Ricoeur intenta reconciliar dos interpretaciones opuestas de la Shoah: a) la vía del "mal absoluto", que ve al nazismo como disolviendo todos los vínculos sociales y creando una masa obediente al líder; y b) la vía de la "explicación histórica", que argumenta que los alemanes votaron inicialmente por un régimen autoritario que se volvió totalitario bajo Hitler, y que la "Solución Final" se impuso gradualmente a medida que proyectos como deportar a los judíos al este o a Madagascar