2. M uerto Faetón, el rey de los dioses decidió recorrer las murallas del cielo para comprobar si alguno de sus rayos las había alcanzado. Tras ello dirigió su atención a la Arcadía. Hizo rebrotar las fuentes y los ríos y reverdecer los árboles y los bosques alcanzados por las Funestas llamas. Yendo y viniendo de aquí para allá para recomponerlo todo reparó en una doncella y al momento sintió en sus miembros la llama Del amor.
3. La muchacha no perdía el tiempo hilando o peinándose sino Que se dedicaba a la caza, pues pertenecía al cortejo de Diana, La diosa cazadora. Júpiter admiraba su habilidad y cuando vio que, cansada, se tumbaba sobre la hierba a descansar decidió acercarse a ella.
4. <<Mi mujer no tiene por qué enterarse de esta correría>> se decía Y al momento adoptó la forma de Diana. Se presentó ante la Joven y le dijo: <<Oh joven cazadora, ¿por dónde has estado cazando?>> Aquella se levantó y devolvió el saludo: <<Salve diosa, a la que prefiero al mismísimo Júpiter>>
5. El rey de los dioses escuchó alegre estas palabras y besó a la muchacha. Iba ésta a contestar la pregunta de la diosa pero no pudo, pues el dios ya se había abalanzado sobre ella y había dado a conocer su verdadera identidad. Ella intentó desasirse, pero no lo logró. Ojalá la Saturnia esposa de Júpiter hubiera visto cómo se defendió, así su castigo no hubiera sido tan cruel. Júpiter regresó vencedor a los cielos y la doncella abandonó el lugar. La gravidez de la muchacha pasó inadvertida durante nueve meses.
6. En el noveno mes, un día de mucho calor Diana quiso bañarse. Ella y sus acompañantes en un bosque aislado. Las ninfas se Despojaron de sus ropas, pero Calisto vacilaba en hacerlo. Las ninfas la rodearon y se la quitaron, quedando al descubierto su culpa. Pretendió esconder con sus manos su vientre hinchado y escuchó las Palabras de Diana: <<Vete de aquí y no mancilles con tu delito esta fuente sagrada. No eres digna de estar en mi cortejo.>>
7. La joven parió un hijo al que llamó Arcas. Juno asistió llena de ira a su Nacimiento. <<Creías que no iba a castigar tu adulterio y tu fecundidad. Este niño es la prueba del ultraje. No te reconocerá como madre porque te voy a privar de la forma con la que gustaste a mi marido.>> La agarró del cabello, la tendió boca abajo y comenzó a estirar sus miembros. Los brazos se cubrieron de negras cerdas, sus manos se curvaron y las uñas se alargaron dando lugar a unas enormes patas. Su boca se transformó en enormes fauces y su melodiosa voz en un grave gruñido. Calisto se había Transformado en osa pero mantenía su alma humana.
8. Habían pasado quince años desde que cambiara de forma cuando Arcas, que no conocía a su madre, se encontró de frente con la osa. Ella se detuvo pues le pareció reconocer esa cara. Él la confundió con un oso de verdad y estaba iniciando su huida cuando ambos notaron cómo eran empujados hacia lo alto por una suave brisa. El rey de los dioses había decidido que ambos, madre e hijo, estuviesen cerca y los colocó en el cielo tranformándolos en constelaciones. Ella la Osa mayor, él Arcturo.