1. Grupo 9
Verónica Aparicio Rojas
María Pérez Carreras
Cristina Rubio Rodríguez
¿Refugio o cárcel?
Introducción
Para una empresa quizá el empleado perfecto sea el que se dedica a la misma
24 horas, pero evidentemente esto resulta insostenible.
Una jornada de 16 horas diarias, semanas sin descanso y temporadas sin
vacaciones, no produce ningún beneficio, es más, perjudican tanto la salud
física como emocional de quien lo vive.
Desde nuestra asociación “Buena salud, mejor trabajo” queremos fomentar una
vez más, que en la vida, todo tipo de actividad hay que realizarla en su justa
medida, que ni superar ni quedarse por debajo de los límites es correcto mi
beneficioso.
Para ser eficientes, además de tener conocimientos es importante llevar una
alimentación adecuada, hacer ejercicio y gozar de tiempo libre entre otras
cosas.
En este artículo hemos querido hacer referencia al “workaholic” porque hace
unas semanas acudió a la asociación Juan Pablo, una persona a la cual, según
vimos supimos que tenía de manera muy clara este problema.
Antes de comenzar a analizar el caso un poco más en profundidad, queremos
indicar de manera clara y considera una serie de características fundamentales
para entender lo que nos estamos refiriendo:
Un workaholic es...
- Aquél que vive para trabajar.
- Quien antepone el trabajo al resto de sus actividades.
- Deposita su autoestima sólo en sus logros (o fracasos) laborales.
- Dedica más de 12 horas de cada día a su trabajo.
- Quizá estén satisfechos con su vida laboral, pero son infelices en otros
aspectos.
2. Contenido
Juan Pablo comenzó a trabajar a los 17 años de edad en negocios familiares;
tras concluir su carrera comenzó a trabajar en una empresa trasnacional y de
ahí salió para montar su propio negocio. A su empresa le va muy bien.
Para evaluar si Juan Pablo tiene adicción al trabajo se le realizaron una serie
de preguntas que se incluyen a continuación:
¿Su perspectiva del trabajo es de un refugio en vez de una necesidad u
obligación?
¿El trabajo hace desaparecer todas las otras áreas de su vida?
¿Puede hacer la transición de la oficina al partido de fútbol de sus hijos,
sin sentir culpabilidad o constantemente pensando en lo que necesita
hacer?
¿Tiene papeleo de la oficina por toda su casa?
¿Regularmente cancela compromisos con la familia y amigos por
proyectos laborales?
¿Recibe adrenalina por lograr plazos imposibles?
¿Está preocupado con el trabajo sin importar lo que haga?
¿Sigue trabajando mucho después de que se han ido sus colegas?
La mayoría de las preguntas son respondidas con un “si”, a partir de aquí Juan
Pablo debe ser consciente de que es adicto al trabajo y uno de los primeros
pasos para solucionarlo es reconocerlo.
Juan Pablo se describe como una persona muy trabajadora, pero reconoce
haber sido durante toda su vida profesional (22 años) un adicto al trabajo, hasta
hoy. No se vanagloria por ello, al contrario: le gustaría haber tenido más tiempo
para disfrutar a su familia y convivir más con ellos que con el trabajo.
Menciona que el impulso que lo llevó a comportarse así fue lograr el
reconocimiento y tener un patrimonio. La demanda de trabajo de la empresa no
le permitía pensar en otro tipo de actividades.
Señala que en las últimas dos décadas apenas fue a comer a su casa, entre
semana, unas dos veces. Por el trabajo, afirma, convivió muy poco con sus dos
hijos (ahora uno está en la universidad y el otro preparándose para ello).
Sus dos hijos sienten que son valorados únicamente por los logros que
consiguen y les falta atención paternal. Muchas veces tienden a tomar el rol de
padre en casa para suplir esta ausencia paternal.
Su mujer es conciente del problema de su marido pero no sabe como ayudarle.
Durante todos estos años se ha sentido abandonada y siente que ha educado
a sus hijos sola, sin la ayuda de su marido. Piensa que si esta situación sigue
así, con el paso del tiempo su relación acabará en divorcio.
3. Conclusiones
La primera conclusión que queremos hacer llegar a Juan Pablo, y
evidentemente a todas las personas que se encuentren con este problema es
que ser un profesional exitoso no tiene por qué caer en la adicción al trabajo.
Quedarse horas extras en la oficina, no hace a la gente más eficiente, al
contrario, quienes no sacan todo el jugo de su horario de trabajo, sienten la
necesidad de extender su tiempo en la oficina de una forma compulsiva para
sopesar lo que ellos mismos llaman "incapacidad".
A su vez, y para salir un poco de la rutina dando recomendaciones a las
personas que sufren este tipo de trastornos hemos decidido poner en marcha
una alternativa, y esta es intentar acabar con este tipo de problema desde
dentro de la empresa, es decir, dar una serie de pautas a la empresa para
erradicar el problema desde dentro de la organización:
- Su empresa debe enfocarse en la consecución de resultados, pero con
sistemas de trabajo que brinden calidad de vida a sus colaboradores.
- Promueva que los trabajadores jerarquicen sus prioridades laborales
según sus tiempos.
- Potenciar esta idea: la gente verdaderamente productiva hace su trabajo
durante su jornada laboral estándar.
Bibliografía
http://www.ingenieriacomercial.com/content/view/1251/13/
http://club700hoy.com/nuevo/index.php/articulos-de-interes/324-renuncie-a-su-
adiccion-al-trabajo