1. Universidad Nacional Autónoma de México
Escuela Nacional Preparatoria #9 “Pedro de Alba”
Lengua Española
Los místicos y ascéticos
• Anzaldo Grundler Gero
• Bustamante Urbán Diana Pamela
• García Esquivel Nohemi
• Molina Barajas Brandon
• Navarro Ochoa Paola Andrea
• Ramírez Nava Salvador
• Sánchez Gudiño Arely Fernanda
Profr. Lic. Guadalupe Oralia Meléndez Rodríguez
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2. Lo místico y lo ascético.
Para los religiosos, lo místico es una forma de llegar a Dios; lo
ascético se halla a la mitad del camino.
Lo ascético se basa en el
raciocinio y la mística en
la intuición.
3. Lo místico y lo ascético.
Corresponde al orden de las virtudes y lo
místico a los dones.
El asceta modera sus pasiones y le son
indiferente los encantos del mundo.
En diversas formas de arte se desprecia lo
pasajero y terreno. Lo ideal es pensar en lo
inmutable y eterno.
4. Místico y ascético.
La mística emplea un lenguaje de amor.
Se hacía uso de imágenes de amante,
de desposorio o algún símbolo de amor.
Todas las doras van encomendadas a
hacer la luz y alcanzar la perfección.
5. ¿Cómo llegar al grado
místico?
Para llegar a la mística hay que pasar por lo ascético.
Hay 3 vías para llegar a la unión con la divinidad:
• Purgativa: Es la purificación del alma, es decir, que el
alma esté limpia de pecados.
• Iluminativa: Se “ilumina” el camino de manera que se
dejan atrás los apetitos materiales.
• Unitiva: El alma se une con Dios, produce el éxtasis
que anula los sentidos.
6. Los seres místicos.
Los seres místicos se advierten la sensación
de la presencia sobrenatural de Dios,
como algo real y dinámico.
Se distinguen entre este favor de la unión
y la visión facial de Dios de los bienaventurados en la gloria.
Tienen un alto grado en el matrimonio espiritual. Su alma se clarifica y se
transforma en Dios, sin dejar de ser una criatura de Dios.
7. ¿Misticismo en España?
Al termino de la Reconquista comienza
a tomar forma en España y se
considera una corriente literaria.
La palabra “mística” procede de un
verbo en griego que significa “cerrar”,
por lo tanto lo místico sería una vida
espiritual cerrada o secreta.
8. Los místicos Carmelitas.
Ocurre en la gran etapa de creación de la cultura católica, en el
Renacimiento. La mística ocupa un lugar importante.
Dos clases de obras representan los descaminos de la fe católica y la
creación artística dentro del orden objetivo:
• Impresión y ternura que encarna Santa Teresa.
• Creación poética ceñidamente intelectual que sintetiza San Juan de la
Cruz.
9. “Vivo sin vivir en mí”
Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puso en mí este letrero:
«Que muero porque no muero».
Esta divina unión,
y el amor con que yo vivo,
hace a mi Dios mi cautivo
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a mi Dios prisionero,
que muero porque no muero.
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros
en que está el alma metida!
Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
Acaba ya de dejarme,
vida, no me seas molesta;
porque muriendo, ¿qué resta,
sino vivir y gozarme?
No dejes de consolarme,
muerte, que ansí te requiero:
que muero porque no muero.
-Santa Teresa de Jesús de Ávila.
10. “La noche oscura”
Canciones del alma que se goza de
haber
llegado al alto estado de la perfección,
que es la unión con Dios, por el camino
de la negación espiritual.
1. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
2. A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.
4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la
alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!
6. En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
8. Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
- San Juan de la Cruz.
11. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
•Arnaiz José María, Místicos y profetas necesarios e inseparables, Madrid, PPC, 2004.
•Cruz San Juan de la, La noche oscura, recuperado de www.ciudadseva.com el día 29 de
Septiembre 2014.
•Cruz San Juan de la, Poesías completas, Madrid, EDIMAT LIBROS.
•González Martínez Juan, Breve historia de la literatura española, España, Ediciones
Octaedro, 2008.
•Jesús Santa Teresa de, Libro de la vida, Madrid, Clásicos Castalia, 1986.
•Jesús Santa Teresa de, Vivo sin vivir en mí, recuperado de www.ciudadseva.com el día 29 de
Septiembre 2014.
• Merton, Thomas, Místicos y maestros zen, Buenos Aires, Lumen, 2001.
•Pedraza Jiménez Felipe, et al, Las épocas de la literatura española, España, Ariel, 1997.
•Riquer Martín de, et al, Historia de la literatura universal. Volumen 5, Planeta, 2003.
•Solé Campos Salvador, et al, Antología poética del Siglo de Oro, Barcelona, Ediciones
Octaedro, 2010.
•Valbuena Prat Ángel, Historia de la literatura española, Barcelona, 1937.