GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
5º triana eterna
1. TRIANA ETERNA
(Poemario)
Santiago Martín Moreno
A la gente
que de verdad
siente a Triana.
Es Triana esa candela
en la que yo me quemaré
siempre con ella.
2. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
2
INTRODUCCIÓN
Querido amigo lector,
Cuando leas estas páginas
Te pido de corazón,
Desde el fondo de esta fragua
Que veas este barrio hermoso,
Este barrio de Triana,
Desde fuera para adentro
Hasta el fondo de su entraña,
No con los ojos del cuerpo,
Sí con los ojos del alma;
Quiero que veas el barrio,
Este Arrabal con sus cavas,
Continúa renovación
En esa lucha diaria
Que se eleva hasta los bronces
De la torre de Sant´Ana.
Esta Triana de encantos,
De lunas blancas de plata
Dando color a la noche
3. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
3
Con velos de madrugadas.
Quiero que veas el Barrio
Sin jaleos ni algazaras,
Como canta en el silencio
Cuando el silencio le canta
Hecho ensueño de aquel sueño
Feliz en la noche larga
Bajo su cielo estrellado
Por estrellas embrujadas.
Esta Triana de sal
Morena como su Esperanza
Junto al río primoroso
Donde quiso anclar su ancla,
Donde el arrullo del aire
La perfuma de fragancias
Con aromas de jazmines
Dejándola enamorada
De Aquél Cabal de la Cruz,
Aquél que Cachorro llama
Y al que le reza en silencio
Sin que se oigan plegarias;
Sin que se muevan los labios,
Sin que medien las palabras.
Quiero que veas el Barrio,
Como la tierra arrullada
Por el dulce sentimiento
4. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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Que es el arte de la gracia
Navegando por su Río
Bajo el Puente de Triana,
Y a bordo de una barquilla
Atracando en la Zapata.
No tendrá ese señorío
Que tienen las torres altas,
Aquellas torres gemelas
De aquella Plaza de España,
Ni un Parque de María Luisa,
Ni tan siquiera un Alcázar,
Ni árabe Torre del Oro,
Ni tampoco una Giralda
A cuyos pies maestrantes
Tiene Real Maestranza.
Nada de eso ella tiene
Ni tan poco le hace falta,
Porque el centro de este Barrio,
De este Arrabal que es Triana
Es el clamor de su gente,
Clamor y gozo hechos casta
Por mil momentos vividos
En su historia legendaria.
Perdona que te tutee
Pero, es la confianza
5. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
5
Que me mereces si lees
Estas últimas palabras;
Y es que Triana es así,
Sin brillos, sin joyas falsas,
Que la esencia de su clase
Es un pellizco en el alma.
Nota: Que siempre florece
Cuando el sol de la mañana,
Ya camino de Sevilla
Le va bañando la cara;
Y esto no quiere decir
Que en el Barrio de Triana
Niegue alguna vez su gente
El que sea sevillana.
6. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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PROLOGO
Triana en el corazón
de Santiago Martín.
Ese arrabal universal de la orilla derecha del
Río Grande, al que desde siglos ha mentado la historia por
el bendito nombre de Triana, es sencillo y humilde caserío
que se siente feliz de ser cantado, protagonista de versos y
de coplas, piropos y decires. Sólo su nombre provoca en la
pronunciación el gozo sonoro de lo inefable:TRI-A-NA,
amor silabeante que se abre como los arcos de su Isabelino
puente en las orillas de los labios.
Desde que la memoria se pierde en el
corazón del tiempo, Triana ya existía en el corazón del
7. Santiago Martín Moreno
mundo; diosa mitológica, vega labrantía, aldeana rica de
altos maizales, dorados trigos y pámpanos hermosos que
habrían de someterse al claustro aljarafeño para, en el
proceso de una alquimia tan hermosa como pura, ser
mosto virgen en las calendas de Diciembre, en las que
habita, como él, María Inmaculada.
Sirvan estas líneas de presentación para
hacer lo propio con el autor de estos poemas, también
vírgenes y puros como el vino joven y enturbiado de un
invierno de trajinantes lagares por nuestros pagos
cercanos.
Mentiría si os digo que Santiago Martín
Moreno es poeta. Sería tan sólo una verdad a medias. Es
imposible encajarlo en un cuadro de definiciones. Pinta,
esculpe, habla con bravura; va de aquí para allá con un
haz de sueños en las manos; sus ojos temblorosos, de tanta
luz hendida, brujulea rincones, retrata minutos, roba en
sus retinas –azules como la mar- momentos ciertamente
irrepetibles.
Pocos bohemios le quedan a esta vida como
Santiago. Donde una flor de la intrahistória de Triana
muere, crecen los vergeles de su pasión. Donde una
palabra se marchita, él resucita un legado. Donde algo
Triana Eterna
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8. Santiago Martín Moreno
acaba, Santiago se convierte en un dios casero de
creaciones.
Me parece que fue mi maestro Luis Rosales
quien dijo, en cierta ocasión, que muchos artistas cantan
sin sonidos, porque les pertenece, enteros los propios del
Universo. Tal vez sea así. Los sonidos de la bóveda
trianera siempre han acompañado a éste andarrío de las
soleras más profundas del arrabal.
Hombres, vírgenes y cristos, amaneceres y
ponientes, nombres e identidades, luces y sombras,
esperanzas y tristezas, proas de conquistas y popas del
pasado han corrido por una pluma guiada por el corazón,
es decir, por la conciencia.
Santiago se encuera en sus poemas, como el
Juan Belmonte niño que daba pases a la luna de Tablada.
Santiago se hace Adán de ese paraíso definitivo y límite
de la vieja Tartesia. Santiago, sin pudores, ofrece su Alma
a todos; se tira desde el vacío de las barandas de su
puente o se clava en el madero de aquél paisano agónico
que siempre expira en el Patrocinio. Romero de rocíos por
el florido Mayo –perdón a Alfonso Grosso por su titular
de urgencias-; marinero nocturno de redes y cucharas por
las orillas que mojaron su piel en la zapata y que
acariciaron sábalos, albures, barbos, y carpas doradas.
Triana Eterna
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9. Santiago Martín Moreno
Hombre del tiempo (del amor) por los aires de sus
perfiles, por las esquinas de sus calles, por los frontis de
unas fachadas que destilan su sangre en primavera por las
venas de gitanillas y geranios.
Así es Santiago y así se expresa, así habla,
así canta, así nos cuenta su historia cotidiana, protegida
siempre bajo el velo mágico que cobija una razón de ser,
un sentimiento único, una raíz telúrica.
Advierto a los lectores que no es un libro
para leer, sino para sentir. Que no es un libro novelado
con su clásica exposición, nudo y desenlace. Estos tres
argumentos se encierran en la almendra de la palabra
mágica de TRIANA.
Creo que Santiago Martín Moreno - que me
ha ofrecido el honor inmenso de ser su peón de brega-,
lleva en su franela, grosella y oro, la verdad intimista de
un arrabal que, miren por donde, aun convoca a los
amigos a escribir de su suerte.
Triana Eterna
Emilio Jiménez Díaz
En Abríl y en Córdoba.
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10. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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A MODO DE CARIÑO
Me pide mi amigo de siempre, Santiago
Martín Moreno, que le acompañe en esta empresa como si
él no supiera andar solo. Insiste cuando quiero hacerle ver
que mis palabras no añadirán un valor estimable a su
trabajo de Poeta. Me pongo a su lado y es él quien me da
sombras de versos. Es él quien viene conmigo cuando
recuerdo cualquiera de sus poemas trianeros; los que
duelen y los que elevan; los que enseñan y los que
asombran. Eres tú, Santiago, compañero de tantas
melancolías necesarias, quien nos das esta mano blanca y
numerada a la que nos asimos cálidamente. Tú, tan
generoso, no quieres andar solo por estas páginas, estos
campos albos que fuiste sembrando de Amor. Te
comportas como aquél que estrena una casa hermosa,
pero que es incapaz de vivirla, de disfrutarla en la
acariciante soledad de su satisfacción.
¿Quién no se ofrece “a modo de cariño”
cuando éste, como un duendecillo aprisionado, anda entre
nosotros hasta perder la noción del límite…?
11. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
Angel Vela
En Triana.
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TESTIMONIO
Nací en el Cuarenta y cuatro.
Enero, fría mañana…
Mis padres así lo vieron
Asomados a la ventana
Cuando hasta aquí se vinieron
Desde su tierra Huelvana.
Y entre los dos decidieron
Ya camino de la cama,
¡Este será Trianero,
A ver esa Gracia Serrana¡
Sus deseos se cumplieron
Al amparo de Sant´Ana.
De él, me queda el recuerdo;
De ella, todas las ganas
De seguir agradeciéndole
Que me pariera en Triana.
De Encinasola mi Madre,
Y mi Padre de Aracena,
12. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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Mi corazón de Triana,
Qué sangre tienen mis venas.
TRIANA
Toda ella es tolerancia,
Resignación y sacrificio,
Incluso cuando de oficio
Atacan su ser con ansia,
Nunca es la beligerancia
Arma de su frontispicio.
13. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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COMENZAR
Triana…
Voy a pedirle a los cielos
Que le digan a los soles
Que pongan en tus pestañas
Un rimel con sus fulgores,
Porque en los ojos hermosos
Del Barrio de mis amores
Se guarda todo el frescor
De jóvenes y mayores
Que hicieron posible un día
Paisajes de resplandores.
Todo comienza en Triana
Con la luz de unos faroles
Que en la aceras del Puente
Son mañana, tarde y noche,
14. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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Guardianes de crecidas
Y de ensueños, soñadores;
Y es que en Triana se sueñan
Mil cantos de trovadores
Cuando se pasea el agua
Con el beso de sus hombres.
Y todavía dice alguno
Que no es de los mejores,
Cuando este Barrio, que es único
Entre los barrios del orbe,
Mira con altanería
Hacia la ciudad más noble,
Y le dice que no envidia
Ni su gracia ni su porte
Porque él Gracias a Dios
Tiene Arte, Duende y Corte.
15. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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DOLOR Y GOZO
Triana, mirándose abierta, de par en par
sobre el espejo de su Río abierto, marcando historia con
los trastes de una guitarra cuyas fronteras son: el Duende,
la Gracia, el Arte, el Embrujo… Y aun dicen por ahí que
aquí no se trabajó nunca. Algún amigo lector estará
pensando: ¡no ni “nᔡ, “Vamos que no hay que “trabajá”
“ná” “pa” “sé” Duende, “tené” Arte y Embrujo y encima
hacerlo todo con Gracia”.
Triana, preñada de esa luz dorada que la
penetra cada mañana depositando en su seno el
maravilloso semen de la belleza, semilla de amor Blanco
como fruto inapreciable, Azahar pequeño y hermoso,
alimentado en las venas de sus naranjos en flor,
repetitivos y fieles al compromiso que hace posible que
desde sus entrañas pronuncien su nombre cada Primavera
y en la que al confundirse con el incienso, hace nacer y
renacer cada año un hermoso nidal de almas para una
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Semana de Pasión, para la que Triana es a su vez aroma
de Amor, plenitud de densidad, idéntico y fugaz.
Triana, abrazada por tantos y tantos
romances; encantada junto a su Río cuyo canto se oye bajo
los cimientos de patios y corrales como perenne saludo de
aquel mismo sentimiento de dolor y gozo, Río bajo un
puente ayer hecho agua de vida agónica, aunque siempre
perdurable por los siglos de los siglos, pero con permiso
siempre de alguien…
Triana, crecida y recrecida, alzada y realzada
sobre sí misma, haciendo simetría ascendente de las más
quebradas ideas que nunca quisieron saber de su esbeltez.
Porque su figura dañaba. Porque su encanto perturbaba.
Porque su Arte eclipsaba. Porque su Embrujo arrasaba.
Porque su Aroma embriagaba, y porque su Gracia
marcaba una frontera en la que sólo decir su nombre,
Triana, sólo su nombre bastaba.
Triana, llena de cambios, pero siempre
resurgidora de entre sus propias cenizas, producto de
tantas y tantas incomprensiones, todas ellas, abono que el
buen hacer de su gente convirtieron en material de
reconstrucción perpetua, para que nunca desaparezca la
hermosura de su Corazón Artesano, de su mente de Poeta
Triana Eterna
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17. Santiago Martín Moreno
y de su Alma soñadora, atrayendo, excitando e incitando
desde su más profunda y accesible trascendencia.
Triana, Corral donde cualquier superficie
espejeada se transmuta en azulejo plano, vidriado, a la
cuerda seca… Arcilla de Oro y Cielo Azul que se funden y
se confunden en su timbre de ángel, con el rachear del
esparto y el sudor bajo la madera, cuando por la calle
Larga su contacto cubre de algodón y miel el asfalto de la
madrugada.
Triana, siempre viva, pero como siempre,
también temerosa de que su sabia se le escabulla por entre
los dedos torpes, por culpa de una siesta de Verano. A ella
que con su calor, su sudor y sus lágrimas forjó el hierro de
sus propias cancelas para que estuvieran siempre abiertas.
