Grandes pensamientos y grandes acciones. Háganlos juntos y ciertamente pueden hacer que sus sueños cobren vida. Este proceso es simple y directo, ya que solo necesitas aplicar la ley de manifestación.

1. ¡Pensamientos inmensos,
ambiciones inmensas,
resultados inmensos!
Grandes pensamientos y grandes acciones. Háganlos juntos y ciertamente
pueden hacer que sus sueños cobren vida. Este proceso es simple y directo, ya
que solo necesitas aplicar la ley de manifestación.
El tamaño de tu pensamiento determina la grandeza que vas a alcanzar en la
vida. Piensa en pequeño y vivirás en pequeño. Si tiene agallas y se atreve a
pensar en grande, logrará un nivel de resultados completamente nuevo. Sueña
con un carro pequeño en la vida entonces eso es lo que vas a recibir. Ganas de
más y ganas de trabajar para conseguir que más, vas a conseguir más.
Las emociones y los sentimientos son el combustible de la motivación. Tus
sentimientos de “Quiero esto mucho” estimularán tu compromiso y determinación
a un nivel que te permitirá superar tus límites y tu zona de confort para alcanzar
tus metas. Busque en lo profundo de usted para comprender verdaderamente
las razones "POR QUÉ" necesita para alcanzar esos objetivos. Una vez que los
comprenda, escriba sus objetivos en un papel para crear una impresión en su
mente subconsciente.
¡Después de eso, toma GRANDES acciones que correspondan a tus grandes y
grandes pensamientos! Si está buscando la casa de sus sueños, vea cuánto
cuesta y planee cómo obtener la casa de sus sueños. Sueña y visualiza la casa
de tus sueños todos los días. De esta manera, activa la ley de la atracción y
simultáneamente comienzas a atraer personas y eventos que se relacionan con
tus pensamientos. Manténgase alerta a las coincidencias del universo, por
ejemplo, conocer de repente a un arquitecto o cualquier persona que pueda
ayudarlo a conseguir la casa de sus sueños.
Mantenga una mente abierta cuando se trata de sus estrategias y plan de
acción. Si encuentra que sus estrategias no lo están llevando a donde quiere
estar. ¡Cambio! Sin embargo, ten en cuenta que solo cambias tus planes y no
tus objetivos. Es fácil darse por vencido cuando las cosas se ponen difíciles, pero
se necesita compromiso, determinación y agallas para persistir y finalmente
tener éxito. Recuerde, cuando las cosas se ponen difíciles, ¡lo difícil se pone en
marcha!