San Martín se quedó dormido bajo una palmera y soñó que veía un gran puerto con muchas banderas ondeando, pero sobresalía una bandera de color blanco y rojo por su belleza. Al despertar, vio varias aves marinas llamadas "Parihuanas" cruzando el cielo con pecho blanco y alas rojas, lo que le dio la idea de que esos colores debían ser los de la nueva bandera peruana que lucharían por liberar.