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TRIANA ETERNA 
(Poemario) 
Santiago Martín Moreno 
A la gente 
que de verdad 
siente a Triana. 
Es Triana esa candela 
en la que yo me quemaré 
siempre con ella.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
2 
INTRODUCCIÓN 
Querido amigo lector, 
Cuando leas estas páginas 
Te pido de corazón, 
Desde el fondo de esta fragua 
Que veas este barrio hermoso, 
Este barrio de Triana, 
Desde fuera para adentro 
Hasta el fondo de su entraña, 
No con los ojos del cuerpo, 
Sí con los ojos del alma; 
Quiero que veas el barrio, 
Este Arrabal con sus cavas, 
Continúa renovación 
En esa lucha diaria 
Que se eleva hasta los bronces 
De la torre de Sant´Ana. 
Esta Triana de encantos, 
De lunas blancas de plata 
Dando color a la noche
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
3 
Con velos de madrugadas. 
Quiero que veas el Barrio 
Sin jaleos ni algazaras, 
Como canta en el silencio 
Cuando el silencio le canta 
Hecho ensueño de aquel sueño 
Feliz en la noche larga 
Bajo su cielo estrellado 
Por estrellas embrujadas. 
Esta Triana de sal 
Morena como su Esperanza 
Junto al río primoroso 
Donde quiso anclar su ancla, 
Donde el arrullo del aire 
La perfuma de fragancias 
Con aromas de jazmines 
Dejándola enamorada 
De Aquél Cabal de la Cruz, 
Aquél que Cachorro llama 
Y al que le reza en silencio 
Sin que se oigan plegarias; 
Sin que se muevan los labios, 
Sin que medien las palabras. 
Quiero que veas el Barrio, 
Como la tierra arrullada 
Por el dulce sentimiento
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
4 
Que es el arte de la gracia 
Navegando por su Río 
Bajo el Puente de Triana, 
Y a bordo de una barquilla 
Atracando en la Zapata. 
No tendrá ese señorío 
Que tienen las torres altas, 
Aquellas torres gemelas 
De aquella Plaza de España, 
Ni un Parque de María Luisa, 
Ni tan siquiera un Alcázar, 
Ni árabe Torre del Oro, 
Ni tampoco una Giralda 
A cuyos pies maestrantes 
Tiene Real Maestranza. 
Nada de eso ella tiene 
Ni tan poco le hace falta, 
Porque el centro de este Barrio, 
De este Arrabal que es Triana 
Es el clamor de su gente, 
Clamor y gozo hechos casta 
Por mil momentos vividos 
En su historia legendaria. 
Perdona que te tutee 
Pero, es la confianza
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
5 
Que me mereces si lees 
Estas últimas palabras; 
Y es que Triana es así, 
Sin brillos, sin joyas falsas, 
Que la esencia de su clase 
Es un pellizco en el alma. 
Nota: Que siempre florece 
Cuando el sol de la mañana, 
Ya camino de Sevilla 
Le va bañando la cara; 
Y esto no quiere decir 
Que en el Barrio de Triana 
Niegue alguna vez su gente 
El que sea sevillana.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
6 
PROLOGO 
Triana en el corazón 
de Santiago Martín. 
Ese arrabal universal de la orilla derecha del 
Río Grande, al que desde siglos ha mentado la historia por 
el bendito nombre de Triana, es sencillo y humilde caserío 
que se siente feliz de ser cantado, protagonista de versos y 
de coplas, piropos y decires. Sólo su nombre provoca en la 
pronunciación el gozo sonoro de lo inefable:TRI-A-NA, 
amor silabeante que se abre como los arcos de su Isabelino 
puente en las orillas de los labios. 
Desde que la memoria se pierde en el 
corazón del tiempo, Triana ya existía en el corazón del
Santiago Martín Moreno 
mundo; diosa mitológica, vega labrantía, aldeana rica de 
altos maizales, dorados trigos y pámpanos hermosos que 
habrían de someterse al claustro aljarafeño para, en el 
proceso de una alquimia tan hermosa como pura, ser 
mosto virgen en las calendas de Diciembre, en las que 
habita, como él, María Inmaculada. 
Sirvan estas líneas de presentación para 
hacer lo propio con el autor de estos poemas, también 
vírgenes y puros como el vino joven y enturbiado de un 
invierno de trajinantes lagares por nuestros pagos 
cercanos. 
Mentiría si os digo que Santiago Martín 
Moreno es poeta. Sería tan sólo una verdad a medias. Es 
imposible encajarlo en un cuadro de definiciones. Pinta, 
esculpe, habla con bravura; va de aquí para allá con un 
haz de sueños en las manos; sus ojos temblorosos, de tanta 
luz hendida, brujulea rincones, retrata minutos, roba en 
sus retinas –azules como la mar- momentos ciertamente 
irrepetibles. 
Pocos bohemios le quedan a esta vida como 
Santiago. Donde una flor de la intrahistória de Triana 
muere, crecen los vergeles de su pasión. Donde una 
palabra se marchita, él resucita un legado. Donde algo 
Triana Eterna 
7
Santiago Martín Moreno 
acaba, Santiago se convierte en un dios casero de 
creaciones. 
Me parece que fue mi maestro Luis Rosales 
quien dijo, en cierta ocasión, que muchos artistas cantan 
sin sonidos, porque les pertenece, enteros los propios del 
Universo. Tal vez sea así. Los sonidos de la bóveda 
trianera siempre han acompañado a éste andarrío de las 
soleras más profundas del arrabal. 
Hombres, vírgenes y cristos, amaneceres y 
ponientes, nombres e identidades, luces y sombras, 
esperanzas y tristezas, proas de conquistas y popas del 
pasado han corrido por una pluma guiada por el corazón, 
es decir, por la conciencia. 
Santiago se encuera en sus poemas, como el 
Juan Belmonte niño que daba pases a la luna de Tablada. 
Santiago se hace Adán de ese paraíso definitivo y límite 
de la vieja Tartesia. Santiago, sin pudores, ofrece su Alma 
a todos; se tira desde el vacío de las barandas de su 
puente o se clava en el madero de aquél paisano agónico 
que siempre expira en el Patrocinio. Romero de rocíos por 
el florido Mayo –perdón a Alfonso Grosso por su titular 
de urgencias-; marinero nocturno de redes y cucharas por 
las orillas que mojaron su piel en la zapata y que 
acariciaron sábalos, albures, barbos, y carpas doradas. 
Triana Eterna 
8
Santiago Martín Moreno 
Hombre del tiempo (del amor) por los aires de sus 
perfiles, por las esquinas de sus calles, por los frontis de 
unas fachadas que destilan su sangre en primavera por las 
venas de gitanillas y geranios. 
Así es Santiago y así se expresa, así habla, 
así canta, así nos cuenta su historia cotidiana, protegida 
siempre bajo el velo mágico que cobija una razón de ser, 
un sentimiento único, una raíz telúrica. 
Advierto a los lectores que no es un libro 
para leer, sino para sentir. Que no es un libro novelado 
con su clásica exposición, nudo y desenlace. Estos tres 
argumentos se encierran en la almendra de la palabra 
mágica de TRIANA. 
Creo que Santiago Martín Moreno - que me 
ha ofrecido el honor inmenso de ser su peón de brega-, 
lleva en su franela, grosella y oro, la verdad intimista de 
un arrabal que, miren por donde, aun convoca a los 
amigos a escribir de su suerte. 
Triana Eterna 
Emilio Jiménez Díaz 
En Abríl y en Córdoba. 
9
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
10 
A MODO DE CARIÑO 
Me pide mi amigo de siempre, Santiago 
Martín Moreno, que le acompañe en esta empresa como si 
él no supiera andar solo. Insiste cuando quiero hacerle ver 
que mis palabras no añadirán un valor estimable a su 
trabajo de Poeta. Me pongo a su lado y es él quien me da 
sombras de versos. Es él quien viene conmigo cuando 
recuerdo cualquiera de sus poemas trianeros; los que 
duelen y los que elevan; los que enseñan y los que 
asombran. Eres tú, Santiago, compañero de tantas 
melancolías necesarias, quien nos das esta mano blanca y 
numerada a la que nos asimos cálidamente. Tú, tan 
generoso, no quieres andar solo por estas páginas, estos 
campos albos que fuiste sembrando de Amor. Te 
comportas como aquél que estrena una casa hermosa, 
pero que es incapaz de vivirla, de disfrutarla en la 
acariciante soledad de su satisfacción. 
¿Quién no se ofrece “a modo de cariño” 
cuando éste, como un duendecillo aprisionado, anda entre 
nosotros hasta perder la noción del límite…?
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
Angel Vela 
En Triana. 
11 
TESTIMONIO 
Nací en el Cuarenta y cuatro. 
Enero, fría mañana… 
Mis padres así lo vieron 
Asomados a la ventana 
Cuando hasta aquí se vinieron 
Desde su tierra Huelvana. 
Y entre los dos decidieron 
Ya camino de la cama, 
¡Este será Trianero, 
A ver esa Gracia Serrana¡ 
Sus deseos se cumplieron 
Al amparo de Sant´Ana. 
De él, me queda el recuerdo; 
De ella, todas las ganas 
De seguir agradeciéndole 
Que me pariera en Triana. 
De Encinasola mi Madre, 
Y mi Padre de Aracena,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
12 
Mi corazón de Triana, 
Qué sangre tienen mis venas. 
TRIANA 
Toda ella es tolerancia, 
Resignación y sacrificio, 
Incluso cuando de oficio 
Atacan su ser con ansia, 
Nunca es la beligerancia 
Arma de su frontispicio.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
13 
COMENZAR 
Triana… 
Voy a pedirle a los cielos 
Que le digan a los soles 
Que pongan en tus pestañas 
Un rimel con sus fulgores, 
Porque en los ojos hermosos 
Del Barrio de mis amores 
Se guarda todo el frescor 
De jóvenes y mayores 
Que hicieron posible un día 
Paisajes de resplandores. 
Todo comienza en Triana 
Con la luz de unos faroles 
Que en la aceras del Puente 
Son mañana, tarde y noche,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
14 
Guardianes de crecidas 
Y de ensueños, soñadores; 
Y es que en Triana se sueñan 
Mil cantos de trovadores 
Cuando se pasea el agua 
Con el beso de sus hombres. 
Y todavía dice alguno 
Que no es de los mejores, 
Cuando este Barrio, que es único 
Entre los barrios del orbe, 
Mira con altanería 
Hacia la ciudad más noble, 
Y le dice que no envidia 
Ni su gracia ni su porte 
Porque él Gracias a Dios 
Tiene Arte, Duende y Corte.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
15 
DOLOR Y GOZO 
Triana, mirándose abierta, de par en par 
sobre el espejo de su Río abierto, marcando historia con 
los trastes de una guitarra cuyas fronteras son: el Duende, 
la Gracia, el Arte, el Embrujo… Y aun dicen por ahí que 
aquí no se trabajó nunca. Algún amigo lector estará 
pensando: ¡no ni “nᔡ, “Vamos que no hay que “trabajá” 
“ná” “pa” “sé” Duende, “tené” Arte y Embrujo y encima 
hacerlo todo con Gracia”. 
Triana, preñada de esa luz dorada que la 
penetra cada mañana depositando en su seno el 
maravilloso semen de la belleza, semilla de amor Blanco 
como fruto inapreciable, Azahar pequeño y hermoso, 
alimentado en las venas de sus naranjos en flor, 
repetitivos y fieles al compromiso que hace posible que 
desde sus entrañas pronuncien su nombre cada Primavera 
y en la que al confundirse con el incienso, hace nacer y 
renacer cada año un hermoso nidal de almas para una
Santiago Martín Moreno 
Semana de Pasión, para la que Triana es a su vez aroma 
de Amor, plenitud de densidad, idéntico y fugaz. 
Triana, abrazada por tantos y tantos 
romances; encantada junto a su Río cuyo canto se oye bajo 
los cimientos de patios y corrales como perenne saludo de 
aquel mismo sentimiento de dolor y gozo, Río bajo un 
puente ayer hecho agua de vida agónica, aunque siempre 
perdurable por los siglos de los siglos, pero con permiso 
siempre de alguien… 
Triana, crecida y recrecida, alzada y realzada 
sobre sí misma, haciendo simetría ascendente de las más 
quebradas ideas que nunca quisieron saber de su esbeltez. 
Porque su figura dañaba. Porque su encanto perturbaba. 
Porque su Arte eclipsaba. Porque su Embrujo arrasaba. 
Porque su Aroma embriagaba, y porque su Gracia 
marcaba una frontera en la que sólo decir su nombre, 
Triana, sólo su nombre bastaba. 
Triana, llena de cambios, pero siempre 
resurgidora de entre sus propias cenizas, producto de 
tantas y tantas incomprensiones, todas ellas, abono que el 
buen hacer de su gente convirtieron en material de 
reconstrucción perpetua, para que nunca desaparezca la 
hermosura de su Corazón Artesano, de su mente de Poeta 
Triana Eterna 
16
Santiago Martín Moreno 
y de su Alma soñadora, atrayendo, excitando e incitando 
desde su más profunda y accesible trascendencia. 
Triana, Corral donde cualquier superficie 
espejeada se transmuta en azulejo plano, vidriado, a la 
cuerda seca… Arcilla de Oro y Cielo Azul que se funden y 
se confunden en su timbre de ángel, con el rachear del 
esparto y el sudor bajo la madera, cuando por la calle 
Larga su contacto cubre de algodón y miel el asfalto de la 
madrugada. 
Triana, siempre viva, pero como siempre, 
también temerosa de que su sabia se le escabulla por entre 
los dedos torpes, por culpa de una siesta de Verano. A ella 
que con su calor, su sudor y sus lágrimas forjó el hierro de 
sus propias cancelas para que estuvieran siempre abiertas. 
De sus alcayatas, para que quien viniera a visitarla tuviera 
un lugar en donde colgar su abrigo, simbolizando con ello 
su ofrecimiento a que estuviera aquí el tiempo que 
quisiera. Que aró campos y sembró los más hermosos 
trigales, haciendo nacer en ellos el regalo de las más 
doradas de las espigas. Que de la tierra, entre sus manos, 
dio cuerpo a la finura, sublimó el hogar hecho maceta 
para la hermosura de unos claveles, y que los pintó con el 
Rojo de las bocas de los hornos de sus tejares, y con el 
Blanco de un Amor que siempre deseó darse, pero darse 
para siempre… 
Triana Eterna 
17
Santiago Martín Moreno 
Triana, no sabe de odios, ni de rencores, 
pero si sabe de engaños y desengaños porque los lleva 
como cristales en medio del Corazón, desde siempre, y 
aunque llora a los que la maltrataron o la olvidaron, como 
Madre Corralera que es, tiene en su delantal dos bolsillos 
tan llenos de bondad que aun hay hasta para los que 
quisieron y no pudieron… 
Triana, Arrabal añejo, y de extraordinarias 
exuberancias, de sorprendente luminosidad y hermosura 
únicas, por ser Ella porción intrínseca de la Sevilla eterna; 
de Gracia seductora, y encantos encantados sobre el 
bellísimo Río de su singular donaire. 
Triana, relieve de besos en los perfiles del 
Azul de su techo incomparable; realce Alfarero en el 
Crisol de su más antigua Artesanía; poema del 
sentimiento, y prosa de la lengua Universal que gira 
siempre alrededor de su belleza. 
Triana, multiplicidad de míticos destellos al 
amor de su cautivador Embrujo, que quiso enriquecer con 
lo natural de una Primavera única el embeleso de su 
suelo, cuando alfombrado de pétalos blancos, hizo que se 
convirtiera en la novia guapa de ese mundo que, una vez 
conocida, ya no dejará de amarla. 
Triana Eterna 
18
Santiago Martín Moreno 
Triana, por sus hombres, amante del más 
dorado de los alberos en conjunción poética con el Nardo 
de sus paredes, cuando son ungidos por el tierno sol de la 
mañana; de ternuras vaporosas en las transparencias 
veladas de su luna Abrileña; de idilios hechizados tras las 
celosías, como fieles armonías de arrullos entre la sombra 
de sus patios y el frescor de su entorno. 
Triana, copla rimada sin medida en el 
florecer de su eterno florecer, exacto cumplidor en el 
anual estallido de su virtuoso colorido donde poder 
encuadrar el Amor de su gente, el aroma de sus calles y de 
sus casas, la luminosidad de su ambiente, y lo sublime de 
su Río, manantial de musas entretejidas en las redes de 
sus artistas, sus escritores y sus poetas. 
Triana, nidal de culturas discutidas, pero 
siempre aceptadas; nombre de Barrio entre los nombres 
como el más Universal de los renombres; comienzos de un 
brillar en los que la realidad se supera día a día, por ser 
Ella la que impregna de armónicos destellos hechos 
música, los cantares que desde tiempo ancestral caminan 
entre los cielos de una pasarela de fulgores cuyo título 
maravilloso fue llamarlo Puente de Triana, paso obligado 
de la Gracia Sevillana, y ya me da igual si los andares son 
de aquí para allá, o de allí para acá. 
Triana Eterna 
19
Santiago Martín Moreno 
Triana, trovadora del aroma del Clavo en el 
Clavel, reventando los sentidos; guardabrisa de flores 
endulzando el pasear, y guardiana jardinera de geranios y 
jazmines que, sobre el brillo de una bandeja, embellécen 
recreándonos la vista, o refrescando el moño de sus 
mujeres en las calurosas tardes-noches de un Verano de 
auténtico privilegio… 
Triana Eterna 
20
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
21 
DECIR, CANTAR… 
Decir Triana y Sevilla, 
Cantar Sevilla y Triana, 
Es aquella maravilla 
Que tanto el hombre soñara. 
Es, el Clavel y la Rosa, 
La Clavellina y la Albahaca, 
Aquella bata de cola 
Bailando sobre sus enaguas. 
Y si Betis es la del agua, 
San Jacinto es una llama, 
Pagés del Corro la Fragua, 
Y Altozano una gitana; 
Alfarería, de alfares, 
Pureza, la Calle Larga, 
Castilla, toda lunares
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
22 
Cuando el Rocío cabalga. 
Mis calles están preñadas 
De sentimiento y de Arte, 
De sencillez y de fama, 
Vaya una por delante 
Que a grande ninguna gana 
Porque sin ser de Almirante, 
Ni tener gran relevancia, 
Fue la del primer navegante 
Que vio tierra Americana, 
Y por ello es importante 
Mi Rodrigo de Triana. 
Triana, ejecuta su obra con la Arquitectura 
de la Palabra. Con el ingenio de su Gubia da vida a la 
madera muerta. Hace de carboncillo una línea Real y 
brota la Pintura más hermosa que pudiera emanar de sus 
lunas y sus bronces. Calienta el ambiente llegada la 
Primavéra con el sonido inconfundible de unas 
castañuelas, después de haberlo regado con el frío 
ancestral de la ausencia, y con el aroma adormecedor de 
un incienso a los pies de un Gólgota hecho Cachorro,
Santiago Martín Moreno 
punteado en Rojo Clavel, en ese último esfuerzo por 
encontrarse con el nuevo brote de su Tronco roto. 
Triana, sienta cátedra de su auténtica 
verdad, una verdad en cuyos matices no se aprecia la 
imposición, sus claro-oscuros sólo ofrecen, invitan a 
todos, a que se la visite, a que se la conozca, se llegue a 
ella, sin embargo, no es menos cierto, que muchos 
preguntaron a lo largo de su historia, ¿Pero, que tiene 
Triana, que hay en Triana para poder ver? Y yo 
inmediatamente respondo: ¡Para ver… nada¡ 
Triana Eterna 
23 
Triana es un sentimiento 
Que hay que sentir en el alma 
Cuando se pisan sus calles 
Y con su gente se habla. 
Cuando se aspira el aroma 
De la Bondad y la Gracia 
En los balcones del Betis 
Hechos jazmines de agua. 
Sentir la pisada eterna 
Por algunas de las cavas.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
24 
Sentir aquella cancela 
Como al oído te habla 
Con un son de Martinete 
Que en el tímpano se clava. 
Hablar con el Corralero, 
Cada pálpito una hazaña 
De cómo luchó en la vida 
Por la vida de Triana. 
Y de cómo su mujer 
Corralera de la Cava, 
Un delantal de trabajo 
Y un churumbel a horcajada, 
Lleva de siempre una espina 
En medio el pecho clavada. 
Pero, mírala a los ojos… 
¿Ves tú algo? 
¡No ves nada¡ 
Ni nunca se podrá ver 
Más que una sonrisa ancha, 
Que su pena es para ella 
Y por eso es de Triana. 
Sin embargo, aquí no oirán 
Más que el silencio que es Oro
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
25 
Con respecto de la Plata, 
Que es la promesa vacía 
Con que llenaron sus arcas. 
Ni tampoco como muchos 
Intentaron saquearla; 
Ni decir que de esta tierra 
Mucha tierra se llevában 
“Pa” levantá una muralla, 
Y luego… desampararla. 
Por eso, a los que preguntan: 
¿Qué se puede ver en Triana? 
Yo le contesto enseguida: 
¡Aquí no sirven tus gafas 
Por mucho aumento que tengan 
Ni aunque estén bien graduadas¡ 
¡¡Cógete tú el corazón, 
Y si es posible el alma¡¡ 
Así y en honor a esa verdad llena de 
matices, no podemos negar como Triana se pasa la vida 
temiendo a la muerte, porque sabe de cómo duele la 
sangre joven cuando hierve sobre el filo de un cuchillo 
blanco; de cuando la negrura se hace presente una 
mañana en el rostro del hijo que se quedó sin trabajo, o de
Santiago Martín Moreno 
cuando la amargura más profunda cercena con su torpe 
guadaña la alegría de un Corral, sobre el negro caballo, 
aviso del desahucio, del abandono sin posibilidad alguna 
de, al menos, poderse quedar en la tierra que le vio 
nacer… 
Triana Eterna 
26 
“Corrales y corraleras, 
Cantadle al mundo que sois 
EnTriana una leyenda”. 
Y se nos fue el de la Ciega; 
El del Laurel, los Molinos, 
Aquel de la Penitencia, 
Y el Corral de Chamusquino… 
¡Ay! Corral de Chamusquino, 
Que allá por Pagés del Corro 
Fue del Aromo vecino; 
El de Platero en Castilla, 
En Pelay Correa en Nuevo, 
Y en la Cava el de la Hormiga. 
Y “pa” no alargarme mucho… 
¡Atarazanas, Judíos, 
Os llevamos en el alma 
Con “tos” los cinco “sentíos”! 
Fragmento del Pregón de la Velá 
Realizado por el autor.
Santiago Martín Moreno 
Así la vieron, así la vemos, y así la verán 
porque ella es ejemplo infinito de tesón tierno. Orgulloso 
flamear de su manera de ser, de cómo hay que caminar, 
aunque cada uno de sus días se vayan tiñendo de 
ensueños que hagan crecer barreras para que no se 
puedan ver las heridas de una historia que continúa 
desgajada del fértil tronco de la historia misma. 
Triana, vivirá eternamente confundida a la 
vez que reconciliada con el dolor y el gozo. Vivirá 
asustada y sonriente, y del revuelo de unas enaguas 
veremos como se desprende todo un abanico de los más 
puros colores para hermosear aun más las transparencias 
de un encaje de mantilla. Y así como el sol de su atardecer 
canta el silencio de la Plazuela, y arriba, por entre las 
nubes se oye el susurro de sus campanas en la alcoba 
secular de sus ensueños, Triana se torna aun más tierna, 
más esperanzada, y mirándose en el espejo de sus paredes 
deja reflejada en él una sinceridad que hará brotar el 
llanto fino del Cielo, hecho ahora un rocío de madrugadas 
eternas. 
Triana Eterna 
27
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
28 
ETERNIDAD 
Triana, dulce sueño que me iza 
A la altura máxima del Azahar, 
El Jazmín o la Enredadera. 
El nombre de este sueño, 
Me invoca a surgir de la noche 
Abrileña, y verme por su “Zapata” 
Buscándome incansable, 
Y encontrarme a mí mismo, 
Contento y feliz 
Junto al Duende de la ciudad 
Siempre recordada… 
Y es que desde este sueño hermoso, 
El bello nombre de Triana 
Es para la eternidad. 
Cuando en la noche 
La luna se escapa entre los árboles,
Santiago Martín Moreno 
Triana no huye, permanece 
Tranquila y serena 
A orillas de su Guadalquivir, 
Y a la sombra inmadura de su parque, 
Sintiéndose de aromas soñada. 
Triana Eterna 
29 
Entónces , su Alma se desborda, 
Y ríe, y se encarama 
A la azulejería dorada de Sant´Ana. 
Y cuando la veo allí, 
Esta vieja tristeza que mi pecho 
Colma algunos momentos, 
Surca las a veces tranquilas 
Aguas béticas, 
Y me llena los ojos 
Del bello paisaje de la Vega 
Trianera. 
Y Triana, 
Siempre moneda Real; 
Una cara Semana Santa, 
La otra Feria, 
Aunque siempre fiel a su metal 
De alegrías fundidas 
En la Fragua del Corazón 
Trianero, 
Y alimentada con el eterno Fuego 
De su cante…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
30 
No, no puede reprimir su aurora, 
Y la tarde Abrileña 
Se convierte en novia 
De medias lunas 
Y mora de sol morena, 
Para que el mundo sepa que Ella, 
Estará siempre ahí, 
Dispuesta a darse a todos aquellos 
Que quieran disfrutar 
De sus encantos…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
31 
ACROSTICO 
Lugar de separación 
A civiles y gitanos. 
Cuéntanos hoy la historia, 
Rimando con la memoria 
Ubérrima de aquel Aria, 
Zaguán de la antigua Ermita. 
De nombre La Candelaria. 
En compás de San Jacinto, 
Símbolo de Humilladero, 
Al fin de Santo Domingo 
Nació de nuevo a la vida. 