De sus alcayatas, para que quien viniera a visitarla tuviera
un lugar en donde colgar su abrigo, simbolizando con ello
su ofrecimiento a que estuviera aquí el tiempo que
quisiera. Que aró campos y sembró los más hermosos
trigales, haciendo nacer en ellos el regalo de las más
doradas de las espigas. Que de la tierra, entre sus manos,
dio cuerpo a la finura, sublimó el hogar hecho maceta
para la hermosura de unos claveles, y que los pintó con el
Rojo de las bocas de los hornos de sus tejares, y con el
Blanco de un Amor que siempre deseó darse, pero darse
para siempre…
Triana Eterna
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18. Santiago Martín Moreno
Triana, no sabe de odios, ni de rencores,
pero si sabe de engaños y desengaños porque los lleva
como cristales en medio del Corazón, desde siempre, y
aunque llora a los que la maltrataron o la olvidaron, como
Madre Corralera que es, tiene en su delantal dos bolsillos
tan llenos de bondad que aun hay hasta para los que
quisieron y no pudieron…
Triana, Arrabal añejo, y de extraordinarias
exuberancias, de sorprendente luminosidad y hermosura
únicas, por ser Ella porción intrínseca de la Sevilla eterna;
de Gracia seductora, y encantos encantados sobre el
bellísimo Río de su singular donaire.
Triana, relieve de besos en los perfiles del
Azul de su techo incomparable; realce Alfarero en el
Crisol de su más antigua Artesanía; poema del
sentimiento, y prosa de la lengua Universal que gira
siempre alrededor de su belleza.
Triana, multiplicidad de míticos destellos al
amor de su cautivador Embrujo, que quiso enriquecer con
lo natural de una Primavera única el embeleso de su
suelo, cuando alfombrado de pétalos blancos, hizo que se
convirtiera en la novia guapa de ese mundo que, una vez
conocida, ya no dejará de amarla.
Triana Eterna
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Triana, por sus hombres, amante del más
dorado de los alberos en conjunción poética con el Nardo
de sus paredes, cuando son ungidos por el tierno sol de la
mañana; de ternuras vaporosas en las transparencias
veladas de su luna Abrileña; de idilios hechizados tras las
celosías, como fieles armonías de arrullos entre la sombra
de sus patios y el frescor de su entorno.
Triana, copla rimada sin medida en el
florecer de su eterno florecer, exacto cumplidor en el
anual estallido de su virtuoso colorido donde poder
encuadrar el Amor de su gente, el aroma de sus calles y de
sus casas, la luminosidad de su ambiente, y lo sublime de
su Río, manantial de musas entretejidas en las redes de
sus artistas, sus escritores y sus poetas.
Triana, nidal de culturas discutidas, pero
siempre aceptadas; nombre de Barrio entre los nombres
como el más Universal de los renombres; comienzos de un
brillar en los que la realidad se supera día a día, por ser
Ella la que impregna de armónicos destellos hechos
música, los cantares que desde tiempo ancestral caminan
entre los cielos de una pasarela de fulgores cuyo título
maravilloso fue llamarlo Puente de Triana, paso obligado
de la Gracia Sevillana, y ya me da igual si los andares son
de aquí para allá, o de allí para acá.
Triana Eterna
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Triana, trovadora del aroma del Clavo en el
Clavel, reventando los sentidos; guardabrisa de flores
endulzando el pasear, y guardiana jardinera de geranios y
jazmines que, sobre el brillo de una bandeja, embellécen
recreándonos la vista, o refrescando el moño de sus
mujeres en las calurosas tardes-noches de un Verano de
auténtico privilegio…
Triana Eterna
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21. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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DECIR, CANTAR…
Decir Triana y Sevilla,
Cantar Sevilla y Triana,
Es aquella maravilla
Que tanto el hombre soñara.
Es, el Clavel y la Rosa,
La Clavellina y la Albahaca,
Aquella bata de cola
Bailando sobre sus enaguas.
Y si Betis es la del agua,
San Jacinto es una llama,
Pagés del Corro la Fragua,
Y Altozano una gitana;
Alfarería, de alfares,
Pureza, la Calle Larga,
Castilla, toda lunares
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Triana Eterna
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Cuando el Rocío cabalga.
Mis calles están preñadas
De sentimiento y de Arte,
De sencillez y de fama,
Vaya una por delante
Que a grande ninguna gana
Porque sin ser de Almirante,
Ni tener gran relevancia,
Fue la del primer navegante
Que vio tierra Americana,
Y por ello es importante
Mi Rodrigo de Triana.
Triana, ejecuta su obra con la Arquitectura
de la Palabra. Con el ingenio de su Gubia da vida a la
madera muerta. Hace de carboncillo una línea Real y
brota la Pintura más hermosa que pudiera emanar de sus
lunas y sus bronces. Calienta el ambiente llegada la
Primavéra con el sonido inconfundible de unas
castañuelas, después de haberlo regado con el frío
ancestral de la ausencia, y con el aroma adormecedor de
un incienso a los pies de un Gólgota hecho Cachorro,
23. Santiago Martín Moreno
punteado en Rojo Clavel, en ese último esfuerzo por
encontrarse con el nuevo brote de su Tronco roto.
Triana, sienta cátedra de su auténtica
verdad, una verdad en cuyos matices no se aprecia la
imposición, sus claro-oscuros sólo ofrecen, invitan a
todos, a que se la visite, a que se la conozca, se llegue a
ella, sin embargo, no es menos cierto, que muchos
preguntaron a lo largo de su historia, ¿Pero, que tiene
Triana, que hay en Triana para poder ver? Y yo
inmediatamente respondo: ¡Para ver… nada¡
Triana Eterna
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Triana es un sentimiento
Que hay que sentir en el alma
Cuando se pisan sus calles
Y con su gente se habla.
Cuando se aspira el aroma
De la Bondad y la Gracia
En los balcones del Betis
Hechos jazmines de agua.
Sentir la pisada eterna
Por algunas de las cavas.
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Triana Eterna
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Sentir aquella cancela
Como al oído te habla
Con un son de Martinete
Que en el tímpano se clava.
Hablar con el Corralero,
Cada pálpito una hazaña
De cómo luchó en la vida
Por la vida de Triana.
Y de cómo su mujer
Corralera de la Cava,
Un delantal de trabajo
Y un churumbel a horcajada,
Lleva de siempre una espina
En medio el pecho clavada.
Pero, mírala a los ojos…
¿Ves tú algo?
¡No ves nada¡
Ni nunca se podrá ver
Más que una sonrisa ancha,
Que su pena es para ella
Y por eso es de Triana.
Sin embargo, aquí no oirán
Más que el silencio que es Oro
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Triana Eterna
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Con respecto de la Plata,
Que es la promesa vacía
Con que llenaron sus arcas.
Ni tampoco como muchos
Intentaron saquearla;
Ni decir que de esta tierra
Mucha tierra se llevában
“Pa” levantá una muralla,
Y luego… desampararla.
Por eso, a los que preguntan:
¿Qué se puede ver en Triana?
Yo le contesto enseguida:
¡Aquí no sirven tus gafas
Por mucho aumento que tengan
Ni aunque estén bien graduadas¡
¡¡Cógete tú el corazón,
Y si es posible el alma¡¡
Así y en honor a esa verdad llena de
matices, no podemos negar como Triana se pasa la vida
temiendo a la muerte, porque sabe de cómo duele la
sangre joven cuando hierve sobre el filo de un cuchillo
blanco; de cuando la negrura se hace presente una
mañana en el rostro del hijo que se quedó sin trabajo, o de
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cuando la amargura más profunda cercena con su torpe
guadaña la alegría de un Corral, sobre el negro caballo,
aviso del desahucio, del abandono sin posibilidad alguna
de, al menos, poderse quedar en la tierra que le vio
nacer…
Triana Eterna
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“Corrales y corraleras,
Cantadle al mundo que sois
EnTriana una leyenda”.
Y se nos fue el de la Ciega;
El del Laurel, los Molinos,
Aquel de la Penitencia,
Y el Corral de Chamusquino…
¡Ay! Corral de Chamusquino,
Que allá por Pagés del Corro
Fue del Aromo vecino;
El de Platero en Castilla,
En Pelay Correa en Nuevo,
Y en la Cava el de la Hormiga.
Y “pa” no alargarme mucho…
¡Atarazanas, Judíos,
Os llevamos en el alma
Con “tos” los cinco “sentíos”!
Fragmento del Pregón de la Velá
Realizado por el autor.
27. Santiago Martín Moreno
Así la vieron, así la vemos, y así la verán
porque ella es ejemplo infinito de tesón tierno. Orgulloso
flamear de su manera de ser, de cómo hay que caminar,
aunque cada uno de sus días se vayan tiñendo de
ensueños que hagan crecer barreras para que no se
puedan ver las heridas de una historia que continúa
desgajada del fértil tronco de la historia misma.
Triana, vivirá eternamente confundida a la
vez que reconciliada con el dolor y el gozo. Vivirá
asustada y sonriente, y del revuelo de unas enaguas
veremos como se desprende todo un abanico de los más
puros colores para hermosear aun más las transparencias
de un encaje de mantilla. Y así como el sol de su atardecer
canta el silencio de la Plazuela, y arriba, por entre las
nubes se oye el susurro de sus campanas en la alcoba
secular de sus ensueños, Triana se torna aun más tierna,
más esperanzada, y mirándose en el espejo de sus paredes
deja reflejada en él una sinceridad que hará brotar el
llanto fino del Cielo, hecho ahora un rocío de madrugadas
eternas.
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28. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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ETERNIDAD
Triana, dulce sueño que me iza
A la altura máxima del Azahar,
El Jazmín o la Enredadera.
El nombre de este sueño,
Me invoca a surgir de la noche
Abrileña, y verme por su “Zapata”
Buscándome incansable,
Y encontrarme a mí mismo,
Contento y feliz
Junto al Duende de la ciudad
Siempre recordada…
Y es que desde este sueño hermoso,
El bello nombre de Triana
Es para la eternidad.
Cuando en la noche
La luna se escapa entre los árboles,
29. Santiago Martín Moreno
Triana no huye, permanece
Tranquila y serena
A orillas de su Guadalquivir,
Y a la sombra inmadura de su parque,
Sintiéndose de aromas soñada.
Triana Eterna
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Entónces , su Alma se desborda,
Y ríe, y se encarama
A la azulejería dorada de Sant´Ana.
Y cuando la veo allí,
Esta vieja tristeza que mi pecho
Colma algunos momentos,
Surca las a veces tranquilas
Aguas béticas,
Y me llena los ojos
Del bello paisaje de la Vega
Trianera.
Y Triana,
Siempre moneda Real;
Una cara Semana Santa,
La otra Feria,
Aunque siempre fiel a su metal
De alegrías fundidas
En la Fragua del Corazón
Trianero,
Y alimentada con el eterno Fuego
De su cante…
30. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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No, no puede reprimir su aurora,
Y la tarde Abrileña
Se convierte en novia
De medias lunas
Y mora de sol morena,
Para que el mundo sepa que Ella,
Estará siempre ahí,
Dispuesta a darse a todos aquellos
Que quieran disfrutar
De sus encantos…
31. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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ACROSTICO
Lugar de separación
A civiles y gitanos.
Cuéntanos hoy la historia,
Rimando con la memoria
Ubérrima de aquel Aria,
Zaguán de la antigua Ermita.
De nombre La Candelaria.
En compás de San Jacinto,
Símbolo de Humilladero,
Al fin de Santo Domingo
Nació de nuevo a la vida.
Jaculatoria prendida
Al Amor de aquella gente,
Cabal, sencilla y valiente,
Inclita de un Arrabal
Natural de un sentimiento,
Tallo que brotó en el tiempo
Orgullo de su Verdad.
32. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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MADRE
Un rincón en cada calle,
Y en cada acera el amor
Para vestir el detalle
De colocar un balcón
Hecho de fraguas reales
Que al compás del corazón
Prende al Barrio por el talle.
Como los Cuatro Cantillos
Que es la Cruz de los alfares,
O la Plazuela Sant´Ana
Con otra Cruz de Arrabales,
Sin olvidar esa Cruz
Que es la Cruz de los Cabales
Y en la que expira el Cachorro
Llenando de vida el aire.
Y es que Triana es la Cruz
Que se clava en el socaire,
Para gritar a los vientos
Aunque no la oiga nadie,
Que son duros sus lamentos
Como duras sus verdades.
33. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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Pero Ella en sus adentros
Y el mundo entero lo sabe,
Lleva clavao el sufrimiento
De los hijos y los padres,
Que son los padecimientos
Y sufrires de las madres.
Y tú eres Madre, Triana,
Que repartiste a raudales
Amores, penas y risas,
Pasión, Sentimiento y Arte.
34. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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CANTARES
¡Te estoy cantando, Triana,
Al tiempo que estoy pensando,
Qué te cantaré mañana¡
Mi ensueño es quererte mucho,
Amarte a ti más que a nada,
Y entregarte el sentimiento
Que puro anida en mi alma.
Ponerlo a tus pies de Reina,
Como un esclavo con ansias
De ver siempre a su Señora
Fresca como una Manzana.
Dulce como aquella Miel
Que las abejas trabajan
Cuando de aromas las flores
Para ti quedan preñadas.
Verte hermosa entre mil soles,
Entre mil espumas claras,
Y espumas y resplandores
Te hagan mil alas blancas;
35. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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Que te lleven por los aires
Y por los aires te traigan
Una vez más del el Cielo
Cuando el Cielo te reclama,
Que se quejan las estrellas,
Que están apesadumbradas
Porque viniste a la Tierra
Y te trajiste su Gracia.
Quererte mucho es mi ensueño.
Amarte siempre mi ansia,
Y sentir en mis adentros
Como tu sutil fragancia
Alimenta mis suspiros
Cuando estoy en tus entrañas.
36. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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TODO EN ELLA
Y ELLA EN TODO
Sevilla sin Triana
No se entiende,
Porque son como ese amor
Que en todas partes
Se enciende,
Sin embargo, aquí,
En el Barrio de Triana
Es diferente,
Aquí se encendió una vez
Y se quedó para siempre.
Porque en Triana el amor
Está en el aire, en el Río,
En la esencia de su gente,
En el ¡ay¡ de su quejío.
Muy dentro de la Zapata,
Dentro de aquella muralla,
Dentro de unos ojos negros
Y de su hermosa mirada.
37. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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En la Fragua con su luz,
En un canto de campanas,
En la forja de la Cruz
Que vive arriba en Sant´Ana;
Y como dice el Poeta
En esta tierra Gitana…
¡Si le quitamos su gente,
Su Río y sus espadañas,
Sería un barrio cualquiera
En cualquier lugar de España¡
Es Amor y es fundamento
De su Duende y de su Gracia,
Amor que vagó una noche
Por las calles de Triana
Cantando un sueño de glorias
Con unas voces quebradas.
38. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
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AIRE
Triana fue hecha
De Geranio y Hierbabuena,
Del aroma del Clavel
Y el sabor de la Canela,
Con una Cava Gitana
Y otra Cava tan morena
Como el ascua de la forja
Que forjara a sus poetas.
Cuando estoy en San Jacinto
Donde la brisa se aquieta,
Me embobo mirando al Puente
Porque allí se vuelve inquieta
Con el vuelo de gaviotas
Mostrándonos sus destrezas.
Miradla como se aúpa
Sobre el hombro de su pena,
Para decirle a los vientos
Con repiques de Flamenca
39. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
39
Que está lleno su paisaje
De carruseles de feria,
Cuando la feria es la Gracia
Y esta una Gracia risueña.
Desde el aire, silueta
De figura que embelesa;
Desde el suelo, Miel, delirio
Que se sube a la cabeza.
También tiene una Torre
Mirador de las estrellas
Por donde juegan las nubes
Al escondite con ella,
Y hasta el brillo de sus bronces
Hechos campanas de seda
Lanzan fulgores de Oro
Por tejados y azoteas.
La Cruz que pregona arriba
Cual cascabel de grandeza,
Escúchala como dice
Que abajo lo mismo reza.
40. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
40
Triana, siempre Triana,
Sin gaitas, sin panderetas,
Que hasta el silencio del Río
Despierta a las horas muertas
Para hacerla siempre viva
Y que vivamos con Ella.
Eso sí, del arrullo de una copla
De Amor tras una cancela
Da testimonio una flor
Que vive en una maceta.
41. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
41
MIMOS
Triana,
La luz te tiene por hija
A la vez que por hermana,
Del encanto eres la novia,
De la noche la mañana;
Del tiempo eres la historia
Que de tu saber emana
Y llenar así, de Gloria
A la tierra Sevillana.
Ceramista y Alfarera
Del ingenio y de la Fragua,
Pescaora, Cigarrera,
De alegrías Cantaora
Y hasta del toro, Torera,
Por siempre Trabajadora,
Y por vida Trianera.
¡Ay que mimarte Triana
Quiera la gente o no quiera¡
42. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
42
ABA TRIANA
¡Ay, Barrio de Triana¡
De mis ojos maravilla;
Eres tú cuando engalanas
El que embellece Sevilla
Con repiques de Sant´Ana.
Con tus ribereñas aguas
Volando por el Aljarafe,
Como bailan las enaguas
De las gitanas de anafe
A los gitanos de Fragua.
El pensamiento derrama
Unas lágrimas perladas,
Que al vertirlas en Triana
Y en su Collación callada
Son la honra Sevillana.
43. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
43
AUSENCIA
Ayer tarde yo pasaba
Por la esquina de tu calle,
Estaba ladrando un perro,
Al parecer no había nadie;
La calle del abandono.
Pensé de pronto en llamarle,
Pero, miré alrededor
Y sonriéndome el aire
Me sugirió que mirara
Por donde no mira nadie,
Si es que nadie se enamora
De ese algo o ése alguien
Que bebiéndose las horas
Hacen que nunca sea tarde.
Ayer pasé por tu puerta,
Tenías echada la llave,
Estaba ladrando un perro
Pero no lo oía nadie…
Era la calle del viento,
Aquella calle Tejares.
44. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
44
FLORECER TRIANA
Triana…
Si consigo dejar una sonrisa
Para que alguien sea feliz,
Florecerá mi Agua
Triana…
Si consigo dejar un ejemplo
Para que alguien sea feliz,
Florecerá mi Agua.
Triana…
Si consigo dejar un consejo
Para que alguien sea feliz,
Florecerá mi Agua.
Triana…
Si consigo dejarte un poco
De ese tanto que tú me das,
Florecerá mi Agua
En tu Agua.
45. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
45
LA NOVIA DE JUAN “REMATE”
Desde la mata de Negro pelo
Como noche de locura acuchillada
Por el “quejío” de un cante,
Hasta los talones nerviosos
Por el repique de castañuelas
Sacado de sus viejos zapatos,
Era la novia de Juan “Remate”
El orgullo de Triana.
Su frente, desafiante,
Y sus cejas, dibujadas
Con pinceles canasteros,
Hacían vivo contraste
Con ojos Negro Azabache,
Como candelas vibrantes
De capotes de toreros.
Del Rojo del Clavel su boca;
Su sonrisa de primavera y color;
46. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
46
Cuello enjuto de potro que desboca
El aroma suave de su flor.
Su pecho… ¡ay, su pecho¡
Como dos toros miuras
A las Cinco de la tarde,
Asomando por los tercios
De miles de lunares hechos.
¿Y su cintura…?
¡Dios mío, su cintura¡
Pero si aquello era un mimbre
Mecido por el Guadalquivir
Cuando en su fondo se siente
El palpitar de su Barrio.
Escultores, pintores y alfareros
Que tan alto hubisteis de subir
Para lograr las ideas que nacieron
Y poder esos encantos producir.
47. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
47
ABANDONAR TRIANA
Qué pena me da, Triana,
Cuando tus hijos, Triana,
Tienen que cruzar el Puente
Para ya dormir mañana
Sin el calor de su gente.
Y aquí, sobre la Zapata,
Cuando los veo cruzar
El corazón se desata
Y partiendo el lagrimal
Al Río vierte su agua.
Maldita sea la suerte
Que los obligó a dejarte,
Que martirio no tenerte,
Más que regalo el amarte.
48. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
48
No consolarme diciendo
Que sólo cruzan el Río;
Ya sé que es sólo un momento
Pero los quiero al “lao” mío;
¡Ay, calle de San Jacinto,
ay, hermosas cavas mías…¡
¡Camino Real y Larga¡
¿Dónde irán sus alegrías?
Sólo te pido Triana
Que vuelvan aquí tus hijos,
Que me los traigan mañana,
Que mi Alma y su entresijo
En la espera se desgranan.
49. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
49
MUDA SE QUEDO LA CAVA
Mudos quedaron los yunques,
Y enmudecieron los sones;
Los tañidos se rompieron
Y se quebraron los bronces.
El color de la Aceituna
Se confundió con la noche,
Y aquel cuchillo de luna
Que se quebró en el recorte
Rasgó el requiebro en la Cava
Para apagar nuestros soles.
Silencio de Guadalquivir,
Cíngulo de Plata y hombre,
Donde la Fragua al herir
Cuerdas de blusa y escote
Dejaron mudo el sentir
De guitarras y arreboles.
Mudos quedaron los zapatos,
Y enmudeció hasta el Corral,
Cañaverales gitanos
Que tenían que callar…
50. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
50
¿Qué le hicisteis a los vientos
Juncos de mirada altiva?
¿Cómo se quebró el concierto,
Quién os rompió allá en la orilla?
Dejó de bailar la noche
Sobre aquellas aguas limpias.
Muda se quedó la Cava
Muy cerca del Altozano,
Por donde amarga mañana
Se escapó de nuestras manos.
Ya no se oyen campanas
Ni en los yunques martillazos,
Ya por allá, por la Cava
Mudo quedó el zapateado,
Y el Moreno de Azabache
Que mimbraba su canasto,
Ni la blusa de lunares
Como recuerdo ha dejado.
La tarde ya se ha dormido
Alrededor de Sant´Ana, quiero
Soñar que se ha ido
Para regresar mañana.
51. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
51
MIRANDO “PA” DENTRO
Pero no quedó tan muda
Como alguien deseara,
Y así la gente del Barrio
Echa al aire sus gargantas
“Pa” demostrarse así misma
Que aun le quedan agallas.
Que no se nos muere el Barrio;
Que este Barrio no se acaba
Porque tiene tanta vida,
Tanta fe, tanta Esperanza,
Que sigue pidiendo a voces
Lo que siempre le negaran,
Que no le saquen su gente
De dentro de sus entrañas;
Que no quiere ver el llanto
En la despedida amarga,
Cuando llena de impotencia
Cruza el Puente de Triana.
52. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
52
VIVIR TRIANA
Gaviota del Mediterráneo
Que quiso anclarse en Triana,
A convertirse en arganeo,
Y más tarde, en la Bonanza,
Cuando llegó la mañana
Buscó la ardiente Esperanza
Al través de la ventana.
Abierta de par en par
Se estrelló sobre la arena,
Y cambió toda la sal
Por una Azúcar Morena.
53. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
53
SIEMPRE TRIANA
Son los codos en la mesa
Como los besos de Mayo
Que se estrellan en Pureza.
Y hablarnos de la Triana
Que sus mayores dejaron
En una fría mañana
Por donde feliz volaron.
Y hablaron cosas del Río
Escudriñando mareas,
Rincones nunca dormidos,
Haciendo volar la pluma
Sobre cuartillas de Nácar
Donde refleja la luna
Las vivencias por las cavas.
Seguid hablando…
De sus calles y sus plazas,
De tejares, azoteas,
Y blanqueadas ventanas.
54. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
54
INMENSIDAD
¿Qué más te puedo decir
Que no te haya dicho ya?
Tú, y tu Guadalquivir
Sois Grandeza y Humildad.
Sois Humanidad y Belleza
Sacada de un barrizal,
Obra de Arte sin duda
Como aquella Universal
En que salió la Belleza
De una costilla de Adán,
Siendo Adán del mismo Barro
Que fundara este Arrabal.
55. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
55
TRIANA POR SOLEA
Que hermosa eres Triana
Cuando te veo en el moño
De la Gracia Sevillana.
La Capillita en el Puente
Me parece más Gitana,
Cuando la cruza esa gente
Gitanita de la Cava.
El Puente entre dos orillas
Le está cantando a los vientos:
¡Viva Triana y Sevilla¡
¡Ay, Río Guadalquivir,
Qué dilema esta mañana
Tenerte que decidir
Entre Sevilla y Triana.
Que suenen “toas” las campanas,
Que está pidiendo la Abuela
Que se despierte Triana.
Que suerte tiene Sevilla,
Que no pasea Triana
56. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
56
Ni tan sólo un Cristo Muerto
Por las calles sevillanas.
La Feria vino a Triana
Y la gente de Sevilla
La sigue por Sevillanas.
Cuando veas a la Virgen
El Lúnes por la mañana
Dale recuerdos, Romero,
De quien se queda en Triana.
Niña, corre a la ventana
Que está pasando despacio
El Corpus Chico de Sant´Ana.
Sigue la fiesta en Triana,
Con esa Cruz de Arrabal
Que está montando mi gente
En el patio del Corral.
Mira si yo a ti te quiero,
Que paso la noche en vela
Pensando en tus trianeros.
Para que cruzar el Puente
Si lo que quiero es Triana,
En Ella tengo mi ambiente,
57. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
57
Mi Comercio y mi Gitana.
¡Qué Sevilla más Torera,
Cuando tiene en la Maestranza
A Triana por bandera¡
La calle del Betis tiene
Con Santiago y con Sant´Ana,
Aquella Velá que un día
Parió, Graciosa, Triana.
