2. 1
4. Algunos discursos
académico-científicos
En los módulos previos destacamos las particularidades que encierra la
escritura académica en el ámbito universitario, ya que el estudiante no sólo se
enfrenta al hecho de tener que escribir conforme con ciertos códigos y
convenciones propias de su disciplina, sino también de acuerdo con ciertos
géneros académicos que aún no domina (Bailey y Vaardi, 1991).
Este módulo tiene por objetivo que conozcas las características de algunos
textos escritos que se elaboran en el ámbito académico. Puntualmente,
haremos hincapié en la síntesis, el resumen, la monografía, la tesis y el
informe.
El abordaje de estas modalidades textuales se justifica, en primera medida, en
el hecho de que ellos condensan parte de los discursos académico-científicos a
los que los alumnos deberán acceder para apropiarse de los saberes que
conforman los corpus teóricos de sus respectivos campos de conocimiento. Por
otro lado, el interés en que conozcan en profundidad sus características más
definitorias viene dado porque no sólo deberán asumir el rol, a lo largo de la
carrera, de lectores de los mismos, sino que además deberán enfrentar el
desafío que significa producirlos.
Para comprender mejor el significado y alcance de esta expresión, la
desglosaremos, aunque sólo con fines analíticos.
Se entiende por discurso académico aquél que se produce fundamentalmente
en el ámbito universitario. Se compone tanto de textos elaborados por los
alumnos universitarios (por ejemplo, resúmenes, ensayos, monografías) como
de aquellos producidos por profesionales y/o científicos para la difusión de los
¿A qué nos referimos cuando hablamos de discursos
académico-científicos?
3. 2
conocimientos disciplinares (por ejemplo, libros académicos, manuales,
artículos de investigación) (Fernández Fastuca y Bressia, 2009).
Por discurso científico, en cambio, se entienden los saberes y conocimientos
acerca de un sector de la realidad construidos por las diferentes ciencias, según
una metodología propia y en base a un campo de indagación específico.
Integrando ahora ambos conceptos, ¿a qué nos referimos entonces cuando
hablamos de discursos académico-científicos?
A aquellos textos que se escriben con el objetivo de producir o transmitir
conocimientos, que surgen de acuerdo con cierta lógica de producción
(científica) y que se desarrollan preferentemente en el ámbito de las
universidades.
Vale la pena aclarar, en este punto, que el discurso académico-científico
comprende producciones orales y escritas; por lo tanto, los textos escritos
constituyen sólo una parte del mismo. De este modo, diremos que el discurso
se materializa, en parte, a través de textos escritos altamente especializados.
En el caso de los estudiantes universitarios, la redacción de los diferentes
géneros obedece generalmente a propósitos de evaluación. De este modo, por
ejemplo, es frecuente que los docentes soliciten monografías con el fin de
evaluar los conocimientos aprehendidos por el alumno en su asignatura.
También, como veremos más adelante, es común que el alumno tenga que
elaborar una tesis o una tesina al final de la carrera, situación que ocurre no
sólo en los estudios de grado sino también de posgrado (maestrías, doctorados,
especialidades, por ejemplo).
Por lo tanto, se vuelve necesario que el alumno conozca las distintas
modalidades textuales, cada una de las cuales responde a una intencionalidad
comunicativa distinta y una organización específica que condiciona la eficacia
comunicacional. En palabras de Puiatti (2005):
Los formatos o esquemas organizacionales, que ayudan a la
eficacia comunicacional, son los rasgos definitorios de los textos
académico-científicos. El alto grado de convencionalidad
responde fundamentalmente a dos hechos: primero, los
hablantes relacionan las formas textuales con determinados
contenidos y, en un procedimiento inverso, adscriben los temas
a determinados géneros; segundo, la organización en secciones
evidencia los pasos, momentos, contextos y procedimientos
usados en el proceso de la investigación (p. 26).
4. 3
Por otra parte, como hemos mencionado, los conocimientos disciplinares se
materializan fundamentalmente a través de distintos géneros escritos. Las
posibilidades de comprensión por parte del alumno dependerán no sólo de su
grado de conocimientos previos acerca del contenido del texto, las operaciones
cognitivas que ponga en marcha y la orientación que reciba de parte del
docente, sino también del conocimiento de las estructuras textuales y la
función específica, en definitiva, de la forma privativa de cada género.
Bienvenidos al último módulo de la materia. Como lo venimos haciendo, antes
de comenzar te recomendamos que leas y tengas presentes las palabras y
conceptos claves, que serán de gran ayuda para focalizar la lectura.
Palabras y conceptos clave del módulo: discurso académico-
científico – géneros académicos – resumen – síntesis – técnicas de
estudio – macrorreglas – monografía – informe – investigación –
proyecto – tesis – tesina.
4.1 Resumen y síntesis
La síntesis y el resumen pueden visualizarse como estrategias para la
elaboración de escritos que facilitan la comprensión del material de estudio. En
este sentido, a diferencia de los géneros que veremos más adelante, el
resumen y la síntesis pueden ser considerados como herramientas o recursos
que forman parte de lo que suele denominarse como técnicas de estudio, esto
es, textos escritos elaborados por los alumnos con el objetivo de comprender y
retener mejor la información.
Si bien ambos se obtienen por medio de procesos de lectura, escritura y
reescritura, y suponen una abreviación de otros textos, entre ellos existen
diferencias importantes que conviene resaltar, ya que implican la puesta en
juego de procesos y operaciones mentales distintos. Por tanto, no son
sinónimos, aun cuando coloquialmente nos referimos a ellos de manera
indistinta.
Resumen
El resumen puede ser definido como una reproducción abreviada y precisa del
contenido de un texto, siguiendo la estructura dada por el autor del texto
original pero formulado con el vocabulario del autor del resumen (Massun,
2000).