Jaculatoria prendida 
Al Amor de aquella gente, 
Cabal, sencilla y valiente, 
Inclita de un Arrabal 
Natural de un sentimiento, 
Tallo que brotó en el tiempo 
Orgullo de su Verdad.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
32 
MADRE 
Un rincón en cada calle, 
Y en cada acera el amor 
Para vestir el detalle 
De colocar un balcón 
Hecho de fraguas reales 
Que al compás del corazón 
Prende al Barrio por el talle. 
Como los Cuatro Cantillos 
Que es la Cruz de los alfares, 
O la Plazuela Sant´Ana 
Con otra Cruz de Arrabales, 
Sin olvidar esa Cruz 
Que es la Cruz de los Cabales 
Y en la que expira el Cachorro 
Llenando de vida el aire. 
Y es que Triana es la Cruz 
Que se clava en el socaire, 
Para gritar a los vientos 
Aunque no la oiga nadie, 
Que son duros sus lamentos 
Como duras sus verdades.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
33 
Pero Ella en sus adentros 
Y el mundo entero lo sabe, 
Lleva clavao el sufrimiento 
De los hijos y los padres, 
Que son los padecimientos 
Y sufrires de las madres. 
Y tú eres Madre, Triana, 
Que repartiste a raudales 
Amores, penas y risas, 
Pasión, Sentimiento y Arte.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
34 
CANTARES 
¡Te estoy cantando, Triana, 
Al tiempo que estoy pensando, 
Qué te cantaré mañana¡ 
Mi ensueño es quererte mucho, 
Amarte a ti más que a nada, 
Y entregarte el sentimiento 
Que puro anida en mi alma. 
Ponerlo a tus pies de Reina, 
Como un esclavo con ansias 
De ver siempre a su Señora 
Fresca como una Manzana. 
Dulce como aquella Miel 
Que las abejas trabajan 
Cuando de aromas las flores 
Para ti quedan preñadas. 
Verte hermosa entre mil soles, 
Entre mil espumas claras, 
Y espumas y resplandores 
Te hagan mil alas blancas;
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
35 
Que te lleven por los aires 
Y por los aires te traigan 
Una vez más del el Cielo 
Cuando el Cielo te reclama, 
Que se quejan las estrellas, 
Que están apesadumbradas 
Porque viniste a la Tierra 
Y te trajiste su Gracia. 
Quererte mucho es mi ensueño. 
Amarte siempre mi ansia, 
Y sentir en mis adentros 
Como tu sutil fragancia 
Alimenta mis suspiros 
Cuando estoy en tus entrañas.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
36 
TODO EN ELLA 
Y ELLA EN TODO 
Sevilla sin Triana 
No se entiende, 
Porque son como ese amor 
Que en todas partes 
Se enciende, 
Sin embargo, aquí, 
En el Barrio de Triana 
Es diferente, 
Aquí se encendió una vez 
Y se quedó para siempre. 
Porque en Triana el amor 
Está en el aire, en el Río, 
En la esencia de su gente, 
En el ¡ay¡ de su quejío. 
Muy dentro de la Zapata, 
Dentro de aquella muralla, 
Dentro de unos ojos negros 
Y de su hermosa mirada.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
37 
En la Fragua con su luz, 
En un canto de campanas, 
En la forja de la Cruz 
Que vive arriba en Sant´Ana; 
Y como dice el Poeta 
En esta tierra Gitana… 
¡Si le quitamos su gente, 
Su Río y sus espadañas, 
Sería un barrio cualquiera 
En cualquier lugar de España¡ 
Es Amor y es fundamento 
De su Duende y de su Gracia, 
Amor que vagó una noche 
Por las calles de Triana 
Cantando un sueño de glorias 
Con unas voces quebradas.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
38 
AIRE 
Triana fue hecha 
De Geranio y Hierbabuena, 
Del aroma del Clavel 
Y el sabor de la Canela, 
Con una Cava Gitana 
Y otra Cava tan morena 
Como el ascua de la forja 
Que forjara a sus poetas. 
Cuando estoy en San Jacinto 
Donde la brisa se aquieta, 
Me embobo mirando al Puente 
Porque allí se vuelve inquieta 
Con el vuelo de gaviotas 
Mostrándonos sus destrezas. 
Miradla como se aúpa 
Sobre el hombro de su pena, 
Para decirle a los vientos 
Con repiques de Flamenca
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
39 
Que está lleno su paisaje 
De carruseles de feria, 
Cuando la feria es la Gracia 
Y esta una Gracia risueña. 
Desde el aire, silueta 
De figura que embelesa; 
Desde el suelo, Miel, delirio 
Que se sube a la cabeza. 
También tiene una Torre 
Mirador de las estrellas 
Por donde juegan las nubes 
Al escondite con ella, 
Y hasta el brillo de sus bronces 
Hechos campanas de seda 
Lanzan fulgores de Oro 
Por tejados y azoteas. 
La Cruz que pregona arriba 
Cual cascabel de grandeza, 
Escúchala como dice 
Que abajo lo mismo reza.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
40 
Triana, siempre Triana, 
Sin gaitas, sin panderetas, 
Que hasta el silencio del Río 
Despierta a las horas muertas 
Para hacerla siempre viva 
Y que vivamos con Ella. 
Eso sí, del arrullo de una copla 
De Amor tras una cancela 
Da testimonio una flor 
Que vive en una maceta.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
41 
MIMOS 
Triana, 
La luz te tiene por hija 
A la vez que por hermana, 
Del encanto eres la novia, 
De la noche la mañana; 
Del tiempo eres la historia 
Que de tu saber emana 
Y llenar así, de Gloria 
A la tierra Sevillana. 
Ceramista y Alfarera 
Del ingenio y de la Fragua, 
Pescaora, Cigarrera, 
De alegrías Cantaora 
Y hasta del toro, Torera, 
Por siempre Trabajadora, 
Y por vida Trianera. 
¡Ay que mimarte Triana 
Quiera la gente o no quiera¡
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
42 
ABA TRIANA 
¡Ay, Barrio de Triana¡ 
De mis ojos maravilla; 
Eres tú cuando engalanas 
El que embellece Sevilla 
Con repiques de Sant´Ana. 
Con tus ribereñas aguas 
Volando por el Aljarafe, 
Como bailan las enaguas 
De las gitanas de anafe 
A los gitanos de Fragua. 
El pensamiento derrama 
Unas lágrimas perladas, 
Que al vertirlas en Triana 
Y en su Collación callada 
Son la honra Sevillana.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
43 
AUSENCIA 
Ayer tarde yo pasaba 
Por la esquina de tu calle, 
Estaba ladrando un perro, 
Al parecer no había nadie; 
La calle del abandono. 
Pensé de pronto en llamarle, 
Pero, miré alrededor 
Y sonriéndome el aire 
Me sugirió que mirara 
Por donde no mira nadie, 
Si es que nadie se enamora 
De ese algo o ése alguien 
Que bebiéndose las horas 
Hacen que nunca sea tarde. 
Ayer pasé por tu puerta, 
Tenías echada la llave, 
Estaba ladrando un perro 
Pero no lo oía nadie… 
Era la calle del viento, 
Aquella calle Tejares.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
44 
FLORECER TRIANA 
Triana… 
Si consigo dejar una sonrisa 
Para que alguien sea feliz, 
Florecerá mi Agua 
Triana… 
Si consigo dejar un ejemplo 
Para que alguien sea feliz, 
Florecerá mi Agua. 
Triana… 
Si consigo dejar un consejo 
Para que alguien sea feliz, 
Florecerá mi Agua. 
Triana… 
Si consigo dejarte un poco 
De ese tanto que tú me das, 
Florecerá mi Agua 
En tu Agua.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
45 
LA NOVIA DE JUAN “REMATE” 
Desde la mata de Negro pelo 
Como noche de locura acuchillada 
Por el “quejío” de un cante, 
Hasta los talones nerviosos 
Por el repique de castañuelas 
Sacado de sus viejos zapatos, 
Era la novia de Juan “Remate” 
El orgullo de Triana. 
Su frente, desafiante, 
Y sus cejas, dibujadas 
Con pinceles canasteros, 
Hacían vivo contraste 
Con ojos Negro Azabache, 
Como candelas vibrantes 
De capotes de toreros. 
Del Rojo del Clavel su boca; 
Su sonrisa de primavera y color;
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
46 
Cuello enjuto de potro que desboca 
El aroma suave de su flor. 
Su pecho… ¡ay, su pecho¡ 
Como dos toros miuras 
A las Cinco de la tarde, 
Asomando por los tercios 
De miles de lunares hechos. 
¿Y su cintura…? 
¡Dios mío, su cintura¡ 
Pero si aquello era un mimbre 
Mecido por el Guadalquivir 
Cuando en su fondo se siente 
El palpitar de su Barrio. 
Escultores, pintores y alfareros 
Que tan alto hubisteis de subir 
Para lograr las ideas que nacieron 
Y poder esos encantos producir.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
47 
ABANDONAR TRIANA 
Qué pena me da, Triana, 
Cuando tus hijos, Triana, 
Tienen que cruzar el Puente 
Para ya dormir mañana 
Sin el calor de su gente. 
Y aquí, sobre la Zapata, 
Cuando los veo cruzar 
El corazón se desata 
Y partiendo el lagrimal 
Al Río vierte su agua. 
Maldita sea la suerte 
Que los obligó a dejarte, 
Que martirio no tenerte, 
Más que regalo el amarte.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
48 
No consolarme diciendo 
Que sólo cruzan el Río; 
Ya sé que es sólo un momento 
Pero los quiero al “lao” mío; 
¡Ay, calle de San Jacinto, 
ay, hermosas cavas mías…¡ 
¡Camino Real y Larga¡ 
¿Dónde irán sus alegrías? 
Sólo te pido Triana 
Que vuelvan aquí tus hijos, 
Que me los traigan mañana, 
Que mi Alma y su entresijo 
En la espera se desgranan.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
49 
MUDA SE QUEDO LA CAVA 
Mudos quedaron los yunques, 
Y enmudecieron los sones; 
Los tañidos se rompieron 
Y se quebraron los bronces. 
El color de la Aceituna 
Se confundió con la noche, 
Y aquel cuchillo de luna 
Que se quebró en el recorte 
Rasgó el requiebro en la Cava 
Para apagar nuestros soles. 
Silencio de Guadalquivir, 
Cíngulo de Plata y hombre, 
Donde la Fragua al herir 
Cuerdas de blusa y escote 
Dejaron mudo el sentir 
De guitarras y arreboles. 
Mudos quedaron los zapatos, 
Y enmudeció hasta el Corral, 
Cañaverales gitanos 
Que tenían que callar…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
50 
¿Qué le hicisteis a los vientos 
Juncos de mirada altiva? 
¿Cómo se quebró el concierto, 
Quién os rompió allá en la orilla? 
Dejó de bailar la noche 
Sobre aquellas aguas limpias. 
Muda se quedó la Cava 
Muy cerca del Altozano, 
Por donde amarga mañana 
Se escapó de nuestras manos. 
Ya no se oyen campanas 
Ni en los yunques martillazos, 
Ya por allá, por la Cava 
Mudo quedó el zapateado, 
Y el Moreno de Azabache 
Que mimbraba su canasto, 
Ni la blusa de lunares 
Como recuerdo ha dejado. 
La tarde ya se ha dormido 
Alrededor de Sant´Ana, quiero 
Soñar que se ha ido 
Para regresar mañana.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
51 
MIRANDO “PA” DENTRO 
Pero no quedó tan muda 
Como alguien deseara, 
Y así la gente del Barrio 
Echa al aire sus gargantas 
“Pa” demostrarse así misma 
Que aun le quedan agallas. 
Que no se nos muere el Barrio; 
Que este Barrio no se acaba 
Porque tiene tanta vida, 
Tanta fe, tanta Esperanza, 
Que sigue pidiendo a voces 
Lo que siempre le negaran, 
Que no le saquen su gente 
De dentro de sus entrañas; 
Que no quiere ver el llanto 
En la despedida amarga, 
Cuando llena de impotencia 
Cruza el Puente de Triana.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
52 
VIVIR TRIANA 
Gaviota del Mediterráneo 
Que quiso anclarse en Triana, 
A convertirse en arganeo, 
Y más tarde, en la Bonanza, 
Cuando llegó la mañana 
Buscó la ardiente Esperanza 
Al través de la ventana. 
Abierta de par en par 
Se estrelló sobre la arena, 
Y cambió toda la sal 
Por una Azúcar Morena.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
53 
SIEMPRE TRIANA 
Son los codos en la mesa 
Como los besos de Mayo 
Que se estrellan en Pureza. 
Y hablarnos de la Triana 
Que sus mayores dejaron 
En una fría mañana 
Por donde feliz volaron. 
Y hablaron cosas del Río 
Escudriñando mareas, 
Rincones nunca dormidos, 
Haciendo volar la pluma 
Sobre cuartillas de Nácar 
Donde refleja la luna 
Las vivencias por las cavas. 
Seguid hablando… 
De sus calles y sus plazas, 
De tejares, azoteas, 
Y blanqueadas ventanas.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
54 
INMENSIDAD 
¿Qué más te puedo decir 
Que no te haya dicho ya? 
Tú, y tu Guadalquivir 
Sois Grandeza y Humildad. 
Sois Humanidad y Belleza 
Sacada de un barrizal, 
Obra de Arte sin duda 
Como aquella Universal 
En que salió la Belleza 
De una costilla de Adán, 
Siendo Adán del mismo Barro 
Que fundara este Arrabal.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
55 
TRIANA POR SOLEA 
Que hermosa eres Triana 
Cuando te veo en el moño 
De la Gracia Sevillana. 
La Capillita en el Puente 
Me parece más Gitana, 
Cuando la cruza esa gente 
Gitanita de la Cava. 
El Puente entre dos orillas 
Le está cantando a los vientos: 
¡Viva Triana y Sevilla¡ 
¡Ay, Río Guadalquivir, 
Qué dilema esta mañana 
Tenerte que decidir 
Entre Sevilla y Triana. 
Que suenen “toas” las campanas, 
Que está pidiendo la Abuela 
Que se despierte Triana. 
Que suerte tiene Sevilla, 
Que no pasea Triana
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
56 
Ni tan sólo un Cristo Muerto 
Por las calles sevillanas. 
La Feria vino a Triana 
Y la gente de Sevilla 
La sigue por Sevillanas. 
Cuando veas a la Virgen 
El Lúnes por la mañana 
Dale recuerdos, Romero, 
De quien se queda en Triana. 
Niña, corre a la ventana 
Que está pasando despacio 
El Corpus Chico de Sant´Ana. 
Sigue la fiesta en Triana, 
Con esa Cruz de Arrabal 
Que está montando mi gente 
En el patio del Corral. 
Mira si yo a ti te quiero, 
Que paso la noche en vela 
Pensando en tus trianeros. 
Para que cruzar el Puente 
Si lo que quiero es Triana, 
En Ella tengo mi ambiente,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
57 
Mi Comercio y mi Gitana. 
¡Qué Sevilla más Torera, 
Cuando tiene en la Maestranza 
A Triana por bandera¡ 
La calle del Betis tiene 
Con Santiago y con Sant´Ana, 
Aquella Velá que un día 
Parió, Graciosa, Triana. 
Entre dos brazos del Río, 
Es un Poema la historia 
Del más bello Caserío. 
Qué me gusta a mí ese Carmen, 
Los Remedios y El Tardón, 
Terruñuelo, Voluntad, 
Dársena y Barrio León. 
Tanto te quiero, Triana, 
Que sólo vivo pensando 
Que te escribiré mañana. 
Tres entes tiene Triana 
Que se atribuyen a Dios, 
El Arte, los artesanos, 
El Poeta y su Pasión…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
58 
TRIANERITA 
Para mi amada esposa Luisa 
En su aniversario de boda. 
Cuando a tu cara, Niña, 
Le falten las primaveras, 
Y lentamente el Otoño 
Sobre tu piel aparezca. 
Cuando busquemos el Sol 
Del banco que nos espera, 
Donde pasar las mañanas 
De aquella nuestra Alameda. 
Cuando ya no sean tan largos 
Los pasos que antes dieras, 
Y camines despacito 
Sin bajarte de la acera.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
59 
Cuando tú pelo Castaño 
Que celo a tu cara diera, 
Jugando sobre tu frente 
En Nieve se convirtiera. 
Cuando tú persona, siempre, 
De sonrisas placenteras, 
Se trunquen de un solo trazo 
En diferentes maneras. 
Cuando ya con pocas ganas 
Mis bromas tú recibieras, 
Imagino que las tuyas 
Con menos ganas las dieras. 
Cuando te falte esa Gracia 
Que antes siempre tuvieras, 
Con que pasaba hacia ti 
Al abrirme tú cancela. 
Cuando te inventes historias 
Para volver la primera, 
A recordar en el espejo 
Tus años de mujer nueva.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
60 
Cuando en mirar te entretengas 
Aquellas fotos risueñas, 
Y recuerdes todo el tiempo 
Que los papeles encierran. 
Yo… seguiré aquí, a tu lado, 
Aventando tu candela 
Para que no pases frío, 
Ni pasen tus primaveras.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
61 
GUADALQUIVIR 
ACRÓSTICO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
62 
Ebrio de aromas de Sol 
Lo veo Sevilla cruzar, 
Grande como su caudal, 
Urdimbre del mismo Dios. 
Andaluz llevando Amor 
Desde Jaén hasta el mar 
Atlántico. Sentimental, 
Luz de Embrujo, Pasión. 
Que convertido en cordón 
Unge mi hermoso Arrabal 
Ilustre, y a la ciudad; 
Vigilante y seductor, 
Intimo y renovador 
Regalo a la Humanidad. 
GUADALQUIVIR 
¡Oh, Río mío¡
Santiago Martín Moreno 
Caminar al lado del serpenteante Río 
Grande, hablando con él, escuchando el silencio de su 
transcurrir histórico, es una de las aventuras más 
hermosas que el ser humano pudiera imaginar. Todo un 
camino de bellezas y sublimes encuadres para el recreo 
del Espíritu y más tarde para la nostálgia de aquella 
travesía, ora tranquila, ora tumultuosa a que tenían 
acostumbradas a los lugareños, de entre otros, Guadajóz, 
los bandidos de la Sierra Morena. 
Bajar por el remonte del cordón de Plata en 
los momentos en que el Astro Rey va dando vida a la 
vida; contemplar el torbellino de sensaciones producidas 
por un sinfín de galopantes luchas que en las crestas de 
sus propios murmullos, nos muestran un cuadro 
semejante a “caballos salvajes” en esa coreografía de 
crines enloquecidas a su paso por la bella Cantillana. 
Continúo caminando junto a mi amigo el 
Río; bajando entre el verdor de sus vestidos y el rumor de 
su canto. Entre el color de su fuerza, confundido con el 
calor de su entraña, y en los mil gestos tornasolados 
cuando en cada recodo, en cada curva insinuante y 
majestuosa, el brío de la coreografía hace nacer la luz que 
se abre entre las alturas. 
Triana Eterna 
63
Santiago Martín Moreno 
Remansos para la paz acunados por unos 
paisajes llenos de Sol; regazo silvestre donde se mecen los 
dorados destellos, y sensible protector para la artesanía de 
la cal sobre una alfombra de florecillas en el justo estallido 
del aroma y el color. 
Los pueblos a su paso son como un carrusell 
de hermosos conjuntos llenos de ensueños y armonías. 
Cuando el Río pasea por Villaverde, es serena su soledad, 
Como sugestivo es el espectáculo de su azulado, al tiempo 
que preñado de grises y almendras donde se miran los 
cielos pintados de otras aguas tempranas, y siempre 
contemplados bajo la sombra de viejos árboles, desde 
tiempo atrás guardianes de crecidas. 
El Río es colorido siempre vivo, pintoresco 
en su mágia y mágico en su fantasía. Abanico enriquecido 
de perspectivas cuyo varillaje encierra todo el encanto de 
lugares soñados y hechos realidad mimada en las huellas 
del tiempo y el espacio. 
¡Adorado Río mío¡ aun tu realidad no ha 
entrado en Sevilla, y ya me es imposible describir la más 
hermosa de tus etapas; y es que toda la panorámica de la 
prosa queda relegada a un segundo término cuando se 
trata de ti, ¡oh, Río mío¡ 
Triana Eterna 
64
Santiago Martín Moreno 
Es posible que la Poesía pueda dar una idea 
más cierta de los cantares del alma, cuando son excitados 
por el torrente de Amor, luz y color a través del ventanal 
abierto a su propia y régia naturaleza. 
Ya la ciudad de Sevilla, delegando en 
Triana, mi pequeña ciudad, te abre los brazos de su tierna 
acogida. 
Tú, Guadalquivir, reposo de estrellas 
errantes, camino para el peregrinar hacia un horizonte de 
Sol; confidente de legendarios amores, testigo de pasión 
en la más profunda de las pasiones, instigador de musas, 
suspiro del paisaje aljarafeño, descubridor de 
descubridores, conversador de noches con lunas envueltas 
en mantillas de Nacar, cantar de espumas de Oro en las 
fraguas de la vida, artesano del Bronce fundido en el 
Crisol de una garganta, Alfarero de barros celestiales, 
Pintor de mañanas, Escultor de atardeceres… 
Aquí, eres en ti amalgama de verdor como 
fueras cantado “Ay río de mi Sevilla que bien pareces lleno de 
velas blancas y ramas verdes”. Ya no puedo seguir, no puedo 
continuar, aquí atraco mi barca de sueños… 
Triana Eterna 
65
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
66 
REBROTES 
Guadalquivir… 
Que si vienes, que si vas 
Dice el que no te conoce, 
Pero yo puedo afirmar 
Después de hablar con la noche 
Acerca de tu caudal, 
Que tu corriente es el brote 
De la luz sentimental, 
De aquellos poetas nobles 
Que hacen tu caminar 
Convirtiéndote en el broche 
De la Flor Universal. 
Te canto Guadalquivir 
Con esa inmensa alegría 
De poderte recibir 
Sin la tristeza del día 
Que rompió tu discurrir. 
SUSPIROS
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
67 
Al Río dijo la Luna: 
¿Dónde están tus aguas claras, 
Verdes y blancas espumas 
En las que yo me mirara? 
Y el Río le contestó: 
¡Están mis aguas manchadas 
Víctimas del desamor 
Con que el hombre me tratara¡ 
Te estoy pidiendo, Sevilla, 
Que te unas a Triana, 
Para pedir dos orillas 
Por donde corra la Gracia. 
Muy pronto… 
Entre Triana y Sevilla 
Verás como baila el agua 
De nuevo por Seguiriyas. 
ACROSTICO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
68 
Ebrio de Sol y de Sal. 
Loco de Gracia y de Luz. 
Jalón de aquel Arrabal 
Al que la historia tendrá 
Recuerdos grandilocuentes, 
De cuando toda la gente 
Inclita del Descubrimiento, 
Navegó llevando al viento 
Contribución y sentido 
Inútil hoy, y herido; 
Lagrimando entre basuras, 
Lástima de esa locura 
Orexia de tanto olvido. 
TRIANA Y GUADALQUIVIR
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
69 
No se cansará la pluma 
De batir sobre Triana, 
Buscando la nueva Luna 
Que en el Río se mirara, 
Y le dijera a Sevilla, 
Plantada allí… cara a cara, 
Que son suyas las orillas 
Del Guadalquivir de Plata. 
Y es que Triana no empieza 
Donde Sevilla se acaba, 
Que es después, pasado el Puente 
Donde el Barrio comenzara, 
Y si alguien tiene dudas 
Que arriba el Puente se suba. 
Primero, mire a Sevilla, 
Y después muy lentamente 
Que se vuelva hacia Triana 
Y la mire dulcemente, 
Porque el Sol de la mañana 
Al Altozano se prende 
Cual cintura de Gitana 
Que la prendieran los duendes.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
70 
PUENTE 
DE 
TRIANA 
SONETO ACROSTICO 
Peineta cuando las aguas
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
71 
Ungen tu cuerpo florido, 
Enredando en el sentido 
Natural de tus enaguas 
Todo el calor de la Fragua, 
El color y lo encendido 
De todo un tiempo vivido 
En el Amor de tu Agua. 
Tacón cuando con temblores 
Repicas por Sevillanas 
Incitando a los amores; 
Aquellos que en tu Triana 
Nacen por entre las flores 
Abiertas de tus mañanas. 
DELIRIOS
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
72 
Dios hizo la luz, 
Y también dio forma al aire, 
Y a ese feliz Firmamento 
En que la Estrella se abre; 
Y también hizo la Flor 
Que en la primavera nace 
Y que la llamó Azahar, 
En honor de aquellas madres 
Que hicieran este Arrabal 
Como Arrabal de arrabales. 
Y también hizo el Azul 
Celeste entre celestiales 
Tonos de brillos fruncidos 
Con perfiles de cabales. 
Y cuando hizo las aguas 
Para dar vida a raudales 
Notó que faltaba algo, 
Como un pequeño detalle… 
Y así fue como nació 
Sobre sus recios pilares 
Este Puente de Triana, 
Este delirio tan grande 
Que va para hacer mil años 
De aquel su primer Romance, 
Cuando aun siendo el de Barcas, 
Fue la Virgen de la O 
La última que lo cruzare.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
73 
Ahora, Puente de Triana, 
Que gusto de disfrutarte 
Cuando el Domingo de Ramos 
La Valiente entre varales 
Te cruza para poner 
En Sevilla un Baluarte. 
El Lunes Santo, quimera, 
Entre aromas de azahares 
Acogerás en tus brazos 
Hechos de fraguas reales 
A la Niña de mi Barrio, 
A Ésa Salud que es mi Madre, 
Cuando mi Madre me dice 
Que no deja de mirarme. 
Ecuador de la Semana, 
Día que amanece grande, 
Ya te cruza la Victoria 
Después de dejar sus calles, 
Trayendo para ofrecerte 
De suspiros, dos millares, 
Uno para cada banda 
Y así poder agasajarte. 