Entre dos brazos del Río,
Es un Poema la historia
Del más bello Caserío.
Qué me gusta a mí ese Carmen,
Los Remedios y El Tardón,
Terruñuelo, Voluntad,
Dársena y Barrio León.
Tanto te quiero, Triana,
Que sólo vivo pensando
Que te escribiré mañana.
Tres entes tiene Triana
Que se atribuyen a Dios,
El Arte, los artesanos,
El Poeta y su Pasión…
58. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
58
TRIANERITA
Para mi amada esposa Luisa
En su aniversario de boda.
Cuando a tu cara, Niña,
Le falten las primaveras,
Y lentamente el Otoño
Sobre tu piel aparezca.
Cuando busquemos el Sol
Del banco que nos espera,
Donde pasar las mañanas
De aquella nuestra Alameda.
Cuando ya no sean tan largos
Los pasos que antes dieras,
Y camines despacito
Sin bajarte de la acera.
59. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
59
Cuando tú pelo Castaño
Que celo a tu cara diera,
Jugando sobre tu frente
En Nieve se convirtiera.
Cuando tú persona, siempre,
De sonrisas placenteras,
Se trunquen de un solo trazo
En diferentes maneras.
Cuando ya con pocas ganas
Mis bromas tú recibieras,
Imagino que las tuyas
Con menos ganas las dieras.
Cuando te falte esa Gracia
Que antes siempre tuvieras,
Con que pasaba hacia ti
Al abrirme tú cancela.
Cuando te inventes historias
Para volver la primera,
A recordar en el espejo
Tus años de mujer nueva.
60. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
60
Cuando en mirar te entretengas
Aquellas fotos risueñas,
Y recuerdes todo el tiempo
Que los papeles encierran.
Yo… seguiré aquí, a tu lado,
Aventando tu candela
Para que no pases frío,
Ni pasen tus primaveras.
62. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
62
Ebrio de aromas de Sol
Lo veo Sevilla cruzar,
Grande como su caudal,
Urdimbre del mismo Dios.
Andaluz llevando Amor
Desde Jaén hasta el mar
Atlántico. Sentimental,
Luz de Embrujo, Pasión.
Que convertido en cordón
Unge mi hermoso Arrabal
Ilustre, y a la ciudad;
Vigilante y seductor,
Intimo y renovador
Regalo a la Humanidad.
GUADALQUIVIR
¡Oh, Río mío¡
63. Santiago Martín Moreno
Caminar al lado del serpenteante Río
Grande, hablando con él, escuchando el silencio de su
transcurrir histórico, es una de las aventuras más
hermosas que el ser humano pudiera imaginar. Todo un
camino de bellezas y sublimes encuadres para el recreo
del Espíritu y más tarde para la nostálgia de aquella
travesía, ora tranquila, ora tumultuosa a que tenían
acostumbradas a los lugareños, de entre otros, Guadajóz,
los bandidos de la Sierra Morena.
Bajar por el remonte del cordón de Plata en
los momentos en que el Astro Rey va dando vida a la
vida; contemplar el torbellino de sensaciones producidas
por un sinfín de galopantes luchas que en las crestas de
sus propios murmullos, nos muestran un cuadro
semejante a “caballos salvajes” en esa coreografía de
crines enloquecidas a su paso por la bella Cantillana.
Continúo caminando junto a mi amigo el
Río; bajando entre el verdor de sus vestidos y el rumor de
su canto. Entre el color de su fuerza, confundido con el
calor de su entraña, y en los mil gestos tornasolados
cuando en cada recodo, en cada curva insinuante y
majestuosa, el brío de la coreografía hace nacer la luz que
se abre entre las alturas.
Triana Eterna
63
64. Santiago Martín Moreno
Remansos para la paz acunados por unos
paisajes llenos de Sol; regazo silvestre donde se mecen los
dorados destellos, y sensible protector para la artesanía de
la cal sobre una alfombra de florecillas en el justo estallido
del aroma y el color.
Los pueblos a su paso son como un carrusell
de hermosos conjuntos llenos de ensueños y armonías.
Cuando el Río pasea por Villaverde, es serena su soledad,
Como sugestivo es el espectáculo de su azulado, al tiempo
que preñado de grises y almendras donde se miran los
cielos pintados de otras aguas tempranas, y siempre
contemplados bajo la sombra de viejos árboles, desde
tiempo atrás guardianes de crecidas.
El Río es colorido siempre vivo, pintoresco
en su mágia y mágico en su fantasía. Abanico enriquecido
de perspectivas cuyo varillaje encierra todo el encanto de
lugares soñados y hechos realidad mimada en las huellas
del tiempo y el espacio.
¡Adorado Río mío¡ aun tu realidad no ha
entrado en Sevilla, y ya me es imposible describir la más
hermosa de tus etapas; y es que toda la panorámica de la
prosa queda relegada a un segundo término cuando se
trata de ti, ¡oh, Río mío¡
Triana Eterna
64
65. Santiago Martín Moreno
Es posible que la Poesía pueda dar una idea
más cierta de los cantares del alma, cuando son excitados
por el torrente de Amor, luz y color a través del ventanal
abierto a su propia y régia naturaleza.
Ya la ciudad de Sevilla, delegando en
Triana, mi pequeña ciudad, te abre los brazos de su tierna
acogida.
Tú, Guadalquivir, reposo de estrellas
errantes, camino para el peregrinar hacia un horizonte de
Sol; confidente de legendarios amores, testigo de pasión
en la más profunda de las pasiones, instigador de musas,
suspiro del paisaje aljarafeño, descubridor de
descubridores, conversador de noches con lunas envueltas
en mantillas de Nacar, cantar de espumas de Oro en las
fraguas de la vida, artesano del Bronce fundido en el
Crisol de una garganta, Alfarero de barros celestiales,
Pintor de mañanas, Escultor de atardeceres…
Aquí, eres en ti amalgama de verdor como
fueras cantado “Ay río de mi Sevilla que bien pareces lleno de
velas blancas y ramas verdes”. Ya no puedo seguir, no puedo
continuar, aquí atraco mi barca de sueños…
Triana Eterna
65
66. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
66
REBROTES
Guadalquivir…
Que si vienes, que si vas
Dice el que no te conoce,
Pero yo puedo afirmar
Después de hablar con la noche
Acerca de tu caudal,
Que tu corriente es el brote
De la luz sentimental,
De aquellos poetas nobles
Que hacen tu caminar
Convirtiéndote en el broche
De la Flor Universal.
Te canto Guadalquivir
Con esa inmensa alegría
De poderte recibir
Sin la tristeza del día
Que rompió tu discurrir.
SUSPIROS
67. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
67
Al Río dijo la Luna:
¿Dónde están tus aguas claras,
Verdes y blancas espumas
En las que yo me mirara?
Y el Río le contestó:
¡Están mis aguas manchadas
Víctimas del desamor
Con que el hombre me tratara¡
Te estoy pidiendo, Sevilla,
Que te unas a Triana,
Para pedir dos orillas
Por donde corra la Gracia.
Muy pronto…
Entre Triana y Sevilla
Verás como baila el agua
De nuevo por Seguiriyas.
ACROSTICO
68. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
68
Ebrio de Sol y de Sal.
Loco de Gracia y de Luz.
Jalón de aquel Arrabal
Al que la historia tendrá
Recuerdos grandilocuentes,
De cuando toda la gente
Inclita del Descubrimiento,
Navegó llevando al viento
Contribución y sentido
Inútil hoy, y herido;
Lagrimando entre basuras,
Lástima de esa locura
Orexia de tanto olvido.
TRIANA Y GUADALQUIVIR
69. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
69
No se cansará la pluma
De batir sobre Triana,
Buscando la nueva Luna
Que en el Río se mirara,
Y le dijera a Sevilla,
Plantada allí… cara a cara,
Que son suyas las orillas
Del Guadalquivir de Plata.
Y es que Triana no empieza
Donde Sevilla se acaba,
Que es después, pasado el Puente
Donde el Barrio comenzara,
Y si alguien tiene dudas
Que arriba el Puente se suba.
Primero, mire a Sevilla,
Y después muy lentamente
Que se vuelva hacia Triana
Y la mire dulcemente,
Porque el Sol de la mañana
Al Altozano se prende
Cual cintura de Gitana
Que la prendieran los duendes.
70. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
70
PUENTE
DE
TRIANA
SONETO ACROSTICO
Peineta cuando las aguas
71. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
71
Ungen tu cuerpo florido,
Enredando en el sentido
Natural de tus enaguas
Todo el calor de la Fragua,
El color y lo encendido
De todo un tiempo vivido
En el Amor de tu Agua.
Tacón cuando con temblores
Repicas por Sevillanas
Incitando a los amores;
Aquellos que en tu Triana
Nacen por entre las flores
Abiertas de tus mañanas.
DELIRIOS
72. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
72
Dios hizo la luz,
Y también dio forma al aire,
Y a ese feliz Firmamento
En que la Estrella se abre;
Y también hizo la Flor
Que en la primavera nace
Y que la llamó Azahar,
En honor de aquellas madres
Que hicieran este Arrabal
Como Arrabal de arrabales.
Y también hizo el Azul
Celeste entre celestiales
Tonos de brillos fruncidos
Con perfiles de cabales.
Y cuando hizo las aguas
Para dar vida a raudales
Notó que faltaba algo,
Como un pequeño detalle…
Y así fue como nació
Sobre sus recios pilares
Este Puente de Triana,
Este delirio tan grande
Que va para hacer mil años
De aquel su primer Romance,
Cuando aun siendo el de Barcas,
Fue la Virgen de la O
La última que lo cruzare.
73. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
73
Ahora, Puente de Triana,
Que gusto de disfrutarte
Cuando el Domingo de Ramos
La Valiente entre varales
Te cruza para poner
En Sevilla un Baluarte.
El Lunes Santo, quimera,
Entre aromas de azahares
Acogerás en tus brazos
Hechos de fraguas reales
A la Niña de mi Barrio,
A Ésa Salud que es mi Madre,
Cuando mi Madre me dice
Que no deja de mirarme.
Ecuador de la Semana,
Día que amanece grande,
Ya te cruza la Victoria
Después de dejar sus calles,
Trayendo para ofrecerte
De suspiros, dos millares,
Uno para cada banda
Y así poder agasajarte.
Ya llegó la Madrugada
74. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
74
Hecha noche incomparable;
Hecha aroma de jazmines,
Y así poder recordarte
Que se está abriendo la puerta
Tras la que se guarda el Arte,
Y que Morena de Luna,
Gitana inconmensurable,
Ya está pidiendo la lleven
Entre saetas hechas cante
Hacia la entrada del Puente,
Puente Triana, dos partes…
En la calle de Castilla
El Viernes Santo ya es tarde,
Atardecer de la Pena,
Ese llanto incontrolable
De una Virgen de la O,
Con O de ojos hechos mares.
Recovecos de Callao,
No vayáis a apretujarse
Que buscando el Puente va,
Dejadla pasar, que pase,
Que quiere dejar Triana
Sin que se dé cuenta nadie,
Para dejar “toa” su Pena
Al otro “lao” de una calle.
75. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
75
Hay doblete el Viernes Santo,
Cuando allá, por el Zurraque,
Aparece todo un Dios
Como quieren sus mortales;
Cachorro de Sal, a punto
De Expirar entre los ¡ayes¡
Que se escapan en la tarde
Haciéndola irrespirable,
Llenándola de ese aroma
A que trasmina la Sangre,
Cuando la Sangre en Sudor
No hay hombre que la iguale.
El mundo entero es cantar,
Y éste Cristo sus cantares,
Que nadie tuvo en el Puente
Más cantar por Soleares
Que ése Gitano Cachorro,
Aquél que parió una Madre
En el Barrio de Triana
Arrabal entre arrabales.
Puente Triana, la historia,
Que escribiera muchas tardes
El Sol cuando se marchaba
77. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
77
¡Dime Puente de Triana,
Tú, Carrusell Parisino:¡
¿Qué pensaste esa mañana,
Cuando el nacer de la Grama
Se aupaba por los caminos
Para ocultar los espinos
Que no querían que un día,
No muy lejano en el tiempo,
Llenaras de sentimientos
La Collación de este Barrio,
Y que pronto fuera Osario
Donde enterrar los recuerdos.
Pero, que suerte Triana,
Cuando tu Puente te hermana
Por el Arte con Sevilla,
Y he aquí, que maravilla,
Que la Gracia Sevillana
Ya nadie saber desgrana
Acerca de cual orilla
Besando el Guadalquivir,
Le haya oído decir
Un Cante por Seguiriyas.
Y es que…
78. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
78
Puente entre los puentes,
Si suerte tiene Triana,
Más suerte tiene Sevilla;
Porque nunca oí coplilla
Que cantada por su gente
Fuera dedicada a un Puente
Que es de Triana y Sevilla.
Los rayos del Sol le visten
Amaneceres de ensueños.