5. 4
Evidentemente, cuando leemos un texto con cierta extensión, debemos
suprimir toda la información accesoria, es decir, que no es importante, para así
retener la información sustancial, ya que de otro modo sería difícil comprender
lo que el texto nos dice. Tal como señala Carlino (2005, p. 70) “intentar
centrarse en cada uno de los detalles atenta contra la posibilidad de entender.
Para entender es preciso cribar”. Precisamente, el resumen sirve a este
propósito.
Entonces, un resumen consiste en reducir un texto a su información básica,
exponiendo sus ideas centrales. No hay cabida para el análisis o juicio personal
del autor del resumen. Al evitar los juicios personales, en el texto prima el
carácter objetivo y neutral en relación a la postura del autor. Por lo tanto, el
estilo de redacción es esencialmente descriptivo y expositivo (Fernández
Fastuca y Bressia, 2009).
Siguiendo a Pineda Ramírez (2005), para elaborar un resumen es conveniente
tener en cuenta los siguientes elementos:
Seleccionar y jerarquizar las ideas principales del texto original. El nuevo
escrito debe recoger todos los conceptos importantes presentes en el
texto original.
Se debe evitar repeticiones, aclaraciones que resulten innecesarias,
información obvia y la inclusión de ejemplos. En este sentido, al elaborar
un resumen es importante aplicar el “principio de entropía” (o la
parsimonia), que consiste en expresar la mayor cantidad de información
posible con el menor número de palabras.
La yuxtaposición de ideas principales puede crear un escrito inconexo y
desorganizado, difícil de relacionar con el texto de origen. Para
reconstruir el sentido, es necesario apelar al uso de conectores o
marcadores textuales, palabras u oraciones de transición que
establezcan la vinculación entre todas ellas.
Es una buena estrategia comparar, una vez finalizado el resumen, ambos
textos: el elaborado por el propio autor y el nuevo escrito; ello podría
dar muestras de la capacidad de resumir de quien tiene a cargo la
reestructuración del texto original.
Agreguemos, también, que un resumen correctamente elaborado es aquel que
posee un alto grado de autonomía respecto del texto de origen. En otras
palabras, debe ser posible comprender lo esencial de texto a partir del
resumen, sin necesidad de recurrir al documento original.
6. 5
Síntesis
La síntesis consiste en la presentación de las ideas principales de uno o más
textos. Sin embargo, a diferencia del resumen, esta modalidad textual admite el
agregado de opiniones y comentarios de quien escribe (Fernández Fastuca y
Bressia, 2009). Por lo tanto, se puede afirmar que la síntesis reúne y combina
ambos elementos: ideas principales y valoraciones personales. Es Henning
(1999) quien advierte que el término “síntesis” significa combinar diferentes
elementos para conformar un todo.
Además, la síntesis permite que el autor reestructure el texto sintetizado. Se
trata, por tanto, no ya de una reproducción abreviada, sino de una
reformulación sintetizada del texto original.
El logro de este texto, como anticipamos, exige la puesta en juego de
operaciones intelectuales distintas de las que subyacen a la elaboración del
resumen. Así, no se trata solamente de seleccionar y jerarquizar las ideas
principales, sino, además, de analizarlas críticamente, combinarlas e
integrarlas, donde también juega un papel no menos importante los
conocimientos del escritor, lo que dará como resultado un texto, en parte,
nuevo, reformulado.
Dadas las características que acabamos de señalar, las tramas textuales que
priman en la síntesis son la expositiva y la argumentativa.
Por último, diremos que, si bien el resumen y la síntesis no son lo mismo, la
realización de una síntesis supone haber realizado un resumen.
¿Cuáles son los mecanismos que intervienen en la elaboración de un resumen o
una síntesis?
De acuerdo con Van Dijk (citado en Pérez, 2007), existen ciertos
procedimientos llamados “macrorreglas”, que se aplican en gran parte de
modo inconsciente. Sin embargo, conviene conocerlas para aplicarlas
correctamente al resumir o sintetizar un texto. Las macrorreglas son:
Supresión u omisión: en una secuencia de frases o proposiciones, se
suprime aquellas que no son relevante para interpretar lo que sigue en el
texto.
Selección: se extrae la información relevante del sentido global del texto.
Generalización: es el procedimiento que expone en una nueva expresión
sintética las características particulares de objetos, personas, lugares o
conceptos expuestos en el texto. La información eliminada es
irrecuperable a menos que se recurra nuevamente al texto original.
7. 6
Integración o construcción: se funden en una sola frase dos o más
conceptos. La integración en una sola frase de proposiciones implica
cierto conocimiento de la temática, ya que la nueva construcción
subsume, da por supuesta otra información contenida en esa frase. Por
lo tanto, la misma depende de los conocimientos previos sobre el tema
abordado que posea quien realiza el resumen.
¿Cuál es la utilidad del resumen y la síntesis?
Consignemos, una vez más, los beneficios que supone realizar resúmenes y
síntesis. Por un lado, favorecen la comprensión del tema y facilitan la retención
y el recuerdo de la información relevante. En ese sentido, constituyen una
excelente estrategia de estudio que implica un procesamiento de la
información y los conocimientos con miras a su incorporación a las estructuras
cognoscitivas. Por otro lado, constituyen un buen ejercicio de redacción en pos
de la obtención de niveles óptimos de escritura de textos académico-
científicos, con cada vez mayor precisión y calidad.
En otro orden de cosas, la elaboración de un resumen o síntesis tiene que
permitirle al alumno, además de saber hasta qué punto ha encontrado nueva
información en el texto, en qué medida los nuevos conocimientos han
transformado los conocimientos previos con los que fueron abordados. Es aquí
donde se pone de manifiesto el papel activo del estudiante en su propio
proceso de construcción del conocimiento.
