2. En Colombia existen más de medio millón de familias que subsisten gracias al cultivo del café. Es
por esto, que más allá de ser considerado un negocio, la pequeña caficultura en Colombia se ha
convertido en una forma de vida tranquila, sin apuros, adentrado en la naturaleza y el paisaje de
nuestra hermosa tierra miles de familia permiten hacer de Colombia un país cafetero por
excelencia, grano a grano estas familias logran el sustento anual durante la tan esperada
cosecha. Las familias cafeteras colombianas son ejemplo de trabajo duro y dedicación, es por
esto que no es de extrañarse que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Tecnología haya declarado como patrimonio cultural de la humanidad el paisaje
cafetero.
Ilustración 1 sena.edu.co
3. Esto sumado a las riquezas naturales de la región de Liborina, hacen de este municipio un gran
potencial para el agroturismo, el disfrute de la paz y armonía del campo.
Ilustración 2 www.semillas.org
La caficultura es la fuente principal de ingreso de las familias de la zona rural de Liborina. Sin
embargo el aprovechamiento del terreno para el cultivo de hortalizas y otros alimentos como el
plátano, la yuca y el frijol potencian el consumo sostenible.
Ilustración 3 www.panoramio.com
4. Esto sumado al ingenio de los campesinos, reflejo de esto es el puente colgante ubicado en el
corregimiento de San Diego a través de cual transportan las cargas de café. Hacen de Liborina un
municipio de digno de visitar y explorar su belleza natural.
Por último, la ornamentación del hogar por medio de jardines crea un ambiente agradable a
estas familias alejadas del bullicio de la ciudad.