Este documento discute la llamada "Generación de Cristal" y argumenta que se necesita una pedagogía basada en la amabilidad en lugar de juzgar a los estudiantes. Los estudiantes de hoy enfrentan más estrés y ansiedad, por lo que se necesita una enseñanza compasiva que valore sus experiencias y los empodere en lugar de verlos como débiles.
1. LA SOBRE PROTECCIÓN DE NUESTROS HIJOS
- Existe una diferencia cultural entre la nuestra y la actual.
- Se vuelven débiles
- Dando todo a nuestros hijos, con la intención que no sufren, sobreprotegemos.
- No tienen herramientas para enfrentar la realidad surgen frustraciones.
- “Quiero evitar que no se enoje” - ¿” porque te quiero”?
- Los NIÑOS NECESITAN REGLAS CLARAS, los prepara para enfrentarse el futuro.
- La tecnología…
- El padre debe de hacer lo mas que hace, tiene más exigencia.
- LA RESPONSABILIDAD y LAS CONSECUENCAS DE CADA ACTO, DE ACUERDO A SU EDAD.
TAMPOCO SE REQUIERE DEMASIADO CONTROL.
- ES IMPORATE QUE CONOZCAN LAS CONSECUENCIAS.
¿DE DONDE NACE Y EN QUE SE DISTINGUEN ¿
- FRAGILIDAD EMOCIONAL
- GESTION DE LOS SENTIMIENTOS
- SISCE´TOBOÑODAD EM EBIÑÑOCOPM
- SPBREPROTECCIÓN DE SU CRIANZA
- POCA TOLERANCIA A LAS FRUSTRACIONES
¿QUIÉNES PERTENECEN A LA GENERACIÓN DE CRISTAL?
Pertenecen a esta generación todos los nacidos después del año 2000. Sus padres son parte de la
Generación “X”, constituida por personas que sufrieron carencias y tuvieron medidas disciplinarias más
drásticas. Por ello, trabajan mucho para que nada falte a sus hijos. Suelen decir “No quiero tratar a mi
hijo como me trataron” o “Quiero dar a mi hijo todo lo que no tuve”.
¿CUÁLES SON LA CARACTERÍSTICA DE LA GENERACIÓN DE CRISTAL?
Las principales características que comparten los jóvenes que pertenecen a la Generación “Z” o de
“Cristal” tenemos:
– Desde que nacieron, la tecnología y las redes sociales forman parte de estilo de vida, a diferencia de
sus padres, para quienes la tecnología es una herramienta de trabajo.
– Como la tecnología forma parte de su día a día, generar amistades y romances vía redes sociales se
convierte en una realidad y no una simple ilusión.
– Muestran interés disminuido por la lectura o los eventos culturales. Hoy en día es poco común ver a
un joven con estos intereses.
– Sus habilidades están mayormente enfocadas hacia lo audiovisual.
– Son sensibles a la problemática social, ahora protestan ante realidades que la generación de sus
padres llegó a normalizar. Por ejemplo, antes era “normal” para aquellas personas de la Generación “X”
el quedarse en silencio ante el maltrato físico. Quienes pertenecen a la Generación de cristal, protestan
contra el racismo, la misoginia, la contaminación ambiental, la violencia de género, los abusos o la
discriminación.
– Son defensores de aquello que consideran injusto.
– Sensibles emocionalmente y menos tolerantes a la frustración.
2. – Sensible al rechazo y a la crítica.
– Son altamente demandantes.
-Son cuestionadores.
– Expresan abiertamente sus emociones y pensamientos.
– Tienen un baja tolerancia a la frustración.
– Sus pequeños esfuerzos les parecen hazañas.
– Tienden a deprimirse puesto que se cuestionan. Las cosas no suelen ser como lo esperan.
– Están condicionados a premios, recompensas y negociaciones
– Son altamente creativos y evaden el sufrimiento.