Ya llegó la Madrugada
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
74 
Hecha noche incomparable; 
Hecha aroma de jazmines, 
Y así poder recordarte 
Que se está abriendo la puerta 
Tras la que se guarda el Arte, 
Y que Morena de Luna, 
Gitana inconmensurable, 
Ya está pidiendo la lleven 
Entre saetas hechas cante 
Hacia la entrada del Puente, 
Puente Triana, dos partes… 
En la calle de Castilla 
El Viernes Santo ya es tarde, 
Atardecer de la Pena, 
Ese llanto incontrolable 
De una Virgen de la O, 
Con O de ojos hechos mares. 
Recovecos de Callao, 
No vayáis a apretujarse 
Que buscando el Puente va, 
Dejadla pasar, que pase, 
Que quiere dejar Triana 
Sin que se dé cuenta nadie, 
Para dejar “toa” su Pena 
Al otro “lao” de una calle.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
75 
Hay doblete el Viernes Santo, 
Cuando allá, por el Zurraque, 
Aparece todo un Dios 
Como quieren sus mortales; 
Cachorro de Sal, a punto 
De Expirar entre los ¡ayes¡ 
Que se escapan en la tarde 
Haciéndola irrespirable, 
Llenándola de ese aroma 
A que trasmina la Sangre, 
Cuando la Sangre en Sudor 
No hay hombre que la iguale. 
El mundo entero es cantar, 
Y éste Cristo sus cantares, 
Que nadie tuvo en el Puente 
Más cantar por Soleares 
Que ése Gitano Cachorro, 
Aquél que parió una Madre 
En el Barrio de Triana 
Arrabal entre arrabales. 
Puente Triana, la historia, 
Que escribiera muchas tardes 
El Sol cuando se marchaba
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
76 
Camino del Aljarafe… 
EL PUENTE
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
77 
¡Dime Puente de Triana, 
Tú, Carrusell Parisino:¡ 
¿Qué pensaste esa mañana, 
Cuando el nacer de la Grama 
Se aupaba por los caminos 
Para ocultar los espinos 
Que no querían que un día, 
No muy lejano en el tiempo, 
Llenaras de sentimientos 
La Collación de este Barrio, 
Y que pronto fuera Osario 
Donde enterrar los recuerdos. 
Pero, que suerte Triana, 
Cuando tu Puente te hermana 
Por el Arte con Sevilla, 
Y he aquí, que maravilla, 
Que la Gracia Sevillana 
Ya nadie saber desgrana 
Acerca de cual orilla 
Besando el Guadalquivir, 
Le haya oído decir 
Un Cante por Seguiriyas. 
Y es que…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
78 
Puente entre los puentes, 
Si suerte tiene Triana, 
Más suerte tiene Sevilla; 
Porque nunca oí coplilla 
Que cantada por su gente 
Fuera dedicada a un Puente 
Que es de Triana y Sevilla. 
Los rayos del Sol le visten 
Amaneceres de ensueños. 
Collares de espumas blancas
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
79 
Alrededor de su cuello 
Pone un Guadalquivir 
Inspirador y Bohemio, y 
La baranda del Puente 
Latiendo junto a su cuerpo 
Igual que los besos 
Tiernos que le regala su gente 
Acercándose a su suelo. 
Derecha, lado del Río 
En donde Anibal González 
Levantó su Señorío. 
Caché de Giralda Mora, y 
Arabe Torre del Oro, son 
Reflejos que atesoran 
Mezquita Catedralicia, 
En donde está la Señora 
Nuestra del Carmen Bendita. 
EL CORRAL
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
80 
Acróstico 
Entre dos brazos de un río 
Languidece una hechura; 
Cara y Cruz de un Señorío, 
O acaso fue otro “sentío” 
Raíz de aquella figura 
Regia de entrega y ternura, 
A la que el número frío 
Le está haciendo sepultura. 
¡AY CORRAL¡ 
¡OH TRIANA¡ 
¿Qué está pasando, Triana,
Santiago Martín Moreno 
Que se te va de las manos 
La Gracia de tus mañanas? 
¿Qué están haciendo contigo? ¡Ay Corral¡ 
Dañada está tu Alma de años encontrados frente a siglos 
de deseos. Morada mágica, preñada de misterios, que te 
van convirtiendo sin que algunos se den cuenta en 
infausta figura de cuanto fuiste. 
¿Dónde están tús Carmen? Aquellas de 
inmaculado delantal, de críos a horcajadas sobre la 
hermosa redondez de sus cinturas; las del Negro pelo, tan 
lleno de Azabache como la noche que vivieran tus 
hombres al calor amargo de sus desdichas; las del moño 
terso como su hambre, pero bellamente adornado con la 
exuberancia de una moña de jazmines. 
¡Jazmines¡ gritaba yo en mi infantil 
necesidad de buscar aquella “Perra gorda” que se nos 
escurrió por entre los dedos cuando la máquina del 
progreso comenzó su infernal y recién descubierta 
tirada… 
¡Jazmines¡ pregonaban mis jóvenes anhelos 
al cálido airecillo del Agosteño mes de mis tribulaciones, 
Triana Eterna 
81
Santiago Martín Moreno 
que, a veces convertidas en húmedo paño, servían para 
cubrir sobre bandeja de cansado sol, el tesoro Blanco y a 
medio abrir de las florecillas de mis ensueños. 
¿Dónde aquellas tus noches bajo el titilar 
alegre de tu tipismo, las de las manos asidas a un búcaro 
“Rufino o Justino” del que tal vez se derramara todo un 
caudal de refrescantes sonrisas a la sombra de una 
embriagadora Soleá; Soleá, que, quien sabe si fue aquella 
que se cambió de vestido para desde entonces asistir al 
triste y esperado momento de un aviso deshumanizado en 
el atardecer de cualquiera de nuestros días, ante lo 
aprensivo de una inseguridad manifiesta. 
¡Ay Corral, Triana¡ que sola se quedan tus 
aceras en esas horas en las que antaño tus gentes 
caminaban hacia los cines de Verano, y en cambio ahora lo 
hacen buscando el refugio de los nuevos y extraños 
hogares, y esperar en ellos un nostálgico y lento despertar 
de la Luna. 
¿Dónde aquel pasear sublime? Aquel tan 
lleno de encanto embriagador de los nardos curiosos por 
entre las barandas de tus azoteas, como cautivos de una 
Zapata de ondinas, reflejos de la Cal y el viejo Cobre en el 
Vidriado espejo de tu Río, entonces ausencia de miedos y 
recelos. 
Triana Eterna 
82
Santiago Martín Moreno 
A veces me pregunto, si todo fue debido al 
sopor o la algarabía de una tarde inmensa del inmenso 
Julio... 
¡Oh Triana, mi Triana¡ Mi Amor por ti hace 
posible la hermosa visión; Te veo, como en épocas 
pasadas, henchida por la luz, el color y el gozo, la alegría 
de los albures saltando sobre el hechizo de tu sentimiento, 
el alborozo de tus gentes aliviadas por unos nuevos aires 
ante el sofoco propio de los rigores del estío, el regocijo de 
tus chiquillos viviendo la antigua travesura del Coche de 
Caballos, cuyo tintineo cascabelero estoy seguro se 
volverá a dejar sentir por el paso gracioso de en el sueño 
de una siesta, un hermoso corcel con las crines doradas, 
reflejos de fulgores sobre la azulejería secular de la 
Capillita del Carmen. 
Hay mucho más ¡oh Triana¡ porque llegará 
la noche, despertará la Luna y rutilantes las estrellas de 
nuevo le guiñarán a los lunares de fino junco; los cantes 
ecualizarán con sus cadencias el ambiente por allá por el 
Zurraque, trayendo su aire para fundirse y confundirse 
con sus hermanos de las cavas en el fogoso Crisol de una 
Fragua; corazón de tierra noble por cuyas venas, 
remozado manantial, correrá la Gracia para de nuevo 
desparramarse sobre las fértiles carnes de tu Naturaleza. 
Triana Eterna 
83
Santiago Martín Moreno 
Ahora ya está la Luna muy alta, muy arriba, 
¡shisss, silencio…¡ Ahora el Corral duerme entre los 
brazos de su Río, sólo, como isla perdida en el tiempo, 
pero que una vez más será encontrada únicamente por su 
gente. 
¡Shisss, silencio¡ que nadie lo despierte, al 
menos hasta mañana, hasta esa mañana a lomos de cuyo 
amanecer llegará el trinar de los gorriones que se mezclará 
con la temprana protesta de la Corralera de siempre, 
cuando los ve comenzando un bullicioso y anárquico 
jugueteo entre clavellinas y geranios. 
¡Hojalá¡ ese amanecer llegue trayendo a 
empujones la mañana, nuestra mañana, y con ella una 
nueva manera de ser, una nueva forma de 
comportamiento, la nueva y esperada configuración que 
seguirá curtiendo el perfil auténtico de aquél que nació de 
él, que vivió en él, y además lo hizo por ella y para ella. 
Triana Eterna 
84 
LLORARA TRIANA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
85 
No llorad más por Triana, 
Ni llorad por sus corrales, 
Que es Triana la que llora 
Cuando nos ve tantos males… 
Y llorosa se pregunta: 
¿Dónde está aquella hermandad, 
Dónde el socorro, la ayuda, 
Dónde el placer de charlar 
Con las verdades desnudas? 
No, no llorad más por Triana, 
Llorad por vosotros mismos, 
Que tarde será mañana 
Dónde no habrá ni cariño. 
Que se nos fueron las fraguas, 
Es natural, ya no tenemos carbón; 
Ya no se enfría en el agua, 
Cambiamos al Electrón. 
Y nos desapareció el Herrero. 
No tuvimos sentimiento 
Cuando el mulo carretero
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
86 
Se cambió por el “Seisciento”. 
Paragüero, “Afilaó”, Hojalatero, 
Y hasta el Sillero murió… 
¿Por qué? 
Porque llenos de comodidad 
Comenzamos a tirar cosas 
En vez de darlas a arreglar, 
Pero, a orillas del Guadalquivir 
Aun nos quedan los Tejares; 
Que joven va por allí 
A conocer y enterarse. 
Que aun se embolsa con los brazos. 
Que aun se corta allí la “Pella”. 
¡Cómo llorar por Triana, 
Si la que nos llora es Ella¡ 
EL COMERCIO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
87 
ACROSTICO 
En el corazón conviven 
Lonjas de toda ventura; 
Cada época pasada 
O presente, y futura, 
Medirán con sutil gracia 
Esta tierra, como dura 
Razón y conocimiento, 
Castas de una estructura 
Intrínseca del Arrabal, 
Origen de su Cultura. 
EXPRESION 
Estuvo el Arrabal siempre
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
88 
Arrullado por el Río, 
Nanas que en el Caserío 
Fueron cambiando al compás 
De un exponente Comercio; 
Guadalquivir que en silencio 
Marcó toda una pauta 
Con los brazos de esta orilla, 
Para de forma sencilla 
Ofrecer al mundo entero 
Ese sabor mensajero 
De la gente de Triana; 
Máxima expresión que clama 
Su relación y principios 
En orden a sus Astilleros, 
Patrones y marineros, 
Y proveedores que encierran 
Al servicio de esta tierra 
Junto a la mano de obra, 
Oficios y profesiones, 
Inquietudes y rincones 
Del Corazón Trianero… 
Labradoras, hortelanos, 
Alfareros, artesanos, 
Y aquellos de la Ribera; 
Calafates, carpinteras 
Almas de una dedicación
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
89 
Integrada a esta orilla, 
Pero, no así a Sevilla 
Que afianzó una muralla 
De almenas y barbacana, 
Donde se mira Triana, 
Condenada Cenicienta 
A pesar de ser Despensa 
De tan torpes ciudadanos; 
Ella, Industria y Huerta, 
Sólo cruzará la puerta, 
Cuando siempre deseó 
Tener allí su Bandera, 
Y que no fuera quimera 
Su sentir Espiritual, 
Y que la “magna” ciudad, 
Como prenda de su armario 
Tuviera siempre al Barrio 
Sin tener que protestar; 
Pero, todo fueron “peros” 
Para que nunca el Trianero, 
Con ese Duende, Embrujo, 
Y esa Gracia sin igual, 
Pudiera algún día robar 
Parte de su protagonísmo 
Y un trozo de su belleza, 
Olvidando que es nobleza
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
90 
Lo que comerciará Triana, 
Desde siempre y para siempre 
Desde el fondo de su Alma. 
EL ENSANCHE
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
91 
ACROSTICO 
Laureola de colores 
Orilla la fiel cintura 
Seráfica de Triana; 
Bella guirnalda de flores 
Arrullando los olores 
Razón de su exuberancia; 
Río que corre en fragancias 
Invitando a ser vividos, 
O acaso sólo sentidos 
Según sean nuestras ansias. 
FRAGANCIAS
Santiago Martín Moreno 
Al igual que Sevilla, Triana hubo y ha de 
vivir de forma continuada su expansión hacia nuevas 
ubicaciones, nuevos núcleos o distritos para que esa 
población suya, que, por vía intravenosa o muscular, 
hacen que su savia sea alimento eterno para ese cuerpo 
de variadas y mágicas flores, en cuyo conjunto se aprecia 
la necesidad de su gente y la calidad de sus lugares en el 
aroma de sus encantos. Y es así como cada uno de ellos se 
identifica plenamente con esa flor natural que en el 
transcurrir del tiempo, dejó patente el sello de ese lugar 
donde la sensibilidad de su gente le fue dando su cariño, 
su fuerza y su recuerdo. Así y entre otros, podemos 
apreciar como esa cintura de Triana está abrazada por los 
brotes más hermosos de su floración… 
Triana Eterna 
92 
Barrio de la Voluntad. 
¿Quién te entiende sin geranios 
Bandera de Majestad 
En el frescor de tus patios? 
O a ti, Barrio del Turruñuelo. 
¿Quién no recuerda macetas 
Preñadas de clavellinas
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
93 
Acunadas en sus tiestos? 
Bárrio León, mi Barrio. 
¿Quién vive Semana Santa 
Sin gozar de ese Azahar 
Pequeña Flor del Naranjo? 
¿Y quién en noches de estío 
No se regaló jazmines 
En aquella Barriada Dársena 
Casi pegadita al Río? 
También besándole el Río 
Sevillano y Trianero 
El Clavel por Los Remedios 
Tan Clavo y tan pinturero. 
Que delicia de Amapola 
Cuando aires del Tardón 
Jugaban a mecerte en olas 
Entre trigales de Sol. 
También tengo en el recuerdo 
Aquella Dama de Noche,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
94 
Lugar de Santa Cecilia; 
Una razón de vigilia 
Por la fuerza de su aroma, 
Y es que a Triana se asoma 
Al llegar la Primavera 
Todo un ramo de dulzuras 
Que estrechará la cintura 
De su Gracia Arrabalera. 
EL ARTE
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
95 
ACROSTICO 
El Monte Pirolo. 
La Cava Gitana… 
Añejas esencias, 
Reaños de ciencias 
Templados al Aire 
En cantes y bailes. 
SEMBLANZAS 
I
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
96 
No quiero dejar 
La tonta laguna, 
En la que los cantes, 
Bailes y guitarras 
Se queden sin lunas 
En noches de farra. 
II 
Aquellas morunas, 
Pellizcos del alma 
Que un Salmo de viejos 
Al brote de un alba, 
Dejaban clavados 
En una Sonanta. 
III 
Despertares tiernos 
Que a orillas del Río,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
97 
Sevilla y Triana 
Reventó sentidos 
Con esos suspiros 
Que el alma desgrana. 
IV 
Mas el alma se empeña 
Sonando Triana, 
En querer ser dueña 
De aquellas mañanas 
Cuando las gitanas 
Los aires la sueñan. 
V
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
98 
Esos aires de Triana, 
Que con nombres y apellidos 
Por las noches se derraman 
Preñándola de quejidos, 
Dejando al “pairo” el latido 
En las venas de su Gracia. 
VI 
Bulerías, Fandanguillos, 
Los Polos, La Seguirilla, 
Martinetes, Tientos, Caña, 
Y esa otra maravilla 
Que es bandera en Sevilla; 
La Soleá de Triana. 
Como se puede apreciar 
En Triana vive el Arte 
Desde hace muchos años, 
Y gracia a esos reaños 
“Que aquí Sevilla pariera”,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
99 
Sólo de esa manera 
Se conoce el Cante, el Baile, 
El toque de una Guitarra, 
Sin olvidar el compás, 
Cuando en ese Cante Atrás 
Aparecen los Palmeros, 
Flamencos de mil luceros 
Dándole vida a la Fiesta, 
Incitando a las enaguas 
Que alrededor de una Fragua 
Roja como La Amaranta, 
Hará vibrar la garganta 
Con esa amarga dulzura, 
Causa de una circunstancia. 
“Viva por siempre Triana, 
Y el olor a Hierbabuena 
Que trasminan las ventanas 
De tus antiguas tabernas” 
ARTESANOS
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
100 
Ayer, hoy, mañana, 
Renovando su genio 
Triana es inmortal, 
Eterna y cabal 
Sembradora de Letristas, 
Alfareros, Ceramistas, 
Navegantes, Escultores, 
Orfebres, y esos Pintores 
Sed de esta tierra de Artistas. 
TIERRA Y TRIANA 
O
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
101 
De Agosto fue Mediodía 
Cuando una vuelta me di 
Por entre aquellos Tejares 
Donde sólo me perdí; 
Me perdí, y me encontré 
A orillas del Guadalquivir 
Donde quisiera volver, 
No por degustar aromas 
De Rosas de Pitiminí, 
Si no para contemplar cantando, 
Que en cuclillas, ya es decir, 
Está el Pilero “Embolsando” 
El Barro que descubrí, 
Y que el Cortador “Cortando” 
Lo modela a su sentir, 
Para que Canteador “Canteando” 
Al Sol de Mayo o Abríl, 
La luz los vaya secando, 
Y en mi pecho alborozando 
Nueva vida descubrí, 
Y nuevos aires besando 
A orillas del Guadalquivir 
Unas manos “modelando”… 
¡Con qué gusto me volví¡ 
I
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
102 
Cuando arrancas a la Madre 
Un trozo de sus entrañas… 
¿Qué sientes tú, Pilero? 
Te observo 
Bajo el plomizo Solano 
Como embolsas el Barro, 
Como si de mecer 
Entre tus brazos a tu hijo trataras. 
Mímalo Pilero del alma, 
Y mientras tanto 
Cántale tu Nana, 
Para que una vez modelado 
Y cocido después de cortado 
Pueda ver él su mañana. 
II 
Tus manos llenas de Amor 
Bailan sobre dulce “Pella”, 
Alisando superficies 
Que modelara la Gracia
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
103 
De un Duende que se llama “Corte”. 
Y es que Cortar la “Barrada” 
No es otra cosa que amar 
A la tierra y a su Alma, 
Y darle forma a una vida 
Dispuesta para ser “Canteada”. 
III 
¡Apilador…¡ Dime amigo: 
¿Cómo entre cuatro paredes 
Intentas dejar dormido 
A quien dormirse no quiere? 
Apilaste la Esperanza 
En una densa mañana, 
Y aquel aire de Bonanza 
La esparció por mi Triana.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
104 
IV 
Cuando los grises del Cielo 
Se están tornando en Azul, 
Ladrillos de Terciopelo 
Están cubiertos de Tul 
Sobre el Oro de su suelo. 
Y aunque sea un sin vivir 
Esa imagen Ladrillera, 
Nunca morirá ese sentir 
En la margen Trianera. 
Triana será el latir 
Que recordar yo quisiera 
A orillas del Guadalquivir. 
V
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
105 
Cárdeno toro fogoso… 
Por sacarle los sudores 
A los tacos que remansas, 
Y das vida, que no muerte, 
A lo que cuece tu entraña. 
Es la llama de tu Amor 
La que da vida a la rama 
Que después hecha cenizas 
Dará vida a otro mañana. 
SEMANA SANTA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
106 
ACROSTICO 
Siete cuchillos de Pena 
En mitad del Corazón 
Muerden con rabia la Vida, 
Abriéndole las heridas 
Nacidas del desamor 
A las Madres de Triana; 
Silenciosas Sevillanas 
A las que Dios otorgó 
Nada más que esa Amargura, 
Tan honda, tan de locura, 
Alrededor de Sant´Ana. 
OTRA FORMA… 
Semana Santa en Triana, 
Eres Música que suena 
En los perfiles del hombre
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
107 
Despertando su conciencia. 
Eres Torre de Sant´Ana 
Que erguida llora su Pena 
Sobre el Cielo de Sevilla 
Por el Dolor que la cerca. 
Redoblar de cascabeles 
Arriba en las azoteas, 
Cuando abajo son tambores 
Y el fluir de las trompetas, 
Los que tremulan pabilos 
En el Horno de su cera. 
Balanceo de varales 
Con bambalinas de Seda, 
Que en la Puerta de Triana 
Se funden con las palmeras 
Cuando se mueven airosas 
Con la brisa ribereña. 
Fanal que de Plata fina 
Con la más fina candela, 
Va dando luz a la calle 
Y decoro a las estrellas 
Para que aun brille más 
La Virgen que está en su puerta.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
108 
Semana Santa en Triana, 
Angostura de Canela 
Por donde pasa María, 
La Reina de la Belleza, 
Deslumbrando con su Amor 
Su Sacrificio y su Entrega. 
Antifaces de silencio 
Haciendo largas hileras. 
Arrastrares de alpargatas 
Sobre el raso de la piedra, 
Y besos de cirineos 
Bajo las trabajaderas, 
Haciendo dulces mecidas 
Con esa rima perfecta 
De las mejores estrofas 
Nacidas de los poetas, 
Rapsodas de Sueño y Luz, 
Trovadores de mi tierra… 
Semana Santa en Triana, 
Que bien me suena ese nombre… 
¡¡Tú nombre, que bien me suena¡¡
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
109 
V O C E S
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
110 
Capataces de Triana, 
Buscad la Plata dorada 
Que besando la madera, 
Levante la madrugada 
Y la suba a las estrellas 
Con repiques de Sant´Ana, 
Y allí junto al Girasol de Luz 
Que es el Sol de la mañana, 
Que llore Sevilla entera 
Azahar de primaveras 
Junto al llanto de Triana. 
LAS PENAS
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
111 
Pase de mí este Cáliz. 
Sumisa súplica al Padre. 
Cinco palabras de Oro 
A las cinco de la tarde. 
Cinco rosas que en el pecho 
De madrugada se abren, 
Y se convierten en cinco 
Rojos claveles de sangre. 
Temblores tiene este Barrio 
A las cinco de la tarde 
Cuando la Pena en silencio 
Le está diciendo que calle; 
Que enmudezcan las aceras, 
Que los balcones no hablen, 
Y que la música suene 
Con tintinar de alamares… 
¡Ay el Domingo de Ramos 
Cuando a Triana Tú sales! 
Haciendo de luz las sombras
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
112 
Que se abren en la calle, 
Y que buscando tus ojos 
Por los caminos del aire, 
Con una mirada tierna 
En tu mirada quedarse. 
Ya te llevan “pa” Sevilla, 
Pero en volver, Tú no tardes, 
Que estaremos mendigando 
Que el tiempo pronto se pase… 
¡Ay, mi Cristo de las Penas, 
Que sufrimiento más grande! 
ESTRELLA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
113 
Ayer tarde me embobé 
Mirando “pa” San Jacinto, 
Cómo la calle lucía 
Por que Tú, maravillosa 
Hacía Sevilla venías; 
Entonces salí corriendo 
Y en tú puerta me encajé. 
Vengo a ofrecerte te dije, 
El sueño de mi querer, 
El sudor de mi trabajo, 
La luz del atardecer, 
La oración de las aceras 
Y el brillo del Corazón 
Que se ahoga en la Pasión 
De saber la larga espera. 
Vengo a ofrecerte, Señora: 
La Brisa que luce el aire, 
La voz del Guadalquivir 
Cuando en silencio te habla 
Junto al Sol de la mañana, 
El aroma de las flores 
Y un coro de ruiseñores
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
114 
De Sevilla y de Triana. 
Vengo a ofrecerte, te dije, 
Los juncos de la ribera, 
La fuerza de la Saeta 
Y el reflejo de la cal 
Donde se mira la vida, 
Y un bálsamo, Hierbabuena, 
“pa” que a Jesús de las Penas 
Le cures Tú las heridas. 
SOBERANO PODER
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
115 
¡Ay Plaza de San Gonzalo¡ 
Que dolor el de aquella Rosa 
Que siendo la más hermosa 
No puede ir a su lado 
Como lo hace el Clavel 
Que endulza sus pies cansados, 
Y lastimera, y preciosa 
Sobre mi hombro se ha echado 
Para decirme nerviosa: 
Si no puedo ir a su lado, 
Me dijo estando entreabierta. 
Si no voy en los costados 
Endulzando su Grandeza. 
Si no aromo el desolado 
Aire de tanta Entereza. 
Si no alivio el atormentado 
Trasminar de su Pureza. 
Si no ayudo en el cansado 
Caminar de su Pobreza, 
Y si sobre mí, apoyados, 
No van sus pies con firmeza…
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
116 
¡Florecer¡ ¿Para que lo hago? 
Si así muero de Tristeza. 
SALUD
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
117 
Cantar a la Virgen, 
Hablar de Ella… 
De cómo llena mi Alma, 
Mis días, mi vida entera, 
Con ese lazo de Amor 
Que a su cintura me estrecha. 
De cómo es su Soledad, 
Esa Soledad eterna 
Aun a pesar de los hijos 
Cuyo cariño la llenan. 
De cuantas veces le rezo 
Como me enseñó mi Abuela 
Cuando era muy pequeño; 
Y de cuanto vengo a verla, 
Que es mitad de ese tiempo 
Que realmente quisiera. 
