La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos ayudan a su organismo a combatir las infecciones. Las células sanguíneas se forman en la médula ósea. Sin embargo, en la leucemia la médula ósea produce glóbulos blancos anormales.
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LEUCEMIA (PATOLOGÍAS ASOCIADO A LA MEDULA ÓSEA)
1. AUTOR:
Castillo Cedeño María Isabel
Estudiante de la Universidad Técnica Manabí
Facultad de la ciencia de la salud
Escuela de Medicina
COAUTOR: Dr. Jorge Cañarte
Docente de la Universidad Técnica Manabí
LEUCEMIA (PATOLOGÍAS ASOCIADO A LA MEDULA ÓSEA)
INTRODUCCIÓN
La leucemia es un cáncer de los glóbulos
blancos. Los glóbulos blancos ayudan a
su organismo a combatir las infecciones.
Las células sanguíneas se forman en la
médula ósea. Sin embargo, en la
leucemia la médula ósea produce
glóbulos blancos anormales. Estas
células reemplazan a las células
sanguíneas sanas y dificultan que la
sangre cumpla su función (1). Esta
patología se encuentra ligada a los
órganos linfoides primarios (2). Ya que
como se conoce que la principal parte
que permite la estimulación de los
glóbulos blancos es la médula ósea,
además de ello en el adulto se lo conoce
como órgano de maduración de los
linfocitos B (3).
La leucemia es un tipo de cáncer de la
sangre que comienza en la médula ósea
(4), el tejido blando que se encuentra en
el centro de los huesos, donde se forman
las células sanguíneas. El término
leucemia significa sangre blanca. Los
glóbulos blancos (leucocitos) son
producidos en la médula ósea y el cuerpo
los utiliza para combatir infecciones y
otras sustancias extrañas. La leucemia
lleva a un aumento incontrolable de la
cantidad de glóbulos blancos (5). Las
células cancerosas impiden que se
produzcan glóbulos rojos, plaquetas y
glóbulos blancos maduros (leucocitos)
saludables. Entonces, se pueden
presentar síntomas potencialmente
mortales a medida que disminuyen las
células sanguíneas normales. Las células
cancerosas se pueden propagar al
torrente sanguíneo y a los ganglios
linfáticos. También pueden viajar al
cerebro y a la médula espinal (el sistema
nervioso central) y otras partes del
cuerpo. La leucemia puede afectar a
niños y adultos (6).
Las leucemias se dividen en dos tipos
principales: Aguda (que progresa
2. rápidamente); Crónica (que progresa
más lentamente) (7).
Los tipos principales de leucemia son:
Leucemia linfocítica aguda
(LLA)
Leucemia mielógena aguda
(LMA)
Leucemia linfocítica crónica
(LLC)
Leucemia mielógena crónica
(LMC)
Leucemia de células pilosas
La clasificación sustancial
epidemiológica de esta patología
determina que existen prevalencias entre
uno y otro tipo de leucemia, donde en la
población general, la incidencia de LA
es de 1 a 10 casos/100.000 habitantes y
año. La LLA 75% de los casos afectan
a los niños menores de 6 años., con un
leve incremento a los 35 años y un
segundo pico de incidencia a partir de
los 80 años. Por ultimo la LMA cuya
incidencia ha permanecido estable desde
los 60 años y aumenta con la edad de
manera que constituye el 90% de las
leucemias agudas en adultos (8).
Etiológicamente no hay una única causa
conocida para todos los distintos tipos de
leucemia que existen. Las causas
conocidas, que no son factores
intrínsecos de la persona, representan
relativamente pocos casos. Cada
leucemia distinta puede tener varias
causas diferentes. La leucemia, al igual
que otros tipos de neoplasias, son el
resultado de mutaciones del ADN.
Ciertas mutaciones producen la
activación de oncogenes o la
desactivación de los genes supresores de
tumores, y con ello alteran la regulación
de la muerte celular, la diferenciación o
la mitosis (9). Estas mutaciones ocurren
espontáneamente o como resultado de la
exposición a la radiación o a sustancias
cancerígenas, además de la probable
influencia de factores genéticos.
Entre los adultos, podemos diferenciar
entre los factores biológicos (virus como
el virus linfotrópico T humano) y los
artificiales (radiación ionizante,
benceno, agentes alquilantes y
quimioterapia para otras enfermedades).
El consumo de tabaco se asocia con un
pequeño aumento en el riesgo de
desarrollar leucemia mieloide aguda en
adultos. El uso y la exposición a algunos
productos petroquímicos y tintes para el
cabello se han relacionado con el
desarrollo de algunas formas de
leucemia. También se han descrito casos
de transmisión materno-fetal.
Algunas formas de leucemia están
vinculadas a infecciones víricas.
Experimentos en ratones y otros
3. mamíferos han demostrado la relación
entre los retrovirus y la leucemia y
también han sido identificados retrovirus
humanos. El primer retrovirus humano
identificado fue el virus linfotrópico T
humano o HTLV-1, el cual causa la
leucemia de células T.
Algunas personas tienen una
predisposición genética hacia el
desarrollo de leucemias. Esta
predisposición se demuestra por los
antecedentes familiares y los estudios en
gemelos. Los afectados pueden tener un
solo gen o genes múltiples en común. En
algunos casos, las familias tienden a
desarrollar el mismo tipo de leucemia
que los demás miembros; en otras
familias, las personas afectadas pueden
desarrollar formas diferentes de
leucemia o neoplasias relacionados con
la sangre.
