1. GRUPO 6
Hernández Castro, Leyla
Marcos Salgado, Azahara
Muñoz González, Ruth
En la actualidad, el paro se ha disparado y la consecuencia más
próxima es que miles de mujeres y hombres se queden de un día
para otro sin su trabajo y, con ello, sin su fuente de ingresos.
Esta situación acaba con lo que da estabilidad y sentido a sus vidas,
convirtiéndola en soledad y desesperanza, que, unido a los sentimientos de no ser
útil y a los de la edad, pueden producir un cuadro de depresión grave.
Para entender mejor cómo se siente una persona cuando ha sido
despedida sin un motivo aparente, queremos presentar un caso, para
que de una forma sencilla, estas personas, con ayuda de sus parejas y
de su familia empiecen a ver la luz al final del túnel…
El Caso de Carmen:
Carmen, una mujer de 42 años, se convierte en desempleada después de 12
años trabajando en la misma empresa de costura. Cuando la despiden, lo primero
que hace es buscar empleo en empresas similares, ya que no posee otro tipo de
formación. Después de unas semanas buscando, empieza a ser consciente de que
con su edad y una formación tan específica, las posibilidades para encontrar empleo
son reducidas. Esta situación la produce una sensación de vergüenza y frustración,
que influyen negativamente en su autoestima. Al no sentirse independiente
económicamente, empieza a sufrir un cuadro de ansiedad severo, creando una
atmósfera depresiva a su alrededor, que la lleva a sentirse insegura y culpable de su
situación. Como consecuencia sufre insomnio y su carácter pasa de irritable a
agresivo, centrando la ira en su marido. Todo esto, hace que empiece a fumar de
una forma descontrolada para intentar mantener su mente ocupada. Esta situación
hace que el marido empiece a plantearse cómo puede ayudar a su mujer y paliar los
efectos que el desempleo ha causado en ella.
Para ello, queremos ofrecer una serie de consejos prácticos de
lo que pensamos que debemos y no debemos hacer para intentar
ayudar a nuestra pareja a solucionar este problema que cada vez
es más frecuente en nuestra sociedad.
Como podemos observar en este caso, Carmen atraviesa todas las fases
psicológicas que Blanch propone ante la pérdida del empleo.
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2. Al principio se ve sorprendida ante el inminente despido que sufre sin saber
exactamente cuál ha sido la causa (fase de shock). Después, comienza rápidamente
a buscar trabajo, a tener ilusión por encontrar algo en lo que trabajar siempre
relacionado con sus conocimientos (fase de reacción). Tras varios intentos fallidos y
siendo consciente de su edad y de la “limitación” de sus conocimientos/capacidades
comienza a desmoralizarse y a pensar que no podrá encontrar un trabajo (fase de
fracaso laboral). Tras esto, comienza a tener vergüenza por no poder volver al
mundo laboral, a sentirme mal, culpable, irritada, con cuadros de ansiedad, piensa
que es una mujer fracasada, y su carácter cambia radicalmente de manera negativa
en contra de su familia (fase de resignación).
Según diferentes investigaciones, se tiende a pensar que las consecuencias
más importantes del desempleo son dos. Por un lado, la pérdida de la forma de
obtener ingresos, y por otra, la complicación de tener que buscar un nuevo empleo.
Uno de los resultados más curiosos que se han encontrado, es que las
personas que están en el paro, utilizan más frecuentemente los servicios sanitarios.
Podría pensarse que tienen más tiempo para ocuparse de su salud tanto física como
psicológica, pero lo que realmente sucede es que el desempleo tiene una serie de
consecuencias tanto físicas como psicológicas perjudiciales para las personas.
Desempleo y problemas físicos:
Carmen, como consecuencia de su situación sufre los siguientes problemas:
Trastornos hormonales: El aumento de ciertos niveles de hormonas produce
que se desarrollen trastornos depresivos y que se generen respuestas
agresivas.
Alteraciones del sueño: Todos los sentimientos de inferioridad y culpabilidad
la producen insomnio, pero también, un sueño poco reparador e intermitente.
Consumo de tabaco: Carmen empieza a fumar para mantener
su mente ocupada, debido a la ansiedad que la produce el
desempleo.
Trastornos respiratorios: De momento, Carmen no los padece, pero si no
empieza a cuidarse, con el tiempo, puede sufrir síntomas asmáticos y
bronquitis crónicas, e incluso tumores pulmonares.
Desempleo y problemas psíquicos:
Todos los problemas físicos producidos por el desempleo, influyen en la
aparición de otros problemas como:
Neurosis de paro: Carmen la sufre, porque busca de una forma exagerada y
frenética un trabajo y esto, la produce un debilitamiento progresivo tanto físico
como emocional.
Depresión: Debido a su baja autoestima, causada por sus propias
limitaciones, Carmen entra en una situación depresiva severa.
Ansiedad: Como consecuencia de todas las circunstancias que tiene
alrededor, siente mucha ansiedad que intenta paliar a través del tabaco.
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3. A continuación, citaremos una serie de reacciones y de procedimientos que
debemos o no debemos tener ante la situación de un familiar que se encuentra en
paro.