8. 7
Si cursas la materia
de manera virtual,
recuerda que
puedes compartir
estas actividades
con tus compañeros
a través de la sala
de chat del EPIC.
¡Adelante!
4.2 La monografía
La monografía constituye un texto escrito centrado alrededor de un tema que
es el foco de indagación. Etimológicamente, el término deriva del griego mono,
que hace referencia a único, y grafía, que significa escrito o escritura.
Siguiendo a Ander-Egg y Valle (1997), este género puede ser definido como
“una descripción, narración o exposición explicativa, sobre una determinada
parte de una ciencia, disciplina, tecnología o sobre un asunto en particular,
tratando un tema de manera circunscripta” (p. 9).
Se trata del tipo de trabajo académico más común en colegios y universidades.
Este hecho obedece a que ella constituye el instrumento por excelencia del que
¿Qué diferencia fundamental hay entre resumen
y síntesis?
¿Crees que la correcta realización de estos
textos puede aportarte elementos para la
construcción de nuevos conocimientos? ¿Por
qué?
Vuelve a leer las macrorreglas que ayudan a
realizar correctamente un resumen o una
síntesis. ¿Aplicas alguna/s en la elaboración de
tus escritos? ¿A cuál/es apelas más
comúnmente?
Te proponemos que elabores un resumen y/o
unas síntesis de los contenidos de este módulo
en no más de dos carillas y los compares con los
de tus compañeros. Para ello pueden servirte
como guía los conceptos claves.
9. 8
se valen los docentes para evaluar los saberes adquiridos de los alumnos
respecto de algún contenido específico de la asignatura.
¿De qué se trata, concretamente, una monografía?
La monografía consiste principalmente en el análisis de la bibliografía
disponible sobre un tema, es decir, en la elaboración del “estado de arte”
(Fernández Fastuca y Bressia, 2009). Sin embargo, vale la pena destacar que no
se trata de un relevamiento exhaustivo de la bibliografía existente sobre un
tema específico –hecho que, por lo demás, sería inabarcable en un trabajo
monográfico–. Tampoco se reduce a la mera recopilación y exposición
ordenada de ideas, nociones y perspectivas acerca de un tema. Más bien, la
monografía implica un recorte bibliográfico original y un análisis crítico del
corpus teórico presentado (Fernández Fastuca y Bressia, 2009).
Asimismo, la monografía puede introducir una hipótesis (tesis) que buscará ser
demostrada por medio de la exposición y examen crítico de distintos recursos
bibliográficos, por lo cual la trama predominante que asume este tipo de texto
es de naturaleza expositiva y argumentativa (Ejarque, 2005).
De este modo, se advierte que una monografía, para ser considerada como tal,
además de reunir una serie de conocimientos acerca de un determinado tema,
debe hacer un nuevo aporte a partir de la información presentada, decir algo
inédito sobre los hechos o conceptos que aborda. Ello no implica que la
elaboración de una monografía conlleve producción de conocimientos, en el
sentido de hallazgos empíricos. Pues, en definitiva, se trata de un trabajo de
investigación netamente documental. Por el contrario, se trata de poner en
evidencia, a partir del examen crítico del tema en cuestión, lo que falta por
estudiar en relación al mismo; generar interrogantes que puedan ser
respondidos mediante otro tipo de estudios, ya sea de corte empírico o de otro
tipo.
Por lo tanto, dejamos en claro que no se trata de una investigación exhaustiva
de un problema científico (como podría ser una tesis), sino de la indagación
bibliográfica sobre un asunto específico dentro de un campo de conocimientos,
que se constituye en objeto de estudio. Por lo general, la monografía aborda un
asunto que ha sido investigado con cierta sistematicidad, con lo cual implica un
trabajo de investigación documental de cierta envergadura destinado a poner
de manifiesto lo que se conoce acerca de un tema, pero también lo que no se
sabe, formulando interrogantes o poniendo en entredicho algún aspecto del
tema analizado.
Etapas en la elaboración de una monografía
De manera esquemática y con fines didácticos, podemos señalar que toda
elaboración de una monografía se desarrolla en tres fases que interactúan y se
10. 9
influyen mutuamente: documentación, redacción y revisión. En este sentido,
volvemos a destacar el carácter no lineal y recursivo de la escritura.
1) Fase de documentación
En esta primera etapa, el trabajo consiste en realizar una revisión bibliográfica
para obtener y/o ampliar la información que se tiene. Este proceso consta de
tres pasos:
Buscar información sobre el tema elegido.
Seleccionar los datos relacionados con el o los aspectos concretos que se
quieren tratar.
Reelaborar la información de las distintas fuentes, integrando los datos.
La documentación obtenida puede ayudar a elaborar un guión. Éste es un
esquema previo de la organización de los contenidos, que puede orientar la
redacción del trabajo; permite tener en claro qué aspectos se abordarán,
jerarquizar las ideas o conceptos tratados y hacer un cuadro de composición de
cómo se distribuirá la información en los apartados correspondientes. Ello no
significa, de ningún modo, que el guión sea estático: a medida que se desarrolla
el tema, se puede incorporar o suprimir ideas e incluso cambiar el orden.
2) Fase de redacción
Es la tarea misma de escribir la monografía. Esto requiere atender no sólo al
contenido sino también a la estructura textual que rige esta clase particular de
texto.
¿Cuáles son los elementos de una monografía? Aunque podemos encontrar
leves discrepancias de acuerdo con el autor de que se trate, en general se
considera que toda monografía se compone, esencialmente, de cuatro
elementos: introducción, desarrollo o cuerpo, conclusión y referencias
bibliográficas.
Seguiremos las recomendaciones y sugerencias de Carlino (2005), quien ofrece,
a manera de instructivo, algunos elementos orientadores para la construcción
de la monografía.