Cantar a la Virgen, 
Hablar de Ella… 
De cómo sus ojos dicen 
Que la ame, que la quiera, 
Que nunca me sienta lejos 
Porque siempre estará cerca 
Por si la necesitara
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
118 
Y encontrarla no pudiera. 
De cómo mi corazón 
Entre sus pliegues se enreda 
Y se llena del calor 
Que sólo la envuelve a Ella; 
Un calor que me da vida, 
Ese calor que sosiega 
Y que me llena de Paz 
En medio de tanta guerra. 
Cantar a la Virgen, 
Hablar de Ella… 
De cómo sus mejillas son 
Rosas de la primavera 
Cuando estallan sus colores 
En una tarde abrileña. 
De cómo su dulce aroma 
A toda Sevilla impregna, 
Y hasta el rocío del alba 
Cuando sus pétalos besa 
Son lágrimas de Nacar, 
Esas gotitas, esas perlas 
Que rodando por su cara 
Se hacen grandes, inmensas 
Como todo ese Dolor 
Que tras el Guipur encierra.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
119 
Cantar a la Virgen, 
Hablar de Ella… 
De cómo su Boca es 
El trozo de la Colmena 
Que guarda toda la Miel, 
Ese dulce que revela 
Que no existe otro Dulce 
Como los labios de Ella. 
De cómo cuando le miro 
Esa Boquita entreabierta, 
Se me antoja que me dice 
Que no me olvide de Ella, 
Que aunque Divina es Mortal 
Pero, por encima, Reina, 
Y yo le digo algo más… 
¡Madre de Cristo en la Tierra¡ 
Cantar a la Virgen, 
Hablar de Ella… 
De cómo sus manos son 
Como dos palomas tiernas; 
Una sostiene el pañuelo 
Entre sus dedos, la prenda, 
Necesidad de sus ojos
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
120 
Cuando sus ojos se quiebran. 
Manos sin mácula alguna, 
Nidal para la Inocencia, 
Las dos socorro y ayuda, 
Regazo para la enferma, 
Cobijo para el dañado, 
Descanso para las penas. 
¡Eres Salud en la vida, 
Como una Rosa fragante 
Que cura nuestras heridas! 
AZOTES
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
121 
Y la cal por las esquinas 
De pronto se quedó pálida 
Porque sufrió los reflejos 
De tu Figura Azotada. 
Y al encontrarse contigo, 
Y ante tu asombro, asombrada, 
Pidió que todo perfume 
Se uniera y la perfumara. 
Y así quedó convertida 
En una Flor Pura y Blanca 
Entre el golpe del azote 
Y la razón de tu Estampa. 
Cuando cerca de Sant´Ana, 
Que es nuestra Torre más alta, 
Amarrado Tú, pasabas, 
Se fue tiñendo de luto 
El metal de sus campanas. 
El Cielo se volvió Negro, 
Reflejo de la ignorancia 
Cuando tiras de ignominia 
Su golpe en Ti descargaba, 
Mientras Tú Imagen Serena
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
122 
Seguía y seguía callada, 
Llorando como esa cal 
Que es tu reflejo en Triana. 
VICTORIA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
123 
Jueves Santo de Triana; 
Tornasol de cruel tormento, 
Que caminando despacio 
Bajo el Cárdeno Firmamento, 
Siete cuchillos de Pena 
Le vienen mordiendo el Pecho; 
Siete puñales clavados 
Que derramando luceros 
Están bañando a Triana 
Por allá por los Remedios, 
Siete amapolas dormidas 
En aquel Trigal inmenso… 
¡No seas brusco, Costalero, 
Mécela suave al viento¡ 
Que no se despierte, no, 
Que esos filos tan abyectos 
Se irán clavando y clavando 
Con el vaivén de tu vuelo, 
Y llenando el Jueves Santo 
Con sus peores momentos. 
TRES CAIDAS 
Ya está pasando ése Dios
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
124 
Con la Cruz hacia Sevilla; 
Y un silencio que acuchilla 
Dejándonos atormentado, 
Comprimido el corazón, 
Se va abriendo los costados 
Porque cruzando callado 
Ése Divino Señor, 
Bajo laureles se agita, 
Y esa Sangre que palpita 
Escapando de sus venas, 
Es el Cáliz de Azucena 
Del que bebe la mañana, 
Haciéndola Soberana 
Llena de Amor y de Vida, 
Nazareno de Triana, 
Cristo de las Tres Caídas. 
De las Tres Caídas, Cristo; 
¡Cristo mío¡ 
Que hasta el calor de la noche 
Se está apagando en el Río. 
ESPERANZA 
Esperanza Marinera. 
Madre de Cristo y Hermana
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
125 
De ese Dolor siempre vivo 
En la Mujer Sevillana; 
Por eso llora Sevilla 
Junto al llanto de Triana; 
Y llora el Cielo y la Tierra, 
Y la noche también llora; 
Y llora la Blanca Luna 
Junto a las altas estrellas, 
Y llora el Sol de la tarde, 
Y la tarde también llora 
Como lloran nazarenos 
Bajo nazarenas ropas; 
Y lloran las cristaleras 
Como lloran los balcones, 
Como lloran las aceras; 
Y llora la cal del Nardo, 
Y llora la Rosa fresca, 
Y lloran esos gladiolos 
Junto al llanto de la cera; 
Y lloran claveles blancos, 
Y los rojos también lloran; 
Y llora la vida nueva, 
Y la vida vieja llora 
Contemplando en las paredes 
A la fiel Enredadera, 
Como lloran los geranios 
En las altas azoteas 
Viendo llorar los tejados
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
126 
Lágrimas de rojas tejas; 
Y llora San Juan Bautista 
Por que ya no está a su vera 
En el llanto de los ojos 
De la mujer Trianera; 
Y por llorar, lloran siempre 
En aquella larga espera, 
Hasta los ojos del Puente, 
Que lloran, lloran y esperan 
A la corriente del Río 
Trayendo sus blancas perlas. 
Por Sant´Ana, también llora 
El tañir de aquellos bronces… 
¡Ding, dong…¡ 
Campanas de Calle Larga, 
Campanitas de Pureza 
Que al Dolor de su Esperanza, 
Le lloran, lloran, y rezan, 
Como rezan los Costales 
Bajo las Trabajaderas. 
EXPIRACION
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
127 
¡Ay que pena más desnuda 
Viene cruzando la calle! 
Viernes Santo de Triana, 
Santo Viernes del Zurraque 
Que con esa Expiración 
Olores de muerte traes 
Silueteando el Misterio 
Que se dibuja en el aire. 
Por esa calle del mundo 
La pena viene adelante; 
Trae la boca entreabierta, 
Presta la vida a escaparse. 
En el pretil del costado 
Un venablo lacerante, 
Con pensamientos ruines, 
Inteligencias cobardes 
Ya está aguardando en el Puente 
Para en cuanto lo pasare 
Buscar entre los perfiles 
Aquel del dolor más grande.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
128 
El Arrabal de Triana 
Sin luz no quiere quedarse, 
Y mirando a las estrellas 
Tan dulces, tan rutilantes, 
Pide así por su Cachorro 
Que se esta tierra es el Padre: 
¡Señor Dios del Universo¡ 
Triana es “pa” quedarse, 
Y si es que ha de morir… 
¡Que se muera en otra parte¡ 
PATROCINIO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
129 
Cuántas lágrimas de Amor 
Vienen regando la esquina; 
Es el llanto que adivina 
Que sólo del Corazón 
Fluirá con su Esplendor 
Esa agua mortecina, 
Sudor y Sangre Divina 
Del Hijo en su Expiración, 
Patrocinio de Chapina. 
¡Da Patrocinio a la Cava 
Cuando pases por Castilla, 
Señora, con tú miráda! 
Para que no calle el verso, 
Que nace de las palabras, 
Ni se callen los tambores, 
Ni las trompetas que hablan 
De los cobardes traidores 
Que en horizontes de Plata 
Pusieron sus deshonores 
Sobre ignominias de tabla. 
Que no se calle ese Sol 
Que sus esplendores mánda
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
130 
Y que forma mil revuelos 
Sobre paredes de nácar. 
Que no se calle el lucero 
Que sale por la mañana, 
Ni tan siquiera ese Río, 
Ni la Torre de Sant´Ana 
Que si se calla la gente, 
Que si el Universo calla 
Todo se habrá consumado 
Y Dios se muere en Triana, 
Pero, no es como lo quieres… 
¿Verdad Señorita Guapa? 
Lástima que yo no tenga 
Con estas torpes palabras 
Posibilidad del cambio, 
Y que la historia cambiara; 
Para que Tú, Reina y Madre, 
Florecilla delicada, 
Estuviera siempre, siempre 
Junto al Hijo de tu Entraña, 
Aquél que parió la noche, 
Dicen que en noche estrellada, 
Cuando tu única Estrella 
Fue aquel lucero de ascuas.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
131 
¡Ay, Virgen del Patrocinio¡ 
Rosa que de Amor tronchada 
Fuiste regando amapolas 
Sobre mis cuartillas blancas. 
NAZARENO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
132 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Ibas cansado, deshecho, 
La Cruz hundía tu pecho, 
E imagino que el Dolor 
Sobre tus hombros de Dios 
Estaba tocando el techo 
Del profundo desamor. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
La Bondad de tu postura 
Dejaba ver la Amargura 
Con brillantez de fulgor, 
Reflejos de ese sudor 
Que rueda por tu figura 
Y te ahoga el Corazón. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Con esa Cruz de Carey, 
La clásica Cruz del Rey 
Que en el romano pretorio,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
133 
Cetro de palo irrisorio 
Te dieron para la ley 
Propia de un reino ilusorio. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Sobre tu Frente Divina 
Ruin manojo de espinas 
Quebrantaba tu Cabeza, 
Y Tú, con esa largueza 
Bebiéndote en cada esquina 
El Cáliz de la Tristeza. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Entre la Madera y Tú, 
Paño Rojo en negritud 
Por el sabor de la Sangre, 
Necios colores del hambre 
De una gente que sin luz 
Creyeron dañar tu Estambre. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Cuántas caídas calladas
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
134 
Tus rodillas laceradas 
Sufrieron por el sendero, 
Imagen que el mundo entero 
En su cabeza grabada 
Tienen de Ti, Mensajero. 
Anoche te vi pasar 
Nazareno de la O; 
Cuánta tristeza y congoja 
Del Amor que se deshoja 
Invadió mi corazón, 
Más una promesa, Señor: 
Acercarme tanto a Ti, 
Y que apoyes sobre mí 
Tu ropa de negritud; 
Y esa Corona de Luz 
Que la convierte en Sudario 
Cuando vayas con la Cruz 
Camino de mi calvario. 
O
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
135 
Viernes Santo… 
Atardecer de Triana, 
Ya el Sol le besa su manto, 
Sevilla besa su cara, 
Y el Puente, entre las orillas 
De un Guadalquivir de Nacar 
Toma el aire de la tarde 
Para ponerlo a sus plantas, 
Y que descansen sus pies 
En tan larga caminata 
Por los caminos del mundo, 
Por los caminos del alma, 
Pero, cuando está en Castilla 
La calle de más compaña, 
Cubren su paso de un llanto 
Más dulce que la manzana; 
Como el que pone Callao 
Cuando la tiene en su entraña, 
Y la va piropeando 
Hasta romper las gargantas. 
Por San Jorge, que delirio, 
Le cantan con tantas ganas 
Que apagan el griterío
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
136 
De una Altozano, gitana, 
Bañado de escalofríos. 
Pero, la Plaza es distinta 
Cuando en medio de ella está, 
Ya no la llaman Señora, 
Ya la llaman: Majestad… 
Virgen del O, Señora, 
Nombre tan sonoro y breve, 
Como aquél del corazón 
Que llenándose de Amor 
Hace tu paso más leve. 
Virgen de la O, Señora, 
Eres Tú, la Maravilla; 
Aquella Rosa de Grana 
Que Dios regaló a Sevilla, 
¡Pero, que puso en Triana! 
ACROSTICO 
Pasando el Puente se iba
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
137 
Azucena entre miradas, 
Lentamente, destrozada, 
¡Oh Dios¡ cómo la vida 
Mordiéndole las heridas 
Insistiendo le recordaba: 
Triana, que desgraciada, 
Aun siendo la preferida 
Desde que fuera nacida 
Encarnación, deshojada, 
Toda tu gente soñaba 
Retenerte de por vida, 
Ilusión que sin medida 
Ahogose en la madrugada 
Negra de aquella partida 
Al barrio de la Calzada. 
COSTALES
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
138 
Acróstico 
Con arrogante dulzura, 
Orgullo y Ley a la vez 
Sólo se entiende el Costal; 
Tan sólo de esa manera, 
A la que la Voluntad 
Lega siempre su bandera, 
Estandarte que aquí fuera 
Razón de todo ese Amor 
Oblado sin condición 
Sobre espartos de quimeras. 
ARRIBA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
139 
Súbelo contigo al Cielo; 
Con tus riñones, “valiente”, 
Que tú y tú Costal, Costalero, 
Sí sabeis lo que se siente 
Cuando emcumbrais el Madero 
Con mi Cachorro en el Puente 
DEBAJO 
Ve tranquilo, Costalero, 
Que se oigan tus pisadas 
Por este lado del Río; 
Y aunque ciega tu mirada, 
Tus pies irán “encendíos” 
Llevando el mejor “sonío” 
Por la Regia madrugada. 
LLANTO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
140 
Cómo lloran costaleros 
Bajo mieles de madera. 
Cómo lloran surtidores 
Por la frente Costalera. 
Cómo lloran los faldones 
Al compás de la ceguera. 
Cómo lloran las saetas 
Por veredas saeteras. 
Cómo lloran luminarias 
En el perfil de la cera. 
Cómo llora el Azahar 
En varal de primavera. 
Cómo llora la sonrisa 
De una cara rosariera. 
Tanto pesar, tanto llanto, 
Son las trompetas que suenan 
Anunciando los quebrantos
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
141 
Sobre el costal de tu pena; 
Y en tu tierra, Nazarena, 
Plegaria ciega y sudor, 
Rosario, Madre de Dios, 
Blanco color de Azucena 
Y Reina del Corazón. 
Fijadores, Costeros, 
Corrientes y Pateros; 
Cantadle al mundo que sois… 
¡¡¡El Sudor del Nazareno¡¡¡ 
AGUANTE 
Fueron días de Dolor, 
De sufrimiento y de llanto,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
142 
De desconsuelo y de Pena, 
De rachear de alpargatas, 
De cargar trabajaderas, 
De a ciegas subir el Puente, 
De echar la rodilla a tierra, 
De cargar con los riñones, 
De llevar a Cristo a cuesta, 
De el Izquierdo por delante, 
De llamarse entre Pateras, 
De marcarse los requiebros, 
De mil sudores de cera, 
De fajas muy bien fajadas, 
De “chicotás” de bandera, 
De costales encendidos, 
De plegarias lastimeras, 
De los silencios de Oro, 
De la “levantá” señera, 
De las Madres y los Hijos 
De la salida que espera… 
Que riñones con más arte 
Parió Sevilla en mi tierra… 
Cuando a mi tierra, Triana, 
La Semana Santa llega, 
Con el primer martillazo 
Ya está arriba en las estrellas,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
143 
Y allí, a la voz del Padre 
Que en oírse es la primera 
Se levanta “toa” Triana 
Y la gente Trianera… 
¡Ole la gente sencilla 
Que pariera mi Triana, 
Son las mejores cuadrillas 
Bailando por Seguiriyas 
Cuando están en La Campana! 
LA FERIA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
144 
La luz danzaba entre gasas 
Al otro lado del Río 
Fantasías sevillanas; 
En un momento de Gracia 
Recogió su Señorío 
Instando bailar en Triana 
Aunque lo hiciera descalza. 
POR SEVILLANAS 
I 
La Feria vino a Triana, 
Y hasta el mismo Giraldillo 
Se plantó arriba en Sant´Ana 
Gozando como un chiquillo.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
145 
Ahora dice que la Abuela 
Le pidió que venga siempre 
A cantarle a la Plazuela. 
II 
La Feria vino a Triana, 
Y peinetas y mantillas 
Se volvieron más gitanas 
Que las mismas seguirillas. 
¿Quién dijo que en esta orilla 
Iba a saber diferente 
La copa de manzanilla? 
III 
La Feria vino a Triana, 
Y se trajo de la mano 
Aquella hermosa mañana 
Al Duende más Sevillano.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
146 
Y es que sabe que su gente 
Lo espera en el Altozano 
Al otro lado del Puente. 
IV 
La Feria vino a Triana, 
Y la Gracia de Sevilla 
Sigue siendo sevillana, 
Pero con otra cosilla. 
Estribillo
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
147 
Por eso, cántame por Sevillanas 
Al “lao” del Guadalquivir, 
De Sevilla o de Triana, 
De noche o por la mañana, 
Pero cántamela a mí… 
EL REAL 
Sevilla y Triana, 
Ese gran ejemplo 
Dónde la armonía 
Se ve cada día, 
En cada mañana, 
Y es que la alegría
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
148 
Cuando cruza el Puente, 
No pregunta nunca 
De dónde es la gente. 
Como tampoco demanda 
Si viene o si va… 
¡Piénsatelo un poco, 
Así que más da! 
A veces es Sevilla, 
A veces es Triana 
La que pasa el Río, 
La que busca el agua, 
Y hasta las enaguas 
Que un día dormido 
Te quita el sentido 
Llegándote al alma; 
Y es que es otra cosa 
Esa fiesta airosa 
Con nombre de Feria. 
Feria de Sevilla, 
La feria señera 
Que en Mayo o Abril 
Te hace sentir 
La hermosa quimera 
De otra primavera 
Radiante y feliz.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
149 
No hace mucho tiempo 
Que nuestra Giralda, 
La sublime moza 
Que el Sol conociera, 
Regalaba airosa 
Sobre la ciudad 
Aquella silueta 
Guapa y primorosa 
Que dulce y preciosa 
Bañó el Arenal, 
Anillo Maestrante 
Tan suyo y galante, 
Rondeño y cabal, 
Del que fuera sueño 
Y más tarde dueño 
Ése Arrabalero; 
Y el Puente, y el Sol, 
De pura estampa torera, 
Ya cruzaba la ribera 
Camino de su Triana 
Sobre el hombro de su arte; 
Y Sevilla, parte y parte, 
Echó al vuelo sus campanas, 
Mientras la Abuela Sant´Ana 
En su alcoba secular 
Rezaba por Sevillanas. 
Y es que la Feria en Sevilla
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
150 
Si no tiene una corrida; 
Si no luce una mantilla; 
Una mujer Sevillana 
A la grupa de un caballo 
Mimosamente enjaezado, 
Y ese traje de volantes 
De mil lunares preñado; 
Si no armoniza el Albero 
Con potros de Rejoneo. 
Y por calles del Ferial 
No se siente el taconeo 
De la Jaca Jerezana… 
¡Lo mismo me da a mí ya 
Que quieran poner el Real 
En Sevilla o en Triana! 
TODO ES FERIA 
I
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
151 
Sevilla tiene que ser 
El frenesí y la ternura. 
Pasión y Feria de Abril; 
Ya no hace falta decir: 
Puerta de Amor y locura. 
II 
Sevilla, Oración de Fe 
Cuando cruza el Arenal, 
Y allí, un Rojo Oropel 
Que se convierte en Clavel 
Al ver a Cristo pasar. 
III 
Sevilla es un Palio Azul 
Celeste, Tabaco y Oro, 
Y un millar de bellas lunas 
Que en lunares de aceitunas 
Se lucen como tesoros.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
152 
IV 
Sevilla no cambiará 
Porque se venga a Triana 
Esa Feria que transforma; 
Lo entiende como otra forma 
De sentirse Sevillana. 
ESTRIBILLO 
Y es que las dos son así: 
Sueño, Flamenca y cristiana; 
Lindes de un Guadalquivir 
Al que le oímos decir: 
¡Viva Sevilla y Triana¡ 
LA FIESTA
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
153 
Lució de siempre Triana, 
Alfanjes de Seda y Oro; 
Filigranas que a los toros 
Inspiraban poderío 
Encumbrando escalofríos 
Sevillanos por España; 
Trianeros en sus entrañas 
Además de bien “nacíos” 
TORERIAS
Santiago Martín Moreno 
La Fiesta siempre ha estado pellizcando el 
corazón de Triana, hablándole en sus adentros, y eso es 
porque conoce su historia, y sabe que Ella sabe templar y 
mandar en cada uno de los momentos de su sizagueante 
caminar entre el ayer y el hoy; aunque una cosa está muy 
clara, salir por la Puerta del Príncipe y adornarse con el 
transcurrir, a hombros de la honra, por el Puente de 
Triana, de siempre a sido y será el acontecimiento 
Maestrante de la Sevilla Torera. 
Nunca tuvo Triana el “miedo” de que una 
Gloria Taurina como la suya se acabara; y es que Ella 
siempre estuvo al “quite” de parir de nuevo, para si no en 
una tarde o en otra, allí tener presente el desnudo más 
absoluto de su Torería; el único que puede contemplar el 
Guadalquivir desde las cercanías de sus dos orillas… 
Nunca dejó de marcar la pauta como 
aquella, cuando entre los dos brazos del Río, meció el arte. 
Primero, en aquella tan coqueta como atávica placita de 
toros que con el nombre de “Villapezcuezo” se 
encontraba en el Barrio León, en ese camino antiguo de 
“Las Erillas”, y la novísima, magníficamente portable e 
Triana Eterna 
154
Santiago Martín Moreno 
instalada siempre para la ocasión, en un anexo de aquel 
lugar legendario como fuera el conocido “Charco de la 
Pava” y en el que se encontraba la Venta del mismo 
nombre. 
Triana Eterna 
155 
MACHOS 
Desde la suela delicada 
Que va besando el Albero 
Hasta el rizo Azabache 
Que también da un beso al Cielo,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
156 
Está el hilo conductor 
De la energía torera; 
Esa sutil armonía 
Que guarda la Torería 
Entre zapato y montera. 
¡Qué estampa más Trianera¡ 
Le va diciendo ese Puente 
Cuando el calor de su gente 
Lleva Triana a Sevilla, 
Para que con su cuadrilla 
Y un paseíllo de ensueño, 
Se haga del arte dueño 
Que es lo que Triana sueña 
Cuando la luz Aljarafeña, 
Abriéndose en Grana y Oro 
Comienza a recibir a un toro, 
“Astado” con Santo y Seña; 
“Señá” de Señá Sant´Ana 
Que en su casa de Esperanza 
Reza por la Maestranza 
Con su color de manzana, 
Esa hora tan Gitana 
Que nadie puede negar 
Si en ella va a torear 
Un Alfanje de Triana; 
Un Torero, un Lidiador, 
Que entre Triana y Sevilla
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
157 
Cubre el Cielo con mantillas 
Del color del Giraldillo, 
Y después del “Paseillo” 
Y un capote de tormento 
Hacer volar por el viento 
Ese par de banderillas, 
Que adornadas o sencillas 
Marcarán ese momento 
En que música en el tiempo, 
Y el “brindis” más Maestrante, 
Dará entrada en ese instante 
A la más bella “Faena” 
Que Sevilla recordara, 
Cuando los dos, cara a cara, 
Midiendo el espacio a voces 
Nacidas de la Pasión, 
Van dejando el corazón 
Entre aromas de Amaranta, 
Franela y sangre cabal 
Cuando el arte Natural 
Fue citado por “derecho” 
Para cerrar con el “pecho” 
El don de la omnipresencia; 
Qué Triana con más ciencia 
Grabó España en esa piel, 
Y aunque no lo quieran ver 
Nunca podrán evitar 
El tener que contemplar
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
158 
Que piel de Toro ella es… 
Se consumó la “reunión” 
De la Faena Taurina, 
Y ahora quedan esas esquinas 
Que con nombres de las “suertes” 
Harán redoblar a muerte 
De tambores y clarines 
Sus aires de Maestranza, 
Y es que es mucha esta Triana 
Cuando a Sevilla se asoma 
Para llenar de palomas 
Blancas a esa Sevillana. 
Palomas que por Chicuelinas, 
Verónicas y reboleras, 
Abren la Puerta Torera 
Del “coso” más encomiable 
Que en España se pariera; 
Para que a hombros de Plata 
Cruce el Puente de Triana, 
Mientras que la Mejorana, 
El Limón y la Canela 
Perfuman esa “zapata” 
Cal y Gloria de Sevilla 
Y su Guarda Arrabalera.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
159 
Solo me resta añadir: 
Que esa es Triana y sus hombres, 
Y pedir que no se asombren, 
Que si a mal no se tomara 
¡Trianero se llamara, 
Que de todos ese es su Nombre! 
ROCIO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
160 
Requiebros dorados 
Ondean al viento 
Con mi Simpecado; 
Inicio de un tiempo 
Orbal y entregado. 
FE ROCIERA 
Carreta de Plata 
Lleva mi Pastora.
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
161 
Rocío del Cielo, 
Flor de Primavera. 
Jazmín de la Aurora, 
Blanca Mariposa. 
Clavel Marismeño, 
Bendita quimera. 
¡Rocío¡ 
Paloma Eterna 
Que entre el Oro del Trigal 
Eres la Amapola Tierna 
Del feliz peregrinar. 
Un sueño dorado 
Que mi corazón 
Quedó acurrucado 
Desde que a tu lado 
Me siento mejor… 
¡Rociera, 
Esa ésa la Fe Trianera! 
Un “bordón” de arena 
Suena en el camino, 
Como dulce Nana 
Al Niño Divino. 
Su Madre sonríe 
Viendo a los romeros
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
162 
Tocar las guitarras 
Como sonajeros. 
¡Rocío¡ 
Reina Inmaculada 
Que en Almonte eres Rosal, 
Y en el resto de los pueblos 
Una Rosa sin igual; 
Belleza Encantada 
De Luz y Color, 
Que en la madrugada, 
Ternura callada, 
Recibes mi Amor 
¡Trianera, 
Esa es la Fe Rociera! 
