Interesante estudio que aclara todo esto y saca a la luz conclusiones realmente sorprendentes.

1. ¿EL ÉXITO ES COSECHA DEL TRABAJO
O FRUTO DE LA SUERTE?
¿A qué se debe el éxito en los negocios?
ENCUESTA
Ubicación → red social Linkedin
Voluntarios → 53 profesionales independientes
Duración → 3 días
RESULTADO
A la suerte ⇒ 0 votos
Al trabajo ⇒ 25 votos
A ambas ⇒ 28 votos
CONCLUSIÓN
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2. Estudios académicos
Existen varios estudios realizados por diversas universidades que han intentado
dar una explicación científica al fenómeno de la “suerte” y todos concluyen que la
forma de ser de la persona condiciona su fortuna.
Elizabeth Williams Nutt, profesora de psicología de la Universidad de St. Mary de
Maryland siguió la carrera profesional de 13 mujeres y descubrió que aquellas que
tuvieron más “suerte” es porque supieron aprovechar mejor sus oportunidades.
Además observó que compartían unos rasgos determinados: eran competentes,
adoraban asumir riesgos y confiaban en sí mismas.
La Universidad del Estado de Carolina del Norte entrevistó a 42 ingenieros y dedujo
que las grandes oportunidades profesionales solían proceder de fuentes poco
probables y darse en situaciones inesperadas.
Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire y autor de “El factor
suerte” investigó durante 10 años la percepción que mantenía la gente de su propia
suerte y descubrió que quienes se consideraban afortunados siempre eran más
extrovertidos. Realizó un experimento dentro de una cafetería poniendo en el
camino de varias personas las mismas oportunidades: tropezarse con dinero en el
suelo y un encuentro planeado con un hombre de negocios. Aquellos que se
consideraban afortunados tomaron el dinero del suelo y entablaron conversación
con la persona que compartían mesa conociendo así al empresario, los que se
consideraban desafortunados, pisaron el billete del suelo sin advertir su presencia
y tomaron su café sin mediar palabra con el empresario desconocido. De este
modo dedujo que las personas más “abiertas” y “despiertas” son más propensas a
los encuentros fortuitos, a estar en el momento y lugar adecuados, y a
experimentar lo que denominamos suerte.
Recomendación “La buena suerte: claves de la prosperidad”, de Fernando Trias de
Bes y Álex Rovira.
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3. Opinión personal
La suerte es un acontecimiento fortuito o por azar, que resulta favorable a alguien.
Para que se de este hecho, la persona debe estar en el lugar preciso y el momento
adecuado: estas son las coordenadas espacio-tiempo donde se representan todos
los sucesos físicos del universo, que Albert Einstein introdujo en la física con su
Teoría de la Relatividad. Según la teoría, estas coordenadas no pueden separarse
porque dependen de otros factores: la velocidad (alguien que viaja a la velocidad de
la luz calculará el tiempo de manera distinta a quien viaja a velocidad considerada
normal) y el campo gravitatorio (puede ser fuerte o débil dependiendo de la
energía además de la masa). La física cuántica descubre que “el observador influye
en la percepción espaciotemporal” y en todos los fenómenos universales: con el
experimento de los fotones (partículas mínimas de energía luminosa) Einstein
demostró que el fotón es onda o partícula según el aparato con que se mida. Aquí
la metafísica (rama de la filosofía que estudia la realidad que nos rodea) cobra más
sentido, pues incluye los conceptos de materia y vida en sus investigaciones.
Quien observa, por consiguiente, determina el resultado. La persona debe saber
encontrarse en el sitio e instante idóneos con el fin de aprovechar la oportunidad.
Que no es el resultado de la casualidad sino de la causalidad (relación entre causa y
efecto). Según diversas disciplinas científicas, todo efecto tiene una causa. En
cuanto a la suerte, la causa de que se manifieste, es la propia persona, que puede
percatarse de la circunstancia o no advertirla. La vida se entiende como la
capacidad de relacionarse con el medio, a través de los sentidos: los seres
humanos percibimos la realidad mediante nuestros sentidos, pero es el cerebro
quien lo interpreta y nos da la orden para actuar en consecuencia (avanzar o
detenernos). Por consiguiente, la mente de cada uno le conduce a su suerte. Ten
siempre presente que una mentalidad ganadora nunca te llevará a una mala racha.
Fuente “Los 4 pasos hacia el éxito”, de Raquel Durán Mateos.
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