"La vida es sueño", decía Calderón de la Barca, y no le faltaba razón. Nuestra vida es sueño. Pasamos aproximadamente 25 años de nuestra existencia durmiendo. El sueño es, sin duda, una función reparadora para nuestro organismo, y juega un papel crucial para mantener nuestro bienestar y salud. No obstante, el mundo en la actualidad gira tan deprisa y a la vez nos arrastra a su ritmo, que en muy raras ocasiones nos detenemos a prestarle atención a la fascinante maquinaria que nos mueve. Son muy bien conocidos los múltiples beneficios que tiene el dormir bien, pero en este caso, quisiera recalcar uno muy importante: El papel crucial que juega en el aprendizaje y la memoria.