CANTAR ROCIERO 
I
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
163 
Un rosario de colores 
Forma nuestra caravana, 
Es como un ramo de flores 
Que partió desde Triana. 
II 
Guía despacio Boyero, 
Que los bueyes y las ruedas 
Hacen camino de Cielo 
Dejando al aire la huella. 
III 
Es cumplir con el empeño 
Sobre tierras Marismeñas,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
164 
Y elevar hasta los sueños 
A la Mujer Almonteña. 
IV 
Rocío, plegaria y llanto, 
Amanecer de candela 
Que arde bajo su manto 
Cuando saltan la cancela. 
ESTRIBILLO
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
165 
Rosario de madrugada 
Al que se funden los pueblos 
Y los caminos se abrazan, 
Se rompen los corazones 
Y se quiebran las gargantas. 
PLEGARIA 
Tiende tu manto, Señora; 
Tiende tu manto, Rocío;
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
166 
Tiende tu manto, Pastora, 
Sobre un Coro que te llora 
Porque sin Ti tiene frío. 
Tú, que en la noche Santa 
Eres vibrante candela, 
Aviva con tu sonrisa 
Las ascuas de nuestra entrega. 
Por la senda, eres sendero 
Que en el corazón acaba 
De todo aquél que se acerca 
A la puerta de tu Casa. 
Con las tierras del Condado 
Renuevas las alianzas 
En ese trago de vino 
Que refresca las gargantas. 
Por Marismeñas arenas, 
Aljarafes y riberas 
Dile a tu Niño que vele 
Por su gente Rociera. 
Por eso Tú, Bella Aurora, 
Serás siempre la Sultana
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
167 
Que el corazón atesora 
De este Coro que te adora, 
Y que vive aquí en Triana. 
Danos tu Fe y Confianza; 
Muéstranos tu Devoción, 
Y dinos como se alcanza 
A llevar las esperanzas 
De tu Nombre hecho Canción. 
PARA EL CAMINAR 
Hay Rocío de mañanas, 
Como Rocío de tardes 
Y también de madrugadas,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
168 
Que vuelven a ser Rocío 
Con el despertar del Alba, 
Cuando aun quedan rescoldos 
En las candelas del Alma. 
Un Rocío de mañanas, 
Cuando hierven los pucheros 
De la gente de Triana 
Con el café que da vida, 
Porque se hace en las ascuas 
Que la dejan florecida, 
Dispuesta para la tarde, 
Donde el Rocío es el tronco 
Que en la madrugada arde… 
¡Boyero, anda despacio¡ 
Que aun nos queda camino 
Hasta llegar a Palacio. 
De nuevo llegó la tarde, 
Y en ella desmesurada 
El reflejo de ese broche, 
Fulgor que aquella mañana 
Preparaste por la noche 
Y quemaste en madrugada. 
Yo nunca hice el camino 
Le dije a mi amigo Diego,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
169 
Más puedo ser Peregrino, 
Sólo, como Juan, el ciego, 
Que es capaz sin desatino 
De caminar como el lego 
Que hace grandes caminos. 
Para andar hacia el Rocío 
Yo no necesito arenas, 
Ni caballo, ni “charré”, 
Ni vestido, ni carreta 
Donde algún desaprensivo 
Se pone a dormir la siesta; 
Como tampoco los pinos 
Aunque tengan sombra fresca; 
Ni esa botella de vino 
Que hay que tener en cuenta 
Por que si está en el olvido 
No está completa la fiesta; 
Ni un cante con los amigos, 
Ni el calor de la candela, 
Me basta con mi Rocío, 
Ésa Virgen Marismeña 
Que se asoma a mis sentidos 
Cuando mis sentidos sueñan. 
Rocío, eres Rocío 
De mañanas abrileñas,
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
170 
Cuando todo escalofríos 
En Mayo Tú te despeñas 
En mi adentro hecha “quejío”, 
Y en esa hondura me enseñas 
Lo profundo del Rocío. 
Te estoy queriendo Rocío, 
Desde aquí, sin conocerte, 
Porque sin ser conocido 
Ni nunca haberte vivido 
Lo mío es también quererte, 
Y a aquél que te ha conocido, 
Porque contigo ha vivido 
Y llega por ti a la muerte, 
A ése Romero le digo: 
¡Qué suerte tienes, que suerte! 
LUCEROS
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
171 
Hay una Yunta de bueyes 
Paciendo en mi corazón; 
Es una par de sentimientos 
Que rumian mis pensamientos 
Triturando una pasión, 
Intuiciones que, desnudas, 
Me dejan el alma muda 
Cuando los siento a los dos 
En el pradal de mi pecho, 
Prado donde los helechos 
No están para alimentar, 
Y sí para ornamentar 
Un sitial de mil cojines, 
Y que una cantar de serafines 
Los duerman cuando me duermo 
Arrullándolos cual niños, 
Y en mis sueños, el cariño 
Que siento por estos bueyes, 
Los vea como a esos reyes 
Que carecen de ambiciones, 
Que no buscan pleitesía, 
Aunque sí me gustaría 
Que tanta terneza junta 
En el fondo de sus ojos, 
Se conviertan en hinojos
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
172 
Frescos como el pastizal, 
Alegres como la mar, 
Brillantes como los trigos, 
Y en su fulgor, dos amigos 
Que nunca dejen de estar… 
CRUCES DE MAYO 
Acróstico
Santiago Martín Moreno 
Triana Eterna 
173 
Clarín que a fiesta llama 
Redoblando melodías 
Uberrimas de aquel tiempo, 
Zarpazo a la Humanidad. 
Días llegados, estos son, 
En que corrales y plazas 
Mezclan gozo y bienestar 
Y así poder ver la Luz 
Otro nuevo comenzar. 
COMIENZO 
Niños de la Santa Cruz; 
Niños del tambor de lata 
Que ya piensan que la Luz 
Se lleva sobre alpargatas. 
Sobre el Blanco de la cal
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5º triana eterna

  • 1. TRIANA ETERNA (Poemario) Santiago Martín Moreno A la gente que de verdad siente a Triana. Es Triana esa candela en la que yo me quemaré siempre con ella.
  • 2. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 2 INTRODUCCIÓN Querido amigo lector, Cuando leas estas páginas Te pido de corazón, Desde el fondo de esta fragua Que veas este barrio hermoso, Este barrio de Triana, Desde fuera para adentro Hasta el fondo de su entraña, No con los ojos del cuerpo, Sí con los ojos del alma; Quiero que veas el barrio, Este Arrabal con sus cavas, Continúa renovación En esa lucha diaria Que se eleva hasta los bronces De la torre de Sant´Ana. Esta Triana de encantos, De lunas blancas de plata Dando color a la noche
  • 3. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 3 Con velos de madrugadas. Quiero que veas el Barrio Sin jaleos ni algazaras, Como canta en el silencio Cuando el silencio le canta Hecho ensueño de aquel sueño Feliz en la noche larga Bajo su cielo estrellado Por estrellas embrujadas. Esta Triana de sal Morena como su Esperanza Junto al río primoroso Donde quiso anclar su ancla, Donde el arrullo del aire La perfuma de fragancias Con aromas de jazmines Dejándola enamorada De Aquél Cabal de la Cruz, Aquél que Cachorro llama Y al que le reza en silencio Sin que se oigan plegarias; Sin que se muevan los labios, Sin que medien las palabras. Quiero que veas el Barrio, Como la tierra arrullada Por el dulce sentimiento
  • 4. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 4 Que es el arte de la gracia Navegando por su Río Bajo el Puente de Triana, Y a bordo de una barquilla Atracando en la Zapata. No tendrá ese señorío Que tienen las torres altas, Aquellas torres gemelas De aquella Plaza de España, Ni un Parque de María Luisa, Ni tan siquiera un Alcázar, Ni árabe Torre del Oro, Ni tampoco una Giralda A cuyos pies maestrantes Tiene Real Maestranza. Nada de eso ella tiene Ni tan poco le hace falta, Porque el centro de este Barrio, De este Arrabal que es Triana Es el clamor de su gente, Clamor y gozo hechos casta Por mil momentos vividos En su historia legendaria. Perdona que te tutee Pero, es la confianza
  • 5. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 5 Que me mereces si lees Estas últimas palabras; Y es que Triana es así, Sin brillos, sin joyas falsas, Que la esencia de su clase Es un pellizco en el alma. Nota: Que siempre florece Cuando el sol de la mañana, Ya camino de Sevilla Le va bañando la cara; Y esto no quiere decir Que en el Barrio de Triana Niegue alguna vez su gente El que sea sevillana.
  • 6. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 6 PROLOGO Triana en el corazón de Santiago Martín. Ese arrabal universal de la orilla derecha del Río Grande, al que desde siglos ha mentado la historia por el bendito nombre de Triana, es sencillo y humilde caserío que se siente feliz de ser cantado, protagonista de versos y de coplas, piropos y decires. Sólo su nombre provoca en la pronunciación el gozo sonoro de lo inefable:TRI-A-NA, amor silabeante que se abre como los arcos de su Isabelino puente en las orillas de los labios. Desde que la memoria se pierde en el corazón del tiempo, Triana ya existía en el corazón del
  • 7. Santiago Martín Moreno mundo; diosa mitológica, vega labrantía, aldeana rica de altos maizales, dorados trigos y pámpanos hermosos que habrían de someterse al claustro aljarafeño para, en el proceso de una alquimia tan hermosa como pura, ser mosto virgen en las calendas de Diciembre, en las que habita, como él, María Inmaculada. Sirvan estas líneas de presentación para hacer lo propio con el autor de estos poemas, también vírgenes y puros como el vino joven y enturbiado de un invierno de trajinantes lagares por nuestros pagos cercanos. Mentiría si os digo que Santiago Martín Moreno es poeta. Sería tan sólo una verdad a medias. Es imposible encajarlo en un cuadro de definiciones. Pinta, esculpe, habla con bravura; va de aquí para allá con un haz de sueños en las manos; sus ojos temblorosos, de tanta luz hendida, brujulea rincones, retrata minutos, roba en sus retinas –azules como la mar- momentos ciertamente irrepetibles. Pocos bohemios le quedan a esta vida como Santiago. Donde una flor de la intrahistória de Triana muere, crecen los vergeles de su pasión. Donde una palabra se marchita, él resucita un legado. Donde algo Triana Eterna 7
  • 8. Santiago Martín Moreno acaba, Santiago se convierte en un dios casero de creaciones. Me parece que fue mi maestro Luis Rosales quien dijo, en cierta ocasión, que muchos artistas cantan sin sonidos, porque les pertenece, enteros los propios del Universo. Tal vez sea así. Los sonidos de la bóveda trianera siempre han acompañado a éste andarrío de las soleras más profundas del arrabal. Hombres, vírgenes y cristos, amaneceres y ponientes, nombres e identidades, luces y sombras, esperanzas y tristezas, proas de conquistas y popas del pasado han corrido por una pluma guiada por el corazón, es decir, por la conciencia. Santiago se encuera en sus poemas, como el Juan Belmonte niño que daba pases a la luna de Tablada. Santiago se hace Adán de ese paraíso definitivo y límite de la vieja Tartesia. Santiago, sin pudores, ofrece su Alma a todos; se tira desde el vacío de las barandas de su puente o se clava en el madero de aquél paisano agónico que siempre expira en el Patrocinio. Romero de rocíos por el florido Mayo –perdón a Alfonso Grosso por su titular de urgencias-; marinero nocturno de redes y cucharas por las orillas que mojaron su piel en la zapata y que acariciaron sábalos, albures, barbos, y carpas doradas. Triana Eterna 8
  • 9. Santiago Martín Moreno Hombre del tiempo (del amor) por los aires de sus perfiles, por las esquinas de sus calles, por los frontis de unas fachadas que destilan su sangre en primavera por las venas de gitanillas y geranios. Así es Santiago y así se expresa, así habla, así canta, así nos cuenta su historia cotidiana, protegida siempre bajo el velo mágico que cobija una razón de ser, un sentimiento único, una raíz telúrica. Advierto a los lectores que no es un libro para leer, sino para sentir. Que no es un libro novelado con su clásica exposición, nudo y desenlace. Estos tres argumentos se encierran en la almendra de la palabra mágica de TRIANA. Creo que Santiago Martín Moreno - que me ha ofrecido el honor inmenso de ser su peón de brega-, lleva en su franela, grosella y oro, la verdad intimista de un arrabal que, miren por donde, aun convoca a los amigos a escribir de su suerte. Triana Eterna Emilio Jiménez Díaz En Abríl y en Córdoba. 9
  • 10. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 10 A MODO DE CARIÑO Me pide mi amigo de siempre, Santiago Martín Moreno, que le acompañe en esta empresa como si él no supiera andar solo. Insiste cuando quiero hacerle ver que mis palabras no añadirán un valor estimable a su trabajo de Poeta. Me pongo a su lado y es él quien me da sombras de versos. Es él quien viene conmigo cuando recuerdo cualquiera de sus poemas trianeros; los que duelen y los que elevan; los que enseñan y los que asombran. Eres tú, Santiago, compañero de tantas melancolías necesarias, quien nos das esta mano blanca y numerada a la que nos asimos cálidamente. Tú, tan generoso, no quieres andar solo por estas páginas, estos campos albos que fuiste sembrando de Amor. Te comportas como aquél que estrena una casa hermosa, pero que es incapaz de vivirla, de disfrutarla en la acariciante soledad de su satisfacción. ¿Quién no se ofrece “a modo de cariño” cuando éste, como un duendecillo aprisionado, anda entre nosotros hasta perder la noción del límite…?
  • 11. Santiago Martín Moreno Triana Eterna Angel Vela En Triana. 11 TESTIMONIO Nací en el Cuarenta y cuatro. Enero, fría mañana… Mis padres así lo vieron Asomados a la ventana Cuando hasta aquí se vinieron Desde su tierra Huelvana. Y entre los dos decidieron Ya camino de la cama, ¡Este será Trianero, A ver esa Gracia Serrana¡ Sus deseos se cumplieron Al amparo de Sant´Ana. De él, me queda el recuerdo; De ella, todas las ganas De seguir agradeciéndole Que me pariera en Triana. De Encinasola mi Madre, Y mi Padre de Aracena,
  • 12. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 12 Mi corazón de Triana, Qué sangre tienen mis venas. TRIANA Toda ella es tolerancia, Resignación y sacrificio, Incluso cuando de oficio Atacan su ser con ansia, Nunca es la beligerancia Arma de su frontispicio.
  • 13. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 13 COMENZAR Triana… Voy a pedirle a los cielos Que le digan a los soles Que pongan en tus pestañas Un rimel con sus fulgores, Porque en los ojos hermosos Del Barrio de mis amores Se guarda todo el frescor De jóvenes y mayores Que hicieron posible un día Paisajes de resplandores. Todo comienza en Triana Con la luz de unos faroles Que en la aceras del Puente Son mañana, tarde y noche,
  • 14. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 14 Guardianes de crecidas Y de ensueños, soñadores; Y es que en Triana se sueñan Mil cantos de trovadores Cuando se pasea el agua Con el beso de sus hombres. Y todavía dice alguno Que no es de los mejores, Cuando este Barrio, que es único Entre los barrios del orbe, Mira con altanería Hacia la ciudad más noble, Y le dice que no envidia Ni su gracia ni su porte Porque él Gracias a Dios Tiene Arte, Duende y Corte.
  • 15. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 15 DOLOR Y GOZO Triana, mirándose abierta, de par en par sobre el espejo de su Río abierto, marcando historia con los trastes de una guitarra cuyas fronteras son: el Duende, la Gracia, el Arte, el Embrujo… Y aun dicen por ahí que aquí no se trabajó nunca. Algún amigo lector estará pensando: ¡no ni “nᔡ, “Vamos que no hay que “trabajá” “ná” “pa” “sé” Duende, “tené” Arte y Embrujo y encima hacerlo todo con Gracia”. Triana, preñada de esa luz dorada que la penetra cada mañana depositando en su seno el maravilloso semen de la belleza, semilla de amor Blanco como fruto inapreciable, Azahar pequeño y hermoso, alimentado en las venas de sus naranjos en flor, repetitivos y fieles al compromiso que hace posible que desde sus entrañas pronuncien su nombre cada Primavera y en la que al confundirse con el incienso, hace nacer y renacer cada año un hermoso nidal de almas para una
  • 16. Santiago Martín Moreno Semana de Pasión, para la que Triana es a su vez aroma de Amor, plenitud de densidad, idéntico y fugaz. Triana, abrazada por tantos y tantos romances; encantada junto a su Río cuyo canto se oye bajo los cimientos de patios y corrales como perenne saludo de aquel mismo sentimiento de dolor y gozo, Río bajo un puente ayer hecho agua de vida agónica, aunque siempre perdurable por los siglos de los siglos, pero con permiso siempre de alguien… Triana, crecida y recrecida, alzada y realzada sobre sí misma, haciendo simetría ascendente de las más quebradas ideas que nunca quisieron saber de su esbeltez. Porque su figura dañaba. Porque su encanto perturbaba. Porque su Arte eclipsaba. Porque su Embrujo arrasaba. Porque su Aroma embriagaba, y porque su Gracia marcaba una frontera en la que sólo decir su nombre, Triana, sólo su nombre bastaba. Triana, llena de cambios, pero siempre resurgidora de entre sus propias cenizas, producto de tantas y tantas incomprensiones, todas ellas, abono que el buen hacer de su gente convirtieron en material de reconstrucción perpetua, para que nunca desaparezca la hermosura de su Corazón Artesano, de su mente de Poeta Triana Eterna 16
  • 17. Santiago Martín Moreno y de su Alma soñadora, atrayendo, excitando e incitando desde su más profunda y accesible trascendencia. Triana, Corral donde cualquier superficie espejeada se transmuta en azulejo plano, vidriado, a la cuerda seca… Arcilla de Oro y Cielo Azul que se funden y se confunden en su timbre de ángel, con el rachear del esparto y el sudor bajo la madera, cuando por la calle Larga su contacto cubre de algodón y miel el asfalto de la madrugada. Triana, siempre viva, pero como siempre, también temerosa de que su sabia se le escabulla por entre los dedos torpes, por culpa de una siesta de Verano. A ella que con su calor, su sudor y sus lágrimas forjó el hierro de sus propias cancelas para que estuvieran siempre abiertas. De sus alcayatas, para que quien viniera a visitarla tuviera un lugar en donde colgar su abrigo, simbolizando con ello su ofrecimiento a que estuviera aquí el tiempo que quisiera. Que aró campos y sembró los más hermosos trigales, haciendo nacer en ellos el regalo de las más doradas de las espigas. Que de la tierra, entre sus manos, dio cuerpo a la finura, sublimó el hogar hecho maceta para la hermosura de unos claveles, y que los pintó con el Rojo de las bocas de los hornos de sus tejares, y con el Blanco de un Amor que siempre deseó darse, pero darse para siempre… Triana Eterna 17
  • 18. Santiago Martín Moreno Triana, no sabe de odios, ni de rencores, pero si sabe de engaños y desengaños porque los lleva como cristales en medio del Corazón, desde siempre, y aunque llora a los que la maltrataron o la olvidaron, como Madre Corralera que es, tiene en su delantal dos bolsillos tan llenos de bondad que aun hay hasta para los que quisieron y no pudieron… Triana, Arrabal añejo, y de extraordinarias exuberancias, de sorprendente luminosidad y hermosura únicas, por ser Ella porción intrínseca de la Sevilla eterna; de Gracia seductora, y encantos encantados sobre el bellísimo Río de su singular donaire. Triana, relieve de besos en los perfiles del Azul de su techo incomparable; realce Alfarero en el Crisol de su más antigua Artesanía; poema del sentimiento, y prosa de la lengua Universal que gira siempre alrededor de su belleza. Triana, multiplicidad de míticos destellos al amor de su cautivador Embrujo, que quiso enriquecer con lo natural de una Primavera única el embeleso de su suelo, cuando alfombrado de pétalos blancos, hizo que se convirtiera en la novia guapa de ese mundo que, una vez conocida, ya no dejará de amarla. Triana Eterna 18
  • 19. Santiago Martín Moreno Triana, por sus hombres, amante del más dorado de los alberos en conjunción poética con el Nardo de sus paredes, cuando son ungidos por el tierno sol de la mañana; de ternuras vaporosas en las transparencias veladas de su luna Abrileña; de idilios hechizados tras las celosías, como fieles armonías de arrullos entre la sombra de sus patios y el frescor de su entorno. Triana, copla rimada sin medida en el florecer de su eterno florecer, exacto cumplidor en el anual estallido de su virtuoso colorido donde poder encuadrar el Amor de su gente, el aroma de sus calles y de sus casas, la luminosidad de su ambiente, y lo sublime de su Río, manantial de musas entretejidas en las redes de sus artistas, sus escritores y sus poetas. Triana, nidal de culturas discutidas, pero siempre aceptadas; nombre de Barrio entre los nombres como el más Universal de los renombres; comienzos de un brillar en los que la realidad se supera día a día, por ser Ella la que impregna de armónicos destellos hechos música, los cantares que desde tiempo ancestral caminan entre los cielos de una pasarela de fulgores cuyo título maravilloso fue llamarlo Puente de Triana, paso obligado de la Gracia Sevillana, y ya me da igual si los andares son de aquí para allá, o de allí para acá. Triana Eterna 19
  • 20. Santiago Martín Moreno Triana, trovadora del aroma del Clavo en el Clavel, reventando los sentidos; guardabrisa de flores endulzando el pasear, y guardiana jardinera de geranios y jazmines que, sobre el brillo de una bandeja, embellécen recreándonos la vista, o refrescando el moño de sus mujeres en las calurosas tardes-noches de un Verano de auténtico privilegio… Triana Eterna 20
  • 21. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 21 DECIR, CANTAR… Decir Triana y Sevilla, Cantar Sevilla y Triana, Es aquella maravilla Que tanto el hombre soñara. Es, el Clavel y la Rosa, La Clavellina y la Albahaca, Aquella bata de cola Bailando sobre sus enaguas. Y si Betis es la del agua, San Jacinto es una llama, Pagés del Corro la Fragua, Y Altozano una gitana; Alfarería, de alfares, Pureza, la Calle Larga, Castilla, toda lunares
  • 22. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 22 Cuando el Rocío cabalga. Mis calles están preñadas De sentimiento y de Arte, De sencillez y de fama, Vaya una por delante Que a grande ninguna gana Porque sin ser de Almirante, Ni tener gran relevancia, Fue la del primer navegante Que vio tierra Americana, Y por ello es importante Mi Rodrigo de Triana. Triana, ejecuta su obra con la Arquitectura de la Palabra. Con el ingenio de su Gubia da vida a la madera muerta. Hace de carboncillo una línea Real y brota la Pintura más hermosa que pudiera emanar de sus lunas y sus bronces. Calienta el ambiente llegada la Primavéra con el sonido inconfundible de unas castañuelas, después de haberlo regado con el frío ancestral de la ausencia, y con el aroma adormecedor de un incienso a los pies de un Gólgota hecho Cachorro,
  • 23. Santiago Martín Moreno punteado en Rojo Clavel, en ese último esfuerzo por encontrarse con el nuevo brote de su Tronco roto. Triana, sienta cátedra de su auténtica verdad, una verdad en cuyos matices no se aprecia la imposición, sus claro-oscuros sólo ofrecen, invitan a todos, a que se la visite, a que se la conozca, se llegue a ella, sin embargo, no es menos cierto, que muchos preguntaron a lo largo de su historia, ¿Pero, que tiene Triana, que hay en Triana para poder ver? Y yo inmediatamente respondo: ¡Para ver… nada¡ Triana Eterna 23 Triana es un sentimiento Que hay que sentir en el alma Cuando se pisan sus calles Y con su gente se habla. Cuando se aspira el aroma De la Bondad y la Gracia En los balcones del Betis Hechos jazmines de agua. Sentir la pisada eterna Por algunas de las cavas.
  • 24. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 24 Sentir aquella cancela Como al oído te habla Con un son de Martinete Que en el tímpano se clava. Hablar con el Corralero, Cada pálpito una hazaña De cómo luchó en la vida Por la vida de Triana. Y de cómo su mujer Corralera de la Cava, Un delantal de trabajo Y un churumbel a horcajada, Lleva de siempre una espina En medio el pecho clavada. Pero, mírala a los ojos… ¿Ves tú algo? ¡No ves nada¡ Ni nunca se podrá ver Más que una sonrisa ancha, Que su pena es para ella Y por eso es de Triana. Sin embargo, aquí no oirán Más que el silencio que es Oro
  • 25. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 25 Con respecto de la Plata, Que es la promesa vacía Con que llenaron sus arcas. Ni tampoco como muchos Intentaron saquearla; Ni decir que de esta tierra Mucha tierra se llevában “Pa” levantá una muralla, Y luego… desampararla. Por eso, a los que preguntan: ¿Qué se puede ver en Triana? Yo le contesto enseguida: ¡Aquí no sirven tus gafas Por mucho aumento que tengan Ni aunque estén bien graduadas¡ ¡¡Cógete tú el corazón, Y si es posible el alma¡¡ Así y en honor a esa verdad llena de matices, no podemos negar como Triana se pasa la vida temiendo a la muerte, porque sabe de cómo duele la sangre joven cuando hierve sobre el filo de un cuchillo blanco; de cuando la negrura se hace presente una mañana en el rostro del hijo que se quedó sin trabajo, o de
  • 26. Santiago Martín Moreno cuando la amargura más profunda cercena con su torpe guadaña la alegría de un Corral, sobre el negro caballo, aviso del desahucio, del abandono sin posibilidad alguna de, al menos, poderse quedar en la tierra que le vio nacer… Triana Eterna 26 “Corrales y corraleras, Cantadle al mundo que sois EnTriana una leyenda”. Y se nos fue el de la Ciega; El del Laurel, los Molinos, Aquel de la Penitencia, Y el Corral de Chamusquino… ¡Ay! Corral de Chamusquino, Que allá por Pagés del Corro Fue del Aromo vecino; El de Platero en Castilla, En Pelay Correa en Nuevo, Y en la Cava el de la Hormiga. Y “pa” no alargarme mucho… ¡Atarazanas, Judíos, Os llevamos en el alma Con “tos” los cinco “sentíos”! Fragmento del Pregón de la Velá Realizado por el autor.
