TEMA 4 PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN Y CAMBIOS AGRARIOS
1. BLOQUE III
TEMA 4: PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN Y CAMBIOS AGRARIOS
ÍNDICE
1.- Introducción.
2.- Concepto.
3.- Primeras desamortizaciones.
3.1.- La reforma de Olavide.
3.2.- La desamortización de Godoy.
3.3.- Desamortizaciones durante la Guerra de independencia.
3.4.- Desamortizaciones durante el Trienio Liberal.
4.- Grandes procesos desamortizadores.
4.1.- Objetivos.
4.2.-La desamortización eclesiástica de Mendizábal.
4.3.- Las desamortizaciones de Madoz.
5.- Consecuencias.
6.- Conclusión.
INTRODUCCIÓN
Durante el Antiguo Régimen la tierra esta monopolizada por el Estado, la iglesia, la nobleza y los señoríos
y reina un desigual reparto de la tierra de tal modo que en la zona sur encontramos un pequeño número de parcelas
de gran tamaño controladas por un bajo número de personas mientras que en el norte nos encontramos con un
mayor número de parcelas de menor tamaño y por tanto con un mayor número de propietarios.
Durante este periodo nos encontramos con un gran número de tierras en manos muertas que son aquellas
a las que no se les da uso y están vinculadas por lo que no pueden ser vendidas. Estas tierras son:
-Realengos: vinculaciones a la casa real.
-Mayorazgos: tierras vinculadas a una familia por derecho de conquista.
-Señoríos: pueden ser territoriales si solo se vincula la tierra o jurisdiccionales si también se
otorgan algunos derechos sobre los colonos.
En este tema nos centramos en la desamortización, proceso, que abarca desde el reinado de Carlos III
hasta la mitad del siglo XIX, hecho fundamental ligado al proceso de la revolución burguesa. Implica la liberalización
y posterior entrada en el mercado de una gran cantidad de tierras antes “amortizadas” y supone un cambio esencial
en el sistema de propiedad y tenencia de la tierra. En este proceso la iglesia es la institución más afectada.
CONCEPTO
La desamortización es un proceso político y económico de larga duración en España (1766-1924), por el
que el Estado convierte en bienes nacionales las propiedades y derechos hasta entonces vinculados (fuera del
mercado) a diversas entidades civiles y eclesiásticas para enajenarlos (venderlos) en favor de ciudadanos
individuales. Pasamos así de una propiedad vinculada y comunal o corporativa, a un nuevo tipo de propiedad, libre e
individual, es decir, privada, acorde con el sistema liberal.
En España el proceso desamortizador se produce de manera discontinua en las siguientes etapas:
2. -La reforma de Olavide (1768)
-La desamortización durante el Trienio Liberal (1820-23)
-La desamortización eclesiástica de Godoy (1798)
-La desamortización de Mendizábal (1836)
-Durante la Guerra de Independencia (1808-14)
-La desamortización de Madoz (1855)
El proceso desamortizador tiene un paso previo que es la promulgación de leyes para desvincular los
bienes nobles, eclesiásticos y municipales. En toda desamortización hay dos pasos:
1. En un primer momento se procede a la enajenación de los bienes. Se obliga a los propietarios
a ceder esos bienes al Estado, a veces sin nada a cambio, como en el caso de Mendizábal, y otras a
cambio de una indemnización como en la de Madoz.
2. En un segundo momento se procede a la privatización de esos bienes. Es decir, la venta de
ellos, generalmente mediante subasta pública por parte de propietarios privados. De esta subasta el
Estado obtiene beneficios, pues el motivo principal de la desamortización es el de solucionar los
problemas de la Hacienda Pública.
PRIMERAS DESAMORTIZACIONES
El punto de partida de las distintas desamortizaciones a lo largo de la historia es casi siempre problemas
de tipo financiero. Durante el Antiguo Régimen problema para el desarrollo económico se encuentra en que la gran
parte de las tierras son amortizadas y la mayoría de ellas están en manos muertas o no pagaba impuestos y por
tanto no generan riqueza alguna.
Para solucionar esta crisis los ilustrados proponen la expropiación de las tierras por parte del estado para
más tarde venderlas en subasta con la finalidad de aumentar la riqueza nacional y la clase media de labradores
(burgueses). Con ese dinero también se pretende solucionar el problema de la deuda pública de Hacienda.
