Los juegos de palabras/imágenes suponen un mecanismo efectista que da un carácter lúdico al eslogan o al anuncio. El resultado de esta estrategia comunicativa se impone al receptor-consumidor como juego. Podemos considerarlo un mecanismo eficaz para desbaratar la prevención del receptor ante mensajes interesados, útil para aproximar el mensaje al receptor, sobre todo, si es infantil.