1. TEXTO 2
CONTRATO GRACE Y EL ARREGLO DE LA DEUDA EXTERNA
Gustavo Jiménez (PUCP)
Con el fin de la Guerra del Pacífico en el año 1884, el Estado peruano inicia el período que es conocido
como el de “Reconstrucción Nacional” luego del desastre humano, material, económico y financiero que
había dejado el conflicto con Chile. En esa coyuntura de post-guerra, la economía peruana se sustenta
en la exportación de materias primas tales como azúcar, caucho, algodón, así como en una serie de
minerales y petróleo. En este sentido, esta diversificación económica se sostiene sobre una base
diferente a la que se tuvo antes de la guerra con Chile en la que la producción estaba sobre las bases
de la venta del guano como columna vertebral de los ingresos de las finanzas públicas.
El presidente de esta fase de la historia nacional identificado con la reconstrucción nacional fue el general
Andrés Avelino Cáceres, gobernó entre los años 1886 y 1890, y tuvo como objetivo resolver la crisis
económica del país agravada por las consecuencias de la invasión chilena durante la Guerra del Pacífico.
La solución que tuvo fue la firma del contrato Grace en 1889, mediante el cual se resolvió la crisis de la
deuda externa. Es de considerar que el país se había declarado en quiebra a mediados de la década de
los setenta en el siglo XIX y por ello se estaba en una situación de incumplimiento de pago dado que
habíamos dejado de pagar las obligaciones financieras contratadas con una serie de acreedores
internacionales.
En 1886, Michael Grace como representante de la Casa Grace, en nombre de los acreedores extranjeros
reunidos en un Comité Inglés de Tenedores de Bonos de la Deuda Externa del Perú, presentó al gobierno
de Cáceres el proyecto de un convenio para cancelar la deuda peruana.
La negociación del contrato Grace no fue sencilla para el Gobierno de Cáceres producto de la fuerte
oposición desde varios sectores políticos en función de las condiciones que exigía el acuerdo como
fueron el de conceder los ferrocarriles nacionales por un período de hasta sesenta y seis años, sumado
a que el país se comprometía a entregar las ganancias producto de los ingresos por las exportaciones
del guano, además de dos millones de hectáreas en la selva central, ochenta mil libras por año por un
período de treinta y tres años además de permitir la libre navegación por el lago Titicaca. La ventaja en
ese momento para el gobierno fue importante dado que se cancelaba la deuda externa y se tenía
después de varios años, la opción de acceder a nuevos préstamos internacionales.
2. El contrato Grace fue suscrito en octubre de 1889 y es conocido también como el contrato Aspíllaga-
Donoughmore por haberlo firmado Ántero Aspíllaga. Dichos empréstitos eran en gran parte de 1869,
1870 y 1872, es decir, de las obligaciones contraídas por el Perú antes del conflicto con Chile siendo el
paquete de mayor consideración de esta deuda la vinculada a los préstamos contratados durante la
administración del presidente José Balta siendo el ministro de Hacienda, Nicolás de Piérola.
Con el descubrimiento y explotación del guano de las islas de Chincha, se inicia un ciclo de exportaciones
del recurso en grandes cantidades a Europa, a través de la firma inglesa Gibbs, después por Grace &
Company y, finalmente, por la francesa Dreyfus y Hermanos. Si bien el país tenía el guano, este negocio
estaba en manos de consignatarios nacionales que especulaban con los precios del abono, incumplían
con el pago puntual al Estado producto de las ventas y al final se convirtieron en acreedores del gobierno
otorgando préstamos a tasas elevadas. En ese sentido, para Balta la solución fue el Contrato Dreyfus,
firmado en julio de 1869, entre el Estado peruano y Augusto Dreyfus en representación de la Casa
Dreyfus, que asume el compromiso de adquirir al Perú dos millones de toneladas de guano por 73
millones de soles. Para ello, Dreyfus acepta el compromiso de adelantar dos millones de soles en dos
mensualidades al momento de la firma del contrato y se compromete a entregar cada mes, hasta marzo
del año 1871, la cantidad de 700 mil soles, además de aceptar hacerse cargo del negocio del guano y
sobretodo cancelar la deuda externa peruana, tomando la renta futura por la venta del fertilizante.
En todo caso, la pregunta que surge es qué pasó con el dinero de Dreyfus, por lo que es de tomar en
cuenta que, si bien ingresaron al país grandes capitales que pudo convertirse en un período de
prosperidad, en el mediano y largo plazo no fue así dado que el gobierno de Balta proyectó el gasto en
función de ingresos futuros que no se cumplieron. Balta gastó grandes sumas de capital en implementar
su política de ferrocarriles, algunas líneas se construyeron, otras quedaron a la mitad y otras sólo fueron
proyectos. Al final, el dinero de Dreyfus no fue suficiente, el Estado tuvo que volver a recurrir al crédito
externo y afrontar el incontrolable déficit presupuestal.
Cuando Manuel Pardo (1872-1876) asume el gobierno, las cuentas del Estado estaban en crisis y las
venta del guano se habían reducido a la mitad en Europa, en un contexto en el que la política ferroviari a
había hecho incrementar el monto de la deuda externa a más de 35 millones de libras esterlinas cuya
sola amortización requería de un monto aproximado de tres millones de libras, que era equivalente a casi
la totalidad del presupuesto nacional. Por lo cual, a diferencia de años anteriores, el gobierno no estaba
en la condición de solicitar más créditos en el exterior para poder cubrir sus gastos, situación que fue
para peor cuando en 1874 Dreyfus anunció que sólo cumpliría sus obligaciones sólo por un año más.
Consecuencia de ello, ocurre la quiebra de los bancos y una crisis de la industria en los sectores
vinculados con la agricultura, la minería y el comercio.
3. En suma, económicamente la ventaja que tuvo el país con la firma del contrato Grace fue la anulación
de la deuda externa que ya era eterna en las condiciones que se tenían dado que era imposible pagar.
Asimismo, poder tener credibilidad en el mercado internacional de deuda era trascendental porque el
país volvía a tener certeza de pago de sus obligaciones y de poder reconstruir el país.
Asimismo, también el contrato tuvo desventajas dado que desde una posición como en la que estaba el
país en ese momento de quiebra no se pudo negociar como se hubiese querido las condiciones en
función de entregar la red de ferrocarriles que conectaban con los grandes centros mineros que quedaron
en manos de capital extranjero.
A posteriori parecería irracional la negociación, pero frente a la crisis, Cáceres optó por el Contrato y
mejor sería preguntarse qué hubiese pasado si no se firmaba. Por ello, citando a Jorge Basadre se
indica: “A pesar de todos los cuantiosos sacrificios hechos y de las largas gestiones efectuadas, aún
después de la aprobación del contrato, el pasado quedó liquidado y el país, creyéndose libre de su
abrumadora deuda externa, se enfrentó al porvenir en pos de la reconstrucción”.
Extraído de: http://blog.pucp.edu.pe/blog/historiamaestros/2014/12/22/el-contrato-grace-y-el-arreglo-de-la-
deuda-externa/?fbclid=IwAR28oe0nc2OJ4WCxSXVTHFRZ_efyprGr6UxJ6cZ0_OulAYBSRg0cLsoVZxE