Las guerras contra Francia e Inglaterra la invasión francesa, la independencia americana y las guerras
carlistas agravan la crisis económica lo que provoca que España se fije en países más avanzados en lo que a
desamortizaciones se refiere. Produciéndose de este modo las primeras desamortizaciones que contempla la
historia de España.
LA REFORMA DE OLAVIDE
Durante el reinado de Carlos III (1759-1788) se considera que las tierras amortizadas son la
causa del estancamiento agrícola de España. Por ello los ilustrados de este tiempo proponen detener la
amortización e incluso suprimirla, a lo que la corona se opone.
Sin embargo la expulsión de los jesuitas de España propicia la enajenación de sus bienes. Estas
posesiones se ponen en venta y son compradas por labradores ricos para cultivarlas ellos mismos o
arrendarlas. Sin embargo los campesinos con menor poder adquisitivo que eran los que se espera que
compren las tierras no acceden a la propiedad.
LA DESAMORTIZACIÓN DE GODOY
Durante el reinado de Carlos IV tras el aumento de la deuda pública a consecuencia de la política
belicista y tras el censo de Floridablanca que muestra la ingente cantidad de tierras cultivables y el escaso
número de ellas realmente cultivadas obliga a Godoy a poner en venta los bienes de las órdenes religiosas
en 1798 e incluso algunos mayorazgos.
Esta desamortización cuenta con una indemnización para los propietarios 3% de los vales reales
obtenidos de la venta de los territorios. Esta medida lejos de ser un inconveniente para los nobles supone
un respiro para gran parte de estos que se encuentran arruinados debido a la imposibilidad de vender sus
tierras.
3. Finalmente el dinero obtenido no se usa para sanear la economía sino para fines bélicos por lo
que la deuda de la hacienda lejos de decrecer aumenta con los posteriores enfrentamientos contra Francia
e Inglaterra.
LAS DESAMORTIZACIONES DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
A lo largo de su breve reinado durante la Guerra de Independencia, José I realizó una tímida
desamortización consistente en la supresión temporal de tierras con el fin de cultivarlas y extraer
beneficios para pagar la guerra francesa. Sin embargo esta pequeña ‘’confiscación’’ de tierras resulta un
fracaso debido a que realmente este rey no llega a tener nunca verdadero control sobre el territorio que
supuestamente gobierna.
Por otro lado las Cortes de Cádiz también expropian bienes pertenecientes a afrancesados,
conventos, monasterios y tierras municipales que son vendidos en subasta pública con el fin de amortizar
la subasta pública.
Sin embargo todo este proceso resulta nulo con el regreso de Fernando VII a España el cual
restituye todos los bienes a sus antiguos propietarios.
DESAMORTIZACIONES DURANTE EL TRIENIO LIBERAL
En este periodo (1820-1823) se reanuda la desamortización de bienes como los pertenecientes a
la inquisición, pero su principal objetivo son las tierras pertenecientes a los ayuntamientos no explotadas y
algunos mayorazgos. Los burgueses adinerados son los que salen más beneficiados de esta
desamortización.
No obstante otra vez a la llegada de Fernando VII durante la Década Ominosa todas las ventas
enajenaciones y expropiaciones que durante este periodo se hicieron quedan anuladas. Lo que provoca la
indignación de los compradores y su enfrentamiento contra el régimen absolutista del rey.
GRANDES PROCESOS DESAMORTIZADORES
Tras estos sucesos y a partir de 1833 la desamortización se precipita por varios factores:
En primer lugar la necesidad de afrontar las Guerras Carlistas obligan al Estado a obtener dinero
para financiarlas ya que la monarquía se encuentra arruinada.
Por otro lado en el país reina un clima anticlerical debido a que el clero apoya al bando Carlista
contra el que la reina Isabel II está en guerra.
En tercer lugar el gobierno es presionado por los compradores de los bienes desamortizados
durante el trienio posteriormente devueltos a sus primeros propietarios.
Todo esto provoca una cadena de cambios legislativos y económicos que significan la instauración
definitiva de la sociedad burguesa capitalista. Una sociedad empresaria y obrera, una sociedad de clases y no de
estamentos donde la sociedad se ordena en función de las rentas y no del nacimiento de la persona.