11. 10
Tabla 1. Monografía
Partes de la
monografía
Función
principal
Segmentos textuales posibles (formulados
como instrucciones para saber qué hacer)
Introducción Ubicar al
lector en lo
que está por
leer
Presentar el tema que se va a abordar.
Aclarar los objetivos que se persiguen con la
monografía.
Indicar el enfoque o perspectiva que se
adoptará en el tratamiento del tema.
Anticipar la respuesta al interrogante planteado
o afirmación principal (denominada tesis) que
se fundamentará en el desarrollo.
Detallar la estructura del trabajo, es decir, el
orden de los subtemas que se tratarán.
Desarrollo o
cuerpo
Sostener una
idea a partir
del análisis
de un
conjunto de
textos
Exponer conceptos, nociones, desarrollos y
planteamientos del tema en base a diferentes
fuentes bibliográficas, no sólo resumiendo lo
que dicen sino estableciendo relaciones entre
ellas.
Argumentar a favor de una tesis, explicitando
razones basadas en la bibliografía consultada.
Esta argumentación puede consistir en varios
argumentos ligados entre sí que sostienen, a
modo de “evidencias”, la tesis expuesta, al
tiempo que refutan potenciales
contraargumentos.
Mostrar al lector el razonamiento que lleva a
sostener la postura (tesis) asumida,
razonamiento fundado en lo que se ha leído,
para lo cual han de incluirse las referencias de
los textos que se mencionan; señalar qué dicen
los autores sobre el problema o interrogante
que se discute; comparar sus ideas (indicar
semejanzas y diferencias); valorar el aporte de
cada texto; enunciar y fundamentar la tesis
defendida frente al problema tratado en la
monografía, pudiendo incluir algún ejemplo o
caso que la ilustre o alguna analogía con otro
fenómeno.
Conclusión Crear
sensación de
Hacer un racconto y sintetizar las ideas
principales tratadas en el trabajo y los
12. 11
Fuente: adaptación de Carlino, 2005, pp. 40-41.
3) Fase de revisión
La fase de revisión consiste en repasar el texto y evaluar si tiene coherencia
interna, si se está comunicando lo que se desea transmitir, si hay claridad en el
lenguaje utilizado, si es correcta la construcción de las oraciones y su
distribución en párrafos, si no hay errores ortográficos y, principalmente, si se
alcanzaron los objetivos previstos. Tal cual dice Roldán (2008):
La elección de los modelos a crear tiene mucha influencia sobre
cómo se aborda el problema y cómo se da forma a la solución.
No es propia de un trabajo científico o literario una prosa
abigarrada, barroca o pomposa, salvo que se pretenda ocultar
carencia de ideas o presentarse con pretensiones de genio. La
redacción científica ha de guardar en su estilo un cierto
ascetismo literario: debe ser llana, directa y precisa. Una
monografía escrita en buen estilo reunirá las características de
unidad, precisión, fluidez y concisión (p. 47).
Ahora sí, expongamos de manera esquemática los pasos para la elaboración de
una monografía:
1) Selección y delimitación del tema.
“cierre”, de
trabajo
acabado
argumentos principales que se expusieron a
favor de la tesis.
Evaluar lo planteado anteriormente señalando
los alcances y limitaciones.
Formular implicaciones o desarrollar nuevos
interrogantes a partir de los planteamientos
presentados en el cuerpo de la monografía.
Referencias
bibliográficas
Mostrar las
fuentes
Listar las obras y producciones citadas en el
desarrollo de la monografía que se utilizaron
para demostrar la validez de los enunciados,
afirmaciones o argumentos expuestos. Como lo
hemos destacado en el módulo 3, las fuentes
bibliográficas se ordenan alfabéticamente a
partir del apellido de los autores, y su redacción
se realiza según ciertas convenciones que hemos
definido genéricamente con el nombre de
normas APA, aunque existen también otros
estilos (Vancouver, ISO, MLA)
13. 12
2) Elaboración de una estructura tentativa del trabajo.
3) Búsqueda y recolección de información.
4) Depuración de la información de acuerdo a la estructura tentativa.
5) Reorganización de la estructura si se adquirió un nuevo enfoque
durante el transcurso del buceo bibliográfico.
6) Elaboración de un borrador parcial o total.
7) Corrección de la monografía de acuerdo a las partes que debe llevar.
8) Revisión del trabajo poniendo especial atención en las citas
bibliográficas.
9) Edición de la revisión preliminar.
10) Elaboración de la versión final.
Para finalizar, así como hemos hecho alusión a los aportes que puede ofrecer al
alumno la realización de resúmenes y síntesis, es pertinente resaltar las
contribuciones de la elaboración de una monografía. Es evidente que la
realización de este texto resulta una tarea compleja a quien la elabora. Se trata,
en efecto, de buscar y seleccionar información de calidad; de ser capaz de
reorganizarla y estructurarla a lo largo de un hilo conductor preciso y limitado
con el objeto de aportar coherencia y hacer inteligible el contenido a los
destinatarios; y de elaborar ideas, planteamientos, interrogantes en base al
recorte bibliográfico analizado, todo lo cual hace de este texto un insumo
valioso para el desarrollo de las competencias comunicativas y la construcción
de nuevos conocimientos.
4.3 El informe
Como lo indica su nombre, el informe es un texto que tiene como finalidad
informar a un destinatario concreto sobre un tema puntual o situación
particular. Se trata, al decir de Bosio (2005), de un escrito que comunica
información para ser evaluada o analizada por otros.
El informe es un texto que el alumno deberá escribir no sólo desde su condición
de estudiante universitario, sino también durante el ejercicio de su vida
profesional, una vez graduado. Se trata de un género que sirve a la
comunicación entre profesionales pertenecientes a un mismo campo
disciplinar, como así también entre diferentes especialidades. De esta manera,
14. 13
podemos encontrar informes psicológicos, criminológicos, contables, jurídicos,
médicos, por mencionar algunos. Complementariamente, no sólo es un texto
que informa sino que además puede ser muy funcional a la toma de decisiones.