Collares de espumas blancas
79. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
79
Alrededor de su cuello
Pone un Guadalquivir
Inspirador y Bohemio, y
La baranda del Puente
Latiendo junto a su cuerpo
Igual que los besos
Tiernos que le regala su gente
Acercándose a su suelo.
Derecha, lado del Río
En donde Anibal González
Levantó su Señorío.
Caché de Giralda Mora, y
Arabe Torre del Oro, son
Reflejos que atesoran
Mezquita Catedralicia,
En donde está la Señora
Nuestra del Carmen Bendita.
EL CORRAL
80. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
80
Acróstico
Entre dos brazos de un río
Languidece una hechura;
Cara y Cruz de un Señorío,
O acaso fue otro “sentío”
Raíz de aquella figura
Regia de entrega y ternura,
A la que el número frío
Le está haciendo sepultura.
¡AY CORRAL¡
¡OH TRIANA¡
¿Qué está pasando, Triana,
81. Santiago Martín Moreno
Que se te va de las manos
La Gracia de tus mañanas?
¿Qué están haciendo contigo? ¡Ay Corral¡
Dañada está tu Alma de años encontrados frente a siglos
de deseos. Morada mágica, preñada de misterios, que te
van convirtiendo sin que algunos se den cuenta en
infausta figura de cuanto fuiste.
¿Dónde están tús Carmen? Aquellas de
inmaculado delantal, de críos a horcajadas sobre la
hermosa redondez de sus cinturas; las del Negro pelo, tan
lleno de Azabache como la noche que vivieran tus
hombres al calor amargo de sus desdichas; las del moño
terso como su hambre, pero bellamente adornado con la
exuberancia de una moña de jazmines.
¡Jazmines¡ gritaba yo en mi infantil
necesidad de buscar aquella “Perra gorda” que se nos
escurrió por entre los dedos cuando la máquina del
progreso comenzó su infernal y recién descubierta
tirada…
¡Jazmines¡ pregonaban mis jóvenes anhelos
al cálido airecillo del Agosteño mes de mis tribulaciones,
Triana Eterna
81
82. Santiago Martín Moreno
que, a veces convertidas en húmedo paño, servían para
cubrir sobre bandeja de cansado sol, el tesoro Blanco y a
medio abrir de las florecillas de mis ensueños.
¿Dónde aquellas tus noches bajo el titilar
alegre de tu tipismo, las de las manos asidas a un búcaro
“Rufino o Justino” del que tal vez se derramara todo un
caudal de refrescantes sonrisas a la sombra de una
embriagadora Soleá; Soleá, que, quien sabe si fue aquella
que se cambió de vestido para desde entonces asistir al
triste y esperado momento de un aviso deshumanizado en
el atardecer de cualquiera de nuestros días, ante lo
aprensivo de una inseguridad manifiesta.
¡Ay Corral, Triana¡ que sola se quedan tus
aceras en esas horas en las que antaño tus gentes
caminaban hacia los cines de Verano, y en cambio ahora lo
hacen buscando el refugio de los nuevos y extraños
hogares, y esperar en ellos un nostálgico y lento despertar
de la Luna.
¿Dónde aquel pasear sublime? Aquel tan
lleno de encanto embriagador de los nardos curiosos por
entre las barandas de tus azoteas, como cautivos de una
Zapata de ondinas, reflejos de la Cal y el viejo Cobre en el
Vidriado espejo de tu Río, entonces ausencia de miedos y
recelos.
Triana Eterna
82
83. Santiago Martín Moreno
A veces me pregunto, si todo fue debido al
sopor o la algarabía de una tarde inmensa del inmenso
Julio...
¡Oh Triana, mi Triana¡ Mi Amor por ti hace
posible la hermosa visión; Te veo, como en épocas
pasadas, henchida por la luz, el color y el gozo, la alegría
de los albures saltando sobre el hechizo de tu sentimiento,
el alborozo de tus gentes aliviadas por unos nuevos aires
ante el sofoco propio de los rigores del estío, el regocijo de
tus chiquillos viviendo la antigua travesura del Coche de
Caballos, cuyo tintineo cascabelero estoy seguro se
volverá a dejar sentir por el paso gracioso de en el sueño
de una siesta, un hermoso corcel con las crines doradas,
reflejos de fulgores sobre la azulejería secular de la
Capillita del Carmen.
Hay mucho más ¡oh Triana¡ porque llegará
la noche, despertará la Luna y rutilantes las estrellas de
nuevo le guiñarán a los lunares de fino junco; los cantes
ecualizarán con sus cadencias el ambiente por allá por el
Zurraque, trayendo su aire para fundirse y confundirse
con sus hermanos de las cavas en el fogoso Crisol de una
Fragua; corazón de tierra noble por cuyas venas,
remozado manantial, correrá la Gracia para de nuevo
desparramarse sobre las fértiles carnes de tu Naturaleza.
Triana Eterna
83
84. Santiago Martín Moreno
Ahora ya está la Luna muy alta, muy arriba,
¡shisss, silencio…¡ Ahora el Corral duerme entre los
brazos de su Río, sólo, como isla perdida en el tiempo,
pero que una vez más será encontrada únicamente por su
gente.
¡Shisss, silencio¡ que nadie lo despierte, al
menos hasta mañana, hasta esa mañana a lomos de cuyo
amanecer llegará el trinar de los gorriones que se mezclará
con la temprana protesta de la Corralera de siempre,
cuando los ve comenzando un bullicioso y anárquico
jugueteo entre clavellinas y geranios.
¡Hojalá¡ ese amanecer llegue trayendo a
empujones la mañana, nuestra mañana, y con ella una
nueva manera de ser, una nueva forma de
comportamiento, la nueva y esperada configuración que
seguirá curtiendo el perfil auténtico de aquél que nació de
él, que vivió en él, y además lo hizo por ella y para ella.
Triana Eterna
84
LLORARA TRIANA
85. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
85
No llorad más por Triana,
Ni llorad por sus corrales,
Que es Triana la que llora
Cuando nos ve tantos males…
Y llorosa se pregunta:
¿Dónde está aquella hermandad,
Dónde el socorro, la ayuda,
Dónde el placer de charlar
Con las verdades desnudas?
No, no llorad más por Triana,
Llorad por vosotros mismos,
Que tarde será mañana
Dónde no habrá ni cariño.
Que se nos fueron las fraguas,
Es natural, ya no tenemos carbón;
Ya no se enfría en el agua,
Cambiamos al Electrón.
Y nos desapareció el Herrero.
No tuvimos sentimiento
Cuando el mulo carretero
86. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
86
Se cambió por el “Seisciento”.
Paragüero, “Afilaó”, Hojalatero,
Y hasta el Sillero murió…
¿Por qué?
Porque llenos de comodidad
Comenzamos a tirar cosas
En vez de darlas a arreglar,
Pero, a orillas del Guadalquivir
Aun nos quedan los Tejares;
Que joven va por allí
A conocer y enterarse.
Que aun se embolsa con los brazos.
Que aun se corta allí la “Pella”.
¡Cómo llorar por Triana,
Si la que nos llora es Ella¡
EL COMERCIO
87. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
87
ACROSTICO
En el corazón conviven
Lonjas de toda ventura;
Cada época pasada
O presente, y futura,
Medirán con sutil gracia
Esta tierra, como dura
Razón y conocimiento,
Castas de una estructura
Intrínseca del Arrabal,
Origen de su Cultura.
EXPRESION
Estuvo el Arrabal siempre
88. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
88
Arrullado por el Río,
Nanas que en el Caserío
Fueron cambiando al compás
De un exponente Comercio;
Guadalquivir que en silencio
Marcó toda una pauta
Con los brazos de esta orilla,
Para de forma sencilla
Ofrecer al mundo entero
Ese sabor mensajero
De la gente de Triana;
Máxima expresión que clama
Su relación y principios
En orden a sus Astilleros,
Patrones y marineros,
Y proveedores que encierran
Al servicio de esta tierra
Junto a la mano de obra,
Oficios y profesiones,
Inquietudes y rincones
Del Corazón Trianero…
Labradoras, hortelanos,
Alfareros, artesanos,
Y aquellos de la Ribera;
Calafates, carpinteras
Almas de una dedicación
89. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
89
Integrada a esta orilla,
Pero, no así a Sevilla
Que afianzó una muralla
De almenas y barbacana,
Donde se mira Triana,
Condenada Cenicienta
A pesar de ser Despensa
De tan torpes ciudadanos;
Ella, Industria y Huerta,
Sólo cruzará la puerta,
Cuando siempre deseó
Tener allí su Bandera,
Y que no fuera quimera
Su sentir Espiritual,
Y que la “magna” ciudad,
Como prenda de su armario
Tuviera siempre al Barrio
Sin tener que protestar;
Pero, todo fueron “peros”
Para que nunca el Trianero,
Con ese Duende, Embrujo,
Y esa Gracia sin igual,
Pudiera algún día robar
Parte de su protagonísmo
Y un trozo de su belleza,
Olvidando que es nobleza
90. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
90
Lo que comerciará Triana,
Desde siempre y para siempre
Desde el fondo de su Alma.
EL ENSANCHE
91. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
91
ACROSTICO
Laureola de colores
Orilla la fiel cintura
Seráfica de Triana;
Bella guirnalda de flores
Arrullando los olores
Razón de su exuberancia;
Río que corre en fragancias
Invitando a ser vividos,
O acaso sólo sentidos
Según sean nuestras ansias.
FRAGANCIAS
92. Santiago Martín Moreno
Al igual que Sevilla, Triana hubo y ha de
vivir de forma continuada su expansión hacia nuevas
ubicaciones, nuevos núcleos o distritos para que esa
población suya, que, por vía intravenosa o muscular,
hacen que su savia sea alimento eterno para ese cuerpo
de variadas y mágicas flores, en cuyo conjunto se aprecia
la necesidad de su gente y la calidad de sus lugares en el
aroma de sus encantos. Y es así como cada uno de ellos se
identifica plenamente con esa flor natural que en el
transcurrir del tiempo, dejó patente el sello de ese lugar
donde la sensibilidad de su gente le fue dando su cariño,
su fuerza y su recuerdo. Así y entre otros, podemos
apreciar como esa cintura de Triana está abrazada por los
brotes más hermosos de su floración…
Triana Eterna
92
Barrio de la Voluntad.
¿Quién te entiende sin geranios
Bandera de Majestad
En el frescor de tus patios?
O a ti, Barrio del Turruñuelo.
¿Quién no recuerda macetas
Preñadas de clavellinas
93. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
93
Acunadas en sus tiestos?
Bárrio León, mi Barrio.
¿Quién vive Semana Santa
Sin gozar de ese Azahar
Pequeña Flor del Naranjo?
¿Y quién en noches de estío
No se regaló jazmines
En aquella Barriada Dársena
Casi pegadita al Río?
También besándole el Río
Sevillano y Trianero
El Clavel por Los Remedios
Tan Clavo y tan pinturero.
Que delicia de Amapola
Cuando aires del Tardón
Jugaban a mecerte en olas
Entre trigales de Sol.
También tengo en el recuerdo
Aquella Dama de Noche,
94. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
94
Lugar de Santa Cecilia;
Una razón de vigilia
Por la fuerza de su aroma,
Y es que a Triana se asoma
Al llegar la Primavera
Todo un ramo de dulzuras
Que estrechará la cintura
De su Gracia Arrabalera.
EL ARTE
95. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
95
ACROSTICO
El Monte Pirolo.
La Cava Gitana…
Añejas esencias,
Reaños de ciencias
Templados al Aire
En cantes y bailes.
SEMBLANZAS
I
96. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
96
No quiero dejar
La tonta laguna,
En la que los cantes,
Bailes y guitarras
Se queden sin lunas
En noches de farra.
II
Aquellas morunas,
Pellizcos del alma
Que un Salmo de viejos
Al brote de un alba,
Dejaban clavados
En una Sonanta.
III
Despertares tiernos
Que a orillas del Río,
97. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
97
Sevilla y Triana
Reventó sentidos
Con esos suspiros
Que el alma desgrana.
IV
Mas el alma se empeña
Sonando Triana,
En querer ser dueña
De aquellas mañanas
Cuando las gitanas
Los aires la sueñan.
V
98. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
98
Esos aires de Triana,
Que con nombres y apellidos
Por las noches se derraman
Preñándola de quejidos,
Dejando al “pairo” el latido
En las venas de su Gracia.
VI
Bulerías, Fandanguillos,
Los Polos, La Seguirilla,
Martinetes, Tientos, Caña,
Y esa otra maravilla
Que es bandera en Sevilla;
La Soleá de Triana.
Como se puede apreciar
En Triana vive el Arte
Desde hace muchos años,
Y gracia a esos reaños
“Que aquí Sevilla pariera”,
99. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
99
Sólo de esa manera
Se conoce el Cante, el Baile,
El toque de una Guitarra,
Sin olvidar el compás,
Cuando en ese Cante Atrás
Aparecen los Palmeros,
Flamencos de mil luceros
Dándole vida a la Fiesta,
Incitando a las enaguas
Que alrededor de una Fragua
Roja como La Amaranta,
Hará vibrar la garganta
Con esa amarga dulzura,
Causa de una circunstancia.