OBJETIVOS
Con estas desamortizaciones se persiguen objetivos de tipo:
-Fiscales: el principal objetivo de todas las desamortizaciones de este siglo es el de
recaudar fondos con el fin de solucionar los problemas económicos de la Hacienda en ocasiones
por la guerra como en el caso de Godoy o para inversiones públicas como en el caso de Madoz.
4. -Políticos: otro de los objetivos es el de crear una clase propietaria afín al régimen
liberal. Esto se consigue, pero a cambio las relaciones con la iglesia se vuelven turbias.
-Económicos: se pretende facilitar el desarrollo económico e industrial modernizando la
propiedad.
-Sociales: se pretende crear una clase media agraria compuesta de campesinos
propietarios reformando la estructura de la propiedad.
LA DESAMORTIZACIÓN ECLESIÁSTICA DE MENDIZÁBAL
Con la llegada de los progresistas durante la regencia de Mª Cristina se retoman las
desamortizaciones iniciadas durante el trienio liberal, la primera de ellas comienza con el ministro
Mendizábal que declara en venta todos los bienes pertenecientes al clero regular con el fin de usar los
beneficios para amortizar la deuda pública. Ésta desamortización tiene como objetivos:
-Generar dinero para financiar la Guerra carlista.
-La limitación de la iglesia que está a favor de la causa carlista.
-Solucionar el problema de la deuda pública y una futura reforma de la Hacienda
pública.
-La creación de un sector social de nuevos propietarios afines al régimen de Mª
Cristina y conseguir el acceso a la propiedad burguesa.
Los bienes enajenados son tasados por peritos de Hacienda, se crean lotes y son puestos en
subasta pública, el conjunto de estos alcanza una puja media del 220% sobre el precio de salida. La
intención es que los lotes sean asequibles a grupos sociales de bajos ingresos, pero las comisiones
municipales dividen los lotes de tal manera que los pequeños propietarios no pueden acceder a ellos
provocando de este modo que las oligarquías adineradas acaben comprando estos lotes.
De éste modo los burgueses acaparan las compras ya que son los únicos con liquidez suficiente
y conocimientos para pujar y controlar fácilmente la subasta. A parte de esto, comprar supone un buen
negocio ya que solo es necesario aportar el 20% al contado siendo el resto del dinero pagado a plazos e
incluso siendo válidos como pago títulos de deuda por su valor nominal. Al estar éstos muy desvalorizados
era una ganga adquirirlos en bolsa y usarlos como modo de pago. Ésta facilidad que el gobierno concede
a los compradores supone que las ventas sean acaparadas por la burguesía en su mayoría, lo que a
simple vista puede suponer un error por parte del Mendizábal, no lo es ya que esto busca beneficiar a
quienes pertenecen a la élite financiera y comercial.
Contando los beneficios obtenidos durante el trienio el Estado recauda un total de 4500 millones
de reales de los que únicamente 500 son en efectivo lo que no es suficiente para afrontar la deuda que
asciende a 14000 millones.
Éste proceso desamotrizador4 trae como consecuencias:
-El desmantelamiento del 60% de la propiedad eclesiástica y su riqueza que es
traspasado casi íntegramente a la burguesía compradora. Lo que provoca la ruptura de
relaciones con la Santa Sede. También se pierde gran parte del patrimonio artístico y cultural de
la iglesia.
-El saneamiento de la Hacienda pública supone un fracaso debido al alto pago en
deuda pública de las tierras.
5. -No se consigue el cambio de estructura de propiedad de la tierra sino que en contra
de todo pronóstico se acentúa: aumentan el número de latifundios y en ocasiones incluso su
extensión, de este modo aumenta el latifundismo en el sur y el minifundismo en el Norte. Citando
palabras de Tusell ‘’Se pasa del señor al señorito’’.
-La productividad agraria no aumenta, a pesar de que es el principal objetivo de sus
promotores aunque si supone una actualización de rentas.
LA DESAMORTIZACIÓN GENERAL DE MADOZ
Con el pretexto de terminar lo que Mendizábal empezó Madoz comienza la segunda gran
desamortización a partir del 1855 que forma parte del programa de reformas del Bienio Progresista. Se
establece la venta en subasta pública de las propiedades rústicas y urbanas aún amortizadas. Ésta ley
llamada la ley de Desamortización general es aprobada a pesar de la oposición clerical persiguiendo los
siguientes objetivos:
-La amortización de la deuda.