De hecho, muchas veces se confecciona con la finalidad de sopesar la
continuidad de una investigación, la realización de una inversión económica, e
incluso puede contener una recomendación o propuesta de acción.
A pesar de los múltiples usos que tiene, en lo que sigue nos referiremos
específicamente al informe académico, aunque existen rasgos generales que
comparte con otros tipos de informes que veremos más adelante.
Por lo general, en este ámbito, el propósito del informe es mostrar los
resultados de un proceso de investigación. Otro de sus rasgos definitorios es
que describe los procedimientos (método) que se llevaron a cabo para llegar a
esos resultados. Esta referencia al proceso que condujo a los resultados es una
condición sine qua non del informe. En apoyo de lo que venimos planteando,
Carbonell (2008) menciona que una característica distintiva del informe es que
“en todos ellos subyace la estructura de demostración de los resultados
obtenidos” (p. 133).
Como resultado, la trama que caracteriza a este género textual es netamente
expositiva (Aldestein y Kuguel, 2005). Además, el tipo de lenguaje que se utiliza
es de corte técnico, lo que hace que sus contenidos no se presten a diferentes
interpretaciones. Se busca, en todo informe, que prime la objetividad, la
claridad y la precisión; dentro de los textos académicos, es el más referencial y
objetivo de todos.
Para lograr su propósito, el informe transmite lo investigado de forma directa y
clara, en párrafos cortos, con un lenguaje específico y registro formal e
impersonal. El lenguaje usado a tal efecto debe ser simple, sin repeticiones ni
metáforas. No se busca atraer por medio del estilo: la información allí
contenida debe ser precisa y rápidamente comprensible.
De Carbonell (2008) también tomamos las fases de preparación y redacción de
un informe, ya que son bastante esquemáticas y resultan por lo tanto
operativas para comprender el proceso implicado en esta tarea. Es preciso
tener en cuenta que el informe académico, la mayoría de las veces, se elabora
en base a un tema o problema que no surge (no completamente, al menos) de
la iniciativa personal del alumno, sino que es planteado puntualmente por el
docente; así, su confección es la respuesta concreta a ese requerimiento. Por lo
tanto, estas fases están adaptadas a esta situación comunicativa en particular,
cuyo contexto es el ámbito académico y en el que se viabilizan conocimientos y
saberes científicos.
15. 14
Las fases propuestas por Carbonell (2008) son:
Preparación: ayuda a quien va a redactar el informe a tomar conciencia y
definir con claridad su utilidad en relación con sus destinatarios directos.
Preguntas como: ¿cuál es el objetivo?, ¿para qué se realiza este informe?
¿qué se pretende de esta comunicación?, ¿cuáles son la profundidad y el
alcance esperados?... permiten ajustar los objetivos que se persiguen las
expectativas propias y de quien/es será/n el/los receptor/es del informe.
Enunciación: aquí se plantea el tema o problema que es el eje del
informe. Por lo general, esta fase deviene en otra: la de indagación o
investigación. Tareas propias de esta fase son las de buscar
antecedentes teóricos y/o empíricos, establecer el marco conceptual y/o
las definiciones a las que se apelará, y también definir el cómo, es decir,
la metodología adoptada. Las dos primeras fases mencionadas no se
pueden delimitar fácilmente; la mayoría de las veces se dan en
simultáneo –al igual que el resto de las etapas– aunque ello resulte más
evidente en este momento. Aquí también se incluye la recolección de
datos, la aplicación de la metodología coherente con el tipo de
información a recabar y analizar, y se comienzan a hacer presentes los
principales resultados y conclusiones.
Organización: significa agrupar el material recolectado de manera
conveniente, lo cual sienta las bases para su redacción, es decir, su
distribución en la estructura o esqueleto. El esquema de todo informe,
para expresar su organización lógica, se compone de introducción,
cuerpo o desarrollo y conclusión. Aclaremos, sin embargo, que los
informes no poseen una estructura arquetípica, estándar. Ello depende
en última instancia de los requerimientos de la institución que lo solicita
o de las personas hacia quienes va dirigida.
Detengámonos en la fase de redacción. Como se habrá podido observar, la
lógica de un informe es muy distinta a la de otros géneros académicos
(ensayos, monografías, etc.), ya que implica poner en palabras lo realizado de
tal manera que los destinatarios no sólo comprendan el contenido del informe,
sino también los mecanismos y procedimientos que hicieron posible la
obtención de los resultados. Insistimos, una vez más, en que el énfasis está
puesto en la demostración de la validez de los resultados.
La redacción implica procesos de escritura y reescritura, pero también de
lectura del material teórico y de las distintas categorías analíticas que no sólo
nos permitan mantener el objeto de estudio “bajo la lupa”, con el menor
margen de posibilidad de corrernos del foco de la investigación, sino que
también orienten el análisis de los datos.
16. 15
Por último, la revisión permanente de los procedimientos utilizados y la
escritura del informe son prácticamente los mismos que mencionáramos
al exponer las características y funciones de la monografía. Cabe
recordar que verificar la redacción en función de las posibilidades de
comprensión de los destinatarios es una tarea compleja que requiere
tiempo y dedicación y, sobre todo, mucha concentración.
Para terminar, en el anexo encontrarás un ejemplo de informe. Te invitamos a
que lo analices detenidamente e identifiques los diferentes elementos que
hemos señalado en este apartado. ¡Adelante!