“Viva por siempre Triana,
Y el olor a Hierbabuena
Que trasminan las ventanas
De tus antiguas tabernas”
ARTESANOS
100. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
100
Ayer, hoy, mañana,
Renovando su genio
Triana es inmortal,
Eterna y cabal
Sembradora de Letristas,
Alfareros, Ceramistas,
Navegantes, Escultores,
Orfebres, y esos Pintores
Sed de esta tierra de Artistas.
TIERRA Y TRIANA
O
101. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
101
De Agosto fue Mediodía
Cuando una vuelta me di
Por entre aquellos Tejares
Donde sólo me perdí;
Me perdí, y me encontré
A orillas del Guadalquivir
Donde quisiera volver,
No por degustar aromas
De Rosas de Pitiminí,
Si no para contemplar cantando,
Que en cuclillas, ya es decir,
Está el Pilero “Embolsando”
El Barro que descubrí,
Y que el Cortador “Cortando”
Lo modela a su sentir,
Para que Canteador “Canteando”
Al Sol de Mayo o Abríl,
La luz los vaya secando,
Y en mi pecho alborozando
Nueva vida descubrí,
Y nuevos aires besando
A orillas del Guadalquivir
Unas manos “modelando”…
¡Con qué gusto me volví¡
I
102. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
102
Cuando arrancas a la Madre
Un trozo de sus entrañas…
¿Qué sientes tú, Pilero?
Te observo
Bajo el plomizo Solano
Como embolsas el Barro,
Como si de mecer
Entre tus brazos a tu hijo trataras.
Mímalo Pilero del alma,
Y mientras tanto
Cántale tu Nana,
Para que una vez modelado
Y cocido después de cortado
Pueda ver él su mañana.
II
Tus manos llenas de Amor
Bailan sobre dulce “Pella”,
Alisando superficies
Que modelara la Gracia
103. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
103
De un Duende que se llama “Corte”.
Y es que Cortar la “Barrada”
No es otra cosa que amar
A la tierra y a su Alma,
Y darle forma a una vida
Dispuesta para ser “Canteada”.
III
¡Apilador…¡ Dime amigo:
¿Cómo entre cuatro paredes
Intentas dejar dormido
A quien dormirse no quiere?
Apilaste la Esperanza
En una densa mañana,
Y aquel aire de Bonanza
La esparció por mi Triana.
104. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
104
IV
Cuando los grises del Cielo
Se están tornando en Azul,
Ladrillos de Terciopelo
Están cubiertos de Tul
Sobre el Oro de su suelo.
Y aunque sea un sin vivir
Esa imagen Ladrillera,
Nunca morirá ese sentir
En la margen Trianera.
Triana será el latir
Que recordar yo quisiera
A orillas del Guadalquivir.
V
105. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
105
Cárdeno toro fogoso…
Por sacarle los sudores
A los tacos que remansas,
Y das vida, que no muerte,
A lo que cuece tu entraña.
Es la llama de tu Amor
La que da vida a la rama
Que después hecha cenizas
Dará vida a otro mañana.
SEMANA SANTA
106. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
106
ACROSTICO
Siete cuchillos de Pena
En mitad del Corazón
Muerden con rabia la Vida,
Abriéndole las heridas
Nacidas del desamor
A las Madres de Triana;
Silenciosas Sevillanas
A las que Dios otorgó
Nada más que esa Amargura,
Tan honda, tan de locura,
Alrededor de Sant´Ana.
OTRA FORMA…
Semana Santa en Triana,
Eres Música que suena
En los perfiles del hombre
107. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
107
Despertando su conciencia.
Eres Torre de Sant´Ana
Que erguida llora su Pena
Sobre el Cielo de Sevilla
Por el Dolor que la cerca.
Redoblar de cascabeles
Arriba en las azoteas,
Cuando abajo son tambores
Y el fluir de las trompetas,
Los que tremulan pabilos
En el Horno de su cera.
Balanceo de varales
Con bambalinas de Seda,
Que en la Puerta de Triana
Se funden con las palmeras
Cuando se mueven airosas
Con la brisa ribereña.
Fanal que de Plata fina
Con la más fina candela,
Va dando luz a la calle
Y decoro a las estrellas
Para que aun brille más
La Virgen que está en su puerta.
108. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
108
Semana Santa en Triana,
Angostura de Canela
Por donde pasa María,
La Reina de la Belleza,
Deslumbrando con su Amor
Su Sacrificio y su Entrega.
Antifaces de silencio
Haciendo largas hileras.
Arrastrares de alpargatas
Sobre el raso de la piedra,
Y besos de cirineos
Bajo las trabajaderas,
Haciendo dulces mecidas
Con esa rima perfecta
De las mejores estrofas
Nacidas de los poetas,
Rapsodas de Sueño y Luz,
Trovadores de mi tierra…
Semana Santa en Triana,
Que bien me suena ese nombre…
¡¡Tú nombre, que bien me suena¡¡
110. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
110
Capataces de Triana,
Buscad la Plata dorada
Que besando la madera,
Levante la madrugada
Y la suba a las estrellas
Con repiques de Sant´Ana,
Y allí junto al Girasol de Luz
Que es el Sol de la mañana,
Que llore Sevilla entera
Azahar de primaveras
Junto al llanto de Triana.
LAS PENAS
111. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
111
Pase de mí este Cáliz.
Sumisa súplica al Padre.
Cinco palabras de Oro
A las cinco de la tarde.
Cinco rosas que en el pecho
De madrugada se abren,
Y se convierten en cinco
Rojos claveles de sangre.
Temblores tiene este Barrio
A las cinco de la tarde
Cuando la Pena en silencio
Le está diciendo que calle;
Que enmudezcan las aceras,
Que los balcones no hablen,
Y que la música suene
Con tintinar de alamares…
¡Ay el Domingo de Ramos
Cuando a Triana Tú sales!
Haciendo de luz las sombras
112. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
112
Que se abren en la calle,
Y que buscando tus ojos
Por los caminos del aire,
Con una mirada tierna
En tu mirada quedarse.
Ya te llevan “pa” Sevilla,
Pero en volver, Tú no tardes,
Que estaremos mendigando
Que el tiempo pronto se pase…
¡Ay, mi Cristo de las Penas,
Que sufrimiento más grande!
ESTRELLA
113. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
113
Ayer tarde me embobé
Mirando “pa” San Jacinto,
Cómo la calle lucía
Por que Tú, maravillosa
Hacía Sevilla venías;
Entonces salí corriendo
Y en tú puerta me encajé.
Vengo a ofrecerte te dije,
El sueño de mi querer,
El sudor de mi trabajo,
La luz del atardecer,
La oración de las aceras
Y el brillo del Corazón
Que se ahoga en la Pasión
De saber la larga espera.
Vengo a ofrecerte, Señora:
La Brisa que luce el aire,
La voz del Guadalquivir
Cuando en silencio te habla
Junto al Sol de la mañana,
El aroma de las flores
Y un coro de ruiseñores
114. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
114
De Sevilla y de Triana.
Vengo a ofrecerte, te dije,
Los juncos de la ribera,
La fuerza de la Saeta
Y el reflejo de la cal
Donde se mira la vida,
Y un bálsamo, Hierbabuena,
“pa” que a Jesús de las Penas
Le cures Tú las heridas.
SOBERANO PODER
115. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
115
¡Ay Plaza de San Gonzalo¡
Que dolor el de aquella Rosa
Que siendo la más hermosa
No puede ir a su lado
Como lo hace el Clavel
Que endulza sus pies cansados,
Y lastimera, y preciosa
Sobre mi hombro se ha echado
Para decirme nerviosa:
Si no puedo ir a su lado,
Me dijo estando entreabierta.
Si no voy en los costados
Endulzando su Grandeza.
Si no aromo el desolado
Aire de tanta Entereza.
Si no alivio el atormentado
Trasminar de su Pureza.
Si no ayudo en el cansado
Caminar de su Pobreza,
Y si sobre mí, apoyados,
No van sus pies con firmeza…
116. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
116
¡Florecer¡ ¿Para que lo hago?
Si así muero de Tristeza.
SALUD
117. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
117
Cantar a la Virgen,
Hablar de Ella…
De cómo llena mi Alma,
Mis días, mi vida entera,
Con ese lazo de Amor
Que a su cintura me estrecha.
De cómo es su Soledad,
Esa Soledad eterna
Aun a pesar de los hijos
Cuyo cariño la llenan.
De cuantas veces le rezo
Como me enseñó mi Abuela
Cuando era muy pequeño;
Y de cuanto vengo a verla,
Que es mitad de ese tiempo
Que realmente quisiera.
Cantar a la Virgen,
Hablar de Ella…
De cómo sus ojos dicen
Que la ame, que la quiera,
Que nunca me sienta lejos
Porque siempre estará cerca
Por si la necesitara
118. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
118
Y encontrarla no pudiera.
De cómo mi corazón
Entre sus pliegues se enreda
Y se llena del calor
Que sólo la envuelve a Ella;
Un calor que me da vida,
Ese calor que sosiega
Y que me llena de Paz
En medio de tanta guerra.
Cantar a la Virgen,
Hablar de Ella…
De cómo sus mejillas son
Rosas de la primavera
Cuando estallan sus colores
En una tarde abrileña.
De cómo su dulce aroma
A toda Sevilla impregna,
Y hasta el rocío del alba
Cuando sus pétalos besa
Son lágrimas de Nacar,
Esas gotitas, esas perlas
Que rodando por su cara
Se hacen grandes, inmensas
Como todo ese Dolor
Que tras el Guipur encierra.
119. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
119
Cantar a la Virgen,
Hablar de Ella…
De cómo su Boca es
El trozo de la Colmena
Que guarda toda la Miel,
Ese dulce que revela
Que no existe otro Dulce
Como los labios de Ella.
De cómo cuando le miro
Esa Boquita entreabierta,
Se me antoja que me dice
Que no me olvide de Ella,
Que aunque Divina es Mortal
Pero, por encima, Reina,
Y yo le digo algo más…
¡Madre de Cristo en la Tierra¡
Cantar a la Virgen,
Hablar de Ella…
De cómo sus manos son
Como dos palomas tiernas;
Una sostiene el pañuelo
Entre sus dedos, la prenda,
Necesidad de sus ojos
120. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
120
Cuando sus ojos se quiebran.
Manos sin mácula alguna,
Nidal para la Inocencia,
Las dos socorro y ayuda,
Regazo para la enferma,
Cobijo para el dañado,
Descanso para las penas.
¡Eres Salud en la vida,
Como una Rosa fragante
Que cura nuestras heridas!
AZOTES
121. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
121
Y la cal por las esquinas
De pronto se quedó pálida
Porque sufrió los reflejos
De tu Figura Azotada.
Y al encontrarse contigo,
Y ante tu asombro, asombrada,
Pidió que todo perfume
Se uniera y la perfumara.
Y así quedó convertida
En una Flor Pura y Blanca
Entre el golpe del azote
Y la razón de tu Estampa.
Cuando cerca de Sant´Ana,
Que es nuestra Torre más alta,
Amarrado Tú, pasabas,
Se fue tiñendo de luto
El metal de sus campanas.
El Cielo se volvió Negro,
Reflejo de la ignorancia
Cuando tiras de ignominia
Su golpe en Ti descargaba,
Mientras Tú Imagen Serena
122. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
122
Seguía y seguía callada,
Llorando como esa cal
Que es tu reflejo en Triana.
VICTORIA
123. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
123
Jueves Santo de Triana;
Tornasol de cruel tormento,
Que caminando despacio
Bajo el Cárdeno Firmamento,
Siete cuchillos de Pena
Le vienen mordiendo el Pecho;
Siete puñales clavados
Que derramando luceros
Están bañando a Triana
Por allá por los Remedios,
Siete amapolas dormidas
En aquel Trigal inmenso…
¡No seas brusco, Costalero,
Mécela suave al viento¡
Que no se despierte, no,
Que esos filos tan abyectos
Se irán clavando y clavando
Con el vaivén de tu vuelo,
Y llenando el Jueves Santo
Con sus peores momentos.
TRES CAIDAS
Ya está pasando ése Dios
124. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
124
Con la Cruz hacia Sevilla;
Y un silencio que acuchilla
Dejándonos atormentado,
Comprimido el corazón,
Se va abriendo los costados
Porque cruzando callado
Ése Divino Señor,
Bajo laureles se agita,
Y esa Sangre que palpita
Escapando de sus venas,
Es el Cáliz de Azucena
Del que bebe la mañana,
Haciéndola Soberana
Llena de Amor y de Vida,
Nazareno de Triana,
Cristo de las Tres Caídas.
De las Tres Caídas, Cristo;
¡Cristo mío¡
Que hasta el calor de la noche
Se está apagando en el Río.
