1. ¿Por qué es tan importante? Pues porque estas alteraciones pueden
tener graves consecuencias en la vida de los pacientes, como el
suicidio, el homicidio y el comportamiento imprudente.
La afectividad es un término amplio que abarca conceptos como el
estado de ánimo, los sentimientos, actitudes, preferencias y
evaluaciones. Sin embargo, la falta de cohesión teórica y la confusión
conceptual tradicionalmente asociadas a los trastornos afectivos han
sido un problema para la psiquiatría. Además, cada idioma posee un
rango de descriptores completamente diferentes asignados al
estado de ánimo, lo que puede llevar a diferencias terminológicas y
experienciales entre culturas.
Es importante que los profesionales de la salud mental estén
familiarizados con estos términos y que utilicen un lenguaje común
para la evaluación y el diagnóstico de los trastornos afectivos. De
esta manera, podremos mejorar la comprensión y el tratamiento de
estos trastornos, y prevenir las graves consecuencias que pueden
tener en la vida de los pacientes.
2. Teorías de la emocion
La teoría de James-Lange propone que las emociones surgen
como resultado de las respuestas fisiológicas a los estímulos,
pero esta idea fue criticada por Cannon y Bard debido a que
las respuestas viscerales son demasiado lentas para explicar la
rapidez con que surgen las emociones en presencia de
estímulos apropiados. Además, las respuestas viscerales
generan gran variedad de estímulos similares, mientras que las
emociones pueden ser muy diferentes. En cambio, la teoría de
Cannon-Bard propone que la emoción tiene primacía
temporal y cualquier cambio visceral o de comportamiento
sigue a la emoción. Por último, la teoría de los dos factores de
Schachter y Singer sostiene que tanto la excitación fisiológica
como la cognición son importantes para determinar la
emoción que experimenta una persona en una determinada
situación, lo que tiene implicaciones importantes en la
evaluación clínica de los trastornos del estado de ánimo.
3. Emociones básicas
los hallazgos de Ekman y su equipo sobre las seis
emociones básicas que se reconocen en el rostro,
incluyendo la ira, el miedo, la aversión, la alegría, la
tristeza y la sorpresa. Estas expresiones son
consideradas universales y han sido propuestas tanto por
Ekman como por Charles Darwin. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que la expresión facial de las
emociones puede variar según el contexto cultural y
situacional. La investigación de campo de Ekman en
Papua Nueva Guinea con la tribu fore, por ejemplo,
encontró que la expresión de sorpresa y miedo difería
muy poco entre sus habitantes. Además, las culturas
también se diferencian por los tipos de eventos
susceptibles de producir un tipo emoción determinado u
otro. A pesar de estas variaciones culturales, la cuestión
principal sigue siendo universal: la manifestación de
emociones es una parte importante de nuestra vida diaria
y sigue ciertas reglas culturales y situacionales.