La mediación puede ser útil en las primeras etapas del acoso laboral o mobbing para alertar tempranamente a la víctima, permitiéndole ganar confianza para enfrentar la situación y evitar más victimización. Sin embargo, la mediación no es recomendable en etapas avanzadas donde ya existe daño y desequilibrio de poder entre las partes. También señala que denunciar puede judicializar demasiado la situación y que la víctima solo busca que cese el acoso.
Porque la mediación es ventajosa en la fase inicial del acoso laboral o mobbing
1. Porque la mediación es ventajosa en la fase inicial del acoso
laboral o mobbing
2. Porque la mediación es ventajosa en la fase inicial del acoso laboral o mobbing
La "mediación", es ventajosa en la fase inicial del mobbing
Es oportuna y ventajosa la intervención de la "mediación" en los casos
de mobbing ,cuando el proceso de acoso se encuentra en la fase inicial.
La mediación debe aplicarse al inicio de las conductas abusivas y
actuaría preventivamente, como una alerta temprana de denuncia de la situación,
permitiéndole a la víctima, de este modo, a ganar confianza para enfrentarse a los
hechos y evitar con ello otras victimizaciones posteriores, tanto o más terribles que el
acoso en sí mismo.
3. Desde ésta misma perspectiva, sin embargo, la mediación sería menos aconsejable en
las fases más avanzadas del mobbing, cuando ya existe daño y la situación de
desequilibrio de poder entre las partes es muy difícil de recomponer.
¿Cuándo debe aplicarse?
La mediación es un método de solución de controversias, privado y extrajudicial, en el
que un tercero (el mediador), neutral e imparcial, ayuda a otros a resolver un
conflicto de tal manera que son éstos quienes, de lograrlo, alcanzan por sí mismos un
acuerdo.
"la mediación podría aplicarse en las fases incipientes del mobbing, cuando se está
gestando el acoso, en las que la víctima se percata de comportamientos ambiguos que le
desconciertan y al inicio de las conductas abusivas".
"sería eficaz, funcionando como una alerta temprana. Esa mediación preventiva, como
denuncia de la situación, permitiría a la víctima no sólo cerciorarse de su sufrimiento,
percatarse íntimamente de que la pesadilla es real sino evitar también otra victimización
al ganar confianza para enfrentarse a los hechos"
¿Denunciar o no denunciar?
La posibilidad de intervenir inicialmente, aunque coherente con la conclusión de no
intervenir cuando el mobbing ya ha echado raíces, sin embargo, cuenta con un gran
escollo inicial, la gran cuestión que subyace de fondo y que condiciona cualquier
intervención en esta materia: ¿denunciar o no denunciar? .Ésa es la cuestión.
"Hay que evitar la judicialización, que suele ser demasiado odiosa para la víctima, ya que
ésta no sólo quiere que el juez le dé la razón sino que dejen de perseguirla y acosarla; en
definitiva, quiere que la dejen en paz". Iñaki Piñuel y Zabala
Lo que sucede es que los responsables de las compañías, ante un problema de este
tipo, suelen preferir obviarlo y mirar para otro lado. Craso error.
La empresa, como responsable de la salud de sus trabajadores, responderá si permite las
conductas de acoso moral en el trabajo, ya sea por acción u omisión, si no lo detecta a
tiempo o no hacen nada por solucionarlo.
¿Sirve la "mediación" en casos de mobbing en los que ya existe victimología?
Iñaki Piñuel cree que:
"la mediación no sirve en los problemas de victimología, porque mediar significa asumir
el principio de igualdad en las pretensiones de ambas partes en un conflicto y
el mobbing no es un conflicto, sino un proceso de victimización en el que no cabe situar
a la víctima y a su verdugo en el mismo plano moral ni en el mismo juicio ético".