ESPERANZA
Esperanza Marinera.
Madre de Cristo y Hermana
125. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
125
De ese Dolor siempre vivo
En la Mujer Sevillana;
Por eso llora Sevilla
Junto al llanto de Triana;
Y llora el Cielo y la Tierra,
Y la noche también llora;
Y llora la Blanca Luna
Junto a las altas estrellas,
Y llora el Sol de la tarde,
Y la tarde también llora
Como lloran nazarenos
Bajo nazarenas ropas;
Y lloran las cristaleras
Como lloran los balcones,
Como lloran las aceras;
Y llora la cal del Nardo,
Y llora la Rosa fresca,
Y lloran esos gladiolos
Junto al llanto de la cera;
Y lloran claveles blancos,
Y los rojos también lloran;
Y llora la vida nueva,
Y la vida vieja llora
Contemplando en las paredes
A la fiel Enredadera,
Como lloran los geranios
En las altas azoteas
Viendo llorar los tejados
126. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
126
Lágrimas de rojas tejas;
Y llora San Juan Bautista
Por que ya no está a su vera
En el llanto de los ojos
De la mujer Trianera;
Y por llorar, lloran siempre
En aquella larga espera,
Hasta los ojos del Puente,
Que lloran, lloran y esperan
A la corriente del Río
Trayendo sus blancas perlas.
Por Sant´Ana, también llora
El tañir de aquellos bronces…
¡Ding, dong…¡
Campanas de Calle Larga,
Campanitas de Pureza
Que al Dolor de su Esperanza,
Le lloran, lloran, y rezan,
Como rezan los Costales
Bajo las Trabajaderas.
EXPIRACION
127. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
127
¡Ay que pena más desnuda
Viene cruzando la calle!
Viernes Santo de Triana,
Santo Viernes del Zurraque
Que con esa Expiración
Olores de muerte traes
Silueteando el Misterio
Que se dibuja en el aire.
Por esa calle del mundo
La pena viene adelante;
Trae la boca entreabierta,
Presta la vida a escaparse.
En el pretil del costado
Un venablo lacerante,
Con pensamientos ruines,
Inteligencias cobardes
Ya está aguardando en el Puente
Para en cuanto lo pasare
Buscar entre los perfiles
Aquel del dolor más grande.
128. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
128
El Arrabal de Triana
Sin luz no quiere quedarse,
Y mirando a las estrellas
Tan dulces, tan rutilantes,
Pide así por su Cachorro
Que se esta tierra es el Padre:
¡Señor Dios del Universo¡
Triana es “pa” quedarse,
Y si es que ha de morir…
¡Que se muera en otra parte¡
PATROCINIO
129. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
129
Cuántas lágrimas de Amor
Vienen regando la esquina;
Es el llanto que adivina
Que sólo del Corazón
Fluirá con su Esplendor
Esa agua mortecina,
Sudor y Sangre Divina
Del Hijo en su Expiración,
Patrocinio de Chapina.
¡Da Patrocinio a la Cava
Cuando pases por Castilla,
Señora, con tú miráda!
Para que no calle el verso,
Que nace de las palabras,
Ni se callen los tambores,
Ni las trompetas que hablan
De los cobardes traidores
Que en horizontes de Plata
Pusieron sus deshonores
Sobre ignominias de tabla.
Que no se calle ese Sol
Que sus esplendores mánda
130. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
130
Y que forma mil revuelos
Sobre paredes de nácar.
Que no se calle el lucero
Que sale por la mañana,
Ni tan siquiera ese Río,
Ni la Torre de Sant´Ana
Que si se calla la gente,
Que si el Universo calla
Todo se habrá consumado
Y Dios se muere en Triana,
Pero, no es como lo quieres…
¿Verdad Señorita Guapa?
Lástima que yo no tenga
Con estas torpes palabras
Posibilidad del cambio,
Y que la historia cambiara;
Para que Tú, Reina y Madre,
Florecilla delicada,
Estuviera siempre, siempre
Junto al Hijo de tu Entraña,
Aquél que parió la noche,
Dicen que en noche estrellada,
Cuando tu única Estrella
Fue aquel lucero de ascuas.
131. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
131
¡Ay, Virgen del Patrocinio¡
Rosa que de Amor tronchada
Fuiste regando amapolas
Sobre mis cuartillas blancas.
NAZARENO
132. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
132
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Ibas cansado, deshecho,
La Cruz hundía tu pecho,
E imagino que el Dolor
Sobre tus hombros de Dios
Estaba tocando el techo
Del profundo desamor.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
La Bondad de tu postura
Dejaba ver la Amargura
Con brillantez de fulgor,
Reflejos de ese sudor
Que rueda por tu figura
Y te ahoga el Corazón.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Con esa Cruz de Carey,
La clásica Cruz del Rey
Que en el romano pretorio,
133. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
133
Cetro de palo irrisorio
Te dieron para la ley
Propia de un reino ilusorio.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Sobre tu Frente Divina
Ruin manojo de espinas
Quebrantaba tu Cabeza,
Y Tú, con esa largueza
Bebiéndote en cada esquina
El Cáliz de la Tristeza.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Entre la Madera y Tú,
Paño Rojo en negritud
Por el sabor de la Sangre,
Necios colores del hambre
De una gente que sin luz
Creyeron dañar tu Estambre.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Cuántas caídas calladas
134. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
134
Tus rodillas laceradas
Sufrieron por el sendero,
Imagen que el mundo entero
En su cabeza grabada
Tienen de Ti, Mensajero.
Anoche te vi pasar
Nazareno de la O;
Cuánta tristeza y congoja
Del Amor que se deshoja
Invadió mi corazón,
Más una promesa, Señor:
Acercarme tanto a Ti,
Y que apoyes sobre mí
Tu ropa de negritud;
Y esa Corona de Luz
Que la convierte en Sudario
Cuando vayas con la Cruz
Camino de mi calvario.
O
135. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
135
Viernes Santo…
Atardecer de Triana,
Ya el Sol le besa su manto,
Sevilla besa su cara,
Y el Puente, entre las orillas
De un Guadalquivir de Nacar
Toma el aire de la tarde
Para ponerlo a sus plantas,
Y que descansen sus pies
En tan larga caminata
Por los caminos del mundo,
Por los caminos del alma,
Pero, cuando está en Castilla
La calle de más compaña,
Cubren su paso de un llanto
Más dulce que la manzana;
Como el que pone Callao
Cuando la tiene en su entraña,
Y la va piropeando
Hasta romper las gargantas.
Por San Jorge, que delirio,
Le cantan con tantas ganas
Que apagan el griterío
136. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
136
De una Altozano, gitana,
Bañado de escalofríos.
Pero, la Plaza es distinta
Cuando en medio de ella está,
Ya no la llaman Señora,
Ya la llaman: Majestad…
Virgen del O, Señora,
Nombre tan sonoro y breve,
Como aquél del corazón
Que llenándose de Amor
Hace tu paso más leve.
Virgen de la O, Señora,
Eres Tú, la Maravilla;
Aquella Rosa de Grana
Que Dios regaló a Sevilla,
¡Pero, que puso en Triana!
ACROSTICO
Pasando el Puente se iba
137. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
137
Azucena entre miradas,
Lentamente, destrozada,
¡Oh Dios¡ cómo la vida
Mordiéndole las heridas
Insistiendo le recordaba:
Triana, que desgraciada,
Aun siendo la preferida
Desde que fuera nacida
Encarnación, deshojada,
Toda tu gente soñaba
Retenerte de por vida,
Ilusión que sin medida
Ahogose en la madrugada
Negra de aquella partida
Al barrio de la Calzada.
COSTALES
138. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
138
Acróstico
Con arrogante dulzura,
Orgullo y Ley a la vez
Sólo se entiende el Costal;
Tan sólo de esa manera,
A la que la Voluntad
Lega siempre su bandera,
Estandarte que aquí fuera
Razón de todo ese Amor
Oblado sin condición
Sobre espartos de quimeras.
ARRIBA
139. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
139
Súbelo contigo al Cielo;
Con tus riñones, “valiente”,
Que tú y tú Costal, Costalero,
Sí sabeis lo que se siente
Cuando emcumbrais el Madero
Con mi Cachorro en el Puente
DEBAJO
Ve tranquilo, Costalero,
Que se oigan tus pisadas
Por este lado del Río;
Y aunque ciega tu mirada,
Tus pies irán “encendíos”
Llevando el mejor “sonío”
Por la Regia madrugada.
LLANTO
140. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
140
Cómo lloran costaleros
Bajo mieles de madera.
Cómo lloran surtidores
Por la frente Costalera.
Cómo lloran los faldones
Al compás de la ceguera.
Cómo lloran las saetas
Por veredas saeteras.
Cómo lloran luminarias
En el perfil de la cera.
Cómo llora el Azahar
En varal de primavera.
Cómo llora la sonrisa
De una cara rosariera.
Tanto pesar, tanto llanto,
Son las trompetas que suenan
Anunciando los quebrantos
141. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
141
Sobre el costal de tu pena;
Y en tu tierra, Nazarena,
Plegaria ciega y sudor,
Rosario, Madre de Dios,
Blanco color de Azucena
Y Reina del Corazón.
Fijadores, Costeros,
Corrientes y Pateros;
Cantadle al mundo que sois…
¡¡¡El Sudor del Nazareno¡¡¡
AGUANTE
Fueron días de Dolor,
De sufrimiento y de llanto,
142. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
142
De desconsuelo y de Pena,
De rachear de alpargatas,
De cargar trabajaderas,
De a ciegas subir el Puente,
De echar la rodilla a tierra,
De cargar con los riñones,
De llevar a Cristo a cuesta,
De el Izquierdo por delante,
De llamarse entre Pateras,
De marcarse los requiebros,
De mil sudores de cera,
De fajas muy bien fajadas,
De “chicotás” de bandera,
De costales encendidos,
De plegarias lastimeras,
De los silencios de Oro,
De la “levantá” señera,
De las Madres y los Hijos
De la salida que espera…
Que riñones con más arte
Parió Sevilla en mi tierra…
Cuando a mi tierra, Triana,
La Semana Santa llega,
Con el primer martillazo
Ya está arriba en las estrellas,
143. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
143
Y allí, a la voz del Padre
Que en oírse es la primera
Se levanta “toa” Triana
Y la gente Trianera…
¡Ole la gente sencilla
Que pariera mi Triana,
Son las mejores cuadrillas
Bailando por Seguiriyas
Cuando están en La Campana!
LA FERIA
144. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
144
La luz danzaba entre gasas
Al otro lado del Río
Fantasías sevillanas;
En un momento de Gracia
Recogió su Señorío
Instando bailar en Triana
Aunque lo hiciera descalza.
POR SEVILLANAS
I
La Feria vino a Triana,
Y hasta el mismo Giraldillo
Se plantó arriba en Sant´Ana
Gozando como un chiquillo.
145. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
145
Ahora dice que la Abuela
Le pidió que venga siempre
A cantarle a la Plazuela.
II
La Feria vino a Triana,
Y peinetas y mantillas
Se volvieron más gitanas
Que las mismas seguirillas.
¿Quién dijo que en esta orilla
Iba a saber diferente
La copa de manzanilla?
III
La Feria vino a Triana,
Y se trajo de la mano
Aquella hermosa mañana
Al Duende más Sevillano.
146. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
146
Y es que sabe que su gente
Lo espera en el Altozano
Al otro lado del Puente.
IV
La Feria vino a Triana,
Y la Gracia de Sevilla
Sigue siendo sevillana,
Pero con otra cosilla.
Estribillo
147. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
147
Por eso, cántame por Sevillanas
Al “lao” del Guadalquivir,
De Sevilla o de Triana,
De noche o por la mañana,
Pero cántamela a mí…
EL REAL
Sevilla y Triana,
Ese gran ejemplo
Dónde la armonía
Se ve cada día,
En cada mañana,
Y es que la alegría
148. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
148
Cuando cruza el Puente,
No pregunta nunca
De dónde es la gente.
Como tampoco demanda
Si viene o si va…
¡Piénsatelo un poco,
Así que más da!
A veces es Sevilla,
A veces es Triana
La que pasa el Río,
La que busca el agua,
Y hasta las enaguas
Que un día dormido
Te quita el sentido
Llegándote al alma;
Y es que es otra cosa
Esa fiesta airosa
Con nombre de Feria.
Feria de Sevilla,
La feria señera
Que en Mayo o Abril
Te hace sentir
La hermosa quimera
De otra primavera
Radiante y feliz.
149. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
149
No hace mucho tiempo
Que nuestra Giralda,
La sublime moza
Que el Sol conociera,
Regalaba airosa
Sobre la ciudad
Aquella silueta
Guapa y primorosa
Que dulce y preciosa
Bañó el Arenal,
Anillo Maestrante
Tan suyo y galante,
Rondeño y cabal,
Del que fuera sueño
Y más tarde dueño
Ése Arrabalero;
Y el Puente, y el Sol,
De pura estampa torera,
Ya cruzaba la ribera
Camino de su Triana
Sobre el hombro de su arte;
Y Sevilla, parte y parte,
Echó al vuelo sus campanas,
Mientras la Abuela Sant´Ana
En su alcoba secular
Rezaba por Sevillanas.