La Generación Z, también conocida como «generación de cristal», o «snowflakes» (copo de nieve) en
inglés, es una generación que se caracteriza por ser más sensible a los estímulos,
«La generación de personas que se convirtieron en adultos en la década de 2010, vistos como menos
resistentes y más propensos a ofenderse que las generaciones anteriores». Los jóvenes son descritos
por las personas mayores como volubles, sensibles y con un sentido exagerado de lo que es
políticamente correcto. Además, son vistos como impacientes ya que están acostumbrados a obtener
información, trámites y compras más rápido gracias al internet.
Incapacidad para concentrarse: «No puedo concentrarme en tareas importantes a menos que mi psique
esté bien. Por el contrario, estoy retirando, posponiendo o cancelando planes en ese momento. Trabajo
en la tranquilidad y solo así puedo volver a mis actividades originales”.
Timidez: «Simplemente me afecta en toda mi vida. En ciertas situaciones me da vergüenza y a veces he
tenido, y todavía tengo, problemas para hacer lo necesario, como preguntar si no entendí algo en clase”.
Sobrecarga de información. Se sienten perdidos y con miedo al fracaso: «Soy muy sensible y me agobio
con mucha facilidad, especialmente al comienzo del semestre, cuando en cada lección recibimos las
condiciones de finalización del curso. Agradecería tareas regulares en lugar de una larga, que se entrega
al final del semestre. Me hace sentir tranquila porque sé que haré un poco de trabajo para cada clase».
Subestimación, especialmente de sus capacidades: «No creo que pueda hacer tanto. Simplemente hay
mucho y tengo que pensar en muchas cosas. No sé qué hacer primero. Pospongo cosas que no me
importan o que no disfruto».
Estrés y ansiedad: «En situaciones estresantes, a menudo sucumbo al estrés, cuando me digo a mí
mismo que no puedo dejarlo, pero como tengo a las personas adecuadas a mi alrededor para apoyarme
en cada situación, soy capaz de manejar cualquier situación».
Propensión a la perfección. A menudo se entrenan a sí mismos a la perfección para no fallar: «Por
ejemplo, si tengo que manejar en algún lugar (siendo principiante), tengo que estudiar la ruta de
antemano, ver si el camino es en alguna parte cuesta arriba, si tengo un lugar para estacionar, etc. No
me gusta tratar con las cosas en el acto».
Posición inferior. Los estudiantes no toleran la posición superior. Quieren un profesor que sea su
«amigo»: «No me gusta cuando mi profesor levanta la voz, amenaza con castigarme o dice algo con lo
que no estoy de acuerdo. Me molesta la posición profesor contra alumno, donde el profesor siempre
está en una posición más alta».
3. De todos estos puntos, los más frecuentes entre los estudiantes fueron aquellos de enfoque y
concentración. Pero también culparon a los profesores como causa principal; ya sea por el miedo que
les tienen, porque era muy aburrido, su material es poco interesante, sus tareas muy difíciles o cosas
por el estilo. También mencionaron ansiedad y estrés, en este punto nuevamente culpan a sus
profesores.
Los educadores deben buscar maneras de valorar estas experiencias y aprovecharlas en el aula. Para
poder realmente aprovechar las virtudes de los estudiantes y guiarlos para tener éxito en el futuro, todo
docente debe aplicar pedagogías críticas. Las investigadoras señalan que «los objetivos de las
pedagogías críticas se alinean con las necesidades tanto de los estudiantes actuales como de la sociedad
en general. En particular, proponemos el uso de una pedagogía de la amabilidad como una forma de
conceptualizar la forma en que vemos a nuestros alumnos y nuestra relación con ellos».
Cuando un docente trata a los estudiantes como si fueran de «cristal», los posiciona como incapaces de
navegar el mundo actual y que, por lo tanto, necesitan ayuda o vigilancia constante. Por eso es
importante, según Rice y Bakke, utilizar una pedagogía de la amabilidad que capacite y empodere a los
estudiantes ya que bajo esta visión, son comprendidos como individuos y se valora su experiencia
personal en su aprendizaje. Rice y Bakke señalan que «la enseñanza no se ve como algo que «arreglará»
las debilidades de los estudiantes o que deba ajustarse para compensar alguna falla generacional
inherente. Esta pedagogía supone que los profesores se acerquen a los estudiantes con consideración
positiva incondicional y que a través de esto, puedan construir el conocimiento y las habilidades que
necesitan para convertirse en ellos mismos en el futuro».