  • 27. Santiago Martín Moreno Así la vieron, así la vemos, y así la verán porque ella es ejemplo infinito de tesón tierno. Orgulloso flamear de su manera de ser, de cómo hay que caminar, aunque cada uno de sus días se vayan tiñendo de ensueños que hagan crecer barreras para que no se puedan ver las heridas de una historia que continúa desgajada del fértil tronco de la historia misma. Triana, vivirá eternamente confundida a la vez que reconciliada con el dolor y el gozo. Vivirá asustada y sonriente, y del revuelo de unas enaguas veremos como se desprende todo un abanico de los más puros colores para hermosear aun más las transparencias de un encaje de mantilla. Y así como el sol de su atardecer canta el silencio de la Plazuela, y arriba, por entre las nubes se oye el susurro de sus campanas en la alcoba secular de sus ensueños, Triana se torna aun más tierna, más esperanzada, y mirándose en el espejo de sus paredes deja reflejada en él una sinceridad que hará brotar el llanto fino del Cielo, hecho ahora un rocío de madrugadas eternas. Triana Eterna 27
  • 28. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 28 ETERNIDAD Triana, dulce sueño que me iza A la altura máxima del Azahar, El Jazmín o la Enredadera. El nombre de este sueño, Me invoca a surgir de la noche Abrileña, y verme por su “Zapata” Buscándome incansable, Y encontrarme a mí mismo, Contento y feliz Junto al Duende de la ciudad Siempre recordada… Y es que desde este sueño hermoso, El bello nombre de Triana Es para la eternidad. Cuando en la noche La luna se escapa entre los árboles,
  • 29. Santiago Martín Moreno Triana no huye, permanece Tranquila y serena A orillas de su Guadalquivir, Y a la sombra inmadura de su parque, Sintiéndose de aromas soñada. Triana Eterna 29 Entónces , su Alma se desborda, Y ríe, y se encarama A la azulejería dorada de Sant´Ana. Y cuando la veo allí, Esta vieja tristeza que mi pecho Colma algunos momentos, Surca las a veces tranquilas Aguas béticas, Y me llena los ojos Del bello paisaje de la Vega Trianera. Y Triana, Siempre moneda Real; Una cara Semana Santa, La otra Feria, Aunque siempre fiel a su metal De alegrías fundidas En la Fragua del Corazón Trianero, Y alimentada con el eterno Fuego De su cante…
  • 30. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 30 No, no puede reprimir su aurora, Y la tarde Abrileña Se convierte en novia De medias lunas Y mora de sol morena, Para que el mundo sepa que Ella, Estará siempre ahí, Dispuesta a darse a todos aquellos Que quieran disfrutar De sus encantos…
  • 31. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 31 ACROSTICO Lugar de separación A civiles y gitanos. Cuéntanos hoy la historia, Rimando con la memoria Ubérrima de aquel Aria, Zaguán de la antigua Ermita. De nombre La Candelaria. En compás de San Jacinto, Símbolo de Humilladero, Al fin de Santo Domingo Nació de nuevo a la vida. Jaculatoria prendida Al Amor de aquella gente, Cabal, sencilla y valiente, Inclita de un Arrabal Natural de un sentimiento, Tallo que brotó en el tiempo Orgullo de su Verdad.
  • 32. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 32 MADRE Un rincón en cada calle, Y en cada acera el amor Para vestir el detalle De colocar un balcón Hecho de fraguas reales Que al compás del corazón Prende al Barrio por el talle. Como los Cuatro Cantillos Que es la Cruz de los alfares, O la Plazuela Sant´Ana Con otra Cruz de Arrabales, Sin olvidar esa Cruz Que es la Cruz de los Cabales Y en la que expira el Cachorro Llenando de vida el aire. Y es que Triana es la Cruz Que se clava en el socaire, Para gritar a los vientos Aunque no la oiga nadie, Que son duros sus lamentos Como duras sus verdades.
  • 33. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 33 Pero Ella en sus adentros Y el mundo entero lo sabe, Lleva clavao el sufrimiento De los hijos y los padres, Que son los padecimientos Y sufrires de las madres. Y tú eres Madre, Triana, Que repartiste a raudales Amores, penas y risas, Pasión, Sentimiento y Arte.
  • 34. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 34 CANTARES ¡Te estoy cantando, Triana, Al tiempo que estoy pensando, Qué te cantaré mañana¡ Mi ensueño es quererte mucho, Amarte a ti más que a nada, Y entregarte el sentimiento Que puro anida en mi alma. Ponerlo a tus pies de Reina, Como un esclavo con ansias De ver siempre a su Señora Fresca como una Manzana. Dulce como aquella Miel Que las abejas trabajan Cuando de aromas las flores Para ti quedan preñadas. Verte hermosa entre mil soles, Entre mil espumas claras, Y espumas y resplandores Te hagan mil alas blancas;
  • 35. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 35 Que te lleven por los aires Y por los aires te traigan Una vez más del el Cielo Cuando el Cielo te reclama, Que se quejan las estrellas, Que están apesadumbradas Porque viniste a la Tierra Y te trajiste su Gracia. Quererte mucho es mi ensueño. Amarte siempre mi ansia, Y sentir en mis adentros Como tu sutil fragancia Alimenta mis suspiros Cuando estoy en tus entrañas.
  • 36. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 36 TODO EN ELLA Y ELLA EN TODO Sevilla sin Triana No se entiende, Porque son como ese amor Que en todas partes Se enciende, Sin embargo, aquí, En el Barrio de Triana Es diferente, Aquí se encendió una vez Y se quedó para siempre. Porque en Triana el amor Está en el aire, en el Río, En la esencia de su gente, En el ¡ay¡ de su quejío. Muy dentro de la Zapata, Dentro de aquella muralla, Dentro de unos ojos negros Y de su hermosa mirada.
  • 37. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 37 En la Fragua con su luz, En un canto de campanas, En la forja de la Cruz Que vive arriba en Sant´Ana; Y como dice el Poeta En esta tierra Gitana… ¡Si le quitamos su gente, Su Río y sus espadañas, Sería un barrio cualquiera En cualquier lugar de España¡ Es Amor y es fundamento De su Duende y de su Gracia, Amor que vagó una noche Por las calles de Triana Cantando un sueño de glorias Con unas voces quebradas.
  • 38. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 38 AIRE Triana fue hecha De Geranio y Hierbabuena, Del aroma del Clavel Y el sabor de la Canela, Con una Cava Gitana Y otra Cava tan morena Como el ascua de la forja Que forjara a sus poetas. Cuando estoy en San Jacinto Donde la brisa se aquieta, Me embobo mirando al Puente Porque allí se vuelve inquieta Con el vuelo de gaviotas Mostrándonos sus destrezas. Miradla como se aúpa Sobre el hombro de su pena, Para decirle a los vientos Con repiques de Flamenca
  • 39. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 39 Que está lleno su paisaje De carruseles de feria, Cuando la feria es la Gracia Y esta una Gracia risueña. Desde el aire, silueta De figura que embelesa; Desde el suelo, Miel, delirio Que se sube a la cabeza. También tiene una Torre Mirador de las estrellas Por donde juegan las nubes Al escondite con ella, Y hasta el brillo de sus bronces Hechos campanas de seda Lanzan fulgores de Oro Por tejados y azoteas. La Cruz que pregona arriba Cual cascabel de grandeza, Escúchala como dice Que abajo lo mismo reza.
  • 40. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 40 Triana, siempre Triana, Sin gaitas, sin panderetas, Que hasta el silencio del Río Despierta a las horas muertas Para hacerla siempre viva Y que vivamos con Ella. Eso sí, del arrullo de una copla De Amor tras una cancela Da testimonio una flor Que vive en una maceta.
  • 41. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 41 MIMOS Triana, La luz te tiene por hija A la vez que por hermana, Del encanto eres la novia, De la noche la mañana; Del tiempo eres la historia Que de tu saber emana Y llenar así, de Gloria A la tierra Sevillana. Ceramista y Alfarera Del ingenio y de la Fragua, Pescaora, Cigarrera, De alegrías Cantaora Y hasta del toro, Torera, Por siempre Trabajadora, Y por vida Trianera. ¡Ay que mimarte Triana Quiera la gente o no quiera¡
  • 42. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 42 ABA TRIANA ¡Ay, Barrio de Triana¡ De mis ojos maravilla; Eres tú cuando engalanas El que embellece Sevilla Con repiques de Sant´Ana. Con tus ribereñas aguas Volando por el Aljarafe, Como bailan las enaguas De las gitanas de anafe A los gitanos de Fragua. El pensamiento derrama Unas lágrimas perladas, Que al vertirlas en Triana Y en su Collación callada Son la honra Sevillana.
  • 43. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 43 AUSENCIA Ayer tarde yo pasaba Por la esquina de tu calle, Estaba ladrando un perro, Al parecer no había nadie; La calle del abandono. Pensé de pronto en llamarle, Pero, miré alrededor Y sonriéndome el aire Me sugirió que mirara Por donde no mira nadie, Si es que nadie se enamora De ese algo o ése alguien Que bebiéndose las horas Hacen que nunca sea tarde. Ayer pasé por tu puerta, Tenías echada la llave, Estaba ladrando un perro Pero no lo oía nadie… Era la calle del viento, Aquella calle Tejares.
  • 44. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 44 FLORECER TRIANA Triana… Si consigo dejar una sonrisa Para que alguien sea feliz, Florecerá mi Agua Triana… Si consigo dejar un ejemplo Para que alguien sea feliz, Florecerá mi Agua. Triana… Si consigo dejar un consejo Para que alguien sea feliz, Florecerá mi Agua. Triana… Si consigo dejarte un poco De ese tanto que tú me das, Florecerá mi Agua En tu Agua.
  • 45. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 45 LA NOVIA DE JUAN “REMATE” Desde la mata de Negro pelo Como noche de locura acuchillada Por el “quejío” de un cante, Hasta los talones nerviosos Por el repique de castañuelas Sacado de sus viejos zapatos, Era la novia de Juan “Remate” El orgullo de Triana. Su frente, desafiante, Y sus cejas, dibujadas Con pinceles canasteros, Hacían vivo contraste Con ojos Negro Azabache, Como candelas vibrantes De capotes de toreros. Del Rojo del Clavel su boca; Su sonrisa de primavera y color;
  • 46. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 46 Cuello enjuto de potro que desboca El aroma suave de su flor. Su pecho… ¡ay, su pecho¡ Como dos toros miuras A las Cinco de la tarde, Asomando por los tercios De miles de lunares hechos. ¿Y su cintura…? ¡Dios mío, su cintura¡ Pero si aquello era un mimbre Mecido por el Guadalquivir Cuando en su fondo se siente El palpitar de su Barrio. Escultores, pintores y alfareros Que tan alto hubisteis de subir Para lograr las ideas que nacieron Y poder esos encantos producir.
  • 47. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 47 ABANDONAR TRIANA Qué pena me da, Triana, Cuando tus hijos, Triana, Tienen que cruzar el Puente Para ya dormir mañana Sin el calor de su gente. Y aquí, sobre la Zapata, Cuando los veo cruzar El corazón se desata Y partiendo el lagrimal Al Río vierte su agua. Maldita sea la suerte Que los obligó a dejarte, Que martirio no tenerte, Más que regalo el amarte.
  • 48. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 48 No consolarme diciendo Que sólo cruzan el Río; Ya sé que es sólo un momento Pero los quiero al “lao” mío; ¡Ay, calle de San Jacinto, ay, hermosas cavas mías…¡ ¡Camino Real y Larga¡ ¿Dónde irán sus alegrías? Sólo te pido Triana Que vuelvan aquí tus hijos, Que me los traigan mañana, Que mi Alma y su entresijo En la espera se desgranan.
  • 49. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 49 MUDA SE QUEDO LA CAVA Mudos quedaron los yunques, Y enmudecieron los sones; Los tañidos se rompieron Y se quebraron los bronces. El color de la Aceituna Se confundió con la noche, Y aquel cuchillo de luna Que se quebró en el recorte Rasgó el requiebro en la Cava Para apagar nuestros soles. Silencio de Guadalquivir, Cíngulo de Plata y hombre, Donde la Fragua al herir Cuerdas de blusa y escote Dejaron mudo el sentir De guitarras y arreboles. Mudos quedaron los zapatos, Y enmudeció hasta el Corral, Cañaverales gitanos Que tenían que callar…
  • 50. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 50 ¿Qué le hicisteis a los vientos Juncos de mirada altiva? ¿Cómo se quebró el concierto, Quién os rompió allá en la orilla? Dejó de bailar la noche Sobre aquellas aguas limpias. Muda se quedó la Cava Muy cerca del Altozano, Por donde amarga mañana Se escapó de nuestras manos. Ya no se oyen campanas Ni en los yunques martillazos, Ya por allá, por la Cava Mudo quedó el zapateado, Y el Moreno de Azabache Que mimbraba su canasto, Ni la blusa de lunares Como recuerdo ha dejado. La tarde ya se ha dormido Alrededor de Sant´Ana, quiero Soñar que se ha ido Para regresar mañana.
  • 51. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 51 MIRANDO “PA” DENTRO Pero no quedó tan muda Como alguien deseara, Y así la gente del Barrio Echa al aire sus gargantas “Pa” demostrarse así misma Que aun le quedan agallas. Que no se nos muere el Barrio; Que este Barrio no se acaba Porque tiene tanta vida, Tanta fe, tanta Esperanza, Que sigue pidiendo a voces Lo que siempre le negaran, Que no le saquen su gente De dentro de sus entrañas; Que no quiere ver el llanto En la despedida amarga, Cuando llena de impotencia Cruza el Puente de Triana.
  • 52. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 52 VIVIR TRIANA Gaviota del Mediterráneo Que quiso anclarse en Triana, A convertirse en arganeo, Y más tarde, en la Bonanza, Cuando llegó la mañana Buscó la ardiente Esperanza Al través de la ventana. Abierta de par en par Se estrelló sobre la arena, Y cambió toda la sal Por una Azúcar Morena.
  • 53. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 53 SIEMPRE TRIANA Son los codos en la mesa Como los besos de Mayo Que se estrellan en Pureza. Y hablarnos de la Triana Que sus mayores dejaron En una fría mañana Por donde feliz volaron. Y hablaron cosas del Río Escudriñando mareas, Rincones nunca dormidos, Haciendo volar la pluma Sobre cuartillas de Nácar Donde refleja la luna Las vivencias por las cavas. Seguid hablando… De sus calles y sus plazas, De tejares, azoteas, Y blanqueadas ventanas.
  • 54. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 54 INMENSIDAD ¿Qué más te puedo decir Que no te haya dicho ya? Tú, y tu Guadalquivir Sois Grandeza y Humildad. Sois Humanidad y Belleza Sacada de un barrizal, Obra de Arte sin duda Como aquella Universal En que salió la Belleza De una costilla de Adán, Siendo Adán del mismo Barro Que fundara este Arrabal.
  • 55. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 55 TRIANA POR SOLEA Que hermosa eres Triana Cuando te veo en el moño De la Gracia Sevillana. La Capillita en el Puente Me parece más Gitana, Cuando la cruza esa gente Gitanita de la Cava. El Puente entre dos orillas Le está cantando a los vientos: ¡Viva Triana y Sevilla¡ ¡Ay, Río Guadalquivir, Qué dilema esta mañana Tenerte que decidir Entre Sevilla y Triana. Que suenen “toas” las campanas, Que está pidiendo la Abuela Que se despierte Triana. Que suerte tiene Sevilla, Que no pasea Triana
  • 56. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 56 Ni tan sólo un Cristo Muerto Por las calles sevillanas. La Feria vino a Triana Y la gente de Sevilla La sigue por Sevillanas. Cuando veas a la Virgen El Lúnes por la mañana Dale recuerdos, Romero, De quien se queda en Triana. Niña, corre a la ventana Que está pasando despacio El Corpus Chico de Sant´Ana. Sigue la fiesta en Triana, Con esa Cruz de Arrabal Que está montando mi gente En el patio del Corral. Mira si yo a ti te quiero, Que paso la noche en vela Pensando en tus trianeros. Para que cruzar el Puente Si lo que quiero es Triana, En Ella tengo mi ambiente,
  • 57. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 57 Mi Comercio y mi Gitana. ¡Qué Sevilla más Torera, Cuando tiene en la Maestranza A Triana por bandera¡ La calle del Betis tiene Con Santiago y con Sant´Ana, Aquella Velá que un día Parió, Graciosa, Triana. Entre dos brazos del Río, Es un Poema la historia Del más bello Caserío. Qué me gusta a mí ese Carmen, Los Remedios y El Tardón, Terruñuelo, Voluntad, Dársena y Barrio León. Tanto te quiero, Triana, Que sólo vivo pensando Que te escribiré mañana. Tres entes tiene Triana Que se atribuyen a Dios, El Arte, los artesanos, El Poeta y su Pasión…
  • 58. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 58 TRIANERITA Para mi amada esposa Luisa En su aniversario de boda. Cuando a tu cara, Niña, Le falten las primaveras, Y lentamente el Otoño Sobre tu piel aparezca. Cuando busquemos el Sol Del banco que nos espera, Donde pasar las mañanas De aquella nuestra Alameda. Cuando ya no sean tan largos Los pasos que antes dieras, Y camines despacito Sin bajarte de la acera.
  • 59. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 59 Cuando tú pelo Castaño Que celo a tu cara diera, Jugando sobre tu frente En Nieve se convirtiera. Cuando tú persona, siempre, De sonrisas placenteras, Se trunquen de un solo trazo En diferentes maneras. Cuando ya con pocas ganas Mis bromas tú recibieras, Imagino que las tuyas Con menos ganas las dieras. Cuando te falte esa Gracia Que antes siempre tuvieras, Con que pasaba hacia ti Al abrirme tú cancela. Cuando te inventes historias Para volver la primera, A recordar en el espejo Tus años de mujer nueva.
  • 60. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 60 Cuando en mirar te entretengas Aquellas fotos risueñas, Y recuerdes todo el tiempo Que los papeles encierran. Yo… seguiré aquí, a tu lado, Aventando tu candela Para que no pases frío, Ni pasen tus primaveras.
  • 61. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 61 GUADALQUIVIR ACRÓSTICO
  • 62. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 62 Ebrio de aromas de Sol Lo veo Sevilla cruzar, Grande como su caudal, Urdimbre del mismo Dios. Andaluz llevando Amor Desde Jaén hasta el mar Atlántico. Sentimental, Luz de Embrujo, Pasión. Que convertido en cordón Unge mi hermoso Arrabal Ilustre, y a la ciudad; Vigilante y seductor, Intimo y renovador Regalo a la Humanidad. GUADALQUIVIR ¡Oh, Río mío¡
  • 63. Santiago Martín Moreno Caminar al lado del serpenteante Río Grande, hablando con él, escuchando el silencio de su transcurrir histórico, es una de las aventuras más hermosas que el ser humano pudiera imaginar. Todo un camino de bellezas y sublimes encuadres para el recreo del Espíritu y más tarde para la nostálgia de aquella travesía, ora tranquila, ora tumultuosa a que tenían acostumbradas a los lugareños, de entre otros, Guadajóz, los bandidos de la Sierra Morena. Bajar por el remonte del cordón de Plata en los momentos en que el Astro Rey va dando vida a la vida; contemplar el torbellino de sensaciones producidas por un sinfín de galopantes luchas que en las crestas de sus propios murmullos, nos muestran un cuadro semejante a “caballos salvajes” en esa coreografía de crines enloquecidas a su paso por la bella Cantillana. Continúo caminando junto a mi amigo el Río; bajando entre el verdor de sus vestidos y el rumor de su canto. Entre el color de su fuerza, confundido con el calor de su entraña, y en los mil gestos tornasolados cuando en cada recodo, en cada curva insinuante y majestuosa, el brío de la coreografía hace nacer la luz que se abre entre las alturas. Triana Eterna 63
  • 64. Santiago Martín Moreno Remansos para la paz acunados por unos paisajes llenos de Sol; regazo silvestre donde se mecen los dorados destellos, y sensible protector para la artesanía de la cal sobre una alfombra de florecillas en el justo estallido del aroma y el color. Los pueblos a su paso son como un carrusell de hermosos conjuntos llenos de ensueños y armonías. Cuando el Río pasea por Villaverde, es serena su soledad, Como sugestivo es el espectáculo de su azulado, al tiempo que preñado de grises y almendras donde se miran los cielos pintados de otras aguas tempranas, y siempre contemplados bajo la sombra de viejos árboles, desde tiempo atrás guardianes de crecidas. El Río es colorido siempre vivo, pintoresco en su mágia y mágico en su fantasía. Abanico enriquecido de perspectivas cuyo varillaje encierra todo el encanto de lugares soñados y hechos realidad mimada en las huellas del tiempo y el espacio. ¡Adorado Río mío¡ aun tu realidad no ha entrado en Sevilla, y ya me es imposible describir la más hermosa de tus etapas; y es que toda la panorámica de la prosa queda relegada a un segundo término cuando se trata de ti, ¡oh, Río mío¡ Triana Eterna 64
  • 65. Santiago Martín Moreno Es posible que la Poesía pueda dar una idea más cierta de los cantares del alma, cuando son excitados por el torrente de Amor, luz y color a través del ventanal abierto a su propia y régia naturaleza. Ya la ciudad de Sevilla, delegando en Triana, mi pequeña ciudad, te abre los brazos de su tierna acogida. Tú, Guadalquivir, reposo de estrellas errantes, camino para el peregrinar hacia un horizonte de Sol; confidente de legendarios amores, testigo de pasión en la más profunda de las pasiones, instigador de musas, suspiro del paisaje aljarafeño, descubridor de descubridores, conversador de noches con lunas envueltas en mantillas de Nacar, cantar de espumas de Oro en las fraguas de la vida, artesano del Bronce fundido en el Crisol de una garganta, Alfarero de barros celestiales, Pintor de mañanas, Escultor de atardeceres… Aquí, eres en ti amalgama de verdor como fueras cantado “Ay río de mi Sevilla que bien pareces lleno de velas blancas y ramas verdes”. Ya no puedo seguir, no puedo continuar, aquí atraco mi barca de sueños… Triana Eterna 65
  • 66. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 66 REBROTES Guadalquivir… Que si vienes, que si vas Dice el que no te conoce, Pero yo puedo afirmar Después de hablar con la noche Acerca de tu caudal, Que tu corriente es el brote De la luz sentimental, De aquellos poetas nobles Que hacen tu caminar Convirtiéndote en el broche De la Flor Universal. Te canto Guadalquivir Con esa inmensa alegría De poderte recibir Sin la tristeza del día Que rompió tu discurrir. SUSPIROS
  • 67. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 67 Al Río dijo la Luna: ¿Dónde están tus aguas claras, Verdes y blancas espumas En las que yo me mirara? Y el Río le contestó: ¡Están mis aguas manchadas Víctimas del desamor Con que el hombre me tratara¡ Te estoy pidiendo, Sevilla, Que te unas a Triana, Para pedir dos orillas Por donde corra la Gracia. Muy pronto… Entre Triana y Sevilla Verás como baila el agua De nuevo por Seguiriyas. ACROSTICO
  • 68. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 68 Ebrio de Sol y de Sal. Loco de Gracia y de Luz. Jalón de aquel Arrabal Al que la historia tendrá Recuerdos grandilocuentes, De cuando toda la gente Inclita del Descubrimiento, Navegó llevando al viento Contribución y sentido Inútil hoy, y herido; Lagrimando entre basuras, Lástima de esa locura Orexia de tanto olvido. TRIANA Y GUADALQUIVIR
  • 69. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 69 No se cansará la pluma De batir sobre Triana, Buscando la nueva Luna Que en el Río se mirara, Y le dijera a Sevilla, Plantada allí… cara a cara, Que son suyas las orillas Del Guadalquivir de Plata. Y es que Triana no empieza Donde Sevilla se acaba, Que es después, pasado el Puente Donde el Barrio comenzara, Y si alguien tiene dudas Que arriba el Puente se suba. Primero, mire a Sevilla, Y después muy lentamente Que se vuelva hacia Triana Y la mire dulcemente, Porque el Sol de la mañana Al Altozano se prende Cual cintura de Gitana Que la prendieran los duendes.
  • 70. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 70 PUENTE DE TRIANA SONETO ACROSTICO Peineta cuando las aguas
  • 71. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 71 Ungen tu cuerpo florido, Enredando en el sentido Natural de tus enaguas Todo el calor de la Fragua, El color y lo encendido De todo un tiempo vivido En el Amor de tu Agua. Tacón cuando con temblores Repicas por Sevillanas Incitando a los amores; Aquellos que en tu Triana Nacen por entre las flores Abiertas de tus mañanas. DELIRIOS
  • 72. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 72 Dios hizo la luz, Y también dio forma al aire, Y a ese feliz Firmamento En que la Estrella se abre; Y también hizo la Flor Que en la primavera nace Y que la llamó Azahar, En honor de aquellas madres Que hicieran este Arrabal Como Arrabal de arrabales. Y también hizo el Azul Celeste entre celestiales Tonos de brillos fruncidos Con perfiles de cabales. Y cuando hizo las aguas Para dar vida a raudales Notó que faltaba algo, Como un pequeño detalle… Y así fue como nació Sobre sus recios pilares Este Puente de Triana, Este delirio tan grande Que va para hacer mil años De aquel su primer Romance, Cuando aun siendo el de Barcas, Fue la Virgen de la O La última que lo cruzare.