4.4 La tesis
Seguramente, antes de ingresar a la universidad habrás oído, ya sea de parte de
un amigo, pariente, conocido o extraño, la palabra tesis y algún comentario
referido a ésta. Por este motivo, antes de comenzar este apartado, te
proponemos que reflexiones sobre lo siguiente:
Tal vez habrás escuchado palabras que remiten al entusiasmo, la angustia, el
estrés, el orgullo y la decepción. Y es que, a menudo, estos sentimientos suelen
acompañar al “tesista” en el proceso de elaboración de la tesis. Ciertamente, la
tesis representa uno de los trabajos más desafiantes y arduos que deberá
afrontar el estudiante en el trascurso de su carrera. Este hecho suele verse
reflejado incluso en blogs y páginas en las que, mediante el humor, se
describen las vicisitudes que acompañan el proceso de tesis.
Siguiendo a Muñoz Razo (2011), podemos entender como tesis:
La presentación de un trabajo académico, individual o colectivo,
con el propósito de explorar un tema bajo un nuevo enfoque o
demostrar una hipótesis propuesta, siguiendo el rigor de un
método científico de investigación, con la finalidad de llegar a
conclusiones válidas y presentarlas a la comunidad de
investigadores de una disciplina específica. La tesis estará
¿Qué entiendes por tesis?
¿Cómo imaginas que es llevar a cabo una tesis?
17. 16
integrada por una hipótesis sugerida que se habrá de probar, un
método de investigación, pruebas que afirmen o refuten esa
hipótesis y las conclusiones obtenidas. Por lo general, con la
presentación de la tesis se obtiene un título universitario (Muñoz
Razo, 2011, p. 2).
Se trata, por tanto, de un trabajo de investigación científica en el que, en base a
una serie de pasos y procedimientos que definimos como “método”, se busca
responder a hipótesis o preguntas que guían y dan sentido y estructura a todo
el proceso de investigación.
El desarrollo de la tesis y su aprobación es condición en la mayoría de las
universidades para acceder al título de grado. Inclusive, también los estudios
de posgrado (maestrías, doctorados, especialidades, por ejemplo) suelen exigir
a sus alumnos la elaboración de una tesis como requisito para la titulación.
En otros casos, puede requerirse la elaboración de una tesina. Sin entrar en
detalles, diremos simplemente que es un trabajo científico de carácter
monográfico, de menor profundidad y extensión que la tesis (Muñoz Razo,
2011). En otros términos, se trata de un trabajo similar a la tesis, pero con
menor grado de aportación de conocimientos y escasa profundidad. Cualquiera
sea el caso, su elaboración requiere de un trabajo de investigación original por
parte del alumno y la puesta en juego de conocimientos y competencias
específicas.
Previamente a la elaboración y el desarrollo de la tesis, se realiza el proyecto de
tesis, en ocasiones (mal) llamado anteproyecto. El proyecto de tesis constituye
una clase particular de texto que tiene como fin comunicar la investigación que
se intenta ejecutar y el plan de trabajo, esto es, las propuestas de acciones a
desarrollar (De Lucía, 2005).
¿Cuáles son los elementos que contiene un proyecto de investigación?
Aunque puede haber variantes en el formato y la organización, en términos
generales, un proyecto de investigación contiene los siguientes elementos
(Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 2010; Medrano,
2011; Pajares, 2007):
1) Introducción: consiste en presentar la propuesta de investigación así
como los estudios anteriores y el marco conceptual de la investigación.
Habitualmente, este apartado incluye también la revisión bibliográfica
sobre el problema que se abordará, lo que permite situar el estudio en
el contexto más amplio de la literatura científica. El propósito de la
revisión es suministrar el “telón de fondo”, es decir, exponer –de
manera breve y directa– los estudios y hallazgos en relación con el
problema que es objeto de estudio, como así también las definiciones
18. 17
conceptuales. Ello permite entender al lector de qué manera se
relaciona la propuesta actual con lo que ya han hecho otros
investigadores, al tiempo que provee un marco de referencia que
servirá, posteriormente, para comparar, discutir y analizar los resultados
obtenidos en la investigación.
2) Formulación del problema: expresa de manera directa la intención del
investigador, el núcleo del trabajo de investigación. Por este motivo, el
problema debe definirse de manera breve, clara y comprensible.
Algunos autores (Kerlinger y Lee, 2002) sugieren –con propósito
didáctico– expresar el problema de investigación en forma de
interrogante, ya que permite al lector apreciar de una forma directa y
sencilla el problema de investigación. En las tesis suele presentarse
separadamente, aunque en algunos casos el problema de investigación
aparece delimitado en la introducción.
3) Objetivos: expresan lo que se pretende lograr con la investigación.
Generalmente, los trabajos de investigación contienen objetivos
generales y específicos. Estos constituyen –junto con las hipótesis– la
“guía de investigación” y orientan el diseño metodológico y las
decisiones que se adoptan. Deben ser claros, precisos, factibles, y estar
redactados en infinitivo. Si los propósitos no están claros para el
investigador, tampoco lo serán para el lector y/o evaluador del trabajo.
Asimismo, difícilmente se pueda avanzar en el desarrollo de un proyecto
si no se encuentran debidamente formulados los objetivos.
4) Preguntas de investigación y/o hipótesis: las preguntas de
investigación se utilizan con mayor frecuencia en las investigaciones
cualitativas, mientras que las hipótesis se usan predominantemente en
investigaciones cuantitativas. Las hipótesis constituyen supuestos o
conjeturas acerca de lo que se estudia. Expresan de manera anticipada
los resultados probables, esto es, lo que se espera encontrar en los
resultados de la investigación. Estas conjeturas no surgen de la intuición
personal ni son presunciones gratuitas (Kivy y Campenhoudt., 2005);
representan construcciones hipotético-deductivas ancladas en la
literatura. De este modo, el lector debe ser informado de las teorías y/o
investigaciones que condujeron a las hipótesis planteadas. Esto debe
quedar adecuadamente explicitado en la introducción. Como se
advierte, plantear hipótesis supone que el problema de investigación
que se pretende abordar ya ha sido, en alguna medida, investigado,
aunque sea de manera rudimentaria. Cabe destacar que no todos las
investigaciones buscan contrastar hipótesis; en rigor, los estudios
exploratorios buscan profundizar sobre fenómenos relativamente poco
estudiados que conduzcan a elaborar hipótesis precisas, más que a
probarlas.