Enseñando con amabilidad
La experta en la Generación Z, Corey Seemiller, cree que las «necesidades, expectativas, perspectivas y
aspiraciones (de los nuevos estudiantes) son diferentes de las de aquellos que ingresaron a la
universidad antes que ellos». La realidad es que ha habido un aumento en el activismo universitario y el
compromiso de los estudiantes en su lucha en temas de justicia social, por lo que Seemiller los describe
como «prioritaria de actuar sobre las raíces de los problemas sociales globales sobre una acción más
local a corto plazo sobre los síntomas de estos problemas. Interactúan con diversos grupos en el campus
y en todo el mundo a través de las redes sociales, por lo que los estudiantes son actores clave en el
cambio social fuera del aula. Aportan a esto su experiencia con tecnología innovadora y una gama de
herramientas digitales, ya que esta generación es ampliamente reconocida como «nativos digitales»».
Según Rice y Bakke esto afecta la manera en que aprenden ya que a esta generación le beneficia la
enseñanza por medio de «la observación, utilizando videos en línea y publicaciones en redes sociales
como herramientas de instrucción, creando hábitos de aprendizaje independiente e intrapersonal y un
enfoque práctico». Lo aprendido lo ven como algo que pueden aplicar a más de un área de sus vidas. Las
instituciones de educación superior han sido criticadas por no adaptarse a las innovaciones en
pedagogía.
Los estudiantes de hoy son constantemente bombardeados por diferentes perspectivas y fuentes de
información que están a su disposición 24 horas del día, por lo que las universidades deben adaptarse a
estos cambios, permitiéndoles participar activamente en el proceso de evaluar la información y las
referencias que utilizan, y guiarlos para que conozcan diferentes perspectivas de manera que puedan
construir su conocimiento y camino hacia un mejor futuro.
Las instituciones educativas muchas veces se centran en enseñar lo que ellos consideran conocimiento
importante y cómo éste debe aprenderse. Rice y Bakke señalan que «las universidades aplican un
modelo transaccional de educación, con los estudiantes en el papel de clientes, los profesores en el
4. servicio de complacencia del cliente y los administradores como gerentes». Es decir, «un modelo que
drena todo el sistema de su humanidad y conduce a decisiones en todos los niveles donde la
personalidad de un estudiante, docente o administrador se ve disminuida». Existe un interés en la
comunidad educativa de aprender nuevas prácticas pedagógicas que permitan a los estudiantes
desarrollar diversas formas de comprender el conocimiento y el aprendizaje.
Para Rice y Bakke el problema no es la llamada «generación de cristal», son los modelos educativos y las
pedagogías desactualizadas. Calificar como una «debilidad» el hecho de que un estudiante se ofenda
fácilmente, hace que la responsabilidad recaiga únicamente sobre el estudiante y no en las instituciones
y sus deficiencias. Necesitamos una enseñanza que utilice enfoques que se alineen a las necesidades del
estudiantado y su contexto social.
Hablar de los problemas actuales en el aula desde una perspectiva global y crítica ayudará al
estudiantado a tener una reflexión crítica sobre cómo un proceso emocional se relaciona con las ideas
de autocompasión y abierto a otros puntos de vista. «Los estudiantes y educadores se han resistido a
participar en el proceso de reflexión crítica y perturbación de patrones de pensamiento rígidos y
binarios debido a la incomodidad y vulnerabilidad involucradas», dicen Rice y Bakke. Puede ser por esto
que a los estudiantes les resulta difícil comprometerse con ideas que no reflejan su comprensión o
forma de ver el mundo, algo que no sólo es responsabilidad de ellos, sino que también recae en las
personas que les enseñan.
