En un salón de tercer grado, Ana Beatriz Solano aplicó un aprendizaje flexible que tuvo en cuenta el ritmo individual de cada estudiante, su entorno y sus intereses, utilizando herramientas tecnológicas. Durante la clase, propuso actividades lúdicas, recreativas y académicas que estimularon la imaginación y creatividad de los estudiantes en un ambiente escolar facilitador del aprendizaje. Tanto estudiantes como docentes disfrutaron del ambiente respetuoso y aportaron iniciativa y creativ