Lo que NO DEBEMOS hacer
Culpabilizar. La situación afecta a toda la familia, y a veces los familiares ni
pueden evitar culpabilizar al desempleado de su situación. Esto contribuye al
descenso de la autoestima y facilita la aparición de toda la sintomatología
asociada.
Agobiar. A veces es inevitable presionar a nuestro familiar para que sea más
activo en su búsqueda de trabajo. Ésta debe ser una de las actividades más
importantes del desempleado, pero la vida no se debe limitar solo a eso.
Tales reacciones suelen incidir negativamente en la motivación del parado
Utilizar al desempleado. Asignar nuevas tareas al familiar desempleado, ya
que posee mucho más tiempo. Se deben encomendar nuevas tareas, pero
debemos evitar al parado como alguien que tiene que hacer lo que los demás
que trabajan no pueden. Ello acelera la visión negativa que el desempleado
tiene de sí mismo y acelera la presentación de sintomatología afectiva y
motivacional.
Dramatizar. Siempre que se hacen encuestas acerca de que cosas son las
que nos producen miedo o temor, el paro aparece en los primeros lugares.
Perder el empleo es una situación a la que todos tememos, pero si encima
nos encontramos con un entorno familiar que se centra únicamente en lo
desgraciado de la situación, lo difícil que esta encontrar trabajo, etc, será más
probable que presentemos sintomatología de todo tipo.
Lo que DEBEMOS hacer
Los esfuerzos del parado deben centrarse en volver a integrarse en el mundo
laboral, pero nunca descuidarse de otras áreas de la vida como las relaciones
familiares, los amigos, la salud…etc. A continuación, damos algunas pautas de
cómo debe de ser la relación con el familiar desempleado:
Debemos reforzar los aspectos positivos del familiar. No somos lo que
ganamos.
Ayudar al desempleado a reconocer sus intereses y preferencias
profesionales, así como colaborar activamente en su proceso de
búsqueda de empleo siendo sinceros en la conveniencia de las alternativas
(no coger lo primero que surja) y teniendo mucha paciencia.
Hacerle entender que no solo el trabajo remunerado es la única actividad
que requiere tiempo y produce cansancio, sino que hay otras actividades
que producen también los mismos efectos.
Potenciar los aspectos positivos de la situación como por ejemplo mayor
contacto familiar y con los amigos, más tiempo de ocio para los “hobbies”…
Fomentar el contacto social, que se relacione más con otras personas,
otros grupos… en definitiva que no se sienta solo.
No evitar hablar del tema del desempleo. Hacerlo con naturalidad y sin
dramatismos. Hacerle sentir que no es un problema suyo y que tiene solución.
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4. Acudir a psicólogos y especialistas si fuera necesario. Especialmente
terapias de grupo que potencian la interacción social y ayudan a compartir el
problema con otros.
Las condiciones socioeconómicas actuales a nivel mundial han provocado que
millones de personas tengan que lidiar con la problemática del desempleo que
conduce a un descenso en la calidad de vida y no sólo de los parados si no de las
personas con las que conviven, ya que el desempleo es uno de los grandes
desencadenantes de problemas como el estrés, la baja autoestima, la ansiedad, y
otras patologías que afectan a la salud.
Teniendo en cuenta que, la situación de desempleo tiene numerosas
consecuencias en la salud y en otros aspectos sociales y personales, incluso antes
de ser despedido. Estos efectos se inician desde que los trabajadores perciben la
amenaza de ser despedidos o, son producidos por la inseguridad en el empleo que
actúa como un factor estresante que perjudica la salud. Tener un trabajo precario,
insatisfactorio, inseguro o de baja calidad puede ser tan dañino como estar
desempleado, y pensamos que, es necesaria una atención médica para ayudar a las
personas mediante terapia a llevar mejor la situación sin que derive en otros
problemas de salud.
Sin embargo, como futuras pedagogas pensamos que por más que se trate de
reparar la situación a través de servicios de salud, si esta ayuda no llega a los
mecanismos sociales y personales del trabajador es difícil revertir su bienestar, por
lo tanto, teniendo en cuenta que nuestra labor profesional trata de ayudar a las
personas, nuestro trabajo sería ofrecer posibilidades y recursos para poner
solución a la problemática del paro por lo que podemos llevar a cabo actuaciones
sociales como es la elaboración de cursos gratuitos para que personas como
Carmen y otros casos similares participen en ellos con la finalidad de mejorar la
empleabilidad o prevenir el desempleo, mejorando a través de los cursos la
formación académica, ya sea para parados primarios o secundarios y potenciando
las actitudes frente al empleo ya que, ocupando el tiempo en actividades su
autoestima irá mejorando.
Un ejemplo sería facilitar la búsqueda de empleo ofertando cursos de creación
de páginas web para que los participantes creen blogs en los que cuenten su
situación personal y cuenten qué saben hacer. Además como pedagogas podemos
ofertar también cursos para orientar en la búsqueda de empleo dando Información
sobre el mercado de trabajo, posibilidades de empleo, formación y acceso.
Por lo tanto no podemos olvidar que salir de esta situación ES POSIBLE.
http://www.seniorm.com/mi-pareja-esta-en-el-paro.html
http://www.centrodepsicología.org
http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp463.htm
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