-El saneamiento de la Hacienda pública.
-Financiar obras públicas como el ferrocarril.
Durante esta desamortización se dispone que el pago sea en metálico con descuento para
pagos por anticipado con el fin de evitar los errores de Mendizábal. La ley de Madoz se desarrolla con gran
rapidez y el volumen de dinero supone casi el doble del conseguido en 1845 suponiendo un valor total
cercano a los 8000 millones de reales mediante el pago del 10% de entrada y el resto a plazos. Éste
dinero se destina al pago de la deuda pública y a cubrir las necesidades de la Hacienda tras la abolición
de ciertos impuestos decretados durante el golpe militar de 1854.
Los resultados de esta desamortización son:
-La eliminación de la propiedad comunal lo que provoca la ruina de los ayuntamientos
por haber sido suprimidos los ingresos por arrendamiento.
-El gran número de vecinos pobres que se ven privados del aprovechamiento de las
tierras comunales ya que aunque la participación de pequeños propietarios es mayor que en la
anterior sigue siendo la burguesía la más beneficiada.
-Se elimina la propiedad eclesiástica que provoca una nueva ruptura de las relaciones
con la iglesia al haber violado el concordato.
-No se soluciona el problema de la deuda pública.
-A pesar de traer consigo la expansión de la superficie cultivada tampoco supone la
necesitada reforma agraria
Si se suman ambos procesos obtenemos que se transfiere un total de 10 millones de hectáreas lo que
supone el 20% de la superficie nacional.
CONSECUENCIAS DE LAS DESAMORTIZACIONES
Las grandes desamortizaciones suponen una forma forzada de introducir la Edad contemporánea y
finalizar el Antiguo Régimen.
Éstas traen muchas consecuencias de diversos tipos:
6. DE TIPO ECONÓMICO
Las desamortizaciones suponen a nivel económico un aumento dela superficie cultivada gracias
a la puesta en cultivo de tierras anteriormente en manos muertas y por tanto el aumento también de las
rentas.
No se consigue el aumento de producción agraria que los promotores esperan ya que este se
debe más a la extensión de cultivos a tierras no cultivadas anteriormente que al aumento de rendimiento
por parte de la mecanización del campo. En general los nuevos propietarios no emprenden mejoras sino
que se limitan a seguir cobrando rentas o cambiar el pago de los derechos señoriales y diezmos por
contratos de arrendamiento. Además la producción media desciende ya que las nuevas tierras que se
empiezan a cultivar son de baja calidad.
El volumen estimado de tierras que cambia de manos es del 50% de las tierras cultivables. Éste
proceso trae consigo un aumento de la tierra cultivada y una agricultura más productiva. Al liberalizarse la
tierra en algunas zonas se producen mejoras, inversiones y especialización en los cultivos lo que supone
en general ciertos cambios en el modo de cultivar la tierra.
Las propiedades de la iglesia son desamortizadas casi en su totalidad por lo que la iglesia deja
de ser un estamento privilegiado pero conserva el monopolio de la educación y la mentalidad de la gente.
La estructura de la propiedad de la tierra cambia acentuando el latifundismo en el sur y el
minifundismo en el norte. Se acrecienta la concentración de tierra en pocas manos ya que algunas familias
conservan sus tierras que fueron desvinculadas pero no expropiadas y los territorios municipales van a
parar a la clase burguesa, antiguos terratenientes locales y a especuladores o intermediarios que se
dedican a traficar con ellas o los títulos de deudas. Todos ellos constituyen una nueva élite terrateniente
que sostiene el reinado de Isabel II plenamente identificados con el régimen liberal. Los campesinos
quedaron totalmente fuera de las subastas por diversos motivos.
Los resultados financieros tampoco son los esperados ya que los fondos tardan en llegar y se
desvalorizan. Éste dinero ayuda a atenuar la deuda pero no lo resuelve. Una enorme cantidad de
propiedades comienzan a tributar hasta entonces exentas. La deuda queda considerablemente disminuida
a partir de los años cincuenta pero una parte queda hasta el siglo XX.
La expansión agraria viene acompañada de la deforestación pues compradores que adquieren
pequeños lotes de monte talan los árboles para obtener beneficio directo y usar las tierras para cultiva.