Adaptar una pedagogía de la amabilidad que se guíe por la compasión y el cuidado requiere docentes
que identifiquen las preocupaciones de los estudiantes, vean el mundo desde sus perspectivas, y que
tengan buena comprensión de los desafíos que enfrentan. La amabilidad es algo que no se considera
central para la enseñanza e implica un cambio en la práctica docente ya que implica que los docentes
modifiquen su enfoque de enseñanza del control a uno donde se construyen relaciones con sus
estudiantes. «Las estructuras de poder en las que el docente tiene poder y el estudiante no tiene
ninguno, debilita la conciencia social y socava el cambio social necesario», describen las investigadoras.
Igualar la distribución de poder o ejercer un modelo menos jerárquico permite a los estudiantes pensar
de forma independiente. Cambiar esta práctica por un enfoque de amabilidad ayuda a empoderar a
estudiantes de diversos orígenes y les permite tener un papel activo en su aprendizaje y convertirse en
personas comprometidas con las actividades de clase y las cuestiones de justicia social. Además de
motivarlos en sus estudios y sentirse valorados y respetados, lo que ayudará particularmente a aquellos
que sufren problemas de salud mental o a quienes han sido marginados y descartados por
pensamientos estereotipados.
Una pedagogía de la amabilidad requiere que los estudiantes sean vistos como personas primero y
estudiantes después. Es importante mencionar que «la compasión no compromete el rigor ni las
expectativas. Más bien, modela cómo los estudiantes pueden involucrar a sus futuros interesados. Sin
embargo, cambiar la forma en que uno se ve a sí mismo como docente y cómo ve el conocimiento no es
sencillo y hace que cambiar la forma de enseñar sea un objetivo permanente». Está claro que
implementar un nuevo modelo pedagógico no es sencillo ya que temas personales pueden surgir, ya sea
por creencias arraigadas sobre la enseñanza y el aprendizaje que impactan lo que hacen, el contenido
del curso y las estructuras institucionales.
La pedagogía de la amabilidad puede lograrse a través de pequeños cambios, principalmente la actitud
que tenemos hacia los estudiantes; se necesita generar confianza, creer en ellos. Rice y Bakke afirman
que «implementar una pedagogía de la amabilidad no tiene por qué llevar mucho tiempo ni ser
agotador», ya que «la amabilidad se experimenta más intensamente a través de gestos aparentemente
pequeños realizados con sinceridad».
5. Esto es importante porque las instituciones educativas se encuentran inundadas de tareas, proyectos y
evaluaciones de manera que no se dan el tiempo para implementar una nueva pedagogía con el
pretexto de que implicaría un aumento en la carga de trabajo. Los docentes deben ser conscientes de
quiénes son sus estudiantes, sin basarse en prejuicios o estereotipos que los hacen ver como personas
hipersensibles, débiles, o defectuosas.
Es hora de que dejemos de verlos como una «generación de cristal» y reconocer su compromiso con el
mundo que los rodea y verlos como personas capaces de hacer contribuciones significativas. Cuéntanos,
¿consideras a las nuevas generaciones como de «cristal»? ¿Crees que se necesita modificar los enfoques
pedagógicos para ser más amables? ¿Cómo podemos implementar una pedagogía de la amabilidad?
Inicio
Observan una lámina donde aparece un caso sobre el respeto.
Responden a las preguntas:
¿Cuál es la definición de respeto?
¿Cómo se transmite el respeto?
¿Te consideras respetuoso?
¿Cuál es la importancia del respeto?
¿Cómo crees que podemos fomentar el respeto?
Desarrollo
Observan un video sobre la importancia del respeto.
Responden:
o ¿Qué enseñanzas te dejó el video?
o ¿Qué ocurre cuando eres irrespetuoso?
o ¿Qué pasaría si no existiese el respeto?
o ¿Cómo podemos hacer para fomentar el respeto?
Cierre
Responden:
¿Qué hemos aprendido el día de hoy?
¿Cómo lo hemos aprendido?
¿Para qué crees que lo has aprendido?
Llevan de tarea:
Redactar casos reales donde se falta el respeto y qué soluciones brindaría