor de desarrollar carcinomas de las
células basales.
El carcinoma de las células basales se desarrolla
cuando las células de la dermis (la capa que se
encuentra por debajo de la epidermis) crecen de
manera anormal. Junto con el carcinoma de las
células escamosas, forman el conjunto denominado
cáncer de la piel “no melanoma”, que si bien puede ser
tratado cuando se detecta a tiempo (y no es tan
peligroso como el melanoma), es el del cáncer de piel
más frecuente en el mundo. Además del sol (y del
hábito de fumar), otros factores de riesgo del cáncer de
la piel son: tener piel clara, tener antecedentes de
cáncer de la piel en la familia y ser mayor de 40 años
de edad.
5. Ahora que sabes todo esto, evita exponerte al sol sin
protección, aprende a reconocer cambios en el color de
tu piel y en el color y/o la forma, el tamaño y la
textura de los lunares que tienes, y por supuesto, deja
de fumar (si fumas). No sólo disminuirás las
posibilidades de desarrollar cáncer de la piel sino que
además empezarás a recuperar y a invertir en tu salud
y en tu calidad de vida también.
Eso es todo Fanáticos De la salud, Manténganse al
margen de esta clase de muerte Lenta.