1. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
CAPÍTULO III
Epistemología o filosofía de las ciencias.
Por Rosario E. Camacho M.
Al ser la ciencia un conjunto de conocimientos, debe estar sometida a sí misma a un
respectivo análisis, que supere los límites ya alcanzados y permita compararlos con otros.
Para ello, recurrimos a una herramienta superior a la ciencia, la epistemología, la que por
definición es la ciencia que estudia a la ciencia, o ciencia de la ciencia, y la analiza desde tres
categorías: metacientífica, paracientífica y científica. Con ello podemos ya avisorar las
complicaciones que supondrían las divergencias entre aquellos que defienden el
conocimiento científico como verdadero y los que sostienen que la ciencia debe ser
cuestionada con el fin de mejorarla.
Para la epistemología metacientífica el conocimiento científico es el único aceptado como
válido, y se considera que es un conocimiento que va más allá de la ciencia en sí. Se busca
alcanzar un conocimiento general, en el que la base científica analizada se prolonga hacia
una teoría más amplia. La epistemología paracientífica parte en cambio de una crítica o
cuestionamiento al conocimiento científico, con lo que limita a la ciencia con el objetivo de
fundamentarlo de una manera más general: Para la paraciencia, el conocimiento es más
simbólico que objetivo, pues en su análisis intervienen aspectos psíquicos y filosóficos. Por
último, para la epistemología científica el conocimiento tiene que fundamentarse en la
ciencia, con la finalidad de lograr un conocimiento estático o permanente, lo que en las
anteriores categorías está sujeto a constante cambio por su evolución.
La epistemología es entonces una ciencia que busca conocer en profundidad las causas y
consecuencias de los problemas de un proyecto de investigación en un nivel superior. Es
útil y necesaria ya que permite un análisis crítico reflexivo y la argumentación, con el
objetivo de formar un conocimiento más amplio, que no sólo se limita a la ciencia, sino que
admite otros puntos de vista no comprobados, propiciando la discusión y el razonamiento.
La ciencia sin embargo no tiene la última palabra, siempre estará sujeta a las perspectivas,
los límites y la evolución del hombre.