19. 18
5) Metodología: explicita la secuencia de pasos que se pretende seguir
para poner a prueba las hipótesis y cumplimentar con los objetivos
propuestos. De acuerdo con Medrano (2011), esta sección del proyecto
puede ser considerada como el “corazón de la investigación”, ya que,
dependiendo de los pasos que se sigan en la investigación, los
resultados obtenidos podrán ser considerados válidos o no. En efecto,
existen numerosas fuentes de error que pueden introducir distorsiones
en los resultados obtenidos. Con ello, evidentemente, también las
conclusiones estarán sesgadas.
Específicamente, en este apartado suele explicitarse la muestra, es
decir, los elementos (personas, archivos, etc.) que formarán parte del
estudio, indicándose el tamaño, las características y la manera en que
serán elegidos (lo que se conoce como método de muestreo). Asimismo,
se incluye información referida a los instrumentos que se utilizarán para
recabar datos en la investigación, ya se trate de entrevistas, encuestas u
observación. Finalmente, se describe el plan de recolección de datos y
se especifican las estrategias de análisis de datos que se utilizarán para
analizar la información recabada.
6) Importancia del proyecto: este apartado consiste en demostrar
mediante argumentos la conveniencia y relevancia del proyecto.
Podemos decir que es la parte del proyecto destinada a persuadir y
convencer a los potenciales destinatarios (lectores, evaluadores) de
llevar a cabo el proyecto.
Se trata de un apartado importante que consiste, según Pajares (2007),
en indicar las consecuencias que pueden desprenderse de la
investigación; vale decir, cómo el estudio profundizará, revisará o
extenderá los conocimientos preexistentes, o cómo afectarán los
resultados la teoría, práctica, intervenciones, decisiones, en relación con
un problema determinado. Hernández Sampieri y otros (2010)
proponen una serie de criterios que pueden servir de guía para justificar
la/s contribución/es potencial/es del estudio: valor teórico, relevancia
social, implicaciones prácticas y utilidad metodológica.
7) Cronograma: consiste en especificar, generalmente a través de un
cuadro de doble entrada, las actividades contempladas en el plan de
trabajo y el tiempo previsto para la realización de cada una de ellas.
Permite al lector formarse una idea del tiempo que importará la
ejecución del proyecto y analizar la factibilidad del mismo.
Naturalmente, se trata de un plan aproximado, nunca definitivo.
8) Referencias: como ya hemos destacado, este apartado consiste en
detallar, por orden alfabético, todas las fuentes de información
consultadas que intervinieron, en este caso, en la elaboración del
20. 19
proyecto, de acuerdo con el estilo APA o con las convenciones que se
especifiquen. Solamente las referencias citadas en el texto deben
incluirse en la lista de referencias, salvo algunas excepciones.
9) Apéndice/anexo: este apartado suele incluirse al final del trabajo y es
optativo. Con frecuencia se utiliza para presentar materiales inéditos o
creados ad hoc por el/los autor/es del proyecto. Según Pajares (2007),
los siguientes materiales pueden ser apropiados para incluirse en este
apartado: instrucciones a los participantes, cuestionarios o escalas
originales, guías de entrevista, formularios de consentimiento
informado, notas de solicitud de permiso o autorización para realizar la
investigación.
En síntesis, un proyecto de investigación es un documento escrito que intenta
responder a las siguientes preguntas: ¿qué se va a investigar? ¿Por qué es
importante llevar a cabo la investigación? ¿Qué se pretende lograr con la
investigación? ¿Cómo, dónde y cuándo se llevará a cabo? Como podrá
anticiparse, tratándose de una propuesta a realizar, el tiempo verbal que
caracteriza a este tipo de género es el futuro.
Aclarémoslo: se trata de una propuesta que es susceptible de ulteriores
modificaciones. Por otra parte, aun cuando el documento final puede brindar la
apariencia de linealidad o secuencia entre sus partes, su lógica de producción
resulta distinta. En este sentido, volvemos a remarcar el carácter recursivo que
rige el proceso de escritura.
¿De qué se trata, concretamente, la tesis?
La tesis consiste, precisamente, en ejecutar el proyecto de investigación
planteado. Generalmente, luego de formular el proyecto y presentarlo
formalmente, éste es evaluado por un comité designado a tal fin (en nuestra
universidad, este comité se conoce como CAE), quien, luego de la evaluación,
se expedirá a favor, o no, de la consecución del proyecto, la mayoría de las
veces acompañada de observaciones y sugerencias que permitan optimizar el
proceso de tesis. Así comienza el desarrollo de la tesis propiamente dicha.
¿Cuáles son los elementos que contiene una tesis?
Los elementos que componen una tesis son, esencialmente, los mismos que
acabamos de exponer para el proyecto. Sin embargo, existen algunas
diferencias importantes. En primer término, su extensión, dado que la tesis es
cuantitativamente más amplia que el proyecto. En segundo lugar, el tiempo
verbal utilizado, ya que esta instancia supone que el alumno ya concretó el
trabajo de investigación, y por lo tanto se redacta en pasado. Por último, la
tesis contiene dos apartados importantes, ausentes en el proyecto, que se
desprenden lógicamente de la concreción del trabajo: resultados y discusión.
