1. GRUPO Nº: 15
Andrea Beltrán Guevara.
Tamara de Frutos Sanz.
Celia García Llorente.
Lucía García-Herranz Castelo.
“El PARO TIENE NOMBRES Y APELLIDOS”
INTRODUCCIÓN
En la actualidad gran parte de la población mundial está atravesando
situaciones de paro y desempleo. Situaciones que no sólo conllevan una
disminución de los ingresos, sino también en muchas ocasiones explotación
laboral, desmotivación personal, y otros tantos problemas que pueden llegar a
afectar a la persona perjudicada en todos su ámbitos: físico, psicológico, familiar,
social y claro está, laboral. Estas personas ven como los ingresos se reducen hasta
llegar incluso, en algunos casos, a la pobreza. Además experimentan una
restricción de la variedad de la vida personal y de las metas y actividades
anteriormente fijadas, aumenta la inseguridad de cara al futuro, derivando en
depresiones, ansiedad, estrés, baja autoestima, insatisfacción y demás trastornos
psíquicos menores.
La presente actividad desarrolla tres casos de paro, donde se puede apreciar
algunos de los síntomas y problemas que acarrea estar en esta situación y las
posibles intervenciones que se pueden llevar a cabo en cada caso.
PARO PRIMARIO: CASO 1
“Me llamo Miguel y terminé mi carrera de química con una de
las mejores notas de mi promoción pero estoy en paro.
Después de haber sufrido el rechazo por parte de
numerosas empresas y organizaciones cuando les he
entregado mi currículum, me siento inútil. Estoy en paro
porque, después de tantas oportunidades rechazadas, cada
vez que he de asistir a una entrevista de trabajo lo veo todo
muy negativo: pienso que no podré conseguirlo, me tiembla
la voz, me sudan las manos…No puedo controlar lo que me pasa cuando voy a una
entrevista de trabajo, es superior a mí y siento que no soy dueño de mis
emociones. Me siento impotente, pues soy una persona muy preparada y, sin
embargo, soy incapaz de demostrar en las entrevistas mis capacidades personales.
Algunas veces incluso necesito que algunos amigos me acompañen a las
entrevistas. Creo que jamás encontraré trabajo y estoy muy desanimado, ya que
todavía no he tenido mi primer empleo, y no me siento como el resto de las
personas de la sociedad, los cuáles organizan su vida en función de los días
laborales y días de fiesta. Mi vida es una completa monotonía y eso está acabando
conmigo.”
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2. Los principales problemas que presenta Miguel son: inmadurez afectiva
(no puede asistir a las entrevistas de trabajo si no es con la compañía de otra
persona conocida); inmadurez cognitiva (imposibilidad de demostrar sus
capacidades personales durante las entrevistas de trabajo) e inmadurez
sociocultural (se siente impotente de participar plenamente de la vida social)
El proceso de psicoterapia para Miguel conllevará inmunizar a Miguel ante
las entrevistas de trabajo, pues son situaciones que le resultan muy estresantes.
✗ Realizaremos una recogida de datos de todos los síntomas de Miguel
respecto al paro que sufre y respecto a las entrevistas de trabajo que le
impiden conseguir ese primer empleo.
✗ Daremos unas pautas a Miguel relacionadas con la situación que supone
una entrevista, así como cuáles serían las habilidades adecuadas para
afrontarla.
✗ Se realizaran una serie de ensayos, algo similar a un juego de roles:
◦ Primero Miguel sería el entrevistador. Así Miguel comprenderá que la otra
persona no tiene por qué atacarle de ninguna manera, si no que es una
persona más que quiere realizar su trabajo con normalidad.
◦ Luego Miguel será la persona entrevistada. Posteriormente se le darán
pautas y correcciones.
✗ Se fortalecerá las habilidades positivas de Miguel frente a las negativas y
conseguir que él las reflexiones y las valore.
✗ Después de todo esto (repetido las veces que sea requerido) Miguel deberá
aplicar lo aprendido.
✗ Se realizarán recuperaciones en caso de recaídas.
PARO SECUNDARIO. CASO 2
“Me llamo Victoria y llevo dos meses en paro porque mi
empresa hizo un recorte de personal y me despidieron después
de veinticinco años trabajando. Mi jefe siempre me ha dicho
que soy una buena trabajadora, muy eficiente y que se puede
contar conmigo. Sin embargo, de la noche a la mañana han
prescindido de mí. No creo, realmente, que los halagos de mi
jefe fueran ciertos. Tampoco creo que a mi edad alguien me
quiera contratar por mucha experiencia que tenga y no me veo
con fuerzas de ir a pedir trabajo y mucho menos trabajar en
cualquier cosa. Tengo marido y tres hijos y se me está echando la casa encima
porque no podemos hacer frente a los pagos y esto me afecta en cuanto a mi
pareja. No puedo vivir más tiempo en esta situación. Pienso que no voy a volver a
encontrar un trabajo como el que tenía y a mi edad esto es algo horrible. Mi vida
era maravillosa.”
Los problemas principales en este caso son:
✗ Una muy baja autoestima: piensa que no era buena trabajadora, que por
eso la han echado y que no va a volver a encontrar trabajo.
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3. ✗ Poca confianza en sí misma: cree que no va a ser capaz de encontrar
otro empleo porque no tiene capacidades y aptitudes necesarias para
otros puestos.
✗ Una gran añoranza hacia la vida que tenía antes, cuando trabajaba.
✗ Tendencia a la depresión causada por el estrés de esta nueva
situación, la inactividad, el aislamiento social y el desarraigo.
✗ Situación familiar (más aún con el marido) desfavorable.
