La educación inicial se centra en el desarrollo integral de niños de 0 a 6 años. Requiere un enfoque científico que incluye antropología, filosofía, psicología e historia. Los principios clave incluyen el respeto, la seguridad afectiva y física, la comunicación, la autonomía y el juego libre. Los niños aprenden habilidades sociales y emocionales a través de la afectividad, la inteligencia y actividades lúdicas.
2. Presentación :
Ser profesora de Educación Inicial significa centrar nuestro esfuerzo, conocimiento, amor
y respeto en el desarrollo del niño de cero a seis (0-6) años de edad. Es un compromiso
humano de ayuda y acompañamiento a un ser que se encuentra en su primera y
fundamental etapa de desarrollo.
Asumir esta su misión exige la adquisición del conocimiento pedagógico desde una
perspectiva científica integral configurada por la antropología, filosofía, psicología, historia
y fundamentalmente la didáctica, por considerar que uno de los principales propósitos en
ésta formación es precisamente la de aprender cómo enseñar a aprender a los niños
menores de seis años de edad.
La formación docente se levanta sobre una base axiológica y humanista muy sólida
definida como el eje troncal del currículo al cual se integran la investigación educacional
como estrategia de enseñanza y aprendizaje, la práctica profesional como espacio
experiencial, las actividades orientadas a la capacitación y entrenamiento de habilidades
docentes y la tecnología educacional como eje instrumental del proceso formativo.
3. Principios de la Educación Inicial :
Respeto
Seguridad y
afectiva física
Comunicación
AutonomíaMovimiento
Juego libre
Buen estado
de salud
4. Que aprenden los niños(as) en la Educación Inicial?
En el Perú, el establecimiento de la educación inicial constituye un cambio
significativo en relación con la educación preescolar; esto se debe a que el
enfoque de educación inicial supera al de preescolar, que en algunos casos es
tomada como pre escuela, reduciendo a este nivel educativo a la preparación
del niño para la escolaridad inmediata. A diferencia de este enfoque, la
educación inicial considera al niño desde el nacimiento hasta los seis años,
favoreciendo su desarrollo integral y promoviendo que los padres de familia,
así como la comunidad, generen oportunidades y condiciones necesarias para
su pleno desarrollo. Sin embargo, por diversos motivos, tanto la concepción
como los objetivos de la educación inicial se han ido desvirtuando. Es
frecuente observar que en algunas instituciones y programas del nivel inicial
los niños tienen solamente actividades de entretenimiento, sin ninguna
finalidad que el entretenimiento en sí. En otros casos, la dirección y los
docentes aceptan o ceden de buen grado la presión de los padres que insisten
en que el niño aprenda a “leer y escribir”.
6. Importancia :
Es importante para el logro de los propósitos de la Educación Inicial, recurrir a la articulación de los
aprendizajes y a los elementos: Afectividad, Inteligencia y lúdico.
La Afectividad, tiene como fin potenciar el desarrollo social, emocional, moral, cognitivo y del
lenguaje del niño y la niña, además, la afectividad, articulada con las experiencias d aprendizaje de
carácter lúdico, promueven en los niños y las niñas, el aprendizaje, en la medida que favorecen, la
posibilidad de aprender con los demás, acordar y cumplir normas sociales.
El elemento Inteligencia, se orienta a desarrollar las potencialidades físicas, psicológicas e
intelectuales que, trae el niño y la niña al nacer y que los vincula a lo físico, cultural y social.
Lo anterior nos dice que, todos los niños y las niñas, nacen con determinadas potencialidades, las
cuales se desarrollan, dependiendo, sobre todo, de su interacción con ambiente y de lo que, como
adultos podamos bridarle. De allí la importancia de planificar y ofrecer a nuestros niños y niñas,
experiencias d aprendizaje de calidad, que favorezcan el pleno desarrollo de sus potencialidades.
7. Niños con problemas de conducta:
Un niño con problemas de conducta, que desobedece de forma habitual a sus
progenitores, que grita y se enfada con frecuencia o que, incluso, experimenta
brotes de agresividad cuando se le lleva la contraria precisa la ayuda de sus
padres y docentes para superar su trastorno de comportamiento.
En el desarrollo evolutivo del pequeño es normal que, en ocasiones, se detecten
estas conductas agresivas, desafiantes, de oposición o desobedientes.
Las pautas educativas habituales logran, en general, erradicar estos
comportamientos. Sin embargo, en algunos niños, estas actitudes son
perseverantes en el tiempo y se incrementa su frecuencia y magnitud a medida
que el infante crece.
Una intervención temprana de sus progenitores, así como la ayuda de
psicólogos infantiles en los casos más graves, pueden ayudar a prevenir que un
problema de conducta infantil evolucione hacia trastornos más graves en la
adolescencia.
8. Lonchera nutritiva para ellos:
Las poncheras escolares permiten cubrir las necesidades nutricionales de
los niños y jóvenes, asegurando así un rendimiento óptimo en el centro
educativo. Al ser una fuente de energía adicional, permite al niño prestar
mayor atención y concentrarse en la clase, evitando que se duerma. Los
alimentos (o colación) deben tener las mismas características nutricionales y
apariencia que los consumidos en el hogar.
EVITAR
• Golosinas y alimentos “chatarra”, ya que generan malos hábitos
nutricionales en los niños.
• Gaseosas, bebidas artificiales o sintéticas, pues contienen colorantes y
azucares, causantes de problemas alergénicos y estimuladores de la
obesidad en los niños.
• Embutidos.
9. Tipos de problemas de aprendizaje:
AUTISMO:
El autismo es un trastorno con una variedad de síntomas que van de leves a
graves. Las etiquetas, como autismo clásico, síndrome de Asperger y trastorno
generalizado del desarrollo no especificadas de ninguna otra manera son
confusas porque los jóvenes con estas afecciones tienen muchas
características en común, como capacidades sociales deficientes,
hipersensibilidad a imágenes y sonidos, dificultades para adaptarse al cambio
y otros intereses idiosincrásicos (distintivos). La diferencia entre un niño y otro
es, frecuentemente, una cuestión de grado. Como resultado, todos estos
diagnósticos son parte de un trastorno del espectro autista.