Y es que la Feria en Sevilla
150. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
150
Si no tiene una corrida;
Si no luce una mantilla;
Una mujer Sevillana
A la grupa de un caballo
Mimosamente enjaezado,
Y ese traje de volantes
De mil lunares preñado;
Si no armoniza el Albero
Con potros de Rejoneo.
Y por calles del Ferial
No se siente el taconeo
De la Jaca Jerezana…
¡Lo mismo me da a mí ya
Que quieran poner el Real
En Sevilla o en Triana!
TODO ES FERIA
I
151. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
151
Sevilla tiene que ser
El frenesí y la ternura.
Pasión y Feria de Abril;
Ya no hace falta decir:
Puerta de Amor y locura.
II
Sevilla, Oración de Fe
Cuando cruza el Arenal,
Y allí, un Rojo Oropel
Que se convierte en Clavel
Al ver a Cristo pasar.
III
Sevilla es un Palio Azul
Celeste, Tabaco y Oro,
Y un millar de bellas lunas
Que en lunares de aceitunas
Se lucen como tesoros.
152. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
152
IV
Sevilla no cambiará
Porque se venga a Triana
Esa Feria que transforma;
Lo entiende como otra forma
De sentirse Sevillana.
ESTRIBILLO
Y es que las dos son así:
Sueño, Flamenca y cristiana;
Lindes de un Guadalquivir
Al que le oímos decir:
¡Viva Sevilla y Triana¡
LA FIESTA
153. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
153
Lució de siempre Triana,
Alfanjes de Seda y Oro;
Filigranas que a los toros
Inspiraban poderío
Encumbrando escalofríos
Sevillanos por España;
Trianeros en sus entrañas
Además de bien “nacíos”
TORERIAS
154. Santiago Martín Moreno
La Fiesta siempre ha estado pellizcando el
corazón de Triana, hablándole en sus adentros, y eso es
porque conoce su historia, y sabe que Ella sabe templar y
mandar en cada uno de los momentos de su sizagueante
caminar entre el ayer y el hoy; aunque una cosa está muy
clara, salir por la Puerta del Príncipe y adornarse con el
transcurrir, a hombros de la honra, por el Puente de
Triana, de siempre a sido y será el acontecimiento
Maestrante de la Sevilla Torera.
Nunca tuvo Triana el “miedo” de que una
Gloria Taurina como la suya se acabara; y es que Ella
siempre estuvo al “quite” de parir de nuevo, para si no en
una tarde o en otra, allí tener presente el desnudo más
absoluto de su Torería; el único que puede contemplar el
Guadalquivir desde las cercanías de sus dos orillas…
Nunca dejó de marcar la pauta como
aquella, cuando entre los dos brazos del Río, meció el arte.
Primero, en aquella tan coqueta como atávica placita de
toros que con el nombre de “Villapezcuezo” se
encontraba en el Barrio León, en ese camino antiguo de
“Las Erillas”, y la novísima, magníficamente portable e
Triana Eterna
154
155. Santiago Martín Moreno
instalada siempre para la ocasión, en un anexo de aquel
lugar legendario como fuera el conocido “Charco de la
Pava” y en el que se encontraba la Venta del mismo
nombre.
Triana Eterna
155
MACHOS
Desde la suela delicada
Que va besando el Albero
Hasta el rizo Azabache
Que también da un beso al Cielo,
156. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
156
Está el hilo conductor
De la energía torera;
Esa sutil armonía
Que guarda la Torería
Entre zapato y montera.
¡Qué estampa más Trianera¡
Le va diciendo ese Puente
Cuando el calor de su gente
Lleva Triana a Sevilla,
Para que con su cuadrilla
Y un paseíllo de ensueño,
Se haga del arte dueño
Que es lo que Triana sueña
Cuando la luz Aljarafeña,
Abriéndose en Grana y Oro
Comienza a recibir a un toro,
“Astado” con Santo y Seña;
“Señá” de Señá Sant´Ana
Que en su casa de Esperanza
Reza por la Maestranza
Con su color de manzana,
Esa hora tan Gitana
Que nadie puede negar
Si en ella va a torear
Un Alfanje de Triana;
Un Torero, un Lidiador,
Que entre Triana y Sevilla
157. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
157
Cubre el Cielo con mantillas
Del color del Giraldillo,
Y después del “Paseillo”
Y un capote de tormento
Hacer volar por el viento
Ese par de banderillas,
Que adornadas o sencillas
Marcarán ese momento
En que música en el tiempo,
Y el “brindis” más Maestrante,
Dará entrada en ese instante
A la más bella “Faena”
Que Sevilla recordara,
Cuando los dos, cara a cara,
Midiendo el espacio a voces
Nacidas de la Pasión,
Van dejando el corazón
Entre aromas de Amaranta,
Franela y sangre cabal
Cuando el arte Natural
Fue citado por “derecho”
Para cerrar con el “pecho”
El don de la omnipresencia;
Qué Triana con más ciencia
Grabó España en esa piel,
Y aunque no lo quieran ver
Nunca podrán evitar
El tener que contemplar
158. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
158
Que piel de Toro ella es…
Se consumó la “reunión”
De la Faena Taurina,
Y ahora quedan esas esquinas
Que con nombres de las “suertes”
Harán redoblar a muerte
De tambores y clarines
Sus aires de Maestranza,
Y es que es mucha esta Triana
Cuando a Sevilla se asoma
Para llenar de palomas
Blancas a esa Sevillana.
Palomas que por Chicuelinas,
Verónicas y reboleras,
Abren la Puerta Torera
Del “coso” más encomiable
Que en España se pariera;
Para que a hombros de Plata
Cruce el Puente de Triana,
Mientras que la Mejorana,
El Limón y la Canela
Perfuman esa “zapata”
Cal y Gloria de Sevilla
Y su Guarda Arrabalera.
159. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
159
Solo me resta añadir:
Que esa es Triana y sus hombres,
Y pedir que no se asombren,
Que si a mal no se tomara
¡Trianero se llamara,
Que de todos ese es su Nombre!
ROCIO
160. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
160
Requiebros dorados
Ondean al viento
Con mi Simpecado;
Inicio de un tiempo
Orbal y entregado.
FE ROCIERA
Carreta de Plata
Lleva mi Pastora.
161. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
161
Rocío del Cielo,
Flor de Primavera.
Jazmín de la Aurora,
Blanca Mariposa.
Clavel Marismeño,
Bendita quimera.
¡Rocío¡
Paloma Eterna
Que entre el Oro del Trigal
Eres la Amapola Tierna
Del feliz peregrinar.
Un sueño dorado
Que mi corazón
Quedó acurrucado
Desde que a tu lado
Me siento mejor…
¡Rociera,
Esa ésa la Fe Trianera!
Un “bordón” de arena
Suena en el camino,
Como dulce Nana
Al Niño Divino.
Su Madre sonríe
Viendo a los romeros
162. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
162
Tocar las guitarras
Como sonajeros.
¡Rocío¡
Reina Inmaculada
Que en Almonte eres Rosal,
Y en el resto de los pueblos
Una Rosa sin igual;
Belleza Encantada
De Luz y Color,
Que en la madrugada,
Ternura callada,
Recibes mi Amor
¡Trianera,
Esa es la Fe Rociera!
CANTAR ROCIERO
I
163. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
163
Un rosario de colores
Forma nuestra caravana,
Es como un ramo de flores
Que partió desde Triana.
II
Guía despacio Boyero,
Que los bueyes y las ruedas
Hacen camino de Cielo
Dejando al aire la huella.
III
Es cumplir con el empeño
Sobre tierras Marismeñas,
164. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
164
Y elevar hasta los sueños
A la Mujer Almonteña.
IV
Rocío, plegaria y llanto,
Amanecer de candela
Que arde bajo su manto
Cuando saltan la cancela.
ESTRIBILLO
165. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
165
Rosario de madrugada
Al que se funden los pueblos
Y los caminos se abrazan,
Se rompen los corazones
Y se quiebran las gargantas.
PLEGARIA
Tiende tu manto, Señora;
Tiende tu manto, Rocío;
166. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
166
Tiende tu manto, Pastora,
Sobre un Coro que te llora
Porque sin Ti tiene frío.
Tú, que en la noche Santa
Eres vibrante candela,
Aviva con tu sonrisa
Las ascuas de nuestra entrega.
Por la senda, eres sendero
Que en el corazón acaba
De todo aquél que se acerca
A la puerta de tu Casa.
Con las tierras del Condado
Renuevas las alianzas
En ese trago de vino
Que refresca las gargantas.
Por Marismeñas arenas,
Aljarafes y riberas
Dile a tu Niño que vele
Por su gente Rociera.
Por eso Tú, Bella Aurora,
Serás siempre la Sultana
167. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
167
Que el corazón atesora
De este Coro que te adora,
Y que vive aquí en Triana.
Danos tu Fe y Confianza;
Muéstranos tu Devoción,
Y dinos como se alcanza
A llevar las esperanzas
De tu Nombre hecho Canción.
PARA EL CAMINAR
Hay Rocío de mañanas,
Como Rocío de tardes
Y también de madrugadas,
168. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
168
Que vuelven a ser Rocío
Con el despertar del Alba,
Cuando aun quedan rescoldos
En las candelas del Alma.
Un Rocío de mañanas,
Cuando hierven los pucheros
De la gente de Triana
Con el café que da vida,
Porque se hace en las ascuas
Que la dejan florecida,
Dispuesta para la tarde,
Donde el Rocío es el tronco
Que en la madrugada arde…
¡Boyero, anda despacio¡
Que aun nos queda camino
Hasta llegar a Palacio.
De nuevo llegó la tarde,
Y en ella desmesurada
El reflejo de ese broche,
Fulgor que aquella mañana
Preparaste por la noche
Y quemaste en madrugada.
Yo nunca hice el camino
Le dije a mi amigo Diego,
169. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
169
Más puedo ser Peregrino,
Sólo, como Juan, el ciego,
Que es capaz sin desatino
De caminar como el lego
Que hace grandes caminos.
Para andar hacia el Rocío
Yo no necesito arenas,
Ni caballo, ni “charré”,
Ni vestido, ni carreta
Donde algún desaprensivo
Se pone a dormir la siesta;
Como tampoco los pinos
Aunque tengan sombra fresca;
Ni esa botella de vino
Que hay que tener en cuenta
Por que si está en el olvido
No está completa la fiesta;
Ni un cante con los amigos,
Ni el calor de la candela,
Me basta con mi Rocío,
Ésa Virgen Marismeña
Que se asoma a mis sentidos
Cuando mis sentidos sueñan.
Rocío, eres Rocío
De mañanas abrileñas,
170. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
170
Cuando todo escalofríos
En Mayo Tú te despeñas
En mi adentro hecha “quejío”,
Y en esa hondura me enseñas
Lo profundo del Rocío.
Te estoy queriendo Rocío,
Desde aquí, sin conocerte,
Porque sin ser conocido
Ni nunca haberte vivido
Lo mío es también quererte,
Y a aquél que te ha conocido,
Porque contigo ha vivido
Y llega por ti a la muerte,
A ése Romero le digo:
¡Qué suerte tienes, que suerte!
LUCEROS
171. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
171
Hay una Yunta de bueyes
Paciendo en mi corazón;
Es una par de sentimientos
Que rumian mis pensamientos
Triturando una pasión,
Intuiciones que, desnudas,
Me dejan el alma muda
Cuando los siento a los dos
En el pradal de mi pecho,
Prado donde los helechos
No están para alimentar,
Y sí para ornamentar
Un sitial de mil cojines,
Y que una cantar de serafines
Los duerman cuando me duermo
Arrullándolos cual niños,
Y en mis sueños, el cariño
Que siento por estos bueyes,
Los vea como a esos reyes
Que carecen de ambiciones,
Que no buscan pleitesía,
Aunque sí me gustaría
Que tanta terneza junta
En el fondo de sus ojos,
Se conviertan en hinojos
172. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
172
Frescos como el pastizal,
Alegres como la mar,
Brillantes como los trigos,
Y en su fulgor, dos amigos
Que nunca dejen de estar…
CRUCES DE MAYO
Acróstico
173. Santiago Martín Moreno
Triana Eterna
173
Clarín que a fiesta llama
Redoblando melodías
Uberrimas de aquel tiempo,
Zarpazo a la Humanidad.
Días llegados, estos son,
En que corrales y plazas
Mezclan gozo y bienestar
Y así poder ver la Luz
Otro nuevo comenzar.
COMIENZO
Niños de la Santa Cruz;
Niños del tambor de lata
Que ya piensan que la Luz
Se lleva sobre alpargatas.
Sobre el Blanco de la cal