2. En la Europa antigua durante el imperio romano, el suicidio era algo respetado y
un acto de valentía, el filoso romano Seneca lo alababa como un acto de una
persona libre. Sin embargo para San Agustín era un pecado.
Varios de los primeros padres decretaron que los que se suicidaran no podían
velarlos como a todos los cristianos, en la edad media la iglesia católica romana
condeno expresamente esta practica.
Actualmente el suicidio esta condenado en las religiones judía, cristiana y
islámica.
la suicidalidad es un concepto que da cuenta de una amplia gama que incluye
ideadores, intentadores y consumadores de suicidio. Pueden considerarse al menos
tres dimensiones combinadas de una u otra forma en presencia de un
comportamiento suicida:
La Detención y suspención definitiva de la conciencia y la muerte.
La Irrupción con suspensión transitoria de la conciencia para dejar de sentir.
Como Señal de Llamada para influir y movilizar a terceros.
3. El Suicidio es la muerte ocasionada intencionalmente.
Las tentativas de suicidio, entendiendo por tal cualquier
comportamiento auto lesivo, son variadas en su motivación,
letalidad y recurrencia. Entre los factores más importantes
asociados al suicidio están la presencia de enfermedad
mental (especialmente enfermedades afectivas, trastorno de
personalidad y el abuso de sustancias), historia de
suicidalidad familiar, eventos estresores significativos,
enfermedades físicas progresivas, disponibilidad de armas de
fuego, etc. Las causas psiquiátricas más corrientes de intento
suicida son la depresión, la personalidad anormal, la
esquizofrenia y el abuso de sustancias.
4. El Suicidio es la causa principal de mortalidad en los pacientes psiquiátricos y el peor
desenlace de la práctica psiquiátrica. Los psiquiatras frecuentemente tratan pacientes
altamente vulnerables a la autolisis. De hecho, más de la mitad de éstos ha debido
lamentar la pérdida de algún paciente.
Se sabe que la mayoría de los potenciales suicidas ha visitado al médico en el mes
previo a su muerte y que en una proporción importante lo ha hecho la semana anterior,
a menudo aportando indicios de su intención. Algo similar se observa en quienes han
efectuado intentos de suicidio sin resultados de muerte.
A pesar de la demostrada vinculación entre suicidio y enfermedad psiquiátrica y de los
notables avances en el conocimiento de factores de riesgo y la terapéutica
psiquiátrica, no hay evidencias de reducción de esta causa de mortalidad. Esto puede
deberse en parte a la baja cobertura de los servicios psiquiátricos, pero también a
problemas en la formación de recursos de salud. Otro factor es la carencia de
programas de tratamiento a largo plazo de sujetos vulnerables. Esto es lamentable,
dado que existen datos que demuestran el impacto epidemiológico de programas de
educación médica en la detección y abordaje del riego suicida.
Abordaremos entonces, el problema de la suicidalidad desde un punto de vista
esencialmente psiquiátrico. El propósito es aportar elementos para la identificación de
sujetos en riesgo de cometer suicidio y su prevención. Un mayor nivel de alerta
contribuirá a la implementación oportuna de medidas de resguardo, así como al diseño
de estrategias en pacientes cuya vulnerabilidad suicidal tiene a ser persistente.
5. FACTORES DE RIESGO SUICIDA
Los factores de riesgo suicida más relevantes para los
psiquiatras son la existencia de antecedentes de conducta
suicida previa o actual y la presencia de alguna patología
psiquiátrica que confiera vulnerabilidad suicidal. Estas
mismas son las circunstancias principales que demandan una
estimación de riesgo por parte del médico. Otras
características señaladas -como por ejemplo sexo masculino,
adultez o edad avanzada, soltería, viudez o separación,
desempleo, enfermedades médicas de evolución crónica y
acontecimientos vitales negativos- son poco específicas para
ser consideradas por sí mismas como indicadores útiles.
Adquieren importancia, sin embargo, cuando se agregan a los
atributos principales ya señalados.
6. El intento suicida
Un intento de suicidio es uno de los fuertes predictores de suicidio. Quienes han efectuado
una tentativa presentan un riesgo 100 veces mayor que el de la población general de
autoeliminarse. Se estima que eventualmente el 10% pone fin a su vida, y alrededor del 30%
de quienes cometen un intento lo reitera en el futuro.
Una forma de expresar el riesgo suicida es mediante tasas estandarizadas de mortalidad
(TEM), cuociente que divide los casos observados por los esperados para un determinado
grupo. Un reciente análisis obtuvo una TEM por suicidio de 38, que es superior a cualquier
enfermedad psiquiátrica.
Se ha encontrado que el período de mayor vulnerabilidad al suicidio es el primer año tras la
tentativa. Por otra parte, los intentadores exhiben tasas de morbimortalidad por diversas
causas varias veces mayores a las esperadas, así como una evolución clínica comprometida
en el largo plazo.
Una historia de tentativas previas es un poderoso predictor de repetición, y su número se
asocia directamente a mayor riesgo de reintentos. Antecedentes remotos tales como
exposición a conducta suicida en la infancia separación temprana respecto de los padres y
una niñez estimada como infeliz también elevan el peligro.
7. Las ideas suicidas
La ideación suicida puede considerarse una expresión temprana de vulnerabilidad
y abarca desde manifestaciones vagas de poco valor de la vida hasta propósitos
autodestructivos más definidos. Puede adoptar una cualidad persistente y
asociarse a diversas variables psicológicas como depresión, autoestima baja, etc.
Los ideadores de suicidio presentan una elevada prevalencia de patología
psiquiátrica, como trastornos del sueño, por uso de alcohol/sustancias, de
personalidad y conducta antisocial. Las ideas suicidas se asocian a variables
psicosociales y a medio familiar caótico.
Se ha informado frecuencias distintas de ideación suicida en la población general.
En estudiantes de medicina chilenos, un 55,1% ha presentado grados diversos de
ideación suicida durante su vida y un 28,6% el año anterior; el 7,1% ha presentado
intentos suicidas. También en Chile frecuencia aún mayores de ideación suicida se
han informado en adolescentes.
Las ideas suicidas son más comunes entre quienes han intentado autoeliminarse,
se asocian a la severidad del intento y con a mayor probabilidad de repetición. Al
constituir un importante indicador de riesgo, las ideas suicidas deben explorarse
cuidadosamente. Debe considerarse que las dos terceras partes de quienes se
quitan la vida han comentado previamente su propósito. Tales expresiones pueden
ser verbales o no verbales (por ejemplo preparativos, regalar objetos o bienes).