Tuberculosis y Sarcoidosis. Enfermedades que al diagnóstico pueden darnos fal...
modelo seguridad radiológica
1. República Bolivariana de Venezuela.
Universidad. Nacional. Experimental “Francisco de Miranda”.
Área de Ciencias de La Salud.
Programa de Ing. Biomédica.
U.C; Ing. Servicios Hospitalarios.
Modelo de Seguridad Radiológica.
T.S.U Mary Montes; V-26.556.422
2. Febrero del 2022.
Seguridad Radiológica.
Desde el descubrimiento de las aplicaciones diagnósticas médicas y terapéuticas
de las radiaciones ionizantes, siempre ha existido una ciencia en paralelo para la
necesaria protección radiobiológica tanto de las personas atendidas, tratadas o los
profesionales sanitarios que han hecho uso de esta tecnología. Esta revisión
incide en la capacidad de adaptación de las medidas de seguridad a las nuevas
tecnologías como la imagen molecular que han aparecido en las últimas décadas
para el creciente número de profesionales sanitarios que han llevado a cabo las
exploraciones y tratamientos con el uso de radiaciones ionizantes.
Desde el descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Röentgen a finales de 1895 y
de la radiactividad natural, tan solo tres meses después por Henry Becquerel, se
han sumado otras fuentes derivadas de las aplicaciones humanas y son las
llamadas fuentes artificiales. Debido precisamente a los efectos nocivos
observados en las primeras aplicaciones de rayos X y las separaciones y
concentración de radionucleidos naturales surgió la necesidad de protección. Los
radiólogos de aquellos tiempos en los albores del siglo XX sufrieron lesiones
debidas a la radiación. Marie Curie, premio Nobel por el descubrimiento del Radio,
moría en 1934 a los 60 años victima de leucemia, sin duda, debida a toda una vida
expuesta a sus radiaciones. Casi dos años después, su hija Irene recibía, junto a
su marido Frederic, el premio Nobel por el descubrimiento de la radiactividad
artificial.
Los primeros tratamientos con radiaciones ionizantes aparecen en las
publicaciones de 1904. La fascinación e interés económico por la industria
emergente hicieron eclipsar los efectos nocivos que no aparecieron de manera
inmediata, y en un principio no fueron atribuidos a los efectos radiobiológicos. Las
primeras quemaduras y dermatitis debidas a la exposición fueron ya relatadas en
1896. Entre los descubrimientos adversos de las radiaciones ionizantes se
encuentran, lesiones oculares, ulceraciones cutáneas, carcinomas entre otras
patologías que son ocasionadas por la exposición que era nueva energía para
estas épocas. La Sociedad Röntgen en 1897 en su primer año de constitución
creó un comité para la evaluación de los efectos adversos de los rayos X, que
incluyó inflamación y pérdida de cabello.
3. Pioneros como Conrad Fuchs (Chicago 1896), desarrollaron unas primeras guías-
recomendaciones para prevenir los efectos nocivos de los rayos X que ya incluían
reducir el tiempo y la distancia con respecto a los tubos de emisión. A pesar de las
recomendaciones y las crecientes alertas, no fue hasta 1913 que la Sociedad
Röntgen German publicó unas primeras recomendaciones sobre blindaje y
medidas de alejamiento para prevención de los riesgos de las radiaciones sobre el
organismo: Significa el primer documento sobre protección radiológica. Incluso en
la época de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se fundó la primera escuela
de operadores de rayos X. Durante ese período numerosas y relevantes
enfermedades por parte de operadores del campo de batalla fueron reportadas,
tanto lesiones agudas (piel y ojos) como anemias anaplasias y leucemias.
Científicos como Albers-Schonberg asimismo víctima de dermatitis crónica, fueron
los que asentaron las bases de la naciente ciencia de protección radiológica:
restricciones en la distancia, el tiempo de exposición y características de blindaje.
Durante del período entreguerras (1919-1938), los espacios de colaboración
internacional facilitaron la creación de organismos de protección radiológica,
especialmente americanos y británicos, diferenciados por la especialidad (Radio-
tratamiento y Rayos X-diagnóstico). En 1920 nace la primera sociedad de
Radiographers (BSR) y tres años después la American Society of Radiology
Technicians. También tiene lugar el I Congreso Internacional de Radiología en
1925 en Westminster donde se establecen los primeros comités dedicados
exclusivamente a la protección radiológica, este Comité ha sido reestructurado en
1950 y constituye la actual "Comisión Internacional de Protección Radiológica", la
cual se ha convertido con el tiempo en el órgano de referencia mundial para
establecer los conceptos y principios de un Sistema de Protección y,
consecuentemente, los Criterios o Normativas internacionales y nacionales. En
este período aparecen importantes avances tecnológicos para la monitorización
individual de la exposición a las radiaciones ionizantes. Los primeros dosímetros
individuales basados en película radiográfica. Nace la ICRP designando el
Roentgen como unidad de medida, también se implementan programas especiales
de riesgos laborales para profesionales expuestos, como aumento de vacaciones,
test periódicos de sangre, blindajes específicos y zonas de restricción. También
aparecen las primeras normas de límites por debajo de los cuales se consideran
valores que no afectan a la salud.
