La educación superior es importante para el desarrollo económico de un país porque forma una fuerza laboral calificada, fomenta la innovación y mejora las perspectivas de crecimiento. Sin embargo, El Salvador enfrenta desafíos como la calidad de los docentes, el acceso y expansión de la educación superior, y la inversión insuficiente. Además, muchos estudiantes comienzan la educación superior sin la preparación adecuada debido a las deficiencias en la educación primaria y secundaria.