La educación debe orientarse a investigar para guiar el rumbo de la sociedad hacia el futuro. La educación superior debe desarrollar el pensamiento crítico, promover la comprensión del mundo, y estimular la flexibilidad e independencia. Las sociedades latinoamericanas carecen de una cultura de investigación debido a deficiencias educativas y desconocimiento histórico. La universidad debe producir conocimiento para proponer soluciones a problemas actuales y prever el futuro.