Esta tala indiscriminada provoca daños tan grandes que en 1855 se prohíbe esta medida.
La burguesía que había invertido una gran cantidad de dinero en la compra de tierras se
convierte en una burguesía terrateniente.
La enajenación de tierras municipales provoca una fuerte crisis económica en los municipios los
cuales tienen que renunciar a ciertas prestaciones.
DE TIPO SOCIAL
Las desamortizaciones no logran crear una clase media agraria aunque son el primer paso para
el cambio de una estructura señorial a una capitalista. Los antiguos trabajadores no se ven beneficiados
con el cambio de manos de la tierra pero se crea una clase de pequeños y medios compradores locales.
Se genera una gran cantidad de campesinos que no tienen tierras para cultivar proletariado agrícola que
llega a superar los dos millones de personas.
Los efectos más importantes se observan en la consolidación de la clase media urbana que son
los principales compradores de fincas rusticas que se enriquecen y diversifican así sus patrimonios.
7. La nobleza también sale beneficiada ya que al solo ser desamortizadas sus tierras y no
enajenadas los nobles obtienen la posibilidad de venderlas o comprar más.
El papel de beneficencia a los pobres por parte de la iglesia se ve disminuido a la par que sus
tierras que suponen su principal medio de enriquecerse repercutiendo así las desamortizaciones en los
grupos sociales más bajos.
La venta de propiedades municipales supone el empobrecimiento de los ayuntamientos que se
ven privados de su autonomía económica y sus escasos beneficios obtenidos del cultivo de tierras de
aprovechamiento común.
El proceso desamortizador es el que más influencia ejerce en la Andalucía de la época ya que
esta significa una verdadera revolución de la que solo salen beneficiados algunos colonos, la burguesía, la
clase media, algunos residentes en Madrid y algunos altos cargos. De éstos nuevos señores surgen los
perjuicios sufridos por los campesinos al tener que aceptar sus nuevas condiciones. La desamortización
supone ‘’una causa perdida’’ para Andalucía de la que surge un proletariado jornalero estacional que dura
hasta nuestros días.
DE TIPO POLÍTICO
Las desamortizaciones suponen la aparición de un gripo defensor de la causa liberal al estar ésta
ligada a sus fortunas. Sin embargo no se crea una clase media agraria que hubiera equilibrado la nueva
sociedad que al no estar consolidada falla también la idea de un sector ahorrativo para la estimulación de
la demanda de mercado. De este mondo las desamortizaciones son una frustrada reforma que empeora la
precaria condición campesina.
Por otro lado suponen la aparición de enemigos del liberalismo entre aquellos afines a la iglesia
provocando la rotura durante 10 años de las relaciones del régimen liberal y la santa sede.
DE TIPO CULTURAL
Éste proceso supone la pérdida de un gran número de bienes culturales eclesiásticos, algunas
obras de arte arquitectónico como los monasterios que acaban arruinados y vendiendo pinturas o
bibliotecas a precios irrisorios y a menudo a extranjeros provocando la salida de estos bienes de España.
A pesar de que en 1840 aparece unas comisiones que catalogan estos bienes y los custodian.
El modelo de la ciudad se ve alterado por la desamortización de las fincas urbanas, abre camino
a un nuevo tipo de ciudad con mejoras urbanísticas con grandes edificios públicos, avenidas etc.
CONCLUSIÓN
Las desamortizaciones comienzan con Olavide en la segunda mitad del siglo XVIII y se extienden a lo
largo de la primera mitad del siglo posterior aunque en el siglo XX todavía se producen algunas reformas de este
tipo.
Ésta reforma supone un intento de modernizar la estructura de la propiedad de la tierra, de ampliar la
cantidad de suelo cultivado y el propósito de crear una clase media burguesa terrateniente.
Sin embargo no se completan todos los objetivos que se esperaban, no se consigue la modernización del
campo ya que no se tecnifica ni se cambia la estructura de la propiedad, los pequeños y medianos agricultores no
acceden a esas tierrasy la nueva clase terrateniente se convierte en una oligarquía que tiende a controlar el poder
del sistema liberal.
El fracasado intento de cambio de la estructura de propiedad de la tierra supone la transformación de este
problema en endémico y sus repercusiones continúan durante gran parte del siglo XX.