1. Los libros y su aporte.
Un libro puede ser fácilmente considerado como un buen amigo, esto se debe a que
es el medio por el cual alguien muy creativo o con un vasto conocimiento, encuentra
la manera de plasmar sus palabras, pensamientos, vivencias, sueños, sentimientos
y todo lo que un ser humano puede crear en su mente por medio del lenguaje
escrito. Esto genera un acercamiento y una interpretación únicos entre el lector y el
escritor.
Es cierto que algunos libros nos demandan más tiempo de lectura, mientras que
otros son considerados muy fáciles de leer. Algunos nos entretienen con sus
ocurrencias, mientras que otros contribuyen a nuestra formación académica. Sea
cual sea el caso, como bien se sabe, lo importante es realizar esta actividad en
particular.
Sabemos que hay libros que pueden considerarse mejores que otros, por este
motivo, ciertos escritores son más afamados que otros y podemos escuchar de ellos
con mayor frecuencia que los demás. Partiendo desde este punto tan importante,
hay que tener en cuenta la selectividad al momento de comenzar con la lectura de
cualquier libro.
Los libros cuentan con la capacidad de hacer de las horas muertas u horas perdidas
algo completamente diferente, ayudan a cambiar nuestra manera de ver la vida e
inclusive la manera en que nos enfrentamos a ella; una frase bastante acertada
frente a las sensaciones que deja la lectura es bien descrita por Fabricio Caivano
(1942): “La lectura adelanta el tiempo de la vida y, paradójicamente, aleja el de la
muerte. Leer es buscar otras realidades para comprender mejor esta realidad.”