Según las investigaciones la protección radiológica es considerada una ciencia
desde la época de la Segunda Guerra Mundial por razones obvias, esta etapa
hace de la protección radiológica una ciencia por derecho propio relacionada con
la creación de la bomba atómica, con tecnología que permitía enriquecer uranio y
plutonio. En 1945 la primera bomba atómica que fue testada en New México. Los
hallazgos y test derivados de las armas nucleares generaron un conocimiento
4. sobre protección radiológica que perdurará los siguientes 70 años: balance riesgo-
beneficio terapéutico o diagnóstico (justificación), precauciones sobre la población
diana, órganos sensibles y radiación dispersa, planificación y optimización. A
consecuencia de la guerra se generaron conceptos como la dosis equivalente, la
dosis absorbida y la radiobiología. Aparecen tecnologías nuevas de terapéutica y
medicina nuclear, con la producción de nuevos radioisótopos que fuerzan la
implementación de nuevos límites de dosis. De nuevo las comisiones
internacionales actúan para regular la normativa al respecto, y aparece el
concepto de no riesgo cero, y dosis lo más bajas posibles que posteriormente se
plasmará en el principio ALARA.
Es necesario mencionar que la protección se basa en las evidencias científicas de
los efectos de las radiaciones ionizantes. Relacionado con ello existe desde 1955
el Comité Científico de Naciones Unidas para el Estudio de los efectos de las
radiaciones ionizantes, el cual es el organismo de referencia de los efectos de las
radiaciones. Completando el panorama las organizaciones internacionales,
básicamente de las Naciones Unidas con competencia en las radiaciones
establecen las Normas Básicas de Protección y desarrollan los aspectos prácticos
para la aplicación.
En 1957 se crea la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) con fines
pacíficos, sobre las directivas y las bases legales de la Comisión Internacional de
Protección Radiológica (ICRP).
El periodo de la era moderna (1970-1990) está determinado por el descubrimiento
y auge de la tomografía Computarizada (CT) los nuevos radiofármacos marcados
con TC99, la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y las nuevas técnicas
de intervencionismo radioguiado. Aparecen los dosímetros específicos por zona
anatómica, los delantales plomados más ligeros y específicos para simular
exploraciones y tratamientos.
La década de 2000-2010 supone la revolución digital que significa una reducción
notable de las dosis por imagen médica. Los avances tecnológicos de imagen
híbrida y detectores más eficaces de fluoroscopia hicieron que técnicas
históricamente con altos niveles de exposición evolucionaron en técnicas
mínimamente invasivas con dosis mínimas. Sin embargo las nuevas tecnologías al
mismo tiempo que reducen las dosimetrías de exposición de los pacientes,
también incrementan las dosimetrías de los profesionales, los cuales deben seguir
una monitorización estricta para mantener los límites lo más bajos posibles. De
nuevo los comités internacionales y nacionales de cada país velan en todo
momento para que cada nueva tecnología tenga un plan de dosimetría
específicamente diseñada para proteger a las personas y los profesionales.
5. La odisea de las aplicaciones médicas de las radiaciones se ha prolongado en tres
siglos de descubrimientos e innovaciones. Múltiples enfermedades relacionadas
con la sobreexposición (anemias, leucemias, dermatitis, sarcomas) no han sido en
vano, puesto que han contribuido de forma relevante a la monitorización y cura de
múltiples enfermedades que de no ser por las técnicas radiológicas y los
tratamientos, habría sido imposible. Las sociedades internacionales, la tecnología
y los profesionales de la protección radiológica han trabajado desde sus inicios de
forma multidisciplinar para conseguir que los efectos adversos de las radiaciones
ionizantes sean lo más seguras posibles para los profesionales expuestos. El
desarrollo de las guías y recomendaciones siguen en constante evolución hasta
nuestros días y precisan de las sincronías y sinergias de las sociedades
científicas, los gobiernos y la indústria de la imagen médica.