  • 73. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 73 Ahora, Puente de Triana, Que gusto de disfrutarte Cuando el Domingo de Ramos La Valiente entre varales Te cruza para poner En Sevilla un Baluarte. El Lunes Santo, quimera, Entre aromas de azahares Acogerás en tus brazos Hechos de fraguas reales A la Niña de mi Barrio, A Ésa Salud que es mi Madre, Cuando mi Madre me dice Que no deja de mirarme. Ecuador de la Semana, Día que amanece grande, Ya te cruza la Victoria Después de dejar sus calles, Trayendo para ofrecerte De suspiros, dos millares, Uno para cada banda Y así poder agasajarte. Ya llegó la Madrugada
  • 74. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 74 Hecha noche incomparable; Hecha aroma de jazmines, Y así poder recordarte Que se está abriendo la puerta Tras la que se guarda el Arte, Y que Morena de Luna, Gitana inconmensurable, Ya está pidiendo la lleven Entre saetas hechas cante Hacia la entrada del Puente, Puente Triana, dos partes… En la calle de Castilla El Viernes Santo ya es tarde, Atardecer de la Pena, Ese llanto incontrolable De una Virgen de la O, Con O de ojos hechos mares. Recovecos de Callao, No vayáis a apretujarse Que buscando el Puente va, Dejadla pasar, que pase, Que quiere dejar Triana Sin que se dé cuenta nadie, Para dejar “toa” su Pena Al otro “lao” de una calle.
  • 75. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 75 Hay doblete el Viernes Santo, Cuando allá, por el Zurraque, Aparece todo un Dios Como quieren sus mortales; Cachorro de Sal, a punto De Expirar entre los ¡ayes¡ Que se escapan en la tarde Haciéndola irrespirable, Llenándola de ese aroma A que trasmina la Sangre, Cuando la Sangre en Sudor No hay hombre que la iguale. El mundo entero es cantar, Y éste Cristo sus cantares, Que nadie tuvo en el Puente Más cantar por Soleares Que ése Gitano Cachorro, Aquél que parió una Madre En el Barrio de Triana Arrabal entre arrabales. Puente Triana, la historia, Que escribiera muchas tardes El Sol cuando se marchaba
  • 76. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 76 Camino del Aljarafe… EL PUENTE
  • 77. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 77 ¡Dime Puente de Triana, Tú, Carrusell Parisino:¡ ¿Qué pensaste esa mañana, Cuando el nacer de la Grama Se aupaba por los caminos Para ocultar los espinos Que no querían que un día, No muy lejano en el tiempo, Llenaras de sentimientos La Collación de este Barrio, Y que pronto fuera Osario Donde enterrar los recuerdos. Pero, que suerte Triana, Cuando tu Puente te hermana Por el Arte con Sevilla, Y he aquí, que maravilla, Que la Gracia Sevillana Ya nadie saber desgrana Acerca de cual orilla Besando el Guadalquivir, Le haya oído decir Un Cante por Seguiriyas. Y es que…
  • 78. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 78 Puente entre los puentes, Si suerte tiene Triana, Más suerte tiene Sevilla; Porque nunca oí coplilla Que cantada por su gente Fuera dedicada a un Puente Que es de Triana y Sevilla. Los rayos del Sol le visten Amaneceres de ensueños. Collares de espumas blancas
  • 79. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 79 Alrededor de su cuello Pone un Guadalquivir Inspirador y Bohemio, y La baranda del Puente Latiendo junto a su cuerpo Igual que los besos Tiernos que le regala su gente Acercándose a su suelo. Derecha, lado del Río En donde Anibal González Levantó su Señorío. Caché de Giralda Mora, y Arabe Torre del Oro, son Reflejos que atesoran Mezquita Catedralicia, En donde está la Señora Nuestra del Carmen Bendita. EL CORRAL
  • 80. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 80 Acróstico Entre dos brazos de un río Languidece una hechura; Cara y Cruz de un Señorío, O acaso fue otro “sentío” Raíz de aquella figura Regia de entrega y ternura, A la que el número frío Le está haciendo sepultura. ¡AY CORRAL¡ ¡OH TRIANA¡ ¿Qué está pasando, Triana,
  • 81. Santiago Martín Moreno Que se te va de las manos La Gracia de tus mañanas? ¿Qué están haciendo contigo? ¡Ay Corral¡ Dañada está tu Alma de años encontrados frente a siglos de deseos. Morada mágica, preñada de misterios, que te van convirtiendo sin que algunos se den cuenta en infausta figura de cuanto fuiste. ¿Dónde están tús Carmen? Aquellas de inmaculado delantal, de críos a horcajadas sobre la hermosa redondez de sus cinturas; las del Negro pelo, tan lleno de Azabache como la noche que vivieran tus hombres al calor amargo de sus desdichas; las del moño terso como su hambre, pero bellamente adornado con la exuberancia de una moña de jazmines. ¡Jazmines¡ gritaba yo en mi infantil necesidad de buscar aquella “Perra gorda” que se nos escurrió por entre los dedos cuando la máquina del progreso comenzó su infernal y recién descubierta tirada… ¡Jazmines¡ pregonaban mis jóvenes anhelos al cálido airecillo del Agosteño mes de mis tribulaciones, Triana Eterna 81
  • 82. Santiago Martín Moreno que, a veces convertidas en húmedo paño, servían para cubrir sobre bandeja de cansado sol, el tesoro Blanco y a medio abrir de las florecillas de mis ensueños. ¿Dónde aquellas tus noches bajo el titilar alegre de tu tipismo, las de las manos asidas a un búcaro “Rufino o Justino” del que tal vez se derramara todo un caudal de refrescantes sonrisas a la sombra de una embriagadora Soleá; Soleá, que, quien sabe si fue aquella que se cambió de vestido para desde entonces asistir al triste y esperado momento de un aviso deshumanizado en el atardecer de cualquiera de nuestros días, ante lo aprensivo de una inseguridad manifiesta. ¡Ay Corral, Triana¡ que sola se quedan tus aceras en esas horas en las que antaño tus gentes caminaban hacia los cines de Verano, y en cambio ahora lo hacen buscando el refugio de los nuevos y extraños hogares, y esperar en ellos un nostálgico y lento despertar de la Luna. ¿Dónde aquel pasear sublime? Aquel tan lleno de encanto embriagador de los nardos curiosos por entre las barandas de tus azoteas, como cautivos de una Zapata de ondinas, reflejos de la Cal y el viejo Cobre en el Vidriado espejo de tu Río, entonces ausencia de miedos y recelos. Triana Eterna 82
  • 83. Santiago Martín Moreno A veces me pregunto, si todo fue debido al sopor o la algarabía de una tarde inmensa del inmenso Julio... ¡Oh Triana, mi Triana¡ Mi Amor por ti hace posible la hermosa visión; Te veo, como en épocas pasadas, henchida por la luz, el color y el gozo, la alegría de los albures saltando sobre el hechizo de tu sentimiento, el alborozo de tus gentes aliviadas por unos nuevos aires ante el sofoco propio de los rigores del estío, el regocijo de tus chiquillos viviendo la antigua travesura del Coche de Caballos, cuyo tintineo cascabelero estoy seguro se volverá a dejar sentir por el paso gracioso de en el sueño de una siesta, un hermoso corcel con las crines doradas, reflejos de fulgores sobre la azulejería secular de la Capillita del Carmen. Hay mucho más ¡oh Triana¡ porque llegará la noche, despertará la Luna y rutilantes las estrellas de nuevo le guiñarán a los lunares de fino junco; los cantes ecualizarán con sus cadencias el ambiente por allá por el Zurraque, trayendo su aire para fundirse y confundirse con sus hermanos de las cavas en el fogoso Crisol de una Fragua; corazón de tierra noble por cuyas venas, remozado manantial, correrá la Gracia para de nuevo desparramarse sobre las fértiles carnes de tu Naturaleza. Triana Eterna 83
  • 84. Santiago Martín Moreno Ahora ya está la Luna muy alta, muy arriba, ¡shisss, silencio…¡ Ahora el Corral duerme entre los brazos de su Río, sólo, como isla perdida en el tiempo, pero que una vez más será encontrada únicamente por su gente. ¡Shisss, silencio¡ que nadie lo despierte, al menos hasta mañana, hasta esa mañana a lomos de cuyo amanecer llegará el trinar de los gorriones que se mezclará con la temprana protesta de la Corralera de siempre, cuando los ve comenzando un bullicioso y anárquico jugueteo entre clavellinas y geranios. ¡Hojalá¡ ese amanecer llegue trayendo a empujones la mañana, nuestra mañana, y con ella una nueva manera de ser, una nueva forma de comportamiento, la nueva y esperada configuración que seguirá curtiendo el perfil auténtico de aquél que nació de él, que vivió en él, y además lo hizo por ella y para ella. Triana Eterna 84 LLORARA TRIANA
  • 85. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 85 No llorad más por Triana, Ni llorad por sus corrales, Que es Triana la que llora Cuando nos ve tantos males… Y llorosa se pregunta: ¿Dónde está aquella hermandad, Dónde el socorro, la ayuda, Dónde el placer de charlar Con las verdades desnudas? No, no llorad más por Triana, Llorad por vosotros mismos, Que tarde será mañana Dónde no habrá ni cariño. Que se nos fueron las fraguas, Es natural, ya no tenemos carbón; Ya no se enfría en el agua, Cambiamos al Electrón. Y nos desapareció el Herrero. No tuvimos sentimiento Cuando el mulo carretero
  • 86. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 86 Se cambió por el “Seisciento”. Paragüero, “Afilaó”, Hojalatero, Y hasta el Sillero murió… ¿Por qué? Porque llenos de comodidad Comenzamos a tirar cosas En vez de darlas a arreglar, Pero, a orillas del Guadalquivir Aun nos quedan los Tejares; Que joven va por allí A conocer y enterarse. Que aun se embolsa con los brazos. Que aun se corta allí la “Pella”. ¡Cómo llorar por Triana, Si la que nos llora es Ella¡ EL COMERCIO
  • 87. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 87 ACROSTICO En el corazón conviven Lonjas de toda ventura; Cada época pasada O presente, y futura, Medirán con sutil gracia Esta tierra, como dura Razón y conocimiento, Castas de una estructura Intrínseca del Arrabal, Origen de su Cultura. EXPRESION Estuvo el Arrabal siempre
  • 88. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 88 Arrullado por el Río, Nanas que en el Caserío Fueron cambiando al compás De un exponente Comercio; Guadalquivir que en silencio Marcó toda una pauta Con los brazos de esta orilla, Para de forma sencilla Ofrecer al mundo entero Ese sabor mensajero De la gente de Triana; Máxima expresión que clama Su relación y principios En orden a sus Astilleros, Patrones y marineros, Y proveedores que encierran Al servicio de esta tierra Junto a la mano de obra, Oficios y profesiones, Inquietudes y rincones Del Corazón Trianero… Labradoras, hortelanos, Alfareros, artesanos, Y aquellos de la Ribera; Calafates, carpinteras Almas de una dedicación
  • 89. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 89 Integrada a esta orilla, Pero, no así a Sevilla Que afianzó una muralla De almenas y barbacana, Donde se mira Triana, Condenada Cenicienta A pesar de ser Despensa De tan torpes ciudadanos; Ella, Industria y Huerta, Sólo cruzará la puerta, Cuando siempre deseó Tener allí su Bandera, Y que no fuera quimera Su sentir Espiritual, Y que la “magna” ciudad, Como prenda de su armario Tuviera siempre al Barrio Sin tener que protestar; Pero, todo fueron “peros” Para que nunca el Trianero, Con ese Duende, Embrujo, Y esa Gracia sin igual, Pudiera algún día robar Parte de su protagonísmo Y un trozo de su belleza, Olvidando que es nobleza
  • 90. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 90 Lo que comerciará Triana, Desde siempre y para siempre Desde el fondo de su Alma. EL ENSANCHE
  • 91. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 91 ACROSTICO Laureola de colores Orilla la fiel cintura Seráfica de Triana; Bella guirnalda de flores Arrullando los olores Razón de su exuberancia; Río que corre en fragancias Invitando a ser vividos, O acaso sólo sentidos Según sean nuestras ansias. FRAGANCIAS
  • 92. Santiago Martín Moreno Al igual que Sevilla, Triana hubo y ha de vivir de forma continuada su expansión hacia nuevas ubicaciones, nuevos núcleos o distritos para que esa población suya, que, por vía intravenosa o muscular, hacen que su savia sea alimento eterno para ese cuerpo de variadas y mágicas flores, en cuyo conjunto se aprecia la necesidad de su gente y la calidad de sus lugares en el aroma de sus encantos. Y es así como cada uno de ellos se identifica plenamente con esa flor natural que en el transcurrir del tiempo, dejó patente el sello de ese lugar donde la sensibilidad de su gente le fue dando su cariño, su fuerza y su recuerdo. Así y entre otros, podemos apreciar como esa cintura de Triana está abrazada por los brotes más hermosos de su floración… Triana Eterna 92 Barrio de la Voluntad. ¿Quién te entiende sin geranios Bandera de Majestad En el frescor de tus patios? O a ti, Barrio del Turruñuelo. ¿Quién no recuerda macetas Preñadas de clavellinas
  • 93. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 93 Acunadas en sus tiestos? Bárrio León, mi Barrio. ¿Quién vive Semana Santa Sin gozar de ese Azahar Pequeña Flor del Naranjo? ¿Y quién en noches de estío No se regaló jazmines En aquella Barriada Dársena Casi pegadita al Río? También besándole el Río Sevillano y Trianero El Clavel por Los Remedios Tan Clavo y tan pinturero. Que delicia de Amapola Cuando aires del Tardón Jugaban a mecerte en olas Entre trigales de Sol. También tengo en el recuerdo Aquella Dama de Noche,
  • 94. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 94 Lugar de Santa Cecilia; Una razón de vigilia Por la fuerza de su aroma, Y es que a Triana se asoma Al llegar la Primavera Todo un ramo de dulzuras Que estrechará la cintura De su Gracia Arrabalera. EL ARTE
  • 95. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 95 ACROSTICO El Monte Pirolo. La Cava Gitana… Añejas esencias, Reaños de ciencias Templados al Aire En cantes y bailes. SEMBLANZAS I
  • 96. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 96 No quiero dejar La tonta laguna, En la que los cantes, Bailes y guitarras Se queden sin lunas En noches de farra. II Aquellas morunas, Pellizcos del alma Que un Salmo de viejos Al brote de un alba, Dejaban clavados En una Sonanta. III Despertares tiernos Que a orillas del Río,
  • 97. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 97 Sevilla y Triana Reventó sentidos Con esos suspiros Que el alma desgrana. IV Mas el alma se empeña Sonando Triana, En querer ser dueña De aquellas mañanas Cuando las gitanas Los aires la sueñan. V
  • 98. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 98 Esos aires de Triana, Que con nombres y apellidos Por las noches se derraman Preñándola de quejidos, Dejando al “pairo” el latido En las venas de su Gracia. VI Bulerías, Fandanguillos, Los Polos, La Seguirilla, Martinetes, Tientos, Caña, Y esa otra maravilla Que es bandera en Sevilla; La Soleá de Triana. Como se puede apreciar En Triana vive el Arte Desde hace muchos años, Y gracia a esos reaños “Que aquí Sevilla pariera”,
  • 99. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 99 Sólo de esa manera Se conoce el Cante, el Baile, El toque de una Guitarra, Sin olvidar el compás, Cuando en ese Cante Atrás Aparecen los Palmeros, Flamencos de mil luceros Dándole vida a la Fiesta, Incitando a las enaguas Que alrededor de una Fragua Roja como La Amaranta, Hará vibrar la garganta Con esa amarga dulzura, Causa de una circunstancia. “Viva por siempre Triana, Y el olor a Hierbabuena Que trasminan las ventanas De tus antiguas tabernas” ARTESANOS
  • 100. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 100 Ayer, hoy, mañana, Renovando su genio Triana es inmortal, Eterna y cabal Sembradora de Letristas, Alfareros, Ceramistas, Navegantes, Escultores, Orfebres, y esos Pintores Sed de esta tierra de Artistas. TIERRA Y TRIANA O
  • 101. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 101 De Agosto fue Mediodía Cuando una vuelta me di Por entre aquellos Tejares Donde sólo me perdí; Me perdí, y me encontré A orillas del Guadalquivir Donde quisiera volver, No por degustar aromas De Rosas de Pitiminí, Si no para contemplar cantando, Que en cuclillas, ya es decir, Está el Pilero “Embolsando” El Barro que descubrí, Y que el Cortador “Cortando” Lo modela a su sentir, Para que Canteador “Canteando” Al Sol de Mayo o Abríl, La luz los vaya secando, Y en mi pecho alborozando Nueva vida descubrí, Y nuevos aires besando A orillas del Guadalquivir Unas manos “modelando”… ¡Con qué gusto me volví¡ I
  • 102. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 102 Cuando arrancas a la Madre Un trozo de sus entrañas… ¿Qué sientes tú, Pilero? Te observo Bajo el plomizo Solano Como embolsas el Barro, Como si de mecer Entre tus brazos a tu hijo trataras. Mímalo Pilero del alma, Y mientras tanto Cántale tu Nana, Para que una vez modelado Y cocido después de cortado Pueda ver él su mañana. II Tus manos llenas de Amor Bailan sobre dulce “Pella”, Alisando superficies Que modelara la Gracia
  • 103. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 103 De un Duende que se llama “Corte”. Y es que Cortar la “Barrada” No es otra cosa que amar A la tierra y a su Alma, Y darle forma a una vida Dispuesta para ser “Canteada”. III ¡Apilador…¡ Dime amigo: ¿Cómo entre cuatro paredes Intentas dejar dormido A quien dormirse no quiere? Apilaste la Esperanza En una densa mañana, Y aquel aire de Bonanza La esparció por mi Triana.
  • 104. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 104 IV Cuando los grises del Cielo Se están tornando en Azul, Ladrillos de Terciopelo Están cubiertos de Tul Sobre el Oro de su suelo. Y aunque sea un sin vivir Esa imagen Ladrillera, Nunca morirá ese sentir En la margen Trianera. Triana será el latir Que recordar yo quisiera A orillas del Guadalquivir. V
  • 105. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 105 Cárdeno toro fogoso… Por sacarle los sudores A los tacos que remansas, Y das vida, que no muerte, A lo que cuece tu entraña. Es la llama de tu Amor La que da vida a la rama Que después hecha cenizas Dará vida a otro mañana. SEMANA SANTA
  • 106. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 106 ACROSTICO Siete cuchillos de Pena En mitad del Corazón Muerden con rabia la Vida, Abriéndole las heridas Nacidas del desamor A las Madres de Triana; Silenciosas Sevillanas A las que Dios otorgó Nada más que esa Amargura, Tan honda, tan de locura, Alrededor de Sant´Ana. OTRA FORMA… Semana Santa en Triana, Eres Música que suena En los perfiles del hombre
  • 107. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 107 Despertando su conciencia. Eres Torre de Sant´Ana Que erguida llora su Pena Sobre el Cielo de Sevilla Por el Dolor que la cerca. Redoblar de cascabeles Arriba en las azoteas, Cuando abajo son tambores Y el fluir de las trompetas, Los que tremulan pabilos En el Horno de su cera. Balanceo de varales Con bambalinas de Seda, Que en la Puerta de Triana Se funden con las palmeras Cuando se mueven airosas Con la brisa ribereña. Fanal que de Plata fina Con la más fina candela, Va dando luz a la calle Y decoro a las estrellas Para que aun brille más La Virgen que está en su puerta.
  • 108. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 108 Semana Santa en Triana, Angostura de Canela Por donde pasa María, La Reina de la Belleza, Deslumbrando con su Amor Su Sacrificio y su Entrega. Antifaces de silencio Haciendo largas hileras. Arrastrares de alpargatas Sobre el raso de la piedra, Y besos de cirineos Bajo las trabajaderas, Haciendo dulces mecidas Con esa rima perfecta De las mejores estrofas Nacidas de los poetas, Rapsodas de Sueño y Luz, Trovadores de mi tierra… Semana Santa en Triana, Que bien me suena ese nombre… ¡¡Tú nombre, que bien me suena¡¡
  • 109. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 109 V O C E S
  • 110. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 110 Capataces de Triana, Buscad la Plata dorada Que besando la madera, Levante la madrugada Y la suba a las estrellas Con repiques de Sant´Ana, Y allí junto al Girasol de Luz Que es el Sol de la mañana, Que llore Sevilla entera Azahar de primaveras Junto al llanto de Triana. LAS PENAS
  • 111. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 111 Pase de mí este Cáliz. Sumisa súplica al Padre. Cinco palabras de Oro A las cinco de la tarde. Cinco rosas que en el pecho De madrugada se abren, Y se convierten en cinco Rojos claveles de sangre. Temblores tiene este Barrio A las cinco de la tarde Cuando la Pena en silencio Le está diciendo que calle; Que enmudezcan las aceras, Que los balcones no hablen, Y que la música suene Con tintinar de alamares… ¡Ay el Domingo de Ramos Cuando a Triana Tú sales! Haciendo de luz las sombras
  • 112. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 112 Que se abren en la calle, Y que buscando tus ojos Por los caminos del aire, Con una mirada tierna En tu mirada quedarse. Ya te llevan “pa” Sevilla, Pero en volver, Tú no tardes, Que estaremos mendigando Que el tiempo pronto se pase… ¡Ay, mi Cristo de las Penas, Que sufrimiento más grande! ESTRELLA
  • 113. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 113 Ayer tarde me embobé Mirando “pa” San Jacinto, Cómo la calle lucía Por que Tú, maravillosa Hacía Sevilla venías; Entonces salí corriendo Y en tú puerta me encajé. Vengo a ofrecerte te dije, El sueño de mi querer, El sudor de mi trabajo, La luz del atardecer, La oración de las aceras Y el brillo del Corazón Que se ahoga en la Pasión De saber la larga espera. Vengo a ofrecerte, Señora: La Brisa que luce el aire, La voz del Guadalquivir Cuando en silencio te habla Junto al Sol de la mañana, El aroma de las flores Y un coro de ruiseñores
  • 114. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 114 De Sevilla y de Triana. Vengo a ofrecerte, te dije, Los juncos de la ribera, La fuerza de la Saeta Y el reflejo de la cal Donde se mira la vida, Y un bálsamo, Hierbabuena, “pa” que a Jesús de las Penas Le cures Tú las heridas. SOBERANO PODER
  • 115. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 115 ¡Ay Plaza de San Gonzalo¡ Que dolor el de aquella Rosa Que siendo la más hermosa No puede ir a su lado Como lo hace el Clavel Que endulza sus pies cansados, Y lastimera, y preciosa Sobre mi hombro se ha echado Para decirme nerviosa: Si no puedo ir a su lado, Me dijo estando entreabierta. Si no voy en los costados Endulzando su Grandeza. Si no aromo el desolado Aire de tanta Entereza. Si no alivio el atormentado Trasminar de su Pureza. Si no ayudo en el cansado Caminar de su Pobreza, Y si sobre mí, apoyados, No van sus pies con firmeza…
  • 116. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 116 ¡Florecer¡ ¿Para que lo hago? Si así muero de Tristeza. SALUD
  • 117. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 117 Cantar a la Virgen, Hablar de Ella… De cómo llena mi Alma, Mis días, mi vida entera, Con ese lazo de Amor Que a su cintura me estrecha. De cómo es su Soledad, Esa Soledad eterna Aun a pesar de los hijos Cuyo cariño la llenan. De cuantas veces le rezo Como me enseñó mi Abuela Cuando era muy pequeño; Y de cuanto vengo a verla, Que es mitad de ese tiempo Que realmente quisiera. Cantar a la Virgen, Hablar de Ella… De cómo sus ojos dicen Que la ame, que la quiera, Que nunca me sienta lejos Porque siempre estará cerca Por si la necesitara
  • 118. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 118 Y encontrarla no pudiera. De cómo mi corazón Entre sus pliegues se enreda Y se llena del calor Que sólo la envuelve a Ella; Un calor que me da vida, Ese calor que sosiega Y que me llena de Paz En medio de tanta guerra. Cantar a la Virgen, Hablar de Ella… De cómo sus mejillas son Rosas de la primavera Cuando estallan sus colores En una tarde abrileña. De cómo su dulce aroma A toda Sevilla impregna, Y hasta el rocío del alba Cuando sus pétalos besa Son lágrimas de Nacar, Esas gotitas, esas perlas Que rodando por su cara Se hacen grandes, inmensas Como todo ese Dolor Que tras el Guipur encierra.