21. 20
1) Resultados: consiste en presentar, de manera objetiva, la descripción de
los resultados que se obtienen con base al análisis de los datos. Existen
diferentes modos de presentar los resultados; en general, se utilizan
gráficos y/o tablas para mostrarlos de manera clara y sintética. Sin
embargo, los resultados también pueden ser presentados en el cuerpo
del texto.
2) Discusión: en este apartado se presenta un análisis e interpretación de
los resultados atendiendo a los estudios previos, el modelo teórico de
base y las hipótesis que orientaron el trabajo. Se exponen también las
limitaciones del estudio, es decir, las debilidades teórico-metodológicas.
Finalmente, suele incluirse también una descripción a las implicaciones
de los resultados del estudio. Mientras que en el proyecto de la tesis
justificábamos la relevancia en base a las contribuciones potenciales
que podían producirse de llevarse a cabo la investigación, se trata ahora
de mencionar las implicancias efectivas apoyándose en los resultados
concretos que se obtuvieron. Pajares (2007) sugiere una serie de
preguntas útiles que pueden ser orientadoras en este sentido. Algunas
de ellas son: ¿qué importancia tienen estos resultados para la teoría de
base?; 2) ¿los resultados tendrán influencia en programas, métodos o
intervenciones?, y 3) ¿cómo se implementarán los resultados del
estudio?
Tabla 2. Proyecto - Tesis
Fuente: elaboración propia, 2015.
Proyecto Tesis
Introducción Resumen y/o abstract
Formulación del problema Introducción
Objetivos (generales y
específicos)
Formulación del problema
Hipótesis y/o preguntas Marco teórico/conceptual
Metodología Objetivos (generales y específicos)
Importancia del proyecto Hipótesis y/o preguntas
Cronograma Metodología
Referencias Resultados
Apéndice/anexo (optativo) Discusión
Referencias
Apéndice/anexo (optativo)
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En el anexo se presenta un ejemplo de un proyecto de tesis. Nuevamente,
animamos al alumno a analizarlo e identificar los diferentes elementos que
hemos reseñado como partes de un proyecto de investigación.
Por otra parte, por razones de espacio, hemos omitido incluir un trabajo de
tesis que sirva al lector como ejemplo. No obstante, en el banco de tesis de tu
CAU podrás encontrar trabajos que han desarrollado otros alumnos, ya sea de
tu carrera o de otras.
Para finalizar este módulo, te proponemos que completes el siguiente cuadro
comparativo. Te será de gran utilidad para identificar las diferencias principales
entre los distintos textos académicos que hemos revisado en este módulo.
Tabla 3. Diferencias de textos académicos
Fuente: elaboración propia, 2015.
Género académico Propósito/función Estilo (expositivo,
argumentativo, narrativo,
etc.)
Resumen
Síntesis
Monografía
Informe
Proyecto
Tesis
23. 22
Referencias
Adelstein, A., & Kuguel, I. (2005) Los textos académicos en el nivel universitario.
Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento.
Ander-Egg, E. & Valle, P. (1997) Guía para preparar monografías. Buenos Aires:
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Bayley, J., & Vardi, I. (1999, Julio). Iterative feedback: Impacts on student writing.
Ponencia presentada en la Conferencia Internacional Anual de la Sociedad de Australia
para la Investigación y Desarrollo de la Educación Superior, Melbourne.
Bosio, V. (2005). El informe de investigación. En L. Cubo de Severino (Coord.), Los
Textos de la Ciencia. Principales Clases del Discurso Académico – científico (pp. 305-
322). Córdoba: Comunicarte.
Carbonell, R. (2008). Leer, escribir, hablar para comunicarte mejor. Método Carbonell.
Madrid: EDAF.
Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la
alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
De Lucia, G. (2005). El Proyecto de Investigación. En L. Cubo de Severino (Coord.), Los
Textos de la Ciencia. Principales Clases del Discurso Académico-científico. Córdoba:
Comunicarte.
Ejarque, D. (2005). La monografía. En L. Cubo de Severino (Coord.), Los Textos de la
ciencia. Principales Clases del Discurso Académico – científico (pp. 221-234). Córdoba:
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Fernández Fastuca, L., & Bressia, R. (2009). Definiciones y características de los
principales tipos de texto. Recuperado de: http://www.uca.edu.ar/
uca/common/grupo18/files/Definicion_generos_discursivos_abril_2009.pdf
Henning, T. (1999).Literature rewiew: synthesizing multiple sources. Indianapolis:
University Writing Center.
Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, M. (2010).
Metodología de la investigación (5° Ed.). México: McGraw-Hill.
Kerlinger, F., & Lee, H. (2002). Investigación del comportamiento: métodos de
investigación en Ciencias Sociales. México: McGraw-Hill.
Kivy, R., & Campenhoudt, L. (2005). Manual de investigación en Ciencias Sociales.
México: Limusa.
Massun, I. (2000) Para estudiar mejor Siglo XX. Buenos Aires: Editorial Métodos.
Medrano, L. (2011). Cómo lo hago?!. Manual práctico de metodología y estadística.
Alemania: Editorial Académica Española.
24. 23
Muñoz Razo, C. (2011). Cómo elaborar y asesorar una investigación de tesis. México:
Pearson Educación.
Pajares, F. (2007). Los elementos de una propuesta de investigación. Evaluar, 7, 47-60.
Pérez, M. (2007). Aplicación de macrorreglas en la síntesis de textos argumentativos:
una propuesta didáctica. Educare, 11.
Pineda Ramírez, M. (2005). Taller de lectura y redacción. México: Pearson Educación.
Puiatti, H. (2005). El artículo de investigación científica. En L. Cubo de Severino,
(Coord.), Los Textos de la Ciencia. Principales Clases del Discurso académico- científico
(pp. 23-86). Córdoba: Comunicarte.
Roldán, A. (2008). Cómo redactar una monografía. Buenos Aires: Didacta.