Las radiaciones ionizantes tienen múltiples aplicaciones beneficiosas para el
hombre, pero si son utilizadas inadecuadamente pueden producir efectos
perjudiciales en la salud de las personas y en el medio ambiente. Por ello es
necesario disponer de un sistema de protección radiológica, que regule el uso de
las radiaciones ionizantes.
La protección radiológica tiene un doble objetivo: proteger a las personas y el
medio ambiente de los efectos nocivos de la radiación, pero sin limitar
indebidamente las prácticas que, dando lugar a exposición a las radiaciones,
suponen un beneficio para la sociedad o sus individuos.
La protección radiológica considera que existen tres situaciones de exposición
posibles:
Situaciones de exposición planificada que son aquéllas que involucran la
introducción y la operación planificada de fuentes.
Situaciones de exposición de emergencia que son situaciones inesperadas,
que demandan una atención urgente, como las que pueden sobrevenir
durante la operación de una situación planificada (accidente) o de un acto
malévolo.
Situaciones de exposición existente que son estados de exposición que
existen cuando tiene que ser tomada una decisión sobre su control, como
las causadas por la radiación de fondo natural (radón).
A cada una de ellas se aplican los principios fundamentales de la justificación y la
optimización de la protección. Los límites de dosis (individual) se aplican a las
situaciones de exposición planificada, pero no se aplican a situaciones de
emergencia. En estas últimas existen unos niveles de dosis de referencia.
Cabe destacar los principios importantes de la protección radiológica:
6. 1.- Justificación de la práctica: Asimismo, toda práctica que implique exposición a
radiaciones ionizantes, debe ser llevada a cabo solo si esta supone un beneficio
para la sociedad. Tomando en consideración los aspectos negativos y posibles
alternativas a dicha práctica.
No se justifica el empleo de radiaciones ionizantes en:
Exámenes médicos masivos de grupos de población.
Exámenes radiológicos con fines ocupacionales, legales o de seguro
médico.
La fabricación de juguetes, joyas, adornos.
2.- Limitación de dosis: En la exposición a radiaciones ionizantes existen límites
establecidos para la dosis que puede recibir una persona en prácticas médicas
que la impliquen, dichos límites no pueden ser superados bajo ninguna
circunstancia.
3.- Optimización: Para cualquier fuente de radiación, las dosis individuales, el
número de personas expuestas, y la probabilidad de verse expuestas, deben
mantenerse tan bajas como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta
consideraciones sociales y económicas
4.- Principio ALARA: Sigla inglesa que traduce “tan bajo como sea posible”.
Teniendo en cuenta factores sociales y económicos; niveles tan bajos como sea
posible deben mantenerse en toda exposición a radiaciones ionizantes:
Los análisis de optimización se realizarán en correspondencia con la
complejidad y nivel de riesgo de la práctica.
Los métodos de análisis abarcan desde el sentido común hasta técnicas
complejas donde se cuantifica los costos de la protección y las dosis.
Las restricciones de dosis son un techo imaginario por debajo de los límites.
Se establecen sobre la base de la experiencia operacional y de buenas
prácticas similares.
Este es uno de los principios básicos para establecer cualquier medida de
seguridad radiológica. Para lograr esto hay que cumplir tres criterios básicos:
distancia, blindaje y tiempo, así a mayor distancia, menos radiación. A menor
tiempo de exposición, menor irradiación y la creación de una barrera también
disminuyen la radiación. Pueden parecer obvios, lo son, pero gran parte de la
prevención radiológica se organiza en función de estos principios.
Las tres reglas fundamentales de protección contra toda fuente de radiación son:
Distancia: Alejarse de la fuente de radiación, puesto que su intensidad
disminuye con el cuadrado de la distancia.
7. Blindaje: Poner pantallas protectoras (blindaje biológico) entre la fuente
radiactiva y las personas. Por ejemplo, en las industrias nucleares,
pantallas múltiples protegen a los trabajadores. Las pantallas utilizadas
habitualmente son muros de hormigón, láminas de plomo o acero y cristales
especiales enriquecidos con plomo.
Tiempo: Disminuir la duración de la exposición a las radiaciones.
La protección radiológica es una actividad multidisciplinar, de carácter científico y
técnico, que tiene como finalidad la protección de las personas y del medio
ambiente contra los efectos nocivos que pueden resultar de la exposición a
radiaciones ionizantes.
Desde 1928 existe un organismo internacional independiente, la Comisión
Internacional de Protección Radiológica (ICRP), que emite recomendaciones y
presta asesoramiento sobre todos los aspectos relacionados con la protección
contra las radiaciones ionizantes. Estas recomendaciones son la base para el
establecimiento de reglamentación y normativa por parte de organizaciones
internacionales y autoridades regionales y nacionales.