Este documento describe cómo la biotecnología puede usarse en la agricultura para cultivar grandes cantidades de alimentos de manera rentable y con menos plagas. Explica que los cultivos se modifican genéticamente para ser resistentes a insectos o herbicidas, lo que permite a los agricultores cosechar más alimentos mientras eliminan las malas hierbas y plagas sin dañar los cultivos. Además, señala que más de 113 millones de hectáreas en todo el mundo ya cultivan granos modificados genéticamente.