  • 119. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 119 Cantar a la Virgen, Hablar de Ella… De cómo su Boca es El trozo de la Colmena Que guarda toda la Miel, Ese dulce que revela Que no existe otro Dulce Como los labios de Ella. De cómo cuando le miro Esa Boquita entreabierta, Se me antoja que me dice Que no me olvide de Ella, Que aunque Divina es Mortal Pero, por encima, Reina, Y yo le digo algo más… ¡Madre de Cristo en la Tierra¡ Cantar a la Virgen, Hablar de Ella… De cómo sus manos son Como dos palomas tiernas; Una sostiene el pañuelo Entre sus dedos, la prenda, Necesidad de sus ojos
  • 120. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 120 Cuando sus ojos se quiebran. Manos sin mácula alguna, Nidal para la Inocencia, Las dos socorro y ayuda, Regazo para la enferma, Cobijo para el dañado, Descanso para las penas. ¡Eres Salud en la vida, Como una Rosa fragante Que cura nuestras heridas! AZOTES
  • 121. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 121 Y la cal por las esquinas De pronto se quedó pálida Porque sufrió los reflejos De tu Figura Azotada. Y al encontrarse contigo, Y ante tu asombro, asombrada, Pidió que todo perfume Se uniera y la perfumara. Y así quedó convertida En una Flor Pura y Blanca Entre el golpe del azote Y la razón de tu Estampa. Cuando cerca de Sant´Ana, Que es nuestra Torre más alta, Amarrado Tú, pasabas, Se fue tiñendo de luto El metal de sus campanas. El Cielo se volvió Negro, Reflejo de la ignorancia Cuando tiras de ignominia Su golpe en Ti descargaba, Mientras Tú Imagen Serena
  • 122. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 122 Seguía y seguía callada, Llorando como esa cal Que es tu reflejo en Triana. VICTORIA
  • 123. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 123 Jueves Santo de Triana; Tornasol de cruel tormento, Que caminando despacio Bajo el Cárdeno Firmamento, Siete cuchillos de Pena Le vienen mordiendo el Pecho; Siete puñales clavados Que derramando luceros Están bañando a Triana Por allá por los Remedios, Siete amapolas dormidas En aquel Trigal inmenso… ¡No seas brusco, Costalero, Mécela suave al viento¡ Que no se despierte, no, Que esos filos tan abyectos Se irán clavando y clavando Con el vaivén de tu vuelo, Y llenando el Jueves Santo Con sus peores momentos. TRES CAIDAS Ya está pasando ése Dios
  • 124. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 124 Con la Cruz hacia Sevilla; Y un silencio que acuchilla Dejándonos atormentado, Comprimido el corazón, Se va abriendo los costados Porque cruzando callado Ése Divino Señor, Bajo laureles se agita, Y esa Sangre que palpita Escapando de sus venas, Es el Cáliz de Azucena Del que bebe la mañana, Haciéndola Soberana Llena de Amor y de Vida, Nazareno de Triana, Cristo de las Tres Caídas. De las Tres Caídas, Cristo; ¡Cristo mío¡ Que hasta el calor de la noche Se está apagando en el Río. ESPERANZA Esperanza Marinera. Madre de Cristo y Hermana
  • 125. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 125 De ese Dolor siempre vivo En la Mujer Sevillana; Por eso llora Sevilla Junto al llanto de Triana; Y llora el Cielo y la Tierra, Y la noche también llora; Y llora la Blanca Luna Junto a las altas estrellas, Y llora el Sol de la tarde, Y la tarde también llora Como lloran nazarenos Bajo nazarenas ropas; Y lloran las cristaleras Como lloran los balcones, Como lloran las aceras; Y llora la cal del Nardo, Y llora la Rosa fresca, Y lloran esos gladiolos Junto al llanto de la cera; Y lloran claveles blancos, Y los rojos también lloran; Y llora la vida nueva, Y la vida vieja llora Contemplando en las paredes A la fiel Enredadera, Como lloran los geranios En las altas azoteas Viendo llorar los tejados
  • 126. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 126 Lágrimas de rojas tejas; Y llora San Juan Bautista Por que ya no está a su vera En el llanto de los ojos De la mujer Trianera; Y por llorar, lloran siempre En aquella larga espera, Hasta los ojos del Puente, Que lloran, lloran y esperan A la corriente del Río Trayendo sus blancas perlas. Por Sant´Ana, también llora El tañir de aquellos bronces… ¡Ding, dong…¡ Campanas de Calle Larga, Campanitas de Pureza Que al Dolor de su Esperanza, Le lloran, lloran, y rezan, Como rezan los Costales Bajo las Trabajaderas. EXPIRACION
  • 127. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 127 ¡Ay que pena más desnuda Viene cruzando la calle! Viernes Santo de Triana, Santo Viernes del Zurraque Que con esa Expiración Olores de muerte traes Silueteando el Misterio Que se dibuja en el aire. Por esa calle del mundo La pena viene adelante; Trae la boca entreabierta, Presta la vida a escaparse. En el pretil del costado Un venablo lacerante, Con pensamientos ruines, Inteligencias cobardes Ya está aguardando en el Puente Para en cuanto lo pasare Buscar entre los perfiles Aquel del dolor más grande.
  • 128. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 128 El Arrabal de Triana Sin luz no quiere quedarse, Y mirando a las estrellas Tan dulces, tan rutilantes, Pide así por su Cachorro Que se esta tierra es el Padre: ¡Señor Dios del Universo¡ Triana es “pa” quedarse, Y si es que ha de morir… ¡Que se muera en otra parte¡ PATROCINIO
  • 129. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 129 Cuántas lágrimas de Amor Vienen regando la esquina; Es el llanto que adivina Que sólo del Corazón Fluirá con su Esplendor Esa agua mortecina, Sudor y Sangre Divina Del Hijo en su Expiración, Patrocinio de Chapina. ¡Da Patrocinio a la Cava Cuando pases por Castilla, Señora, con tú miráda! Para que no calle el verso, Que nace de las palabras, Ni se callen los tambores, Ni las trompetas que hablan De los cobardes traidores Que en horizontes de Plata Pusieron sus deshonores Sobre ignominias de tabla. Que no se calle ese Sol Que sus esplendores mánda
  • 130. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 130 Y que forma mil revuelos Sobre paredes de nácar. Que no se calle el lucero Que sale por la mañana, Ni tan siquiera ese Río, Ni la Torre de Sant´Ana Que si se calla la gente, Que si el Universo calla Todo se habrá consumado Y Dios se muere en Triana, Pero, no es como lo quieres… ¿Verdad Señorita Guapa? Lástima que yo no tenga Con estas torpes palabras Posibilidad del cambio, Y que la historia cambiara; Para que Tú, Reina y Madre, Florecilla delicada, Estuviera siempre, siempre Junto al Hijo de tu Entraña, Aquél que parió la noche, Dicen que en noche estrellada, Cuando tu única Estrella Fue aquel lucero de ascuas.
  • 131. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 131 ¡Ay, Virgen del Patrocinio¡ Rosa que de Amor tronchada Fuiste regando amapolas Sobre mis cuartillas blancas. NAZARENO
  • 132. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 132 Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Ibas cansado, deshecho, La Cruz hundía tu pecho, E imagino que el Dolor Sobre tus hombros de Dios Estaba tocando el techo Del profundo desamor. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; La Bondad de tu postura Dejaba ver la Amargura Con brillantez de fulgor, Reflejos de ese sudor Que rueda por tu figura Y te ahoga el Corazón. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Con esa Cruz de Carey, La clásica Cruz del Rey Que en el romano pretorio,
  • 133. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 133 Cetro de palo irrisorio Te dieron para la ley Propia de un reino ilusorio. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Sobre tu Frente Divina Ruin manojo de espinas Quebrantaba tu Cabeza, Y Tú, con esa largueza Bebiéndote en cada esquina El Cáliz de la Tristeza. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Entre la Madera y Tú, Paño Rojo en negritud Por el sabor de la Sangre, Necios colores del hambre De una gente que sin luz Creyeron dañar tu Estambre. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Cuántas caídas calladas
  • 134. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 134 Tus rodillas laceradas Sufrieron por el sendero, Imagen que el mundo entero En su cabeza grabada Tienen de Ti, Mensajero. Anoche te vi pasar Nazareno de la O; Cuánta tristeza y congoja Del Amor que se deshoja Invadió mi corazón, Más una promesa, Señor: Acercarme tanto a Ti, Y que apoyes sobre mí Tu ropa de negritud; Y esa Corona de Luz Que la convierte en Sudario Cuando vayas con la Cruz Camino de mi calvario. O
  • 135. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 135 Viernes Santo… Atardecer de Triana, Ya el Sol le besa su manto, Sevilla besa su cara, Y el Puente, entre las orillas De un Guadalquivir de Nacar Toma el aire de la tarde Para ponerlo a sus plantas, Y que descansen sus pies En tan larga caminata Por los caminos del mundo, Por los caminos del alma, Pero, cuando está en Castilla La calle de más compaña, Cubren su paso de un llanto Más dulce que la manzana; Como el que pone Callao Cuando la tiene en su entraña, Y la va piropeando Hasta romper las gargantas. Por San Jorge, que delirio, Le cantan con tantas ganas Que apagan el griterío
  • 136. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 136 De una Altozano, gitana, Bañado de escalofríos. Pero, la Plaza es distinta Cuando en medio de ella está, Ya no la llaman Señora, Ya la llaman: Majestad… Virgen del O, Señora, Nombre tan sonoro y breve, Como aquél del corazón Que llenándose de Amor Hace tu paso más leve. Virgen de la O, Señora, Eres Tú, la Maravilla; Aquella Rosa de Grana Que Dios regaló a Sevilla, ¡Pero, que puso en Triana! ACROSTICO Pasando el Puente se iba
  • 137. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 137 Azucena entre miradas, Lentamente, destrozada, ¡Oh Dios¡ cómo la vida Mordiéndole las heridas Insistiendo le recordaba: Triana, que desgraciada, Aun siendo la preferida Desde que fuera nacida Encarnación, deshojada, Toda tu gente soñaba Retenerte de por vida, Ilusión que sin medida Ahogose en la madrugada Negra de aquella partida Al barrio de la Calzada. COSTALES
  • 138. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 138 Acróstico Con arrogante dulzura, Orgullo y Ley a la vez Sólo se entiende el Costal; Tan sólo de esa manera, A la que la Voluntad Lega siempre su bandera, Estandarte que aquí fuera Razón de todo ese Amor Oblado sin condición Sobre espartos de quimeras. ARRIBA
  • 139. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 139 Súbelo contigo al Cielo; Con tus riñones, “valiente”, Que tú y tú Costal, Costalero, Sí sabeis lo que se siente Cuando emcumbrais el Madero Con mi Cachorro en el Puente DEBAJO Ve tranquilo, Costalero, Que se oigan tus pisadas Por este lado del Río; Y aunque ciega tu mirada, Tus pies irán “encendíos” Llevando el mejor “sonío” Por la Regia madrugada. LLANTO
  • 140. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 140 Cómo lloran costaleros Bajo mieles de madera. Cómo lloran surtidores Por la frente Costalera. Cómo lloran los faldones Al compás de la ceguera. Cómo lloran las saetas Por veredas saeteras. Cómo lloran luminarias En el perfil de la cera. Cómo llora el Azahar En varal de primavera. Cómo llora la sonrisa De una cara rosariera. Tanto pesar, tanto llanto, Son las trompetas que suenan Anunciando los quebrantos
  • 141. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 141 Sobre el costal de tu pena; Y en tu tierra, Nazarena, Plegaria ciega y sudor, Rosario, Madre de Dios, Blanco color de Azucena Y Reina del Corazón. Fijadores, Costeros, Corrientes y Pateros; Cantadle al mundo que sois… ¡¡¡El Sudor del Nazareno¡¡¡ AGUANTE Fueron días de Dolor, De sufrimiento y de llanto,
  • 142. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 142 De desconsuelo y de Pena, De rachear de alpargatas, De cargar trabajaderas, De a ciegas subir el Puente, De echar la rodilla a tierra, De cargar con los riñones, De llevar a Cristo a cuesta, De el Izquierdo por delante, De llamarse entre Pateras, De marcarse los requiebros, De mil sudores de cera, De fajas muy bien fajadas, De “chicotás” de bandera, De costales encendidos, De plegarias lastimeras, De los silencios de Oro, De la “levantá” señera, De las Madres y los Hijos De la salida que espera… Que riñones con más arte Parió Sevilla en mi tierra… Cuando a mi tierra, Triana, La Semana Santa llega, Con el primer martillazo Ya está arriba en las estrellas,
  • 143. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 143 Y allí, a la voz del Padre Que en oírse es la primera Se levanta “toa” Triana Y la gente Trianera… ¡Ole la gente sencilla Que pariera mi Triana, Son las mejores cuadrillas Bailando por Seguiriyas Cuando están en La Campana! LA FERIA
  • 144. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 144 La luz danzaba entre gasas Al otro lado del Río Fantasías sevillanas; En un momento de Gracia Recogió su Señorío Instando bailar en Triana Aunque lo hiciera descalza. POR SEVILLANAS I La Feria vino a Triana, Y hasta el mismo Giraldillo Se plantó arriba en Sant´Ana Gozando como un chiquillo.
  • 145. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 145 Ahora dice que la Abuela Le pidió que venga siempre A cantarle a la Plazuela. II La Feria vino a Triana, Y peinetas y mantillas Se volvieron más gitanas Que las mismas seguirillas. ¿Quién dijo que en esta orilla Iba a saber diferente La copa de manzanilla? III La Feria vino a Triana, Y se trajo de la mano Aquella hermosa mañana Al Duende más Sevillano.
  • 146. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 146 Y es que sabe que su gente Lo espera en el Altozano Al otro lado del Puente. IV La Feria vino a Triana, Y la Gracia de Sevilla Sigue siendo sevillana, Pero con otra cosilla. Estribillo
  • 147. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 147 Por eso, cántame por Sevillanas Al “lao” del Guadalquivir, De Sevilla o de Triana, De noche o por la mañana, Pero cántamela a mí… EL REAL Sevilla y Triana, Ese gran ejemplo Dónde la armonía Se ve cada día, En cada mañana, Y es que la alegría
  • 148. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 148 Cuando cruza el Puente, No pregunta nunca De dónde es la gente. Como tampoco demanda Si viene o si va… ¡Piénsatelo un poco, Así que más da! A veces es Sevilla, A veces es Triana La que pasa el Río, La que busca el agua, Y hasta las enaguas Que un día dormido Te quita el sentido Llegándote al alma; Y es que es otra cosa Esa fiesta airosa Con nombre de Feria. Feria de Sevilla, La feria señera Que en Mayo o Abril Te hace sentir La hermosa quimera De otra primavera Radiante y feliz.
  • 149. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 149 No hace mucho tiempo Que nuestra Giralda, La sublime moza Que el Sol conociera, Regalaba airosa Sobre la ciudad Aquella silueta Guapa y primorosa Que dulce y preciosa Bañó el Arenal, Anillo Maestrante Tan suyo y galante, Rondeño y cabal, Del que fuera sueño Y más tarde dueño Ése Arrabalero; Y el Puente, y el Sol, De pura estampa torera, Ya cruzaba la ribera Camino de su Triana Sobre el hombro de su arte; Y Sevilla, parte y parte, Echó al vuelo sus campanas, Mientras la Abuela Sant´Ana En su alcoba secular Rezaba por Sevillanas. Y es que la Feria en Sevilla
  • 150. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 150 Si no tiene una corrida; Si no luce una mantilla; Una mujer Sevillana A la grupa de un caballo Mimosamente enjaezado, Y ese traje de volantes De mil lunares preñado; Si no armoniza el Albero Con potros de Rejoneo. Y por calles del Ferial No se siente el taconeo De la Jaca Jerezana… ¡Lo mismo me da a mí ya Que quieran poner el Real En Sevilla o en Triana! TODO ES FERIA I
  • 151. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 151 Sevilla tiene que ser El frenesí y la ternura. Pasión y Feria de Abril; Ya no hace falta decir: Puerta de Amor y locura. II Sevilla, Oración de Fe Cuando cruza el Arenal, Y allí, un Rojo Oropel Que se convierte en Clavel Al ver a Cristo pasar. III Sevilla es un Palio Azul Celeste, Tabaco y Oro, Y un millar de bellas lunas Que en lunares de aceitunas Se lucen como tesoros.
  • 152. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 152 IV Sevilla no cambiará Porque se venga a Triana Esa Feria que transforma; Lo entiende como otra forma De sentirse Sevillana. ESTRIBILLO Y es que las dos son así: Sueño, Flamenca y cristiana; Lindes de un Guadalquivir Al que le oímos decir: ¡Viva Sevilla y Triana¡ LA FIESTA
  • 153. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 153 Lució de siempre Triana, Alfanjes de Seda y Oro; Filigranas que a los toros Inspiraban poderío Encumbrando escalofríos Sevillanos por España; Trianeros en sus entrañas Además de bien “nacíos” TORERIAS
  • 154. Santiago Martín Moreno La Fiesta siempre ha estado pellizcando el corazón de Triana, hablándole en sus adentros, y eso es porque conoce su historia, y sabe que Ella sabe templar y mandar en cada uno de los momentos de su sizagueante caminar entre el ayer y el hoy; aunque una cosa está muy clara, salir por la Puerta del Príncipe y adornarse con el transcurrir, a hombros de la honra, por el Puente de Triana, de siempre a sido y será el acontecimiento Maestrante de la Sevilla Torera. Nunca tuvo Triana el “miedo” de que una Gloria Taurina como la suya se acabara; y es que Ella siempre estuvo al “quite” de parir de nuevo, para si no en una tarde o en otra, allí tener presente el desnudo más absoluto de su Torería; el único que puede contemplar el Guadalquivir desde las cercanías de sus dos orillas… Nunca dejó de marcar la pauta como aquella, cuando entre los dos brazos del Río, meció el arte. Primero, en aquella tan coqueta como atávica placita de toros que con el nombre de “Villapezcuezo” se encontraba en el Barrio León, en ese camino antiguo de “Las Erillas”, y la novísima, magníficamente portable e Triana Eterna 154
  • 155. Santiago Martín Moreno instalada siempre para la ocasión, en un anexo de aquel lugar legendario como fuera el conocido “Charco de la Pava” y en el que se encontraba la Venta del mismo nombre. Triana Eterna 155 MACHOS Desde la suela delicada Que va besando el Albero Hasta el rizo Azabache Que también da un beso al Cielo,
  • 156. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 156 Está el hilo conductor De la energía torera; Esa sutil armonía Que guarda la Torería Entre zapato y montera. ¡Qué estampa más Trianera¡ Le va diciendo ese Puente Cuando el calor de su gente Lleva Triana a Sevilla, Para que con su cuadrilla Y un paseíllo de ensueño, Se haga del arte dueño Que es lo que Triana sueña Cuando la luz Aljarafeña, Abriéndose en Grana y Oro Comienza a recibir a un toro, “Astado” con Santo y Seña; “Señá” de Señá Sant´Ana Que en su casa de Esperanza Reza por la Maestranza Con su color de manzana, Esa hora tan Gitana Que nadie puede negar Si en ella va a torear Un Alfanje de Triana; Un Torero, un Lidiador, Que entre Triana y Sevilla
  • 157. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 157 Cubre el Cielo con mantillas Del color del Giraldillo, Y después del “Paseillo” Y un capote de tormento Hacer volar por el viento Ese par de banderillas, Que adornadas o sencillas Marcarán ese momento En que música en el tiempo, Y el “brindis” más Maestrante, Dará entrada en ese instante A la más bella “Faena” Que Sevilla recordara, Cuando los dos, cara a cara, Midiendo el espacio a voces Nacidas de la Pasión, Van dejando el corazón Entre aromas de Amaranta, Franela y sangre cabal Cuando el arte Natural Fue citado por “derecho” Para cerrar con el “pecho” El don de la omnipresencia; Qué Triana con más ciencia Grabó España en esa piel, Y aunque no lo quieran ver Nunca podrán evitar El tener que contemplar
  • 158. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 158 Que piel de Toro ella es… Se consumó la “reunión” De la Faena Taurina, Y ahora quedan esas esquinas Que con nombres de las “suertes” Harán redoblar a muerte De tambores y clarines Sus aires de Maestranza, Y es que es mucha esta Triana Cuando a Sevilla se asoma Para llenar de palomas Blancas a esa Sevillana. Palomas que por Chicuelinas, Verónicas y reboleras, Abren la Puerta Torera Del “coso” más encomiable Que en España se pariera; Para que a hombros de Plata Cruce el Puente de Triana, Mientras que la Mejorana, El Limón y la Canela Perfuman esa “zapata” Cal y Gloria de Sevilla Y su Guarda Arrabalera.
  • 159. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 159 Solo me resta añadir: Que esa es Triana y sus hombres, Y pedir que no se asombren, Que si a mal no se tomara ¡Trianero se llamara, Que de todos ese es su Nombre! ROCIO
  • 160. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 160 Requiebros dorados Ondean al viento Con mi Simpecado; Inicio de un tiempo Orbal y entregado. FE ROCIERA Carreta de Plata Lleva mi Pastora.
  • 161. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 161 Rocío del Cielo, Flor de Primavera. Jazmín de la Aurora, Blanca Mariposa. Clavel Marismeño, Bendita quimera. ¡Rocío¡ Paloma Eterna Que entre el Oro del Trigal Eres la Amapola Tierna Del feliz peregrinar. Un sueño dorado Que mi corazón Quedó acurrucado Desde que a tu lado Me siento mejor… ¡Rociera, Esa ésa la Fe Trianera! Un “bordón” de arena Suena en el camino, Como dulce Nana Al Niño Divino. Su Madre sonríe Viendo a los romeros
  • 162. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 162 Tocar las guitarras Como sonajeros. ¡Rocío¡ Reina Inmaculada Que en Almonte eres Rosal, Y en el resto de los pueblos Una Rosa sin igual; Belleza Encantada De Luz y Color, Que en la madrugada, Ternura callada, Recibes mi Amor ¡Trianera, Esa es la Fe Rociera! CANTAR ROCIERO I
  • 163. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 163 Un rosario de colores Forma nuestra caravana, Es como un ramo de flores Que partió desde Triana. II Guía despacio Boyero, Que los bueyes y las ruedas Hacen camino de Cielo Dejando al aire la huella. III Es cumplir con el empeño Sobre tierras Marismeñas,
  • 164. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 164 Y elevar hasta los sueños A la Mujer Almonteña. IV Rocío, plegaria y llanto, Amanecer de candela Que arde bajo su manto Cuando saltan la cancela. ESTRIBILLO
  • 165. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 165 Rosario de madrugada Al que se funden los pueblos Y los caminos se abrazan, Se rompen los corazones Y se quiebran las gargantas. PLEGARIA Tiende tu manto, Señora; Tiende tu manto, Rocío;
  • 166. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 166 Tiende tu manto, Pastora, Sobre un Coro que te llora Porque sin Ti tiene frío. Tú, que en la noche Santa Eres vibrante candela, Aviva con tu sonrisa Las ascuas de nuestra entrega. Por la senda, eres sendero Que en el corazón acaba De todo aquél que se acerca A la puerta de tu Casa. Con las tierras del Condado Renuevas las alianzas En ese trago de vino Que refresca las gargantas. Por Marismeñas arenas, Aljarafes y riberas Dile a tu Niño que vele Por su gente Rociera. Por eso Tú, Bella Aurora, Serás siempre la Sultana
  • 167. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 167 Que el corazón atesora De este Coro que te adora, Y que vive aquí en Triana. Danos tu Fe y Confianza; Muéstranos tu Devoción, Y dinos como se alcanza A llevar las esperanzas De tu Nombre hecho Canción. PARA EL CAMINAR Hay Rocío de mañanas, Como Rocío de tardes Y también de madrugadas,
  • 168. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 168 Que vuelven a ser Rocío Con el despertar del Alba, Cuando aun quedan rescoldos En las candelas del Alma. Un Rocío de mañanas, Cuando hierven los pucheros De la gente de Triana Con el café que da vida, Porque se hace en las ascuas Que la dejan florecida, Dispuesta para la tarde, Donde el Rocío es el tronco Que en la madrugada arde… ¡Boyero, anda despacio¡ Que aun nos queda camino Hasta llegar a Palacio. De nuevo llegó la tarde, Y en ella desmesurada El reflejo de ese broche, Fulgor que aquella mañana Preparaste por la noche Y quemaste en madrugada. Yo nunca hice el camino Le dije a mi amigo Diego,
  • 169. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 169 Más puedo ser Peregrino, Sólo, como Juan, el ciego, Que es capaz sin desatino De caminar como el lego Que hace grandes caminos. Para andar hacia el Rocío Yo no necesito arenas, Ni caballo, ni “charré”, Ni vestido, ni carreta Donde algún desaprensivo Se pone a dormir la siesta; Como tampoco los pinos Aunque tengan sombra fresca; Ni esa botella de vino Que hay que tener en cuenta Por que si está en el olvido No está completa la fiesta; Ni un cante con los amigos, Ni el calor de la candela, Me basta con mi Rocío, Ésa Virgen Marismeña Que se asoma a mis sentidos Cuando mis sentidos sueñan. Rocío, eres Rocío De mañanas abrileñas,
  • 170. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 170 Cuando todo escalofríos En Mayo Tú te despeñas En mi adentro hecha “quejío”, Y en esa hondura me enseñas Lo profundo del Rocío. Te estoy queriendo Rocío, Desde aquí, sin conocerte, Porque sin ser conocido Ni nunca haberte vivido Lo mío es también quererte, Y a aquél que te ha conocido, Porque contigo ha vivido Y llega por ti a la muerte, A ése Romero le digo: ¡Qué suerte tienes, que suerte! LUCEROS
  • 171. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 171 Hay una Yunta de bueyes Paciendo en mi corazón; Es una par de sentimientos Que rumian mis pensamientos Triturando una pasión, Intuiciones que, desnudas, Me dejan el alma muda Cuando los siento a los dos En el pradal de mi pecho, Prado donde los helechos No están para alimentar, Y sí para ornamentar Un sitial de mil cojines, Y que una cantar de serafines Los duerman cuando me duermo Arrullándolos cual niños, Y en mis sueños, el cariño Que siento por estos bueyes, Los vea como a esos reyes Que carecen de ambiciones, Que no buscan pleitesía, Aunque sí me gustaría Que tanta terneza junta En el fondo de sus ojos, Se conviertan en hinojos
  • 172. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 172 Frescos como el pastizal, Alegres como la mar, Brillantes como los trigos, Y en su fulgor, dos amigos Que nunca dejen de estar… CRUCES DE MAYO Acróstico
  • 173. Santiago Martín Moreno Triana Eterna 173 Clarín que a fiesta llama Redoblando melodías Uberrimas de aquel tiempo, Zarpazo a la Humanidad. Días llegados, estos son, En que corrales y plazas Mezclan gozo y bienestar Y así poder ver la Luz Otro nuevo comenzar. COMIENZO Niños de la Santa Cruz; Niños del tambor de lata Que ya piensan que la Luz Se lleva sobre alpargatas. Sobre el Blanco de la cal