La ciencia como herramienta para el progreso y mejoramiento de la calidad de vida humana
1. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
CAPÍTULO II
Ciencia, progreso y calidad de vida.
Por Rosario E. Camacho M.
La ciencia es una herramienta creada por el hombre que debe así mismo ser utilizada en
beneficio del mismo. La ciencia representa el conjunto de saberes y conocimientos
adquiridos por diferentes personas, en diferentes épocas, disponibles para ser utilizados
con el fin de producir desarrollo en todos los ámbitos humanos. Es responsabilidad de cada
uno el utilizar la ciencia de manera correcta, siempre para el beneficio común y no para la
destrucción.
Toda persona está facultada para producir ciencia y para administrarla. Muchas veces
pensamos que el conocimiento científico está restringido para un selecto grupo de
individuos que se concentra únicamente en la lectura de libros especializados y realiza
experimentos relacionados con la química y otras ciencias exactas, afortunadamente los
medios de comunicación globales hoy abren espacios para comunicar este conocimiento
valioso, muchas veces lógico y simple pero que constituye la raíz de otros principios más
complejos.
La ciencia no es más que una herramienta que nos ha servido mucho para alcanzar el
desarrollo actual de la humanidad, sin embargo no es infalible, pues tiene sus limitaciones.
Al final, el hombre es quien administra el conocimiento y la ciencia y la tecnología
constituyen sólo recursos, no podemos hacerlos responsables culpándolos de los aciertos y
desaciertos obtenidos en su aplicación. Nada puede reemplazar el conocimiento humano
complejo, que determina las limitaciones científicas. La ciencia entonces, es un componente
importante de la humanidad y por ende la investigación científica es también humana, pues
no existe por sí sola, existe por el hombre y para que éste la utilice.
Por otro lado, la ciencia debe ser utilizada de manera responsable, con ética y un consciente
compromiso social, es decir que la ciencia debe servir para el desarrollo de todos, debe
fomentar la equidad, la unidad, la integración y la participación. Debe existir una ética
científica, sensible y responsable, a fin de utilizar la ciencia de manera correcta, a fin de que
genere progreso y no destrucción. La búsqueda de respuestas mediante la ciencia debe
enfocarse a solucionar problemas, no a crearlos, a ser conciliadores, no conflictivos.
Siempre debe preponderar el respeto y la calidad humana, y buscar el mejoramiento de la
calidad de vida de la sociedad.
Desde la perspectiva arquitectónica-urbana, debo añadir que la ciencia debe estar en todo
el desarrollo de un proyecto. El arquitecto debe buscar siempre mejores respuestas a las ya
conocidas y aún mejor crear nuevas teorías, formas, materiales, sistemas constructivos,
pues cuenta con la preparación académica y el conocimiento de la necesidad social,
fundamentales para generar alternativas que sean aplicables a cada contexto particular. En
todo esto no debemos dejar de lado la sostenibilidad del planeta, que debe ser prioridad de
todo aporte científico, manteniendo el cuidado del medio ambiente, buscando la
optimización de los recursos y primando el beneficio sobre el costo.