Para poder solucionar este caso lo fundamental es hacerla ver que ella no
tiene la culpa de su situación. Llevaremos a cabo una entrevista personal en la que
le preguntaremos mas concretamente todos estos aspectos que ella nos ha
comentado para, seguidamente, trabajar la autoestima: realizaremos primero una
sesión solo con la implicada para que nos diga qué aspectos positivos cree que
tiene en su vida y más concretamente en su trabajo. La segunda sesión consistirá
en que familiares y compañeros de su anterior trabajo nos digan los aspectos
positivos que creen que Victoria tiene con el fin de aumentar su autoestima. De este
modo realizaremos un role-playing en el que se simule una entrevista para que ella
sepa venderse de la mejor manera posible sabiendo explicar sus aspectos
positivos. Después intentaremos que Victoria se siga formando estudiando cursos
que sean de su agrado para, posteriormente, utilizar éstos en su currículum vitae
para buscar otro empleo. Todo esto hará que su nivel de estrés sea menor, que
aumente su autoestima y su autoconfianza al verse con más formación y más
segura de sí misma, que sea capaz de ir a buscar trabajo por sí sola y, en definitiva
que mejoren todos los aspectos de su vida diaria.
PARO PSICOPATOLÓGICO: CASO 3
“Me llamo Fernando, tengo 32 años y padezco de esquizofrenia. Desde que
mis estudios se truncaron en COU, he ido dando tumbos. Todo comenzó con una
depresión, a los 17 años de edad. Cuando ya creía que estaba superando la
depresión, mi mente empezó a despegarse de la realidad. Sufrí un cambio de
estado en el cual vivía un caos absoluto y no podía controlar mi propio
pensamiento. Repetí tres veces 1º de Ciencias de la Información, hasta que lo tuve
que dejar sin aprobar una sola asignatura. Éste fue el comienzo de la aventura
mental que he vivido después. Posteriormente noté que mi cabeza empezaba a
funcionar de una forma acelerada y a trompicones, y la imaginación empezaba a
jugarme malas pasadas. Me cogió de pleno la locura. A partir de este momento
comencé a ir al psiquiatra e inmediatamente me pusieron un tratamiento muy
fuerte. La medicación me dejó fuera de combate, y me ingresaron rápidamente en
la planta psiquiátrica. Empecé a darme cuenta de que no había mucha lógica en mi
pensamiento y que tenía que desechar los delirios de mi mente. Éste fue el
principio de la autodestrucción del raciocinio que tenía que llevar a cabo para
superar mi enfermedad. Tomando mucha medicación y teniendo un control médico
continuo pude paliar parcialmente la esquizofrenia, pero me quedé como sin vida.
Posteriormente, logré algunos trabajos esporádicos, de ayudante en algunas
empresas, gracias a la ayuda de mis padres, pero ninguno estable y menos con
futuro. Mis planes inmediatos son buscar un trabajo que me ayude a sentirme uno
más en esta sociedad.”
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4. La intervención que se desarrollará en este caso estará
condicionada por la presencia de enfermedades mentales, ya
que se siguen una serie de pautas para que puedan ser
reinsertadas en el mundo laboral. Estas directrices comienzan
en un Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) donde se
lleva a cabo un proceso cuyo objetivo es favorecer y fomentar
que dichas personas adquieran y ejerzan habilidades para
relacionarse con otros, trabajar en su medio social, integrarse en
su entorno sociofamiliar etc. Las intervenciones pueden ser
individuales y/o grupales. El proceso siguiente es derivarlos por los Servicios de
Salud Mental y a un Centro de Rehabilitación Laboral (CRL) y siempre que el
paciente no presente un gran deterioro funcional y haya finalizado su proceso de
rehabilitación. Los CRL están destinados a las personas con enfermedades
mentales crónicas para ayudarles a recuperar o adquirir los hábitos y capacidades
laborales necesarias para acceder al mundo laboral y apoyar su integración. Los
CRL trabajan en coordinación con los Servicios de Salud Mental encargados de la
atención psiquiátrica y seguimiento de estas personas, así como los Centros de
Rehabilitación Psicosocial, además de con el conjunto de recursos comunitarios de
formación y empleo. Además de los objetivos anteriormente señalados, hay que
destacar, la colaboración de empresarios, asociaciones o instituciones en la tarea
de aumentar las oportunidades de integración laboral de este colectivo, el apoyo a
su inserción en el mercado laboral ya sea protegido (Centros Especiales de
Empleo) y muy especialmente en el normalizado (empresas, autoempleo).
CONCLUSIÓN
Después de exponer los principales modalidades del paro, se puede concluir
que las consecuencias psicológicas negativas que se derivan de estar
desempleado, pueden, a su vez, incrementar el riesgo de sufrir trastornos que
requieren tratamiento psiquiátrico. Algunos desempleados pueden llegar a padecer
mayores síntomas depresivos que aquellas personas que tienen empleo. Además,
el deterioro del estatus y del prestigio social causados por la pérdida de empleo
puede provocar un sentimiento de incapacidad personal y autoculpabilización que
lleve a cambios en la evaluación personal. Pero tampoco se puede olvidar que
estos cambios provocan una desensibilización en las relaciones entre los miembros
de la familia y entre ésta y el medio en que se desarrolla su vida cotidiana, dando
lugar a un proceso de adaptación y cambio.
BIBLIOGRAFÍA
• Arena J.Mª; et Al. (1995): Documentos de Psiquiatría Comunitaria. Madrid.
Edita Servicio Regional de Salud. Consejería de Sanidad y Servicios
Sociales.
• Urbegi. (2001): Diario de un esquizofrénico. Bilbao. Desclée De Brouwer.
• Webgrafía
◦ http://html.rincondelvago.com/desempleo-y-psicologia.html
◦ http://www.madrid.org/
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