Además de estas cuestiones, las personas
con anomalías cromosómicas o ciertas
enfermedades genéticas tienen un mayor
riesgo de padecer leucemia. Por ejemplo,
las personas con síndrome de Down
tienen un riesgo significativamente
mayor de desarrollar formas de leucemia
aguda y la anemia de fanconi es un factor
de riesgo de desarrollar leucemia
mieloide aguda (10).
(11) Describe que los síntomas de la
leucemia varían según el tipo. Los signos
y síntomas frecuentes de la leucemia son
los siguientes:
Fiebre o escalofríos.
Fatiga persistente, debilidad.
Infecciones frecuentes o graves.
Pérdida de peso sin proponértelo
Ganglios linfáticos inflamados,
agrandamiento del hígado o del
bazo.
Tendencia al sangrado y a la
formación de moretones.
Sangrados nasales recurrentes.
Pequeñas manchas rojas en la
piel (petequia).
Sudoración excesiva, sobre todo
por la noche.
Dolor o sensibilidad en los
huesos.
Diagnostico. Se usa el hemograma
completo (CBC, por sus siglas en inglés)
para diagnosticar la leucemia. Un CBC
es una prueba que también se usa para
diagnosticar y manejar muchas otras
enfermedades. Esta prueba de sangre
puede mostrar niveles altos o bajos de
glóbulos blancos y mostrar células de
leucemia en la sangre. A veces, los
conteos de plaquetas y glóbulos rojos son
bajos. Las pruebas de médula ósea
(aspiración y biopsia) a menudo se hacen
para confirmar el diagnóstico y para
buscar anomalías cromosómicas. Estas
4. pruebas identifican los tipos de células
de leucemia (12).
El tratamiento está dirigido hacia 2
aspectos importantes: el primero de ellos
es el específico antileucémico y se basa
en el uso de medicamentos de origen
químico que se les conoce con el nombre
de quimioterapia, cuyo principal
objetivo es erradicar, es decir, eliminar a
todas las células leucémicas del
organismo. El segundo aspecto del
tratamiento es el apoyo para las
complicaciones que por lo general
presentan los pacientes en su ingreso
como son:
1. Anemia.
2. Hemorragia anormal.
3. Infecciones pulmonares y
generalizadas, entre otras.
4. Cualquier otra complicación
adyacente que el paciente pueda
tener (co-morbilidad), como
padecimientos preexistentes, por
ejemplo, diabetes, hipertensión,
cardiopatías y otras
enfermedades frecuentes entre
los pacientes que sufren de
leucemia.
Por lo anterior, es muy importante tener
en cuenta que el tratamiento en contra de
la leucemia es multidisciplinario, que
implica la participación de otros
especialistas como apoyo al hematólogo
(13).
Los exámenes de detección incluyen los
siguientes: Examen físico y
antecedentes: examen del cuerpo para
revisar el estado general de salud,
identificar cualquier signo de
enfermedad, como nódulos o cualquier
otra cosa que no parezca habitual.
También se tomarán datos sobre los
hábitos de salud, así como los
antecedentes de enfermedades y
tratamientos anteriores. Pruebas de
laboratorio: procedimientos médicos en
los que se toman muestras de tejido,
sangre, orina u otras sustancias del
cuerpo. Procedimientos con imágenes:
procedimientos que permiten captar
imágenes de áreas internas del cuerpo.
Pruebas genéticas: exámenes con los que
se buscan ciertas mutaciones de genes
(cambios) que se relacionan con algunos
tipos de cáncer (14).
Aunque el proceso de la leucemogénesis
no está aclarado por completo, en los
últimos años se han efectuado grandes
avances en el conocimiento de los
mecanismos que determinan la
transformación maligna de las células
precursoras de la hematopoyesis (15),
por lo tanto se ha planteado una posible
cura, en 2014, investigadores de
Minnesota (Estados Unidos) han
5. conseguido acabar con la leucemia de
una mujer de 50 años inyectándole una
dosis masiva de una cepa genéticamente
modificada del virus del sarampión de
tipo MV-NIS (16).
CONCLUSIÓN
La leucemia es un cáncer de la médula
ósea. La cual es considerada como un
órgano linfoide primario, por lo tanto se
plantea que este conduce a una afección
de la sangre, la leucemia puede ser aguda
o crónica. Los tipos agudos de leucemia
avanzan de manera rápida mientras que
los tipos crónicos avanzan lentamente,
por lo que hay distintos tratamientos.
Aun no existen métodos de prevención y
tratamientos eficaces por el motivo de
que esta patología es impredecible y no
posee un camino fisiopatológico único el
cual pueda permitir a la medicina formar
bases exactas para la misma, La
leucemia es la clase más común de
cáncer en los niños y los adolescentes. La
leucemia linfocítica aguda es más común
en los niños y los adolescentes que en los
adultos. Sin embargo, debido a que los
otros tipos de leucemia se vuelven más
comunes con la edad, la mayoría de los
casos de leucemia se producen en
adultos. Entre los principales tipos de
leucemia encontramos, la leucemia
linfocítica aguda (LLA), leucemia
mielógena aguda (LMA), leucemia
linfocítica crónica (LLC), leucemia
mielógena crónica (LMC), leucemia de
células pilosas.
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