2. Es cierto que la adolescencia
es una etapa de la vida en la
cual todas las emociones
están a flor de piel. Pero
ahora, más allá de lo que se
considera normal durante los
años de la pubertad, parece
que a algunos adolescentes
los están dominando los
ataques de furia
descontrolada. Aquí te
cuento más sobre un
hallazgo al respecto
realizado por especialistas de
la Universidad de Harvard.
3. En cualquier etapa de la vida, es
normal y humano sentir enojo,
rabia o ira. Sin embargo, los
ataques de furia descontrolada
que llevan al punto de destruir
objetos y agredir física y
verbalmente a otras personas,
son una alarma que indica algún
tipo de desorden psiquiátrico.
Los adolescentes son quienes
ahora están en la mira debido a
los ataques de ira incontrolable,
al menos en Estados Unidos,
donde uno de cada doce
adolescentes podría sufrir de
ataques persistentes de furia o
rabia.
4. Según unos psicólogos y psiquiatras de la Universidad de
Harvard que realizaron un estudio al respecto, cuando la
furia se sale de las manos puede tratarse de un síndrome
conocido como Trastorno Explosivo Intermitente. Esta
condición se desarrolla durante la adolescencia o la niñez
tardía y puede continuar en la adultez provocando
depresión y abuso de drogas y de alcohol.
5. Los hallazgos de este estudio confirman que los ataques de furia son
muy comunes y que desafortunadamente no han sido objeto de
estudio con la frecuencia ideal para poder determinar claramente las
causas. Para llegar a estas conclusiones el grupo de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Harvard recopiló datos de una
encuesta realizada entre adolescentes de 13 a 17 años, así como
información proporcionada por alrededor de 6,500 parejas de
adolescentes y sus padres.
6. Estos datos revelaron que uno de
cada 12 adolescentes, es decir, el
equivalente al 8%, había
protagonizado episodios de
agresividad extrema y furia fuera
de proporción. Para el estudio, se
excluyó a los adolescentes que
sufrían de otra enfermedad mental
relacionada con conductas
agresivas como el trastorno
bipolar, el trastorno de conducta,
el trastorno por déficit de atención
e hiperactividad (TDAH), entre
otros.
7. Esta investigación también
encontró relación entre los
ataques de furia descontrolada
entre los adolescentes que tenían
padres con tendencias violentas y
madres que sufrían ataques de
pánico. Además, la furia y los
ataques de ira fueron más
frecuentes en los adolescentes
que vivían con uno solo de sus
padres y entre los que tenían
varios hermanos.
8. Los expertos también indicaron que el Trastorno Explosivo Intermitente no
ha sido tratado correctamente: si bien el 37.8% de los adolescentes con el
trastorno dijeron haber recibido tratamiento por problemas emocionales, sólo
el 6.5% de ellos recibieron tratamiento específico para tratar la rabia o la ira.
Este estudio abre la puerta para poder diagnosticar de manera temprana el
Trastorno Explosivo Intermitente y tratarlo oportunamente para evitar
episodios violentos que afecten la vida diaria de los adolescentes y así
prevenir que se conviertan en adultos agresivos.
9. Para saber identificar si un adolescente tiene comportamientos
violentos o que pueden indicar ira fuera de control, ten en cuenta
las siguientes señales de alerta:
I. Perder la paciencia con facilidad y a diario
II. Causar daños a la propiedad privada o realizar actos de
vandalismo
III. Pelear agrediendo físicamente a otra persona y hacerlo con
frecuencia, ya sea en la escuela o en el barrio
IV. Aumentar el consumo de alcohol y drogas
V. Planear detalladamente ataques violentos
VI. Divertirse lastimando a los animales
VII. Llevar armas
VIII. Amenazar o herir a otros
IX. Tener poco control sobre las emociones y reaccionar
agresivamente o con ira ante situaciones que no lo ameritan
10. Si sospechas que tu
hijo(a) adolescente
puede estar padeciendo
de este tipo de ataques
de furia o es
propenso(a) a
conductas violentas
como las descritas
anteriormente, consulta
con un especialista para
poder manejar la
situación antes de que
no la puedas controlar o
que tu hijo se meta en
problemas.