TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
Poemas
1. Sólo po@iia
Nocturno
No tengo tiempo de mirar las cosas
como yo lo deseo.
Se me escurren sobre la mirada
y todo lo que veo
son esquinas profundas rotuladas con radio
donde leo la ciudad para no perder tiempo.
Esta obligada prisa que inexorablemente
quiere entregarme el mundo con un dato pequeño.
¡Este mirar urgente y esta voz en sonrisa
para un joven que sabe morir porcada sueño!
No tengo tiempo de mirar las cosas,
casi las adivino.
Una sabiduría ingénita y celosa
me da miradas previas y repentinos trinos.
Vivo en doradas márgenes; ignoro el central gozo
de las cosas. Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Y acelerando rachas —quilla o ala de oro—,
repongo el dulce tiempo que nunca he de tener
Carlos Peiiicer
Teofanías
No busques más, no hay taxis.
Piensas que va a llegar,
avanzas, retrocedes, te angustias,
desesperas. Acéptalo
por fin: no hay taxis.
Y, ¿quién ha visto un taxi?
Los arqueólogos han desenterrado
gente que murió buscando taxis,
mas no taxis. Dicen
que Ellas, una vez, tomó un taxi,
mas no volvió para contarlo.
Prometeo quiso asaltar un taxi.
Sigue en un sanatorio.
Los analistas curan
la obsesión por el taxi,
no la ausencia de taxis.
Los revolucionarios
hacen colectivos de lujo,
pero la gente quiere taxis.
Gabriel Zaid
La plaza tiene una torre
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor
Antonio Machado
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2. Sólo poeiía
inventario de mis únicos bienes
La nube donde palpita el vegetal futuro,
los pliegos en blanco que esparce el palomar,
el sol que cubre mi piel con sus hormigas de oro,
la ideografía de una calabaza pintada por los ne-
gros,
las fieras de los bosques del viento inexplorados,
las ostras con su lengua pegada al paladar,
el avión que deja caer sus hongos en el cielo,
los insectos como pequeñas guitarras volantes,
la mujer vista de pronto como un paisaje
iluminado por un relámpago,
la vida privada de la langosta verde,
la rana, el tambor y el cántaro del estómago,
el pueblecito maniatado con los cordeles flojos
de la lluvia,
las patrullas perdidas de los pájaros
—esos grumetes mancos que reman en el cielo—,
la polilla costurera que se fabrica un traje,
la ventana —mi propiedad mayor-
Ios arbustos que se esponjan como gallinas,
el gozo prismático del aire,
el frío que entra en las habitaciones con su gabán
mojado.
Carlos Peiiicer
Elogio de lo mismo
IQué gusto da lo mismo!
Descubrir lo mismo.
Repasar lo mismo.
¡Qué sabroso es lo mismo!
Perderse en lo mismo.
Encontrarse en lo mismo.
iOh, mismo inabarcable!
Danos siempre lo mismo.
Gabriel Zaid
El principio de Arquímedes
Un rey en viaje cae a un pozo profundo
nadie tiene la menor ¡dea de cómo salvarlo
hasta que un paje llamado Arquímedes
recomienda comunicar el abismo
con una laguna de la vecindad y
el rey subió con el nivel de agua.
Nicanor Pana
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